Energías & Negocios

Thursday 24 Apr 2025 | Actualizado a 19:32 PM

Déficit comercial y shock interno de la oferta exportable

Bolivia refleja una crisis estructural, marcada por la caída del volumen de sus principales productos exportados en un contexto de agotamiento de reservas y pérdida de mercados estratégicos.

/ 15 de marzo de 2025 / 23:29

En el pasado, las economías periféricas estaban sujetas a shocks externos por la tendencia del precio de sus exportaciones a fluctuar y a deteriorarse respecto a los precios de las manufacturas que importaban. Los precios de los commodities además dependían del ciclo económico de los países del centro, puesto que crecían en el periodo de auge y se desplomaban en la fase de declinación o crisis. Este comportamiento afectaba el bajo nivel de las exportaciones que además eran muy volátiles transmitiendo sus fluctuaciones al conjunto de las economías primario exportadoras.

Una crisis estructural

El caso boliviano en el presente siglo es interesante, puesto que la evolución de las exportaciones y sus precios en un primer periodo (2004-2016) tuvo un comportamiento cíclico con una fase larga de boom de precios (2004-2013) para entrar después a una fase declinación (2014-2016) como se observa en el Gráfico 1. Sin embargo, en el segundo periodo (2016-2023) presenta un comportamiento ondulatorio con un ciclo corto de recuperación y caída hasta la crisis del COVID 2020, para después atravesar por una fase de corta recuperación entre 2021-2023 y terminar registrando una leve declinación en 2024.

Gráfico 1

La gran diferencia es que en el segundo periodo la variable explicativa no fueron los precios de exportación, variable exógena, que tuvieron una tendencia creciente hasta 2023, sino los volúmenes de exportación, variable endógena, puesto que  la economía boliviana experimentó a partir de 2014 un shock interno que se expresó en la caída en el volumen de exportación del principal producto de exportación, el gas natural que llegó a representar un 50% del total exportado, debido al agotamiento de las reservas. El cierre del mercado argentino fue la cereza de la torta puesto que se preveía que en 2024 iba a terminar el contrato de gas con Argentina.

Déficit comercial y de combustibles

Bajo este contexto, el análisis del déficit comercial en 2024 ($us 845,5 millones) adquiere relevancia, no por su tamaño, puesto que representa un 1,75% del PIB, sino por sus componentes y los factores relacionados con las exportaciones.

En primer lugar, si incluimos la balanza de combustibles, observamos una ampliación de su saldo negativo de $us 855,9 millones en 2023 a $us 1.191,3 millones, equivalente al 2,5% del PIB, debido a que las exportaciones de combustibles se desplomaron en 20,6% mientras que las importaciones se contrajeron, pero solo en 3,5%.  El problema es la tendencia creciente y persistente a la caída de las exportaciones de combustibles porque ya desde el 2022 ya no somos un país exportador neto por el fin del ciclo del gas, sino pasamos a ser considerado un país importador neto de petróleo (Cuadro 1).

Cuadro 1

En segundo lugar, el déficit comercial se debe a la caída en el valor de las exportaciones (-17,4%) más acelerada que el de las importaciones (-13,8%).  Esta caída de exportaciones esta más relacionada con el desplome del volumen exportado en 15,9%, por lo que la disminución de los precios de exportación solo explica un descenso del 1,5%.Por tanto, la causa principal del déficit comercial no fue un shock externo de precios sino una caída en el volumen de exportación asociado a factores internos.

En tercer lugar, la caída del volumen de exportación se dio en los principales productos de exportación, como son el oro, el gas natural y en los aceites y tortas oleaginosas, como se observa en el Grafico 2. Bolivia tiene una oferta exportable concentrada en pocos productos y poco diversificada y estos productos representaban más del 60% del total exportado en 2023.

Gráfico 2

El caso del oro es preocupante, puesto que la caída del volumen exportable de oro en 2024 fue de un 79% debido a factores internos puesto que el precio o valor unitario de exportación, según el INE, creció en un 6,6%, sin embargo, la cotización internacional subió un 35% al pasar de 2000 $us por onza troy fina (OTF) a 2700 $us por OTF. Una explicación serían las compras internas del Banco Central, pero solo compró 14,5 TM en 2024 y el país exportó 9 TM, lo que suma un total 23,5 TM. Si comparamos esta cifra con el volumen exportado en 2023 que fue 45 TM, la caída sería del 52%. ¿Es el fin del ciclo del oro en pleno auge de su cotización que llegó a 3.000 $us OTF? Lo lamentable es que el país no conoce su propia oferta exportable. En el pasado, cuando aumentaron las exportaciones de oro se dijo que provenían del Perú de contrabando y ahora que bajaron dramáticamente dicen que salió de contrabando. Es así que el principal producto de exportación en 2023 con una participación del 25% en el total exportado cayó al quinto lugar, llegando a representar solo un 8,4% en el total exportado, sin embargo, en el país no es noticia relevante.

