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Wednesday 2 Oct 2024 | Actualizado a 08:44 AM

Sudamérica enfrenta una encrucijada financiera

El Banco Mundial afirma que la región enfrenta un panorama económico complejo, con los países de menores ingresos particularmente vulnerables.

/ 7 de septiembre de 2024 / 21:58

En un contexto global marcado por la incertidumbre, Sudamérica enfrenta un futuro financiero complejo y desafiante, caracterizado por un alto nivel de riesgo y vulnerabilidad, especialmente en sus países de menores ingresos. El reciente informe del Banco Mundial, titulado «Finanzas y Prosperidad 2024», ofrece un análisis profundo sobre las tendencias del sector financiero en las economías emergentes y en desarrollo (EEDs), subrayando la creciente divergencia en la resiliencia y estabilidad financiera entre las naciones de ingresos bajos y medios.

A lo largo del continente sudamericano, los desafíos económicos se han exacerbado por una serie de factores globales, desde las políticas monetarias en las economías avanzadas (EAs) hasta las tensiones geopolíticas y los efectos persistentes de la pandemia de COVID-19. Aunque algunos países de ingresos más altos en la región han demostrado cierta capacidad para manejar estos desafíos, otros, particularmente aquellos en el rango de ingresos bajos y medios, enfrentan un riesgo financiero significativo en los próximos 12 meses.

Un panorama complejo

El informe destaca que, si bien el 70% de los países emergentes analizados enfrentan riesgos financieros bajos a moderados, una proporción significativa de los países de menores ingresos, incluidos varios en Sudamérica, están expuestos a altos niveles de riesgo. “En muchos de estos países, los riesgos domésticos se ven agravados por riesgos globales relacionados con la política monetaria y la perspectiva de crecimiento económico en las economías avanzadas, así como por los conflictos geopolíticos”, señala el informe.

El aumento de la deuda soberana y la creciente exposición de los bancos a la misma son preocupaciones centrales. Según el informe, la exposición de los bancos a la deuda gubernamental en las EEDs ha aumentado un 35% en la última década, y en los países en situación de estrés de deuda, esta cifra supera el 50%. En Sudamérica, países como Argentina y Venezuela se encuentran entre los más vulnerables, con un alto porcentaje de sus activos bancarios expuestos a la deuda soberana, lo que los deja en una posición precaria frente a cualquier reestructuración de deuda.

La pandemia de Covid-19 ha dejado cicatrices profundas en la economía global, y Sudamérica no ha sido la excepción. La necesidad de los gobiernos de financiar respuestas a la crisis sanitaria llevó a un aumento sustancial de la deuda soberana. Sin embargo, la situación se ha visto agravada por el aumento de las tasas de interés en las economías avanzadas, lo que ha elevado los costos de servicio de la deuda en muchas naciones sudamericanas.

Riesgos

“La política monetaria en las economías avanzadas sigue siendo el principal riesgo de contagio global, ya que el acceso al mercado para los prestatarios en los países de ingresos bajos y medianos sigue siendo desafiante”, advierte el informe. Esto es especialmente relevante para Sudamérica, donde los países con fundamentos económicos más débiles han experimentado devaluaciones de sus monedas, rebajas en sus calificaciones crediticias y un aumento en los costos de endeudamiento.

A pesar de los desafíos, el informe señala que la mayoría de los bancos en las EEDs, incluidos algunos países en Sudamérica, han resistido relativamente bien el impacto de la pandemia, manteniendo colchones de capital y liquidez que les han permitido absorber choques crediticios y de deuda soberana. No obstante, advierte que “pocos bancos en los países de menores ingresos en Sudamérica podrían quedar subcapitalizados si se enfrentaran a un aumento significativo pero plausible en la ratio de préstamos no productivos”.

Las economías más resilientes en la región han demostrado la importancia de una supervisión sólida y de redes de seguridad financiera robustas. Sin embargo, casi el 70% de los países con altos riesgos financieros no están adecuadamente preparados para manejar el estrés financiero. En países como Argentina y Brasil, las debilidades en los marcos regulatorios y de supervisión podrían obstaculizar la capacidad para garantizar la solidez del sector financiero, especialmente en tiempos de crisis.

Nexo soberano-bancario

El concepto de “nexo soberano-bancario” es crucial para comprender los riesgos que enfrenta Sudamérica. Este nexo se refiere a la interdependencia entre los bancos y el gobierno, donde los bancos tienen grandes cantidades de deuda soberana en sus balances, lo que los hace vulnerables a las crisis de deuda gubernamental. En Sudamérica, esta conexión se ha fortalecido en los últimos años debido al aumento de la deuda pública y a la falta de una base de inversionistas domésticos diversa, lo que ha llevado a los bancos a convertirse en los compradores de último recurso de la deuda soberana.

