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Sunday 15 Sep 2024 | Actualizado a 05:11 AM

En Brasil, desarrollan una inteligencia artificial para alertar y mitigar los daños de las sequías

Los modelos meteorológicos actuales estiman variables como las precipitaciones, la temperatura y el viento, pero no predicen los fenómenos climáticos

/ 26 de julio de 2024 / 07:01

Con el fin de intentar detectar las sequías relámpago, que debido al cambio climático son cada vez más frecuentes, un científico brasileño logró desarrollar un modelo de inteligencia artificial que, a través de un algoritmo, logra detectar este tipo de eventos.

La información sobre las condiciones climáticas que provocaron la sequía repentina que agravó los incendios en el Pantanal, el mayor humedal del mundo, y las lluvias extremas en el estado de Rio Grande do Sul fue captada por satélites y sistemas de vigilancia que almacenan millones de datos.

“Interpretar las cifras y los patrones —antes de que ocurran las tragedias— es uno de los retos a los que nos enfrentamos los expertos”, dijo a Xinhua el profesor de Meteorología de la Universidad Federal de Alagoas (Ufal), Humberto Barbosa, autor del descubrimiento y quien lleva más de 20 años estudiando la desertificación en Brasil.

“Diferente del lento proceso de desertificación tradicional, una sequía relámpago es un fenómeno climático extremo de corta duración y fuerte intensidad. Es un nuevo tipo de sequía resultante del cambio climático”, explicó.

“Ante las emergencias climáticas y el enorme volumen de datos históricos, el uso de la inteligencia artificial contribuye a una mejor estimación futura de estos eventos climáticos extremos. Es un avance tecnológico, teniendo en cuenta que los modelos climáticos actuales no tienen capacidad para detectar sequías repentinas”, afirmó el investigador.

Inteligencia artificial

Los modelos meteorológicos actuales estiman variables como las precipitaciones, la temperatura y el viento, pero no predicen los fenómenos climáticos. Hoy en día, la predicción de sequías o inundaciones depende de la interpretación de expertos: los humanos.

Para identificar el nuevo fenómeno, los investigadores liderados por Barbosa utilizaron un recurso de inteligencia artificial llamado Redes Neuronales Convolucionales (CNN, por su sigla en inglés). Este mecanismo está muy extendido en el procesamiento de imágenes. Utiliza capas de filtros para detectar características y patrones en la imagen.

Hoy en día, las CNN se utilizan para todo, desde el reconocimiento facial hasta el descubrimiento de enfermedades en imágenes de rayos X.

El estudio dirigido por Barbosa se desarrolló en el Laboratorio de Procesamiento y Análisis de Imágenes de Satélite (Lapis) de la Ufal, en colaboración con universidades de Alemania e India.

“El objetivo principal es hacer que la inteligencia artificial identifique las sequías repentinas sin interpretación humana, sino alimentada con datos satelitales de observación y entrenada con el concepto definido por los humanos”, afirmó Barbosa.

Para adiestrar a la máquina, Barbosa proporcionó un conjunto de datos relativos a una gran sequía en la región semiárida brasileña en 2012. Y funcionó: el modelo fue capaz de predecir lo ocurrido.

Dato

El investigador explicó que utilizó referencias de un episodio del pasado para poder validar las conclusiones del algoritmo.

Ese año, la sequía relámpago que azotó la región duró 28 días, pero acabó influyendo en una sequía tradicional que duró seis años, el evento más largo registrado en Brasil desde 1860, de acuerdo con el investigador.

El siguiente paso es mejorar la tecnología para que la inteligencia artificial pueda ayudar a detectar, predecir y alertar de fenómenos meteorológicos extremos, y facilitar así la adaptación y la mitigación de sus efectos en la región.

“En el futuro, la inteligencia artificial con datos de alta frecuencia podría ser más eficiente que nosotros, los climatólogos”, resaltó.

Los datos de alta frecuencia son conjuntos de datos con muchas repeticiones. Por ejemplo: información cada cinco minutos sobre la humedad del suelo. Cuanto menor sea el intervalo de tiempo entre la recolección de datos, es decir, cuanto mayor sea la frecuencia, más subsidio tendrán los expertos para observar los fenómenos meteorológicos.

El mapa de vigilancia del suelo realizado por el Laboratorio de Procesamiento y Análisis de Imágenes por Satélite de la Ufal muestra que en los últimos tres meses las sequías repentinas han azotado drásticamente el centro-sur del país.