Déficit y más

En el caso de las exportaciones de gas natural, continuó la tendencia de caída que se viene registrando desde 2014 con un desplome en el volumen (21,3%) que explica totalmente la caída en valor (21,3%). Su caída sigue siendo trascendente puesto que el gas natural continúa siendo el principal producto de exportación con una participación del 20% en el total exportado, aunque lo que preocupa al país son las importaciones de gasolina y diésel. Donde se registró una caída tanto en el volumen y también en los precios, fue en las exportaciones de aceites y tortas de oleaginosas, que junto a las exportaciones de soya representan el cuarto producto de exportación con un 13% en 2024.

En conclusión, el sector exportador boliviano registró en 2024 una caída principalmente del volumen y especialmente en sus principales productos de exportación que da señales de restricciones estructurales de oferta exportable y que requieren medidas urgentes para que vuelva a ser el motor de la economía y el principal sector generador de divisas.

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Imcruz apuesta por una movilidad más limpia y conectada

Conversamos con Michelle Noriega, nueva managing director de Imcruz – Inchcape Bolivia.

/ 12 de abril de 2025 / 19:10

En un momento transicional y complejo en todo el mundo, Imcruz – Inchcape Bolivia reafirma su compromiso a largo plazo con el país y renueva su alta dirección. Este cambio organizacional ocurre en un momento donde la innovación, la sostenibilidad y la digitalización transforman aceleradamente la industria automotriz global. La corporación busca así fortalecer su posición y responder a los nuevos desafíos.

Michelle Noriega, quien asumió como managing director desde el 1 de marzo del presente año, es la primera mujer en ocupar un puesto de liderazgo clave en la red global de Inchcape Américas, que abarca 14 países, incluido Bolivia. Con más de 16 años de experiencia en la industria automotriz, su trayectoria incluye roles estratégicos en Derco Perú, donde lideró áreas de Administración y Finanzas, antes de unirse a Imcruz en 2016. Su desempeño le ha valido ser reconocida durante cuatro años consecutivos en el ranking Merco Líderes y formar parte del Top 10 de mujeres con mejor reputación en Bolivia, lo que evidencia su sólida trayectoria y enfoque estratégico.

En esta entrevista exclusiva con Energías & Negocios, de La Razón, Noriega expone su visión para impulsar la movilidad sostenible en Bolivia. Destaca el liderazgo de Imcruz con un 75% de participación en el mercado de híbridos y la próxima introducción de marcas como AVATR, Deepal y Nevo. Además, enfatiza la importancia de la experiencia del cliente como pilar estratégico, respaldada por la red de servicio técnico más grande del país y la implementación de herramientas digitales en todos los puntos de contacto. La ejecutiva también subraya su compromiso con la equidad de género y la diversidad en una industria tradicionalmente masculinizada.

Usted asume el cargo de Gerente General de Imcruz – Inchcape Bolivia en un momento transicional en el país. ¿Cuáles son sus principales objetivos y desafíos en esta nueva etapa?

En Imcruz – Inchcape Bolivia, asumo esta nueva etapa reafirmando nuestro compromiso de largo plazo con el país. Como parte de Inchcape, una compañía global con presencia en más de 40 mercados y experiencia en distribución automotriz multi-marca, contamos con el respaldo y las capacidades necesarias para continuar fortaleciendo nuestro liderazgo local.

Nuestros principales objetivos se enfocan en impulsar la movilidad sostenible, optimizar la eficiencia operativa y seguir mejorando la experiencia de nuestros clientes mediante soluciones innovadoras. A su vez, buscamos reforzar el impacto social y económico de la compañía en Bolivia, promoviendo un desarrollo responsable, inclusivo y sostenible. Esta visión se traduce en iniciativas concretas orientadas al crecimiento estratégico del negocio y al bienestar de las comunidades donde operamos.

En el contexto boliviano, ¿cómo evalúa el estado actual del mercado automotriz y cuáles son sus proyecciones a mediano y largo plazo?