Este vínculo puede convertirse en un círculo vicioso: si un gobierno enfrenta dificultades para pagar su deuda, esto puede desestabilizar el sistema bancario, lo que a su vez puede empeorar la crisis de deuda soberana. En países como Argentina, este riesgo es particularmente alto, donde la exposición de los bancos a la deuda gubernamental supera el 30% de sus activos.

Bolivia

El citado informe del Banco Mundial señala varios desafíos específicos para Bolivia dentro del contexto sudamericano y mundial. Bolivia, clasificada como un país de ingresos bajos y medios, enfrenta riesgos financieros significativos debido a su alta dependencia de la deuda soberana y a la creciente conexión entre el sector bancario y el gobierno, conocido como el «nexo soberano-bancario».

Este nexo implica que los bancos bolivianos tienen una exposición considerable a la deuda del gobierno, lo que los hace vulnerables a las fluctuaciones en el valor de esa deuda. Un deterioro en la situación fiscal del país podría generar un impacto negativo en la estabilidad financiera, poniendo en riesgo tanto al sector bancario como a la economía en general.

Además, Bolivia enfrenta desafíos en términos de inclusión financiera. Aunque se han logrado avances en la propiedad de cuentas bancarias y acceso al crédito, la disponibilidad de los servicios financieros sigue siendo limitada. Esto es especialmente cierto para las pequeñas y medianas empresas (PYMEs), lo que limita el potencial de crecimiento económico inclusivo y sostenible en el país.

En criterio del Banco Mundial, Bolivia se encuentra en una posición que requiere políticas proactivas para fortalecer su resiliencia económica y financiera.

Sudamérica

El informe subraya la necesidad de que las autoridades sudamericanas tomen medidas urgentes para mitigar estos riesgos. Entre las recomendaciones, se destacan la necesidad de reforzar los marcos de gestión de crisis, mejorar la transparencia de los balances bancarios y considerar la introducción de cargos de capital sobre las exposiciones a la deuda soberana en moneda local, especialmente en aquellos países que han experimentado episodios pasados de estrés de deuda soberana.

Además, se recomienda que las autoridades bancarias fomenten una toma de riesgos más prudente por parte de los bancos y fortalezcan la resiliencia del sector financiero. “Las autoridades bancarias no pueden resolver solas los riesgos del nexo soberano-bancario”, advierte el informe, subrayando la importancia de políticas fiscales y macroeconómicas sólidas para preservar la sostenibilidad de la deuda pública y la estabilidad macroeconómica.

Otro desafío significativo para Sudamérica es el financiamiento climático. Los riesgos financieros relacionados con el clima y las brechas de financiamiento climático son mayores en las EEDs que en las economías avanzadas, y esto se amplifica en países que ya enfrentan altos riesgos financieros. El informe destaca que “excluyendo a China, las EEDs representan una cuarta parte del producto interno bruto global, pero solo el 14% de los flujos de financiamiento climático globales reportados”.

Encrucijada financiera

En Sudamérica, la situación es crítica. La mayoría del financiamiento climático proviene de fuentes públicas, y el sector privado juega un papel menor en comparación con las economías avanzadas. Solo el 16% del financiamiento climático en la región se destina a la adaptación, y casi todo este financiamiento proviene de fuentes públicas. Además, los bancos en la región destinan una proporción muy limitada de sus carteras de préstamos al financiamiento climático, lo que subraya la necesidad de una mayor movilización de recursos para abordar los desafíos climáticos.

Sudamérica se encuentra en una encrucijada financiera. Si bien los desafíos son inmensos, también existen oportunidades significativas para fortalecer la resiliencia financiera y promover un crecimiento inclusivo y sostenible. Para ello, es esencial que las autoridades adopten un enfoque equilibrado que priorice la estabilidad financiera sin comprometer los objetivos de desarrollo económico y social.

El informe del Banco Mundial concluye con un llamado a la acción: “Las autoridades bancarias deben priorizar la estabilidad financiera y continuar promoviendo la inclusión financiera a medida que adoptan herramientas regulatorias y enfoques de supervisión que apoyen la movilización del financiamiento climático y la gestión de los riesgos climáticos en el sector financiero”.

El porvenir financiero de Sudamérica dependerá en gran medida de la capacidad de la región para enfrentar estos desafíos de manera proactiva, con políticas bien diseñadas que fortalezcan la resiliencia del sector financiero y movilicen los recursos necesarios para enfrentar los riesgos climáticos y de deuda soberana. Con las medidas adecuadas, la región puede no solo superar estos desafíos, sino también aprovechar las oportunidades para un crecimiento económico más inclusivo y sostenible.

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COP29: adelantan acuerdos sobre emisiones de metano

En la antesala de la cita del COP29 que se celebrará el noviembre próximo en Azerbaiyán, la Agencia Internacional de Energía apura consensos para recortar la polución de los combustibles fósiles.