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Devastación

Según el laboratorio, esto ha contribuido a intensificar los incendios en el Pantanal. El fuego consume el bioma desde hace más de tres meses. Más de 764.000 hectáreas han sido destruidas, dejando un rastro de devastación medioambiental y muerte de animales.

De acuerdo con la cartografía, gran parte de la Amazonía brasileña, centro-oeste, sureste y sur siguen sufriendo el impacto de las sequías repentinas, que se caracterizan por periodos abruptos de poca lluvia y altas temperaturas.

Esto hace que las cosechas se pierdan más rápido que durante las largas sequías convencionales, cuando el proceso era más lento y gradual. Se prevé que durante la mayor parte del invierno predomine la sequía en gran parte del centro-sur, con precipitaciones por debajo de la media histórica.

El investigador subrayó que el próximo destino de las sequías repentinas es la Amazonía brasileña.

“Esto tendrá un impacto mucho mayor del que está teniendo en el Pantanal, y si el Ministerio de Medio Ambiente no responde rápidamente, será mucho mayor en la Amazonía”, alertó Barbosa.

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Los precios de la soya se recuperan en EEUU

La tonelada del grano se movió al alza en las últimas semanas y cotiza arriba de $us 360.

/ 7 de septiembre de 2024 / 22:37

Los precios de los futuros de soya han subido notablemente en las últimas semanas. Este aumento ha sido impulsado por factores climáticos y especulativos, lo que ha generado incertidumbre en el mercado. Según Naomi Blohm, analista de Farm Futures, los futuros de soya para noviembre subieron $25 por tonelada en solo tres semanas. Las altas temperaturas en el Medio Oeste de Estados Unidos pudieron haber estresado la cosecha de soya más de lo previsto.

El repunte en los precios también se debe a la salida de posiciones cortas de fondos de inversión. Esto ha contribuido al aumento. Actualmente, los futuros de soya para noviembre de 2024 están por encima de $360 por tonelada. Sin embargo, la expectativa de una cosecha récord en Estados Unidos y el exceso de oferta global podrían limitar un alza sostenida a corto plazo.

A pesar del reciente repunte, las proyecciones a largo plazo indican un panorama más estable. Un estudio de la Universidad de Missouri prevé que los precios de la soya se mantendrán cerca de los niveles anteriores a 2020 durante los próximos cinco años. Se espera un promedio de $367 por tonelada. Factores como el aumento de la oferta mundial y la fortaleza del dólar estadounidense contribuyen a esta tendencia de estabilización.

Por otro lado, Brasil, el mayor productor de soya a nivel mundial, ha duplicado su área de plantaciones en los últimos 15 años. Alcanzó un récord de 46 millones de hectáreas en la temporada 2023-24. Sin embargo, los precios globales de la soya han caído un 20% en el último año. Esto se debe a la oferta excedente y la débil demanda china.

La soya juega un papel fundamental en la cadena de proteínas a nivel global. Es una fuente clave tanto para el consumo humano como para la producción de alimentos para animales. Su importancia radica en su alto contenido proteico y su versatilidad. Por eso, es un insumo esencial en diversas industrias agroalimentarias. El principal uso de la soya a nivel mundial es para la producción de aceites. Su subproducto, la harina, es una fuente de alimento para aves, ganado y peces.

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La Fed apura el paso para recortar sus tasas de interés

El temor de una recesión en Estados Unidos hundió las bolsas a ambos lados del Atlántico al cierre de la última semana.

/ 7 de septiembre de 2024 / 22:29

La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos se enfrenta a la decisión clave en su próxima reunión del 17 y 18 de septiembre, sobre el recorte en sus tasas de interés referenciales. Los mercados financieros y los expertos económicos están divididos sobre la magnitud de la posible reducción, debatiendo entre un recorte «estándar» de 25 puntos básicos o uno más agresivo de 50 puntos básicos.

El premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, ha entrado en el debate abogando firmemente por un recorte de 50 puntos básicos. En declaraciones a CNBC, Stiglitz criticó duramente a la Fed por su política monetaria reciente. «He estado criticando a la Fed por ir demasiado lejos, demasiado rápido», dijo el académico. El economista argumenta que la estrategia del banco central podría estar empeorando el problema de la inflación, especialmente en el sector inmobiliario.

«Si piensas en cómo abordamos el problema de la escasez de viviendas, que está aumentando el precio de la inflación, ¿crees que aumentar las tasas de interés, dificultando que los promotores inmobiliarios construyan más casas y que los propietarios compren más casas, va a resolver la escasez de viviendas? No, va en la dirección equivocada», afirmó Stiglitz.

