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Ondas latinas – ‘Por amor al arte y a la radiofonía’

El apellido de Raúl Kristeller denota origen extranjero, aunque él sea boliviano de madre, y de nacimiento. Su padre, de nacionalidad alemana, llegó a Bolivia en 1940, tras estallar la II Guerra Mundial. Los puestos de trabajo en su tierra eran, por aquel entonces, en fábricas de material bélico o como peón en la construcción de caminos. Descontento con la política hitleriana, el hombre llegó a estas tierras, donde se casó con una boliviana y, fruto de este matrimonio, nació Raúl, quien vivió en La Paz durante 35 años.

Martha Kristeller nació en Potosí, pero pasó su infancia y adolescencia en La Paz. En esta ciudad, Raúl trabajó como técnico de sonido en las emisoras Méndez e Illimani. Ambos se casaron y, en 1980, migraron a Alemania, donde siguen viviendo en la actualidad. Aunque el padre de Raúl era de aquel país, nunca habló a su hijo en lengua alemana, por lo que la pareja tuvo que aprender el idioma una vez que estuvo en tierras germanas. Allí, como es costumbre, Martha ha adquirido el apellido de su esposo, quien relata cómo ambos desarrollan una afición que alegra a muchos oyentes en su ciudad de residencia.

— ¿Qué representa ser parte de la Hamburger Lokal Radio?

— Por nuestro trabajo, ni mi esposa ni yo percibimos remuneración alguna, debido a que estamos registrados como un Club Cultural, que en Alemania hay muchos. Usted se preguntará: trabajan allí, ocupan sus domingos y encima ¿no les pagan? Le doy, como ejemplo, un club de hipismo: todo aquel que practica ese deporte, se compromete a pagar mensualmente una suma previamente determinada, que sirve para el mantenimiento de la planta deportiva. También se compromete a aportar económicamente a la alimentación y al cuidado de los caballos, o sea, todo se hace simplemente por el placer de participar de ese club.

En la misma situación estamos en la Hamburger Lokal Radio: trabajamos por amor al arte y a la radiofonía.

Aún viviendo yo en Bolivia, tuve el placer de trabajar como técnico sonidista en emisoras de gran prestigio. Además, fui encargado técnico del programa El show de los sábados, conducido por Miguel Jiménez, y también en los programas de auditorio (con público en estudio), de los años 60 y 70, que brindaba la estatal radio Illimani.

Cuando en 1980 emigramos con mi familia a Europa, no me fue difícil, gracias a la experiencia adquirida en Bolivia, abrirme campo. Naturalmente, tuve que hacer cursos de capacitación para aprender las normas locales y actualizarme de acuerdo con la técnica moderna que había en Alemania.

— ¿Sólo ponen música latina en su programa? ¿De qué países y de qué artistas?

— Un programa es Radio tropical, que yo conduzco. Difundo mayormente música latina, sin dejar de lado la que viene de España. No hago preferencias, me baso en los temas que solicitan nuestros oyentes.  

En el programa Evocando recuerdos, que conduce mi esposa y que se transmite cada cuarto domingo del mes, se incluyen clásicos latinoamericanos de las décadas de los 50, 60, 70 y 80, como boleros, baladas, tangos, y qué mejor que canciones para rememorar épocas interpretadas por Palito Ortega, Sandro, Los Iracundos, Leonardo Favio, Leo Dan, Manolo Otero, Julio Iglesias, entre otros.

— ¿Tienen audiencia de residentes sudamericanos o ustedes se dirigen a alemanes apasionados por lo latino?

— Nuestros programas van dedicados a todo aquel que gusta de nuestra música. El 90% de nuestros oyentes son hispanoparlantes. Sin embargo, como el idioma castellano se ha convertido en el tercer idioma extranjero en Alemania, contamos también con estudiantes, audiencia de alemanes que usan nuestras emisiones para practicar la gramática castellana.

— ¿Ponen algún tipo de música boliviana en sus programas?

— Bolivia, nuestra patria de nacimiento, dejó grandes recuerdos en nuestros corazones; debido a eso, Evocando recuerdos  y Radio tropical estarían incompletos si no pusiéramos uno o dos temas del acervo boliviano.

— ¿Cómo obtienen los discos: son suyos, se los prestan casas discográficas o amigos? ¿O bajan la música de internet?

— Cuando Martha o yo viajamos a Bolivia, retornamos con una gran cantidad de los últimos lanzamientos musicales en el país. Muchas veces, amigos nuestros nos ceden su música. Asimismo, en Alemania se puede adquirir una gran variedad de discos compactos latinoamericanos en los almacenes grandes de música.

— ¿Se comunican sus oyentes?

— Continuamente recibimos llamadas telefónicas y correos electrónicos con felicitaciones por nuestros programas, especialmente Martha atiende muchas llamadas telefónicas de oyentes mayores de edad que le agradecen por la música que ponemos, ya que, suelen comentar, constituye una parte de su vida pasada. Evocando recuerdos les sirve para rememorar décadas doradas.

Hay una gran cantidad de radioescuchas que nos dicen que sufren cada vez que el programa cierra su edición semanal y dicen que desean con ansias la llegada del próximo domingo.

El epílogo

A las 16.05 (con puntualidad alemana) arranca el programa semanal de Raúl, franja horaria que cada cuarto domingo del mes es ocupado por el que conduce Martha. Ambos pueden ser escucharlos a través de internet, en http//213.209.100.43:8000.

En el espacio dedicado al programa en la web, se oye a Martha decir: “La música constituye uno de los elementos más importantes del ser humano. Qué mejor que la música para rememorar hechos agradables o desagradables en la vida”.