Emissions - Factory

/ 28 de septiembre de 2024 / 22:41

La Agencia Internacional de Energía (AIE) y la Presidencia de la COP29 convocaron el pasado martes a líderes mundiales en Nueva York para analizar cómo gobiernos e industrias pueden cumplir con sus promesas de reducir las emisiones de metano en el sector energético.

Alrededor de 100 personas, incluidos ministros, altos ejecutivos y jefes de organizaciones internacionales, asistieron al evento. Este tuvo lugar durante la Asamblea General de la ONU y la Semana del Clima de Nueva York. Las conversaciones fueron presididas por Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE, y Mukhtar Babayev, presidente electo de la COP29. En ellas, se destacaron los planes de acción que países y empresas están desarrollando para reducir las emisiones de metano en los combustibles fósiles. Además, se discutió cómo las instituciones financieras y la colaboración regional pueden apoyar estos compromisos.

También se analizó cómo las próximas conferencias climáticas, COP29 y COP30, pueden aprovechar los esfuerzos recientes. Se destacó la oportunidad de incluir el metano en la próxima ronda de Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) bajo el Acuerdo de París.

Participación

Entre los participantes del evento estuvieron Kadri Simson, comisaria europea de Energía; Jennifer Morgan, secretaria de Estado y Enviada Especial para la Acción Climática Internacional de Alemania; Amna Al Dahak Al Shamsi, ministra de Clima y Medio Ambiente de Emiratos Árabes Unidos; Kerry McCarthy, ministro de Energía y Clima Internacional del Reino Unido; y John Podesta, enviado especial para el Clima de Estados Unidos. También asistieron Fred Krupp, presidente del Fondo de Defensa Ambiental (EDF); Andrés Rebolledo, secretario ejecutivo de la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE); y Andrew Forrest, presidente ejecutivo de Fortescue.

El metano es responsable de alrededor del 30% del aumento de las temperaturas globales desde la Revolución Industrial. Las emisiones del sector energético alcanzaron niveles cercanos a un máximo histórico en 2023. Sin embargo, políticas importantes anunciadas el año pasado, y compromisos surgidos en la cumbre climática COP28 en Dubái, tienen el potencial de reducir estas emisiones. En la COP28, casi 200 países prometieron reducir sustancialmente las emisiones de metano en esta década. Además, nuevas empresas se comprometieron a actuar mediante la Carta de Descarbonización del Petróleo y el Gas, la cual cuenta con más de 50 signatarios. La Presidencia de la COP29 está aprovechando este impulso al pedir que se unan a la Declaración de la COP29 sobre la Reducción del Metano de los Residuos Orgánicos, para reducir el metano en los sistemas de residuos y alimentos.

Emisiones de metano

«Es alentador ver más atención en la reducción de las emisiones de metano de los combustibles fósiles, que son clave en el cambio climático. Si se implementan completamente, las promesas hechas por países y empresas el año pasado tendrán un enorme impacto», dijo Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE. «Muchas soluciones para reducir las emisiones de metano están probadas y son rentables. Junto con la Presidencia de la COP29, seguiremos apoyando a gobiernos e industrias para abordar este asunto vital y convertir las promesas en acciones».

“Mejorar la ambición y permitir la acción sobre el metano es parte clave del plan de la Presidencia de la COP29 para frenar el calentamiento global en esta década”, afirmó Mukhtar Babayev, presidente designado de la COP29. “Estamos decididos a abordar las emisiones de metano de todas las fuentes. Basándonos en el Compromiso Global de Metano de la COP26 y la Carta de Descarbonización del Petróleo y el Gas de la COP28, pedimos a todas las partes que respalden la Declaración de la COP29 sobre la Reducción del Metano de los Residuos Orgánicos. También coorganizaremos una cumbre sobre metano y gases de efecto invernadero, junto con EEUU y China, y trabajaremos para que las soluciones financieras sean parte fundamental de esta agenda, para convertir las promesas en progreso”.

Después del evento de alto nivel, la AIE organizará una serie de talleres técnicos enfocados en los desafíos y oportunidades para reducir las emisiones de metano en regiones específicas.

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Tiempos turbulentos para la economía mundial

La inflación, el endeudamiento de los países y las tensiones geopolíticas afectan las perspectivas de crecimiento global, advierte el Foro Económico Mundial

/ 28 de septiembre de 2024 / 22:29

La economía global atraviesa vientos cruzados turbulentos, un fenómeno que marca el escenario económico de cara a 2024. Los jefes de economía congregados por el Foro Económico Mundial (WEF, según su sigla en inglés) presentaron sus perspectivas sobre la situación del orbe. Los especialistas analizan las tendencias clave de la economía global, incluidas las últimas perspectivas de crecimiento, inflación, deuda pública, política monetaria y fiscal, en el informe de septiembre de 2024.