El mercado automotriz boliviano es dinámico y resiliente, con un crecimiento sostenido impulsado por la evolución de las necesidades del consumidor y las tendencias globales en sostenibilidad y digitalización. Bolivia avanza en su adopción de nuevas tecnologías, lo que genera oportunidades para acelerar la transición hacia una movilidad más eficiente y limpia.

Desde Imcruz – Inchcape Bolivia, proyectamos un mercado cada vez más competitivo, con consumidores más informados y exigentes. Por ello, seguiremos diversificando nuestra oferta, incorporando marcas y modelos que respondan a estos nuevos perfiles de usuario. Con el respaldo de Inchcape, estamos preparados para adaptarnos con agilidad a los cambios del entorno, contribuyendo al desarrollo económico del país desde una propuesta de valor responsable y sostenible.

Su nombramiento representa un avance en la equidad de género dentro de la industria automotriz. ¿Cuál es su visión sobre la inclusión y diversidad en este sector?

Asumir la responsabilidad de liderar una empresa automotriz representa una valiosa oportunidad para transformar la industria. En Imcruz – Inchcape Bolivia entendemos que el liderazgo diverso no solo es una cuestión de equidad, sino un motor de innovación y transformación cultural. Liderar en una industria tradicionalmente masculinizada representa una oportunidad para inspirar, abrir caminos y promover entornos más inclusivos. Desde mi rol, apunto a fomentar un entorno donde todas las personas, sin importar su género, puedan desarrollarse y asumir posiciones de liderazgo, contribuyendo a la equidad de oportunidades.

El compromiso de Inchcape con la diversidad es global y se manifiesta en políticas concretas de equidad de género, desarrollo del talento y representación en todos los niveles de la organización. Fomentamos una cultura que valora el mérito, la colaboración y las perspectivas diversas, convencidos de que equipos inclusivos toman mejores decisiones y generan mayor valor sostenible.

Con más de 18 años de experiencia en la industria, usted ha presenciado la evolución del sector automotriz. ¿Cuáles considera que han sido los cambios más significativos en la región y cómo afectan al mercado boliviano?

He visto tres cambios clave en la industria automotriz que también impactan a Bolivia.

Primero, la globalización ha aumentado la competencia y mejorado la calidad, exigiendo adaptarse a nuevos estándares. Segundo, el auge de la sostenibilidad está impulsando la adopción de vehículos eléctricos e híbridos, un cambio que también empieza a ganar terreno en nuestro país. Finalmente, la digitalización ha transformado la experiencia de compra, con ventas online y personalización, lo que requiere que las empresas bolivianas estén preparadas para ofrecer soluciones modernas y eficientes. Estos cambios hacen el mercado más competitivo y nos desafían a seguir innovando.

A nivel global, la industria automotriz enfrenta retos como la transición hacia la movilidad eléctrica, la digitalización y la sostenibilidad. ¿Cuál es su opinión sobre estos cambios y cómo cree que afectarán a Sudamérica y Bolivia en particular?

Estos retos están redefiniendo el rumbo de la industria automotriz. En Sudamérica y especialmente en Bolivia, estos cambios ofrecen grandes oportunidades, aunque también presentan desafíos importantes. La infraestructura aún está en sus etapas iniciales, pero la creciente demanda de vehículos eléctricos y soluciones tecnológicas está marcando una clara dirección hacia un futuro más eficiente y sostenible.

En Imcruz – Inchcape Bolivia, estamos comprometidos con este proceso, impulsando la innovación y adaptándonos a las necesidades de nuestros consumidores, mientras promovemos el uso de tecnologías que no solo optimicen la experiencia del cliente, sino que también contribuyan a un futuro más limpio y conectado para Bolivia.

La expansión de Inchcape con la incorporación de marcas como AVATR, Deepal y Nevo refuerza su apuesta por la movilidad sustentable. ¿Qué oportunidades y desafíos ve en la introducción de estas tecnologías en Bolivia?

Con un 75% de participación en el mercado de híbridos, Imcruz – Inchcape Bolivia lidera esta transición. El desafío está en seguir ampliando la infraestructura de soporte, pero la oportunidad es clara: convertir a Bolivia en un mercado cada vez más activo en la adopción de tecnologías limpias, en sintonía con nuestra visión global.

La llegada, este año, de AVATR, Deepal y Nevo, respaldadas por Changan, refuerza esta posición con tecnología de vanguardia y eficiencia energética. El desafío es continuar desarrollando la infraestructura y promover la adopción de estas innovaciones para hacer de la movilidad sostenible una realidad para más bolivianos, alineados con la visión global de movilidad de Inchcape.