Desaceleración

La postura de Stiglitz gana fuerza ante los recientes datos económicos que sugieren una desaceleración en el mercado laboral estadounidense. El informe de empleo de agosto, publicado el pasado viernes, mostró un aumento de 142,000 puestos en las nóminas no agrícolas, por debajo de las 161,000 esperadas por los analistas. Aunque la tasa de desempleo bajó al 4.2%, en línea con las expectativas, el dato general se percibe como una señal de debilidad económica.

Carl Weinberg, economista jefe de High Frequency Economics, ofrece una visión más cauta. «No estamos viendo nada que pueda imaginar, en los datos, que vaya a provocar que la Fed haga lo que yo llamaría un recorte de las tasas de pánico de 50 puntos básicos», aseveró. Weinberg sugiere que la economía acogerá con agrado un recorte de 25 puntos básicos en su lugar.

Con todo, el mercado parece estar inclinándose cada vez más hacia un recorte más agresivo. Según la herramienta FedWatch de CME Group, casi la mitad de los operadores están previendo actualmente un recorte de 50 puntos básicos.

Mercados

La decisión de la Fed se produce en un contexto de creciente incertidumbre en los mercados financieros globales. El S&P 500 cayó un 1.8% el viernes, encaminándose a su peor semana desde marzo de 2023, con una caída semanal del 4%. El Nasdaq Composite perdió un 2.6%, acumulando una caída semanal del 5.6%.

En Europa, la situación no es más alentadora. El índice Stoxx 600 paneuropeo cerró con una caída del 1.15% el viernes, con todos los sectores principales en rojo excepto el sanitario. La semana acabó con una pérdida del 2.5%, marcando su peor desempeño desde principios de agosto.

Las acciones tecnológicas y de semiconductores fueron particularmente golpeadas. Gigantes como Amazon y Alphabet cayeron más del 3%, mientras que Microsoft y Meta Platforms perdieron más del 1%. El sector de semiconductores vio caídas aún más pronunciadas, con Nvidia, Advanced Micro Devices y Marvell Technology perdiendo más del 5% cada una.

Tasas de interés

Sonu Varghese, estratega macro global de Carson Group, sugiere que los datos recientes «sellan el acuerdo para un recorte de tasas en septiembre», pero vuelve a plantear la pregunta que todos los inversores tienen en mente: si la Fed irá a lo grande (recortando 50 puntos básicos) para adelantarse a los riesgos crecientes, o no.

La decisión de la Fed tendrá implicaciones significativas no solo para la economía estadounidense sino también para los mercados globales. Un recorte de 50 puntos básicos podría ser visto como una señal de preocupación por parte del banco central estadounidense, potencialmente exacerbando los temores de recesión. Por otro lado, podría proporcionar el estímulo necesario para revitalizar el crecimiento económico y estabilizar los mercados financieros.

En última instancia, la Fed debe equilibrar cuidadosamente los riesgos de inflación con las preocupaciones de crecimiento. Como señala Stiglitz, «creo que han contribuido al problema de la inflación». Sin embargo, también reconoce que los modelos de la Fed «les dicen que observen las debilidades de la economía y, por lo tanto, deberíamos bajar las tasas de interés».

Mientras los mercados aguardan con ansiedad la decisión de la Fed, una cosa es clara: sea cual sea el resultado, tendrá un impacto significativo en la trayectoria económica y financiera global en los próximos meses.

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Sudamérica enfrenta una encrucijada financiera

El Banco Mundial afirma que la región enfrenta un panorama económico complejo, con los países de menores ingresos particularmente vulnerables.

/ 7 de septiembre de 2024 / 21:58

En un contexto global marcado por la incertidumbre, Sudamérica enfrenta un futuro financiero complejo y desafiante, caracterizado por un alto nivel de riesgo y vulnerabilidad, especialmente en sus países de menores ingresos. El reciente informe del Banco Mundial, titulado «Finanzas y Prosperidad 2024», ofrece un análisis profundo sobre las tendencias del sector financiero en las economías emergentes y en desarrollo (EEDs), subrayando la creciente divergencia en la resiliencia y estabilidad financiera entre las naciones de ingresos bajos y medios.

A lo largo del continente sudamericano, los desafíos económicos se han exacerbado por una serie de factores globales, desde las políticas monetarias en las economías avanzadas (EAs) hasta las tensiones geopolíticas y los efectos persistentes de la pandemia de COVID-19. Aunque algunos países de ingresos más altos en la región han demostrado cierta capacidad para manejar estos desafíos, otros, particularmente aquellos en el rango de ingresos bajos y medios, enfrentan un riesgo financiero significativo en los próximos 12 meses.