El reporte se basa en las perspectivas individuales y colectivas de un grupo de economistas destacados a través de consultas y una encuesta. “Aunque la mayoría de los economistas jefes encuestados (54%) espera que las condiciones económicas globales permanezcan estables durante el próximo año, muchos también anticipan un debilitamiento (37%) frente a aquellos que predicen un fortalecimiento (9%)”, señala el documento.

Expectativas

Una de las razones para el optimismo cauteloso es el lento pero constante descenso de la inflación, lo que ha permitido que las políticas monetarias comiencen a flexibilizarse. Sin embargo, este crecimiento global, aún por debajo de las expectativas históricas, viene acompañado de un panorama geopolítico volátil, que podría socavar la capacidad de los gobiernos para implementar políticas efectivas en diversas áreas clave.

El informe resalta que las elecciones presidenciales de Estados Unidos, previstas para noviembre de 2024, son uno de los factores que podrían desestabilizar el panorama económico global. “Ocho de cada diez economistas jefes están de acuerdo en que el resultado de las elecciones estadounidenses tendrá un impacto significativo en la política económica global”​, según la encuesta del WEF.

El nerviosismo de los mercados financieros, exacerbado por estos vientos cruzados, se reflejó de manera dramática en agosto de 2024. La combinación de una subida inesperada de los tipos de interés en Japón y un repunte del desempleo en Estados Unidos desató temores de una recesión inminente. Durante esos días, el índice S&P 500 cayó más del 5%, mientras que el índice TOPIX de Japón se desplomó en más de un 20%, siguiendo la información presentada por el WEF. Aunque este impacto fue parcialmente revertido a mediados de agosto, las fluctuaciones financieras continúan reflejando un alto grado de incertidumbre y complejidad.

Geopolítica

A las preocupaciones internas en Estados Unidos se suma el aumento de las tensiones geopolíticas, particularmente entre las superpotencias China y Estados Unidos. Estas fricciones no solo incrementan el riesgo de conflictos armados, sino que también dificultan la colaboración económica global, lo que impacta negativamente en el comercio y la inversión extranjera directa. Según el informe, las tensiones geopolíticas fueron uno de los factores responsables de una caída del 10% en la inversión extranjera directa global en 2023​.

Además, las interrupciones en las rutas marítimas comerciales entre Asia Oriental y el norte de Europa, derivadas de ataques en el Mar Rojo, duplicaron los costos de envío en tan solo tres meses. Estos eventos destacan la creciente vulnerabilidad de las cadenas de suministro globales frente a perturbaciones geopolíticas.

El informe del WEF muestra un marcado contraste en las expectativas de crecimiento económico entre las diferentes regiones del mundo. El Sudeste Asiático se presenta como un “claro ganador”, con el 70% de los economistas jefes pronosticando un crecimiento fuerte o muy fuerte en 2024 y 2025, gracias a la pujante economía de India. Mientras tanto, Europa sigue siendo el “rezagado regional”, con tres cuartas partes de los encuestados anticipando un crecimiento débil este año.

China, tradicionalmente uno de los motores de crecimiento, continúa siendo un caso atípico. Casi el 40% de los encuestados espera un crecimiento débil o muy débil en China para 2024 y 2025, extendiendo un período prolongado de resultados económicos decepcionantes debido a problemas estructurales en el mercado inmobiliario y presiones deflacionarias.

Tormenta en ciernes

El panorama económico global enfrenta un pronóstico complicado, caracterizado por un empeoramiento de las dinámicas de deuda, desafíos fiscales y un entorno económico de bajo crecimiento que está presionando las finanzas de países tanto desarrollados como en desarrollo, según el informe WEF.

La deuda pública se ha disparado en los últimos cinco años, exacerbando los riesgos para la estabilidad macroeconómica. La mayoría de los economistas jefes encuestados considera que los actuales niveles de deuda pública representan una amenaza seria. Un 53% señala que esto afecta a las economías avanzadas, mientras que un 64% identifica esta preocupación en los países en desarrollo. Este incremento de la deuda ha sido especialmente pronunciado desde la pandemia de Covid-19, que impulsó el gasto gubernamental para mitigar los efectos económicos de la crisis sanitaria.

En 2023, la deuda pública global como porcentaje del PIB se situó en 93.2%, un aumento significativo frente al 84.2% registrado en 2019. Si bien algunos países experimentaron una caída de sus niveles de deuda en 2021 y 2022, esta tendencia se revirtió en 2023 debido a la caída de los ingresos fiscales y la desaceleración económica. Además, el Fondo Monetario Internacional (FMI) advierte que, debido a que 2024 es un año electoral en varias economías clave, se espera que muchos gobiernos adopten posturas fiscales más relajadas, lo que podría empeorar aún más las condiciones de deuda.