Imcruz celebró sus 40 años con la inauguración del primer showroom vertical y sostenible del país. ¿Cuáles son sus planes para fortalecer la innovación y sostenibilidad dentro de la compañía?

En Imcruz – Inchcape Bolivia, la innovación y la sostenibilidad son parte de nuestra cultura. Con una estrategia global responsable, basada en los pilares de Planeta, Personas, Prácticas y Lugares, trabajamos para optimizar recursos, fortalecer la movilidad sostenible y generar un impacto positivo en cada mercado donde operamos. En Bolivia, esto se traduce en infraestructura eficiente, liderazgo en electromovilidad y programas que benefician a la comunidad, todo alineado con el compromiso global de Inchcape para transformar el sector automotriz hacia un futuro más sustentable.

¿Cuáles son las marcas y modelos que vienen reportando mayores ventas en 2025? ¿Qué recomendaciones tiene para los diferentes tipos de consumidores y potenciales clientes de Imcruz – Inchcape Bolivia?

En un mercado cada vez más dinámico y exigente, Suzuki continúa siendo la marca con mayor preferencia entre los bolivianos, respaldada por su eficiencia, accesibilidad y calidad. Además, todas las marcas que representamos desde Imcruz – Inchcape Bolivia se ubican dentro del Top 20 a nivel nacional, lo que refleja la fortaleza de un portafolio diseñado para responder a distintas necesidades y estilos de vida.

Mi recomendación para los consumidores es evaluar sus necesidades de movilidad a largo plazo: si buscan sostenibilidad y eficiencia, los modelos híbridos y eléctricos son una excelente opción; para quienes prefieren confort y tecnología, los modelos premium ofrecen lo mejor de la innovación automotriz.

Sudamérica presenta una realidad diversa en cuanto a regulaciones, infraestructura y adopción de nuevas tecnologías en el sector automotriz. ¿Cuáles considera que son los principales retos y oportunidades para el país en esos ámbitos?

En Sudamérica, el sector automotriz evoluciona a distintos ritmos, enfrentando desafíos en infraestructura, regulaciones, acceso a financiamiento y adopción de nuevas tecnologías. En Bolivia, es importante actualizar el marco normativo, fortalecer la red de servicios y facilitar el acceso a soluciones de movilidad más avanzadas y eficientes.

Como parte de Inchcape, tenemos la capacidad de aprovechar nuestra trayectoria global para impulsar la innovación, diversificar la oferta y mejorar la experiencia del cliente en Bolivia, contribuyendo a la transformación del mercado y al desarrollo sostenible de la industria automotriz en la región.

La experiencia del cliente es un factor clave para diferenciarse en el mercado. ¿Qué estrategias plantea Imcruz para mejorar la relación con los clientes y optimizar su experiencia?

En Imcruz – Inchcape Bolivia, la experiencia del cliente es nuestra prioridad y uno de los pilares estratégicos de nuestra operación. No solo buscamos vender un vehículo, sino construir una relación duradera basada en confianza, eficiencia y valor. Contamos con la red de servicio técnico más grande del país, con cobertura nacional, repuestos originales y atención especializada. Hemos digitalizado procesos clave y personalizamos cada etapa del viaje del cliente, desde la compra hasta el postventa.

Además, medimos de forma constante la satisfacción de nuestros clientes como parte de una cultura de mejora continua. Fuimos pioneros en la implementación del NPS (Net Promoter Score), que evalúa la probabilidad de recomendación de la marca, y recientemente incorporamos «Reputation», una herramienta global que recoge comentarios de cualquier visitante —sea cliente o no—. Esta retroalimentación nos permite tomar decisiones basadas en datos reales y enfocar nuestras acciones en lo que realmente valoran las personas.

Asimismo, capacitamos permanentemente a nuestros equipos y adoptamos tecnología avanzada para asegurar un servicio ágil y de calidad superior. Nuestro objetivo es que cada interacción sea transparente, eficiente y, sobre todo, satisfactoria.

La digitalización está transformando el comercio automotriz en todo el mundo. ¿Cuál es su visión sobre la adopción de herramientas digitales en el sector y cómo las integra Imcruz?

La transformación digital es fundamental para acercarnos aún más a nuestros clientes, y en Imcruz – Inchcape Bolivia, hemos integrado soluciones digitales en cada punto de contacto: desde la exploración de modelos en línea, agendamiento de test drives, solicitudes de repuestos y postventa, hasta el financiamiento online con aprobación ágil, de manera rápida y sencilla.