Un panorama complejo

El informe destaca que, si bien el 70% de los países emergentes analizados enfrentan riesgos financieros bajos a moderados, una proporción significativa de los países de menores ingresos, incluidos varios en Sudamérica, están expuestos a altos niveles de riesgo. “En muchos de estos países, los riesgos domésticos se ven agravados por riesgos globales relacionados con la política monetaria y la perspectiva de crecimiento económico en las economías avanzadas, así como por los conflictos geopolíticos”, señala el informe.

El aumento de la deuda soberana y la creciente exposición de los bancos a la misma son preocupaciones centrales. Según el informe, la exposición de los bancos a la deuda gubernamental en las EEDs ha aumentado un 35% en la última década, y en los países en situación de estrés de deuda, esta cifra supera el 50%. En Sudamérica, países como Argentina y Venezuela se encuentran entre los más vulnerables, con un alto porcentaje de sus activos bancarios expuestos a la deuda soberana, lo que los deja en una posición precaria frente a cualquier reestructuración de deuda.

La pandemia de Covid-19 ha dejado cicatrices profundas en la economía global, y Sudamérica no ha sido la excepción. La necesidad de los gobiernos de financiar respuestas a la crisis sanitaria llevó a un aumento sustancial de la deuda soberana. Sin embargo, la situación se ha visto agravada por el aumento de las tasas de interés en las economías avanzadas, lo que ha elevado los costos de servicio de la deuda en muchas naciones sudamericanas.

Riesgos

“La política monetaria en las economías avanzadas sigue siendo el principal riesgo de contagio global, ya que el acceso al mercado para los prestatarios en los países de ingresos bajos y medianos sigue siendo desafiante”, advierte el informe. Esto es especialmente relevante para Sudamérica, donde los países con fundamentos económicos más débiles han experimentado devaluaciones de sus monedas, rebajas en sus calificaciones crediticias y un aumento en los costos de endeudamiento.

A pesar de los desafíos, el informe señala que la mayoría de los bancos en las EEDs, incluidos algunos países en Sudamérica, han resistido relativamente bien el impacto de la pandemia, manteniendo colchones de capital y liquidez que les han permitido absorber choques crediticios y de deuda soberana. No obstante, advierte que “pocos bancos en los países de menores ingresos en Sudamérica podrían quedar subcapitalizados si se enfrentaran a un aumento significativo pero plausible en la ratio de préstamos no productivos”.

Las economías más resilientes en la región han demostrado la importancia de una supervisión sólida y de redes de seguridad financiera robustas. Sin embargo, casi el 70% de los países con altos riesgos financieros no están adecuadamente preparados para manejar el estrés financiero. En países como Argentina y Brasil, las debilidades en los marcos regulatorios y de supervisión podrían obstaculizar la capacidad para garantizar la solidez del sector financiero, especialmente en tiempos de crisis.

Nexo soberano-bancario

El concepto de “nexo soberano-bancario” es crucial para comprender los riesgos que enfrenta Sudamérica. Este nexo se refiere a la interdependencia entre los bancos y el gobierno, donde los bancos tienen grandes cantidades de deuda soberana en sus balances, lo que los hace vulnerables a las crisis de deuda gubernamental. En Sudamérica, esta conexión se ha fortalecido en los últimos años debido al aumento de la deuda pública y a la falta de una base de inversionistas domésticos diversa, lo que ha llevado a los bancos a convertirse en los compradores de último recurso de la deuda soberana.

Este vínculo puede convertirse en un círculo vicioso: si un gobierno enfrenta dificultades para pagar su deuda, esto puede desestabilizar el sistema bancario, lo que a su vez puede empeorar la crisis de deuda soberana. En países como Argentina, este riesgo es particularmente alto, donde la exposición de los bancos a la deuda gubernamental supera el 30% de sus activos.

Bolivia

El citado informe del Banco Mundial señala varios desafíos específicos para Bolivia dentro del contexto sudamericano y mundial. Bolivia, clasificada como un país de ingresos bajos y medios, enfrenta riesgos financieros significativos debido a su alta dependencia de la deuda soberana y a la creciente conexión entre el sector bancario y el gobierno, conocido como el «nexo soberano-bancario».

Este nexo implica que los bancos bolivianos tienen una exposición considerable a la deuda del gobierno, lo que los hace vulnerables a las fluctuaciones en el valor de esa deuda. Un deterioro en la situación fiscal del país podría generar un impacto negativo en la estabilidad financiera, poniendo en riesgo tanto al sector bancario como a la economía en general.