Economías emergentes

Las economías emergentes y en desarrollo son las más vulnerables a las dinámicas actuales de deuda. Entre 2019 y 2023, la deuda en estos países aumentó del 55% al 68% del PIB, remarca el reporte del WEF. Para algunos países, este aumento de la deuda se ha traducido en dificultades extremas para gestionar sus finanzas públicas. Un ejemplo dramático es Kenia, donde los pagos de intereses de la deuda absorbieron casi el 60% de los ingresos totales del gobierno, lo que provocó una crisis social que resultó en la muerte de más de 20 personas durante disturbios en junio de este año.

Además, un 39% de los economistas jefes encuestados prevé que aumentarán los casos de incumplimiento soberano en las economías en desarrollo, lo que podría desencadenar un efecto dominó en otras naciones. En comparación, solo un 9% espera un aumento de los incumplimientos en las economías avanzadas.

Políticas fiscales

El aumento de los tipos de interés ha exacerbado los desafíos relacionados con la deuda. En 2024, más de 50 países en desarrollo dedicaron más del 10% de sus ingresos al servicio de la deuda. Este escenario ha puesto en jaque la capacidad de los gobiernos para financiar sectores críticos como la salud o la educación. Actualmente, alrededor de 3.300 millones de personas viven en países donde los pagos de intereses superan el gasto en servicios.

Incluso en las economías avanzadas, los costos de la deuda están afectando de manera significativa el gasto público. En Estados Unidos, se prevé que los pagos de intereses de la deuda asciendan a $us 870.000 millones en 2024, superando por primera vez el gasto en defensa, que se estima en $us 822.000 millones.

El informe también alerta sobre la necesidad urgente de una consolidación fiscal en muchos países para estabilizar sus economías. Sin embargo, lograr este objetivo será un desafío monumental, especialmente en economías avanzadas, donde las demandas políticas para aumentar el gasto público complican cualquier intento de ajuste. Según los economistas encuestados, solo el 9% espera que la consolidación fiscal sea una prioridad en las economías avanzadas, mientras que en los países en desarrollo esta cifra asciende al 24%.

El escenario fiscal se complicará aún más en los próximos años debido a los costos adicionales derivados de desafíos estructurales como el cambio climático, el envejecimiento poblacional y las políticas industriales. Se espera que, para 2030, los gobiernos gasten entre el 7% y el 9% del PIB adicional cada año para abordar estos problemas.

Desafíos

El mundo enfrenta un reto de gran magnitud: alcanzar un crecimiento económico más equilibrado y sostenible en un contexto de crisis múltiples. Según dice el informe del WEF, los responsables de políticas deben abordar desafíos estructurales como la desigualdad económica, el cambio climático y la cohesión social. Sin embargo, solo el 12% de los economistas encuestados considera que los gobiernos están logrando equilibrar estos objetivos de manera adecuada.

El informe subraya que los formuladores de políticas ya no pueden centrarse exclusivamente en impulsar el crecimiento del PIB. En su lugar, deben equilibrar este objetivo con la promoción de un crecimiento inclusivo y sostenible. Este enfoque tiene como objetivo minimizar el impacto ambiental del crecimiento y evitar que ciertos sectores de la sociedad queden rezagados. “Cerca de dos tercios de los economistas jefes coinciden en que los responsables de políticas deben priorizar el crecimiento económico, pero también deben hacer progresos en otras metas clave, incluso si esto implica un freno en el crecimiento”, indica el documento del WEF.

Tiempos turbulentos

Dos de los principales obstáculos para lograr este tipo de crecimiento son la falta de consenso político y la ausencia de colaboración global efectiva. El 91% de los economistas encuestados cree que la falta de voluntad política o de consenso es el mayor impedimento para alcanzar un crecimiento más equilibrado. Este desafío no se debe tanto a la oposición pública, sino a la falta de liderazgo y a una creciente polarización política. En segundo lugar, la falta de colaboración a nivel global es señalada por el 67% de los economistas como otro factor que dificulta la consecución de este objetivo.

Además, el informe destaca que la actual falta de colaboración internacional podría tener consecuencias significativas en áreas clave como la lucha contra el cambio climático, la preparación ante futuras pandemias, el comercio y la estabilidad financiera global. Los economistas consideran que estas cuestiones requieren respuestas coordinadas que trasciendan las fronteras nacionales, pero advierten que los esfuerzos por mejorar la cooperación global están siendo socavados tanto por tensiones políticas internas como por conflictos geopolíticos. De hecho, el 83% de los encuestados cree que las tendencias políticas internas minarán la cooperación global, mientras que el 91% señala que las tensiones geopolíticas jugarán un papel similar.

Políticas

Uno de los dilemas más acuciantes para los responsables de políticas es cómo conciliar el crecimiento económico con la sostenibilidad ambiental. Mientras que solo el 12% de los economistas encuestados ve una disyuntiva significativa entre el crecimiento y la igualdad económica, el 44% cree que existe un conflicto claro entre el crecimiento y la sostenibilidad ambiental​.