Estas herramientas nos permiten ofrecer una experiencia omnicanal moderna, eficiente y personalizada, y reflejan nuestro compromiso con la innovación y nuestra visión global como parte de Inchcape: liderar la evolución del sector automotriz con foco en el cliente, la eficiencia operativa y la sostenibilidad.

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Cómo las empresas bolivianas enfrentan la inflación

Empresas bolivianas enfrentan una tormenta perfecta: inflación acelerada, escasez de dólares y contracción de la demanda.

/ 12 de abril de 2025 / 18:52

En un contexto económico cada vez más complejo para Bolivia, las empresas nacionales se enfrentan al doble desafío de proteger su capital frente a una inflación que ya alcanza el 5% en el primer trimestre de 2025 y una escasez de dólares que presiona al alza el tipo de cambio en el mercado paralelo. Esta situación está provocando una contracción económica que amenaza la sostenibilidad de numerosos negocios.

«La situación para las industrias es por demás compleja. Hoy los ingresos son en bolivianos, por eso es que muchas de ellas para reponer sus insumos, para reponer su producto, están indexando al dólar el precio», explica Pablo Camacho, ejecutivo de la Cámara Nacional de Industrias (CNI). Añade que este mecanismo se ha vuelto indispensable para la supervivencia empresarial.

Indexación al dólar

El fenómeno de la indexación es particularmente visible en sectores como el automotriz. «Los automotores han subido. Si una movilidad pequeña valía $us 10.000, ahora vale $us 16.000 o $us 17.000″, señala el ejecutivo. El mecanismo para la indexación se básicamente una regla de tres simple: si un bien, al tipo de cambio oficial, valía tantos dólares, cuánto vale ahora al cambio paralelo. “Se han indexado los precios al dólar porque tienes que reponer esa mercadería. Si no tienes el valor para reponer, ya se ha disuelto tu utilidad, se ha disuelto tu capital».

El ejecutivo es claro y contundente al expresar la situación actual. «Yo prefiero hablar ya de un valor de tipo cambiario, mercado negro, dólar blue, porque ya la comisión no existe. Estás hablando de un dólar oficial y de un dólar paralelo. Esa es la realidad», afirma categóricamente.

La situación se complica aún más para empresas de servicios que requieren mantener flujo de caja constante para sus operaciones, como compañías de limpieza, seguridad o catering. Estas enfrentan una difícil disyuntiva: mantener precios y ver erosionarse sus márgenes o aumentarlos y perder clientes.

Contracción de la demanda

«En primer lugar, ya ellos están sufriendo una contracción en su demanda», indica Camacho. «Las empresas de catering, de seguridad, o las que están reguladas como telecomunicaciones o cable, no pueden mover sus precios. Ahora la devaluación del dólar se está dando demasiado rápido».

La consecuencia directa de esto es una cadena de reacciones defensivas por parte de empresas y consumidores. «Si te suben el precio del guardia, vas a prescindir del mismo, entonces vas a girar a una empresa que te dé alarmas para mantener tu seguridad», explica el experto.

Los indicadores de contracción económica se multiplican. De acuerdo con Camacho, «la importación de celulares se ha reducido un 60% y la de automotores un 50%. Las automotoras están reduciendo agencias porque ya no venden». El paisaje urbano refleja esta realidad. «Si uno va por la avenida Calacoto hacia El Alto, se ve la cantidad de oficinas vacías. Y eso me hace recuerdo a la época de la pandemia», comenta.

La situación no se limita a La Paz. «Yo estaba en Santa Cruz el fin de semana y me llevaron a pasear, y es increíble. En alquiler, vacío, cerrado. Y está pasando en toda Bolivia», asevera.

Estrategias de las empresas ante la adversidad

Las empresas, presionadas por esta realidad, están adoptando estrategias para mantener la liquidez. «Muchas de las empresas tienen primero obligaciones con la banca. Tenemos obligaciones salariales, impositivas. Entonces también hay otro fenómeno que se está dando. Muchas de ellas están con campañas de liquidación, con descuentos del 20% o 30%, buscando el efectivo necesario para pagar», explica Camacho.

Frente a esta situación, los expertos sugieren diversas estrategias para proteger el valor del capital empresarial. Entre ellas destacan la inversión en activos de refugio como bienes raíces y metales preciosos, la diversificación financiera, el uso estratégico de criptomonedas como USDT, la sustitución de insumos importados por nacionales, el financiamiento inteligente y el comercio internacional en yuanes.