Además, Bolivia enfrenta desafíos en términos de inclusión financiera. Aunque se han logrado avances en la propiedad de cuentas bancarias y acceso al crédito, la disponibilidad de los servicios financieros sigue siendo limitada. Esto es especialmente cierto para las pequeñas y medianas empresas (PYMEs), lo que limita el potencial de crecimiento económico inclusivo y sostenible en el país.

En criterio del Banco Mundial, Bolivia se encuentra en una posición que requiere políticas proactivas para fortalecer su resiliencia económica y financiera.

Sudamérica

El informe subraya la necesidad de que las autoridades sudamericanas tomen medidas urgentes para mitigar estos riesgos. Entre las recomendaciones, se destacan la necesidad de reforzar los marcos de gestión de crisis, mejorar la transparencia de los balances bancarios y considerar la introducción de cargos de capital sobre las exposiciones a la deuda soberana en moneda local, especialmente en aquellos países que han experimentado episodios pasados de estrés de deuda soberana.

Además, se recomienda que las autoridades bancarias fomenten una toma de riesgos más prudente por parte de los bancos y fortalezcan la resiliencia del sector financiero. “Las autoridades bancarias no pueden resolver solas los riesgos del nexo soberano-bancario”, advierte el informe, subrayando la importancia de políticas fiscales y macroeconómicas sólidas para preservar la sostenibilidad de la deuda pública y la estabilidad macroeconómica.

Otro desafío significativo para Sudamérica es el financiamiento climático. Los riesgos financieros relacionados con el clima y las brechas de financiamiento climático son mayores en las EEDs que en las economías avanzadas, y esto se amplifica en países que ya enfrentan altos riesgos financieros. El informe destaca que “excluyendo a China, las EEDs representan una cuarta parte del producto interno bruto global, pero solo el 14% de los flujos de financiamiento climático globales reportados”.

Encrucijada financiera

En Sudamérica, la situación es crítica. La mayoría del financiamiento climático proviene de fuentes públicas, y el sector privado juega un papel menor en comparación con las economías avanzadas. Solo el 16% del financiamiento climático en la región se destina a la adaptación, y casi todo este financiamiento proviene de fuentes públicas. Además, los bancos en la región destinan una proporción muy limitada de sus carteras de préstamos al financiamiento climático, lo que subraya la necesidad de una mayor movilización de recursos para abordar los desafíos climáticos.

Sudamérica se encuentra en una encrucijada financiera. Si bien los desafíos son inmensos, también existen oportunidades significativas para fortalecer la resiliencia financiera y promover un crecimiento inclusivo y sostenible. Para ello, es esencial que las autoridades adopten un enfoque equilibrado que priorice la estabilidad financiera sin comprometer los objetivos de desarrollo económico y social.

El informe del Banco Mundial concluye con un llamado a la acción: “Las autoridades bancarias deben priorizar la estabilidad financiera y continuar promoviendo la inclusión financiera a medida que adoptan herramientas regulatorias y enfoques de supervisión que apoyen la movilización del financiamiento climático y la gestión de los riesgos climáticos en el sector financiero”.

El porvenir financiero de Sudamérica dependerá en gran medida de la capacidad de la región para enfrentar estos desafíos de manera proactiva, con políticas bien diseñadas que fortalezcan la resiliencia del sector financiero y movilicen los recursos necesarios para enfrentar los riesgos climáticos y de deuda soberana. Con las medidas adecuadas, la región puede no solo superar estos desafíos, sino también aprovechar las oportunidades para un crecimiento económico más inclusivo y sostenible.

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Sobreoferta en EEUU hunde precio de la soya

Una cosecha excepcional y los altos rendimientos son la clave

Por Pablo Deheza

/ 30 de agosto de 2024 / 07:11

La caída en los precios de la soya y el maíz se profundiza a medida que se acerca el final del año comercial, impulsada principalmente por las expectativas de cosechas abundantes en Estados Unidos (EEUU). Según el último informe del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por su sigla en inglés), se prevé una producción récord de soya y maíz para la temporada 2024-2025, lo que está presionando a la baja los precios de estos importantes productos agrícolas.

