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Música

No lo sé, este disco parece nuevo, pero nuevo desde un punto de vista old school», escribe Nick Cave de Push the Sky Away, su nuevo trabajo con la banda The Bad Seeds, el decimoquinto desde que se unieran en 1984, que se publicará este mismo mes.

We no who U R, el adelanto, confirma la habilidad del cantante australiano (Warracknabeal, 1957) para hacer de la tristeza el camino a la felicidad, a través de la interpretación de los mitos en la cultura actual.

Push the Sky Away es un traje a medida de Cave y lo que le rodea. Las hechuras las toma de internet, de las más o menos acertadas y a veces bizarras entradas de Wikipedia, lo que surge al teclear en la barra de Google, en un ejercicio de búsqueda de significados ante lo efímero y lo absurdo. El propio artista lo explica: “En general, internet me ayuda con mi mala memoria. Me la jodí en las décadas de los setenta y ochenta”, se refiere a los años de excesos, adicciones y vagabundeo por Londres y Berlín. “Un día me encontré ese depósito de información al alcance de mi mano. Sé que es poco fiable, pero la memoria también lo es. Me es muy útil para componer porque me documento a fondo para cada canción”. Y, por tanto, las canciones están plagadas también de referencias a mitos gestados en el ciberespacio.

Producido por Nick Launay y grabado en La Fabrique, un estudio en una mansión decimonónica al sur de Francia, el trabajo de The Bad Seeds (Cave a la izq. en la foto) consiste en despistar con el sonido. Combinan los instrumentos que manejan con objetos que poco tienen que ver con la producción armónica de ruidos creando un lenguaje propio.

Como sea, el nuevo disco, que ha sido recibido con buenas críticas, es hipnótico. La muestra: We no who U R, que además del clip ofrece un Lyric Video, con la letra para cantarla. El País, Madrid

Sonidos recomendables

El Columpio Asesino/El Columpio Asesino/Indie rock, electrónica, punk/España, 2003

En el verano del 92, dos amigos roban un amplificador y una caja (un tambor) a una banda que ameniza una verbena. Son Álbaro y Raúl Arizaleta, dos hermanos de Pamplona (España) que empiezan a tocar punk bajo el nombre de Los Bolígrafos. A finales de los 90, se cansan de lo que están haciendo, se rebautizan como El Columpio Asesino y empiezan a reclutar nuevos miembros para la banda. Tras ganar varios premios, consiguen grabar su primer disco en 2003, llamado como el grupo. Diez temas bailables, y demenciales, como el propio nombre indica, como Your man is dead o Castigadora. Ajustes electrónicos, vientos y mucho sube y baja (realmente parece un columpio, asesino por lo que dice) juegan con una voz que a veces habla en inglés, otras, en castellano, algo infantil y malvada.  Gemma Candela

Visions/Grimes/electrónica/ dream pop/Canadá, 2012

Ella nació hace 24 años en Vancouver bajo el nombre de Claire Boucher. Desde muy joven comenzó a hacer música en el espectro indie, desarrollándose con éxito en el ámbito underground europeo. Grimes, su nombre artístico, ha logrado crear con su música y su voz una propuesta simple e hipnótica que ha destacado entre lo mejor del año pasado. Visions es una obra completa y con mayor solidez que anteriores realizaciones. Tiene una singular propuesta desde su misma forma de realización: el álbum completo fue grabado en el departamento de la canadiense en el lapso de tres semanas, utilizando el software GarageBand de Apple. Con hábiles movimientos entre la electrónica, lo experimental y el dream pop, Grimes nos regala su envolvente voz, capaz de hipnotizarnos para escucharla una y otra vez. Miguel Vargas

Unorthodox Jukebox/Bruno Mars/Pop/EEUU, 2012

El talento de Bruno Mars es innegable: una buena voz, un carisma impresionante y un don de showman que ya quisiera Justin Bieber. Su primer disco fue una brisa de aire fresco que combinaba ritmos y melodías y que le dio dos número uno mundiales y buenas semanas en los listados más importantes del planeta. Mars vuelve con una segunda placa, un disco de diez canciones que nos lleva de nuevo al imaginario musical de Bruno: funk, pop y doo woop, que entregan música fresca entre tanta electrónica, pero que lamentablemente no supera a su primera producción.

Con algunos toques de Michael Jackson, Bruno apunta alto en el panorama del pop, pero avanza poco en su evolución musical. No por eso es malo, ya que con las escuchas se va digiriendo y adquiriendo el gusto tal y como le pasó al single Lock out the heaven, actual número 1 del ranking mundial. José Torrez