Mientras tanto, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en marzo alcanzó una variación positiva de 1,71%, llevando la inflación acumulada en el primer trimestre a 5%, lo que representa ya el 67% de la proyección gubernamental para todo 2025 (7,5%). Economistas y organismos internacionales, sin embargo, proyectan que la inflación en Bolivia durante la gestión 2025 superará el 15%.

En este escenario, la aceleración inflacionaria y la escasez de dólares configuran un panorama de creciente complejidad para el sector empresarial boliviano, que se ve obligado a adoptar medidas extraordinarias para preservar el valor de su capital y garantizar su sostenibilidad operativa.

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La era de la política climática idealista llega a su fin

Tras una década de políticas climáticas bienintencionadas pero poco efectivas, crece el llamado a replantear el enfoque

tree in two hands with very different environments Earth Day or World Environment Day Global Warming and Pollution

/ 12 de abril de 2025 / 18:36

No cabe duda de que las motivaciones eran nobles, pero la última década de política climática podría resumirse con justicia en tres palabras: agradable, costosa e ineficaz. Gobiernos de todo el mundo han invertido miles de millones en subsidios, firmado grandes compromisos climáticos y redactado páginas y páginas de regulaciones. Y, sin embargo, las concentraciones de dióxido de carbono y metano en la atmósfera —el árbitro final de nuestras acciones colectivas— han seguido aumentando, al igual que los costos para los consumidores y el papeleo para las empresas.

Las políticas climáticas globales multilaterales han surgido, con pocas excepciones, del reconocimiento de la magnitud del desafío y del sincero deseo de abordarlo. Lo sé en parte porque mi empresa, Kayrros, y yo hemos trabajado con responsables políticos decididos a contribuir a la prevención del colapso climático. Pero en algún momento del camino, la formulación de políticas se ha distanciado de los hechos. No de los hechos de la crisis climática —todos somos conscientes de que está empeorando—, sino de la mejor manera de abordarla.

El regreso del presidente estadounidense Donald Trump al cargo no representa tanto un cambio radical como una ruptura con el enfoque adoptado por su predecesor y sus homólogos de todo el mundo. Es comprensible que esto haya desatado una ola de pánico en los círculos climáticos. Su administración ha retirado fondos, eliminado regulaciones y dado la espalda a los esfuerzos climáticos multilaterales, como lo demuestra la retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París. Sin embargo, es prematuro considerar el regreso de Trump como una catástrofe. Por contradictorio que parezca a primera vista, incluso podría resultar positivo, en un sentido schumpeteriano de «destrucción creativa».

Cambio en la política climática

Debemos reconocer, en primer lugar, que, en lo que respecta al clima, Trump no es el problema, sino un síntoma. Su ascenso se ha visto impulsado en parte por la frustración de los votantes ante las políticas climáticas que han afectado sus bolsillos sin ayudar al planeta. El escepticismo sobre el clima cero neto y, en general, no es exclusivo de los votantes de Trump. De hecho, une a casi todos los partidos insurgentes de Occidente, desde Reform UK en el Reino Unido hasta Alternative für Deutschland en Alemania, pasando por partidos antisistema más arraigados como el Rassemblement National en Francia. La gente ha perdido la paciencia con el enfoque gobernante sobre el clima y quiere algo diferente. Y, sin embargo, el negacionismo climático declarado sigue siendo extremadamente raro. Es una postura difícil de mantener cuando los incendios arrasan Los Ángeles o las inundaciones devastan Valencia. Al final, ni Elon Musk, ni Trump, ni los aranceles ni un nuevo nombre detendrán los huracanes que llegan desde el Golfo de México a Estados Unidos.

Lo más destacable del regreso de Trump es que pone fin, de forma rápida y brutal, a la era de las políticas climáticas optimistas, es decir, una era marcada por políticas, impuestas global y multilateralmente, que solo aportan ganancias marginales (a veces incluso posibles) a cambio de pérdidas seguras y, a menudo, costosas. Los mandatos de vehículos eléctricos (VE), por ejemplo, se han presentado como la mejor solución al problema de las emisiones de carbono producidas por los coches de gasolina. Sin embargo, durante la construcción del VE que usted, como consumidor consciente del clima, conduce al trabajo, se puede emitir una gran cantidad de CO2. Su impacto reside, por ejemplo, en cómo se alimentan y en cómo se fabrican sus baterías.

