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Una tempestad llamada Dylan

El cantante, compositor y poeta estadounidense acaba de presentar un nuevo disco, Tempest, que coincide con sus 50 años de vida artística.

Pocos como él han marcado las vidas y las conciencias de varias generaciones de melómanos. Y menos han alcanzado un éxito planetario tan duradero. Por ello mismo, una nueva producción supone un riesgo. Pero para un veterano como Bob Dylan, la operación se enraíza en un suelo abonado de experiencia, una pluma elocuente y un talento indiscutible para seguir creando. Si a eso se le agrega la madurez que proporciona la edad y una personalidad desbordante de energía, no queda sino abrir los oídos para apreciar esta nueva “tempestad”.

Este álbum número 35 ofrece una vez más la oportunidad de saborear las letras y estilo narrativo de una leyenda viviente. Tempest se compone de diez títulos plenos de historias, pero también de referencias bíblicas. Son textos violentos, apasionados, enigmáticos. Una auscultación del ser humano y sus sentimientos más profundos. Hacía tiempo que Dylan no parecía divertirse tanto con las historias que relata ahora con una voz más áspera y rugosa.

El tema que da nombre al disco es una canción-novela de más de 13 minutos de duración, en el que Dylan emplea imágenes crudas sobre el naufragio del Titanic, con un fondo de melodía irlandesa.

Desde lo alto de sus 71 años, Dylan cierra el trabajo con un homenaje tardío pero caluroso a John Lennon, fallecido en 1980: Roll on John (Sigue adelante John), en el que, como hace notar AFP, Dylan evoca el asesinato de su amigo, reproduciendo un tramo de A day in the life (I heard the news today, oh boy) de los Beatles.

En medio, y para ver y escuchar, en Youtube está Duquesne Whistle, ácida reflexión sobre el amor en el lenguaje del videoclip.

Diez años después de su tercer álbum de estudio llega North, un trabajo que toma la posta exactamente donde la dejó antes de esta difusa pausa y dos discos solistas de Rob Thomas.

Doce canciones nos presentan una banda madura y suelta a la hora de componer e interpretar su nuevo repertorio. Una peculiar inclinación por la melodía cede ante la energía que solía ser el sello de este sexteto americano. Todo se encuentra en el lugar correcto, excepto el sonido anclado hace diez años. El álbum transita entre pulcras armonías (The Way), historias de romance (How long), beats de corte funk (She’s so Mean) o líricas fulminantes (Overjoyed).

North es un disco para disfrutar durante largos viajes en carretera abierta, donde el paisaje se confunde con las melodías y sentimientos transmitidos. Un gran retorno.

Sonidos recomendables

Misty Eye/Aiden Grimshaw/Pop /indie alternativo/Inglaterra

Aiden Grimshaw es un joven talento británico que decidió este año desmarcarse de todo lo que significaba su carrera hasta entonces y sacar un primer álbum a su manera. Aiden es uno de los artistas que salieron, para bien o para mal, del programa X-Factor británico hace unos años, pero Aiden no quería sólo ser un artista pop, así que él, en su primer trabajo de nombre Misty Eye, decide probar con sonidos electrónicos e indie, y da una grata sorpresa para ser alguien que proviene de ese talent show. Las diez canciones que componen Misty Eye son agridulces; abordan toda clase de temas y momentos en los que la voz de su intérprete regala buenos momentos, como quedó claro con el single Is This Love. Para Aiden fue muy relajante hacer su primer álbum, se sintió libre sin la presión de una discográfica. Ojalá pronto nos regale otro álbum tan bueno como éste.

El Sonido Efervescente de La Casa Azul/La Casa Azul/Pop/España, 2000

Escuchar el debut del grupo fantasma La Casa Azul (sólo lo compone Guille Milkyway) es meter los oídos en una batidora en la que se mezclan casi todos los tipos de pop surgidos desde los 60 hasta el comienzo del siglo XXI, junto con música tecno, disco y algo del género indie noventero. Hay quien lo cataloga como tontipop, pero hay que reconocerle a Guille que sus letras alegran el rato a cualquiera, prejuicios aparte. Qué mejor para superar el desamor que escuchar Galletas: “Lo mejor de todo es que al final/ siempre hay una canción para poder cantar/ y fabricar mil sueños que borren los recuerdos” Ocho temas, entre los que está el ya clásico Cerca De Shibuya, para volver a los inicios de un artista que surgió a raíz de un desengaño, y que ahí sigue.

North/Matchbox Twenty Rock pop/EEUU, 2012

Diez años después de su tercer álbum de estudio llega North, un trabajo que toma la posta exactamente donde la dejó antes de esta difusa pausa y dos discos solistas de Rob Thomas.

Doce canciones nos presentan una banda madura y suelta a la hora de componer e interpretar su nuevo repertorio. Una peculiar inclinación por la melodía cede ante la energía que solía ser el sello de este sexteto americano. Todo se encuentra en el lugar correcto, excepto el sonido anclado hace diez años. El álbum transita entre pulcras armonías (The Way), historias de romance (How long), beats de corte funk (She’s so Mean) o líricas fulminantes (Overjoyed).

North es un disco para disfrutar durante largos viajes en carretera abierta, donde el paisaje se confunde con las melodías y sentimientos transmitidos. Un gran retorno.