El USDA proyecta que la producción de soya en EEUU para 2024-2025 alcanzará las 125.2 millones de toneladas, un aumento de 4.2 millones de toneladas respecto a la estimación del mes pasado. “La primera proyección de rendimiento de soya basada en encuestas es de 3,576 kilos por hectárea, 80.8 kilos más que el mes pasado”, señala el informe (en Bolivia se estima que el rendimiento fue de 2.130 kilos por hectárea en 2023). Esta abundante oferta ha llevado a una revisión a la baja del precio promedio de la soya, que ahora se estima en $us 293.8 por tonelada, $us 8.2 menos que la proyección anterior.

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EEUU

Para el maíz, la situación es similar. La producción en EEUU se pronostica en 383.5 millones de toneladas, 1.2 millones más que el mes pasado. “El primer pronóstico de rendimiento de maíz basado en encuestas, en un récord de 11,504 kilos por hectárea (el rendimiento en Bolivia se estima que fue de 3.730 kilos por hectárea en 2023), esto es 131.7 kilos más alto que la proyección del mes pasado”, destaca el USDA. Como resultado, el precio promedio del maíz recibido por los productores se redujo en $us 3,9 y situándose ahora en $us 165.3 por tonelada.

La caída en los precios de estos granos tiene implicaciones significativas para los productores bolivianos, quienes compiten en el mercado global. Stefan Vogel, gerente general de RaboResearch Australia y Nueva Zelanda, advierte: “El suministro mundial de granos parece estar a punto de mejorar. Si bien la producción de maíz en la región del Mar Negro está sufriendo calor y clima seco y los rendimientos de trigo del norte de Europa decepcionan después de una temporada extremadamente húmeda, los problemas generales de producción en esas regiones no parecen lo suficientemente significativos como para impulsar los precios sustancialmente más altos”.

A nivel global, el USDA proyecta un aumento en la producción de oleaginosas para 2024-2025 de 4.1 millones de toneladas, alcanzando 626.5 millones. “La producción global de soya se incrementa en 6.3 millones de toneladas a 388.9 millones debido a una mayor producción en Estados Unidos, Ucrania, Rusia, India y Benín”, detalla el informe.

El comercio soyero mundial también se ve afectado. El USDA indica que “las exportaciones globales de soya se incrementan en 0.9 millones de toneladas a 164.4 millones debido a mayores exportaciones de Estados Unidos, Ucrania, Rusia y Benín, parcialmente compensadas por menores envíos de Argentina”.

Datos

En cuanto al maíz, la producción global para 2024-2025 se pronostica 7.3 millones de toneladas menor, en 1,365.2 millones. “La producción de maíz en el extranjero se reduce debido a recortes en la UE, Rusia, Serbia, Ucrania y Moldavia”, explica el USDA. “Para la UE, Serbia y Rusia, el calor extremo y la sequía en el sureste de Europa y los distritos del Cáucaso Sur y Norte de Rusia durante el mes de julio reducen las perspectivas de rendimiento”.

Estos cambios en el mercado global podrían presentar tanto desafíos como oportunidades para los productores bolivianos. Por un lado, los precios más bajos podrían reducir los ingresos de los exportadores. Por otro lado, la reducción en la producción en algunas regiones clave podría abrir nuevas oportunidades de mercado para aquellos productores que se mantengan competitivos.

La situación actual subraya la importancia de las estrategias de gestión de riesgos para los agricultores. Como señala un análisis de la Universidad de Illinois, “los precios bajos de los cultivos son uno de los principales riesgos que los agricultores deben gestionar para sobrevivir y tener éxito. El riesgo de los precios es el segundo riesgo para la producción agrícola después de los riesgos climáticos de temporada y ambos plantean desafíos reales para los ingresos agrícolas”.

A medida que se acerca la temporada de cosecha en el hemisferio norte, los mercados estarán atentos a cualquier cambio en las proyecciones de producción. Cualquier evento climático adverso o ajuste en las estimaciones podría tener un impacto significativo en los precios. Los productores y comercializadores bolivianos deberán mantenerse informados y ágiles para responder a estos cambios.

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Bolivia está rezagada en biotecnología

El pedido concreto es que se acelere la aprobación de los eventos de biotecnología que están siendo utilizados en países del Mercosur, ahora que Bolivia es miembro pleno del mismo

Por Pablo Deheza

/ 23 de agosto de 2024 / 06:44

Bolivia se encuentra rezagada en la adopción de la biotecnología agrícola en comparación a otros países de la región. Si bien el uso de semillas transgénicas ha sido clave para impulsar la productividad y competitividad de los sectores agrícolas de países vecinos como Brasil, Argentina y Paraguay, Bolivia aún mantiene una posición cautelosa frente a esta tecnología.