El debate sobre esta cuestión sigue dividido. Los pesimistas señalan que, a pesar de los avances tecnológicos, las emisiones globales de gases de efecto invernadero continúan aumentando. Por su parte, los optimistas confían en que la transición hacia tecnologías verdes fomentará un crecimiento más sostenible, sin sacrificar los objetivos de desarrollo económico.

El informe señala que los responsables de políticas tienen la oportunidad de encontrar sinergias entre el crecimiento económico y otros objetivos clave, como la sostenibilidad. Entre las áreas con mayor potencial para impulsar un crecimiento equilibrado destacan la transición verde, la inteligencia artificial y la educación. Estas áreas no solo ofrecen oportunidades para fomentar la innovación y el desarrollo, sino que también permiten mitigar los impactos negativos de un crecimiento no sostenible.

En este sentido, el informe destaca la importancia de la “transición verde” como el sector más prometedor para generar crecimiento y, al mismo tiempo, reducir el impacto ambiental.

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La plata acumula ganacias de un 37% en lo que va del año

El metal blanco alcazó sus mejores registros en más de una década.

/ 28 de septiembre de 2024 / 22:17

La plata alcanzó su nivel más alto desde 2012, impulsada por las expectativas de recortes adicionales de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal, lo que alentó la demanda de metales preciosos.

El metal blanco subió hasta un 2,8% a $us 32,71 la onza el jueves, ampliando su ganancia anual al 37%.

Este aumento se produce tras un amplio repunte de los metales preciosos, en el que el oro alcanzó otro máximo histórico. La plata se ha convertido en una de las materias primas principales con mejor rendimiento del año, beneficiándose del giro de la Fed hacia una política monetaria más flexible la semana pasada y la perspectiva de nuevos recortes de las tasas, que respaldan a los metales que no generan rendimientos como la plata.

«La plata seguirá subiendo en los próximos trimestres debido a los recortes de tasas consecutivos y a que el estímulo de China podría continuar durante algún tiempo», dijo Amelia Xiao Fu, directora de mercados de materias primas del banco BOCI.

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La electromovilidad acelera su paso en América Latina

La región vive un boom, multiplicando por 14 su flota de vehículos eléctricos en sólo 4 años.

/ 22 de septiembre de 2024 / 09:13

América Latina y el Caribe (ALC) están experimentando un crecimiento exponencial en la adopción de electromovilidad, según revela el informe «Movilidad Eléctrica en América Latina y el Caribe» publicado por la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE) esta semana.

El estudio destaca que «el parque de vehículos livianos electrificados ha crecido en los últimos 4 años (2020-2024) más de 14 veces», alcanzando un total de 249,079 unidades en circulación para el primer semestre de 2024. Este crecimiento es particularmente notable en los vehículos híbridos enchufables (PHEV), que se han multiplicado por 17, mientras que los vehículos 100% eléctricos (BEV) se han incrementado 12 veces en el mismo período.

Liderazgo

Brasil lidera el mercado regional con 152,493 vehículos electrificados, seguido por México, Costa Rica, Colombia y Chile. Sin embargo, en términos per cápita, Costa Rica se posiciona a la vanguardia con «34.3 vehículos electrificados por cada 10,000 habitantes», seguida por “Uruguay con 17.4 y Brasil con 7”, según el informe.

En el ámbito del transporte público, ALC se destaca en comparación con otras regiones del mundo. Chile, después de China, es el país con mayor cantidad de buses eléctricos en circulación. El informe señala que «en los últimos 3 años, el parque total de buses eléctricos (incluidos trolebuses) en la región, se ha incrementado en un 160%», llegando a 5,084 unidades en 2023.

La infraestructura de recarga también ha experimentado un crecimiento significativo, con 4,848 estaciones públicas de carga en 2023. Brasil y México lideran en números absolutos, pero Jamaica, Panamá y Honduras destacan en la relación entre estaciones de carga y vehículos en circulación.

Transporte público

En Sudamérica, además de Brasil, países como Colombia, Chile y Uruguay están mostrando avances importantes. Colombia, por ejemplo, se posiciona como el segundo país de la región en número de buses eléctricos, con 1,590 unidades. Chile, por su parte, lidera en buses eléctricos per cápita y se ubica entre los primeros en infraestructura de carga.

A pesar de estos avances, ALC aún tiene un largo camino por recorrer en comparación con el resto del mundo. El informe indica que «ALC como región tiene actualmente 7.7 buses eléctricos por cada millón de habitantes, superando a Europa (3) y a EE.UU. (0.9) pero muy por debajo de China (299.2)». En cuanto a vehículos eléctricos per cápita, ALC registra 3.8 unidades por cada 10,000 habitantes, frente a 241.4 en China, 183 en Europa y 72.4 en EE.UU.