Además, mientras escribo esto, seis millones de empleos en la industria automotriz europea están en riesgo debido a la ventaja estructural que los VE chinos tienen sobre los europeos. Esto no significa que los VE sean una pérdida de tiempo; ni mucho menos. Se trata más bien de que no son perfectos y, desde luego, no son la panacea. Mi punto más general es que las políticas de VE en Europa y en otras partes de Occidente se han aceptado acríticamente como una acción climática eficaz cuando, a juzgar por la evidencia, no son tan efectivas como otras medidas que podríamos tomar. Pero el impacto es real, y las fábricas están cerrando en toda Europa.

Enfoque en el metano

¿Qué otras opciones hay?, podría preguntarse razonablemente. Bueno, para empezar, abordar las emisiones de metano, cuyo potencial climático es 84 veces mayor que el de su hermano más notorio, el CO2. De hecho, la lucha contra el metano es, sin duda, la opción más accesible. La observación de la Tierra —definida en términos generales, como la fusión, el procesamiento y el análisis de datos satelitales mediante inteligencia artificial— ahora nos permite rastrear las fugas de metano casi en tiempo real y atribuirlas con precisión a los operadores; sabemos quién lo libera a la atmósfera.

Estudios sólidos demuestran que la mitad de las reducciones totales de metano en el petróleo y el gas podrían lograrse con un costo mínimo o nulo, ya que detener las fugas ahorra dinero. Solo necesitamos enfocarnos en los pocos países y empresas que no cuentan con procedimientos y prácticas operativas adecuadas, como reinyectar el gas en el gasoducto en lugar de liberarlo sin quemar a la atmósfera. Quiero enfatizar que el problema no es la política climática en sí, sino el tipo de política climática que hemos practicado hasta ahora, con algunas excepciones. La burocracia ha sido un problema tremendo. No hemos aprovechado los datos disponibles. Nuestros objetivos han sido vagos y no nos hemos tomado el tiempo para evaluar nuestro progreso y reiterar nuestras estrategias.

Política climática con soluciones realistas

Si la elección del presidente Trump nos obliga a asumir esta realidad, será positivo. Si libera a los inversores climáticos y a los operadores del sector privado, como ocurrió durante su primer mandato, aún mejor. Porque es en el sector privado donde se produce la innovación. La inteligencia artificial y la teledetección, la captura de carbono, la tecnología de pequeños reactores modulares, el almacenamiento avanzado de baterías: estos son los frutos de emprendedores creativos y enérgicos y sus equipos, apoyados por inversores astutos que ven la oportunidad de la descarbonización como la próxima fiebre del oro. Estas tecnologías emergentes y en desarrollo, respaldadas por una regulación inteligente como la focalización de contaminantes que pueden detectarse por satélite, son la clave para resolver la crisis climática.

A pesar de la división de la que tanto se habla en los medios occidentales, existe un amplio apoyo a la política climática, siempre que funcione. Si hay cansancio, este se basa en la creencia de que la vida de las personas se está haciendo más difícil y más cara en aras de planes utópicos que se desmoronan al contacto con la realidad. Huelga decir que toda situación difícil requiere sacrificio; pero esto no implica que la vida de las personas deba empeorar para que el planeta mejore. Ciertamente, no implica que la vida de las personas deba empeorar para que el planeta potencialmente mejore, y de hecho empeore.

La tarea de la próxima década debe ser mucho más realista: ofrecer soluciones basadas en hechos, en particular en el contexto, y con la mayor probabilidad de éxito al menor costo posible. La buena noticia es que esas soluciones existen. Solo necesitamos adoptarlas. Las personas con conciencia climática buscan resultados, no ideologías.

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Bienes inmuebles, un refugo ante la creciente inflación

El mercado inmobiliario en Bolivia se consolida como un refugio para capitales.

/ 12 de abril de 2025 / 18:19

En medio de la escasez de dólares y una creciente inflación que afecta a Bolivia, el sector de los bienes inmuebles se mantiene en crecimiento y se ha convertido en un refugio para los inversores que buscan proteger su capital. Según Óscar Paz Gutiérrez, presidente de la Cámara Boliviana de Desarrolladores Inmobiliarios (CBDI), el sector ha experimentado un crecimiento sostenido entre el 3% y 8% en los últimos años.

«Debido a la misma sensación de crisis que se tiene o a este manejo de una moneda paralela, los inmuebles se han vuelto un refugio de lo que son nuestros ingresos», explica Paz Gutiérrez, quien destaca un cambio significativo en el perfil del comprador.

«Antes era principalmente un cliente que compraba para vivir, ahora ha aparecido y se ha fortalecido mucho un cliente inversor que ya busca invertir en un monoambiente, un departamento de dos habitaciones, en una casa para resguardar su capital», señala el empresario.