En este contexto, conversamos con Luis Llanos, decano de la facultad de Agronomía de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (UAGRM), y Fernando Romero, presidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Maíz (Anapo), quienes analizaron la situación actual del uso de biotecnología en Bolivia, los beneficios que podría traer su adopción y las lecciones que Bolivia puede aprender de sus vecinos.

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Biotecnología

Luis Llanos, decano de la facultad de Agronomía de la UAGRM

—¿Cuál es el estado actual del uso de biotecnología en la producción de oleaginosas en Bolivia? ¿Qué cultivos transgénicos están autorizados actualmente en el país?

—El estado actual es que solamente está aprobado un solo evento de biotecnología para la producción de soya en Bolivia, que es el evento RR Resistente al herbicida glifosato, que fue aprobado en el año 2005. Comparado con países del Mercosur como Paraguay, existe un gran rezago tecnológico, porque ese país tiene aprobados 44 eventos de biotecnología para cultivos de soya, maíz, trigo y algodón.

—¿Por qué se hacen necesarias las semillas transgénicas en Bolivia?

—Es fundamental las semillas transgénicas en Bolivia porque constituyen un salto tecnológico para aumentar la productividad de cultivos de soya, maíz, trigo y algodón, que permitirán aumentar la producción de estos alimentos para garantizar el abastecimiento del mercado interno y principalmente para generar excedentes destinados a las exportaciones, que significan el ingreso de divisas para la economía del país. El impacto de la biotecnología permitirá al país consolidarse como un exportador de alimentos para el mundo como actualmente son los países del Mercosur, como Brasil, Paraguay, Argentina y Uruguay, donde los productores de esos países vienen utilizando la biotecnología desde hace más de 20 años y por eso son más competitivos. En términos económicos, con el uso de la biotecnología del evento en soya Intacta y el evento de maíz BT+RR, se pueden generar alrededor de $us 4.500 millones en exportaciones en el mediano plazo, lo que significa una contribución importante en la generación de divisas para el país.

—¿Cómo incide el uso de biotecnología en la estructura de costos y en la mitigación de riesgos?

—El uso de la biotecnología ayuda a reducir los costos de producción en cultivos como soya, maíz, trigo y algodón, principalmente por una reducción sustancial en el número de aplicaciones de plaguicidas que actualmente se hacen para controlar el ataque agresivo de plagas. En el caso de soya se estima una reducción de costos en $us 62/ha, mientras que en maíz la reducción alcanzaría los $us 81/ha. Además, permitirá reducir y mitigar el riesgo de pérdidas productivas y económicas para cultivos como la soya y trigo, donde el evento HB4 tolerante a sequía puede generar ese impacto y evitar las pérdidas de más de $us 400 millones que tuvieron los productores este año debido a la sequía extrema. 

—Uno de los argumentos habituales contra la biotecnología es que ésta beneficiará a los grandes productores en desmedro de los más chicos. ¿Esto es así?

—El uso de la biotecnología beneficia a todos los estratos de productores, pero principalmente a los pequeños agricultores porque su adopción es fácil ya que no necesita de inversiones adicionales ni de expertos técnicos para su producción y eso queda demostrado con las movilizaciones que han realizado recientemente pequeños productores de interculturales de San Julián, Cuatro Cañadas y del Norte Integrado demandando la aprobación de nuevos eventos de biotecnología.

—¿Cómo compara el uso de biotecnología en Bolivia con otros países de la región como Brasil, Argentina o Paraguay? ¿Qué lecciones puede aprender Bolivia de estos países en cuanto a la implementación de biotecnología en la agricultura?

—La comparación se da principalmente en la diferencia abismal que existe en términos de productividad de estos países del Mercosur con Bolivia, en el caso de la soya, el rendimiento promedio de estos países es de 3 toneladas por hectárea, mientras en Bolivia es de 2 toneladas por hectárea, es decir 50% de mayor productividad. Y en el caso de maíz la diferencia de productividad es mayor porque en estos países el rendimiento promedio es de 6 toneladas por hectárea, mientras en Bolivia no supera las 3 toneladas por hectárea. Estas diferencias de productividad hacen a los productores de los países del Mercosur más competitivos y que puedan soportar las caídas de precios que se dan en el mercado internacional como está ocurriendo actualmente y que en el caso del productor de soya de Bolivia quede más vulnerable a que sea inviable para seguir produciendo. La principal lección que se puede extraer de las experiencias de los países del Mercosur es la apertura que tienen sus gobernantes para viabilizar el uso de nuevos eventos en nuevos cultivos, en el entendido de que una de las formas de generar competitividad en la agricultura es el uso de tecnología de punta.