La OLADE proyecta un crecimiento significativo para la región hacia 2030. En un escenario optimista, «el parque vehicular eléctrico liviano podría llegar hasta 20 millones de unidades» y el número de buses eléctricos podría alcanzar las 72,000 unidades.

Desafíos de la electromovilidad

Sin embargo, este crecimiento conlleva desafíos importantes. Se estima que para 2030, la energía requerida para abastecer el parque vehicular eléctrico alcanzaría los 46,943 GWh, «lo que representa el 3% de la generación total actual de la región». Esto implicaría la necesidad de instalar 11,405 MW de nueva capacidad de generación, con una inversión aproximada de $us 10,000 millones en energías renovables.

El informe destaca que la región enfrenta varios retos, incluyendo «desafíos de tipo tecnológico, logístico, financiero y regulatorio que es necesario superar para lograr un avance significativo y la masificación del uso de vehículos eléctricos en nuestra región». Entre estos, se mencionan la necesidad de mejorar la infraestructura de recarga, especialmente en términos de interoperabilidad y estandarización, así como la implementación de incentivos fiscales y financieros para fomentar la adopción de vehículos eléctricos.

A pesar de estos desafíos, el informe concluye en un tono optimista, señalando que «debido a la alta disponibilidad de recursos renovables con que cuentan muchos países de ALC para generación eléctrica, y el potencial para seguir expandiéndose, es la región propicia para el desarrollo de la electromovilidad, como un mecanismo eficaz de reducción tanto de la contaminación ambiental local, como de la emisión global de gases de efecto invernadero».

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La Fed arranca los recortes de sus tasas de interés

La movida a la baja en los tipos referenciales estadounidenses fue de 0,5% y es la primera desde marzo de 2022.

/ 22 de septiembre de 2024 / 09:04

El pasado miércoles, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) anunció un recorte de medio punto porcentual en sus tasas de interés referenciales. Fue la primera reducción desde que inició su campaña de endurecimiento monetario en marzo de 2022. La decisión, que ubica la tasa de los fondos federales entre 4,75% y 5%, representa un esfuerzo por contener la desaceleración económica. Los mercados están temerosos por la situación del mercado laboral estadounidense, mientras la inflación sigue su curso hacia el objetivo del 2%.

El recorte anunciado por la Reserva Federal, según su presidente Jerome Powell, fue una señal de compromiso firme para restablecer la estabilidad de precios sin provocar un aumento doloroso del desempleo. «Estamos tratando de lograr una situación en la que restablezcamos la estabilidad de precios sin el tipo de aumento doloroso del desempleo que a veces ha venido con esta inflación», explicó Powell en la conferencia de prensa tras la decisión.

Decisión

Con este ajuste, el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por su sigla en inglés) parece haber ganado mayor confianza en que la inflación se está moviendo de manera sostenible hacia el 2%. La declaración del ente monetario posterior a la reunión subrayó que los riesgos para los objetivos de empleo e inflación estaban «aproximadamente equilibrados», a pesar de que varios indicadores económicos, como el producto interno bruto (PIB), siguen mostrando crecimiento. De hecho, la proyección de crecimiento del tercer trimestre por parte de la Fed de Atlanta señala un aumento del 3%, reflejando la fortaleza del consumo en Estados Unidos.

El mercado laboral, sin embargo, sigue siendo motivo de preocupación. Aunque el desempleo se ha elevado ligeramente hasta el 4,4%, la desaceleración en las contrataciones ha sido significativa. Esta reducción en la actividad del mercado laboral, junto con la moderación en la inflación, ha sido clave para que la Fed decidiera bajar las tasas de manera preventiva.

Más recortes en las tasas de interés

El futuro de las tasas de interés también parece inclinarse hacia una política más laxa. Según el «diagrama de puntos» que publica la Fed, se espera un recorte adicional de 50 puntos básicos antes de que finalice el año, lo que dejaría la tasa de referencia en torno a un 4,4% para 2025. Este movimiento sugiere que la Fed está dispuesta a mantener una política expansiva para sostener el crecimiento económico y evitar una recesión prolongada.

Una clara mayoría de más de 100 economistas, en una encuesta rápida de Reuters, dijeron que esperan que la Fed recorte la tasa de fondos federales en 25 puntos básicos tanto en noviembre como en diciembre.

Por su parte, los analistas de JPMorgan señalaron que probablemente habrá dos recortes de tasas adicionales en 2024 y esperan que los recortes continúen en 2025. Este recorte en las tasas de política monetaria debería ayudar a evitar que los mercados laborales se desaceleren demasiado rápido, indicaron en una nota institucional.