Este fenómeno ha provocado que la tasa de ocupación de inmuebles esté disminuyendo. Actualmente, el nivel de ocupación en Santa Cruz ronda el 60%, mientras que en La Paz alcanza aproximadamente el 70%, según datos de la CBDI.

A pesar de la escalada de precios en los materiales de construcción, que ha encarecido los proyectos inmobiliarios entre un 22% y un 30% desde diciembre de 2023, el sector sigue siendo atractivo para los inversores. «Si alquilo un departamento, o sea, si compro un departamento para mantener el valor del dinero, sé que, si ese departamento hoy día lo compré en 40 (unidades monetarias), el día de mañana lo más posible es que no valga 40, sino que vale 50 o 60», afirma Paz Gutiérrez.

La inversión en terrenos también ha ganado popularidad, especialmente en Santa Cruz, donde la topografía facilitan la expansión urbana. «El terreno se ha visto muy fortalecido en las ventas al contado”, precisa el ejecutivo.

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Bagó inaugurará en La Paz un Centro de Simulación Médica

Es el segundo centro de este tipo en el país y será el más moderno.

/ 12 de abril de 2025 / 18:04

Laboratorios Bagó Bolivia, líder en el sector farmacéutico del país, continúa su compromiso con la innovación tecnológica y la formación de profesionales de la salud. Recientemente inauguró el primer Centro de Simulación Médica (Sesimed) en Bolivia, con una inversión cercana a un millón de dólares. Esta iniciativa, que ya funciona en Santa Cruz, se expandirá a La Paz a finales de abril.

«Estamos convencidos de que nosotros tenemos que ir a nivel de la tecnología mundial y vemos la necesidad en nuestro cuerpo médico de poder adquirir mayor practicidad y mayor habilidad en su profesión», explicó María René Centellas, gerente general de la compañía, durante una entrevista exclusiva para Energías & Negocios, de La Razón.

El proyecto pionero en Bolivia y la región, ofrece simuladores de última generación para la práctica médica. «Tenemos nueve simuladores, de los cuales cuatro son de cuerpo entero: adulto, infante y neonato, que pueden ser configurados como hombre o mujer según las necesidades de simulación», detalló la ejecutiva.

La tecnología incorpora también un chaleco que simula actividades cardiológicas, un simulador pulmonar y, lo más innovador, un sistema de realidad aumentada. «El practicante se coloca los lentes de realidad aumentada y puede interactuar con el simulador. A través de computadora, se le coloca la patología que uno quiere y mediante un monitor virtual, el médico empieza a ver y a programar sus posibles soluciones», señaló Centellas.

Bagó apoya la formación de los médicos

El Sesimed permite a los profesionales médicos practicar en condiciones que replican situaciones clínicas reales sin poner en riesgo a pacientes. «Es simular para hacer prácticas en un ambiente seguro y controlado. Decimos seguro porque no estamos poniendo en riesgo la vida de nadie, y controlado porque a través de todo un sistema tecnológico computarizado, se controla lo que está pasando en el ambiente», afirmó la gerente general.

Una ventaja adicional es la posibilidad de cometer errores sin consecuencias fatales reales. «El médico puede equivocarse y el simulador se muere, pero es algo totalmente tecnológico. Puede volver a ver qué fue el error que tuvo y cómo lo puede resolver», explicó.

El centro, cuyo acceso es gratuito para médicos, egresados de medicina y residentes, está operado por profesionales especializados. «Hemos mandado a nuestros médicos de planta a especializarse a Argentina en simulación. Me atrevería a decir que son los primeros en estar especializados en simulación médica en Bolivia», destacó.

El Sesimed de La Paz contará con tecnología aún más avanzada que el de Santa Cruz. «Como la tecnología avanza tan rápido, los simuladores de La Paz van a tener un gradito más de avance», indicó Centellas.

Presencia en Bolivia

Establecida en Bolivia desde 1976 e iniciando producción nacional en 1978, Bagó ha mantenido el primer puesto en participación de mercado durante las últimas dos décadas. Actualmente cuenta con más de 700 empleados y dos plantas en La Paz: una de fabricación en Alto Obrajes y otra de envase, empaque y almacén central en Villa Fátima.

«Hace 20 años ocupamos el primer puesto en la participación del mercado en la industria farmacéutica, sea nacional y también importados», señaló Centellas, quien atribuye este éxito a la atención a las necesidades del mercado y al compromiso con valores corporativos. «Somos ética al servicio de la salud», aseveró.

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