Fernando Romero, presidente de Anapo

—¿Cuáles son los pedidos en concreto que se tienen respecto a biotecnología desde Anapo y cómo se espera que esto incida, en caso de concretarse?

—El pedido concreto es que se acelere la aprobación de los eventos de biotecnología que están siendo utilizados en países del Mercosur, ahora que Bolivia es miembro pleno del mismo, para que los productores bolivianos tengamos las mismas herramientas tecnológicas para competir en igualdad de condiciones. La aprobación de estos eventos biotecnológicos de países del Mercosur debería ser por homologación de los dictámenes de aprobación que han emitido los Comités de Bioseguridad de uno o más países del Mercosur. En principio debería priorizarse la aprobación de los eventos en soya Intacta y HB4 tolerante a sequía, en trigo del evento HB4 tolerante a sequía, en maíz del evento RR+Bt y en algodón del evento RR+Bt. De concretarse estamos seguros que daremos un salto tecnológico importante con una mejora sustancial en la productividad de estos cultivos, aumentando la producción y generando mayores excedentes para las exportaciones. En el mediano plazo podemos llegar a generar más de $us 4.500 millones en exportaciones solo con el aumento de producción en soya y maíz.

La adopción desigual de la biotecnología en Sudamérica

El área de cultivos transgénicos a nivel mundial sigue en aumento, alcanzando un total de 206,3 millones de hectáreas en 2023, un nuevo récord histórico. Liderados por la soja, el maíz y el algodón, estos cultivos genéticamente modificados se han convertido en una parte esencial de la producción agrícola global. Sin embargo, su adopción varía ampliamente entre países y regiones, reflejando diferentes posturas políticas y regulatorias.

América Central y del Sur se mantiene como la región con la mayor superficie dedicada a cultivos transgénicos, con 97,3 millones de hectáreas en 2023, un aumento del 4,1% respecto al año anterior. Este dominio se debe principalmente a Brasil, que cultiva el 68,8% del área transgénica de la región, según los datos de la consultora especializada AbioInvestor en su reporte Cultivos de Semillas Genéticamente Modificadas 2024.

Brasil es el segundo país con la mayor superficie de cultivos transgénicos en el mundo, solo superado por Estados Unidos. En 2023, Brasil cultivó 66,9 millones de hectáreas de variedades transgénicas, un aumento del 5,9% con respecto al año anterior. Esto se debe principalmente a los incrementos en el área de soja, maíz y algodón transgénicos.

La soja transgénica ocupa la mayor parte del área cultivada con organismos genéticamente modificados en Brasil, con 43,6 millones de hectáreas, el 65% del total. La adopción de la soja transgénica en Brasil alcanzó niveles superiores al 90% en 2014, convirtiéndose rápidamente en la norma en el país. Además, la mayoría de la soja cultivada en Brasil utiliza variedades apiladas que combinan tolerancia a herbicidas e insecticidas.

En el caso del maíz, el 97% del área cultivada en Brasil en 2023 correspondía a variedades transgénicas, con un aumento significativo en la adopción de las variedades apiladas en los últimos años. Por su parte, el algodón transgénico ocupa el 99% del área algodonera brasileña.

Argentina es el tercer país con mayor superficie de cultivos transgénicos, con 23,1 millones de hectáreas en 2023, el 23,8% del total regional. Al igual que Brasil, la soja transgénica es el cultivo dominante, ocupando el 69% del área transgénica argentina.

Paraguay, por su parte, ha visto un rápido aumento en el uso de cultivos transgénicos, llegando a 4,3 millones de hectáreas en 2023, el 8,2% más que el año anterior. Aquí también la soja transgénica es el principal cultivo, representando el 83,1% del área transgénica del país.

A diferencia de sus vecinos, Bolivia se mantiene como un caso atípico en la región. El país cultivó solo 1,5 millones de hectáreas de soja transgénica en 2023, el 7% más que el año anterior. Sin embargo, la adopción de la soja transgénica en Bolivia se ha estancado en torno al 97% desde 2014, muy por debajo de los niveles de Brasil, Argentina y Paraguay.

La expansión de los cultivos transgénicos en América del Sur refleja el dominio de estos en la producción agrícola mundial. Liderados por Brasil, Argentina y Paraguay, la adopción de variedades genéticamente modificadas se ha vuelto la norma en la región. Sin embargo, Bolivia se mantiene como un caso excepcional, donde se observa una adopción más lenta y limitada de esta tecnología.

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