Consecuencias globales

La medida adoptada por la Fed tendrá repercusiones no solo en la economía estadounidense, sino también a nivel global. Stefan Gerlach, economista jefe de EFG Bank, destacó que «el recorte de medio punto por parte de la Fed tendrá un efecto dominó en las decisiones de tipos de interés de otros bancos centrales». Este impacto se ha evidenciado ya en algunos países, como Indonesia, que sorpresivamente ajustó sus tasas justo antes de que lo hiciera la Fed. A su vez, otros bancos centrales en mercados emergentes, como los del Golfo Pérsico y Hong Kong, también han seguido el ejemplo, bajando sus tasas en sincronía con la Reserva Federal.

En Europa, donde el Banco Central Europeo (BCE) ha insistido sobre la independencia de sus decisiones, los efectos indirectos del recorte de la Fed no han pasado desapercibidos. El BCE ha sido reticente a continuar con su ciclo de recortes, pero los analistas creen que, ante la presión generada por la Fed, el organismo dirigido por Christine Lagarde podría considerar nuevas reducciones de tasas en octubre y diciembre.

Marcello Estevao, economista jefe del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), señaló que, a pesar de la postura independiente del BCE, «los diferenciales de tasas de interés con respecto a la Fed pueden tener efectos económicos reales en la zona del euro», lo que podría presionar al euro al alza y reducir las exportaciones del bloque.

Mercados emergentes

Para los mercados emergentes, el recorte de tasas en Estados Unidos representa tanto un alivio como un desafío. Por un lado, la relajación en los costos de endeudamiento en dólares reduce la presión sobre las economías que enfrentaban problemas de tipos de cambio volátiles y deuda externa creciente. Esto ofrece margen para que algunos bancos centrales en economías emergentes reconsideren sus políticas monetarias. Países como Indonesia y Brasil, que han implementado políticas de tasas restrictivas, ahora pueden permitirse una mayor flexibilización sin temer una fuga de capitales masiva.

En Sudamérica, este cambio tiene una importancia especial. Las economías de la región, que han luchado contra la inflación y el crecimiento débil en los últimos años, pueden ver en esta medida una oportunidad para aliviar sus políticas monetarias y estimular el crecimiento económico. Países como Argentina, que enfrenta una crisis de deuda y una inflación desbordada, podrían beneficiarse indirectamente de la menor presión sobre sus monedas y el acceso a financiamiento en dólares a menor costo.

Sin embargo, también existen riesgos. El ajuste de la Fed podría ser interpretado como una señal de desaceleración económica en Estados Unidos, lo que eventualmente podría afectar las exportaciones sudamericanas hacia ese país. Además, la dependencia de muchas economías de la región en la demanda de materias primas, que podría reducirse si se materializa una desaceleración global, sigue siendo un factor de vulnerabilidad.

Cinco apuntes

La decisión de la Fed de recortar las tasas de interés ofrece varias lecciones importantes para la economía global.

Primero, que todavía es posible un «aterrizaje suave». Según Jerome Powell, Estados Unidos está en una buena posición para evitar una recesión profunda. La economía ha mostrado resiliencia, y la Fed confía en que, con una política adecuada, podrá mantener el crecimiento y evitar un colapso económico. «No estoy viendo nada en la economía en este momento que sugiera que la probabilidad de una recesión sea elevada», dijo Powell.

Segundo, la desaceleración del mercado laboral en Estados Unidos podría mitigarse. Aunque el mercado laboral estadounidense ha mostrado signos de debilitamiento, sigue siendo relativamente fuerte. Con una tasa de desempleo del 4,4%, la Fed está vigilando de cerca el comportamiento del empleo para evitar que la desaceleración sea más abrupta.

Inflación

Tercero, la inflación sigue siendo un desafío. Aunque se ha avanzado en la lucha contra la inflación, Powell fue claro al advertir que aún no es momento de cantar victoria. La Fed proyecta que la inflación alcanzará su objetivo del 2% hacia 2025, lo que implica que se necesitarán más medidas y ajustes en los próximos años.

Cuarto, más recortes en el futuro próximo. Se espera que la Fed continúe reduciendo las tasas de interés en los próximos trimestres. Las proyecciones indican que las tasas caerán un punto porcentual adicional para 2025, lo que proporcionará alivio a los consumidores y empresas que dependen del crédito.

Quinto, el mercado inmobiliario podría beneficiarse. Finalmente, las tasas hipotecarias, que ya han mostrado signos de relajación, podrían continuar bajando, lo que impulsaría el mercado inmobiliario, congelado en gran medida por las altas tasas de interés de los últimos años. Aunque Powell advirtió que la falta de oferta de viviendas sigue siendo un problema estructural, la normalización de las tasas podría dar un impulso al sector.

En suma, la decisión de la Fed marca un momento crucial en el ciclo económico global. Mientras Estados Unidos busca un equilibrio entre el crecimiento y la estabilidad de precios, las repercusiones de sus políticas se sentirán en todo el mundo, especialmente en las economías emergentes y sudamericanas. La capacidad de los países para adaptarse a estos cambios determinará su éxito en el futuro cercano.

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