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Fernanda Peñarrieta

Una larga melena enmarca el rostro en el que resaltan los ojos verdes de Fernanda Peñarrieta, quien desde más de una década emplea sus conocimientos en el Tarot para intentar resolver problemas de quienes acuden a consultarle.

Fernanda no es de aquellas pitonisas que llevan a su lado una bola de cristal y menos un turbante para adivinar el futuro. Para ella, las cartas, los planetas y los antepasados son los que determinan la historia de una persona, lo bueno y lo malo.

“Existe una tendencia de arrastrar la historia de quienes nos precedieron y de que cometamos los mismos errores que nuestros ancestros que nos hacen infelices”, apunta.

Desde niña le llamó la atención lo místico y la astrología, pero en 34 años de existencia descubrió que lo que quería hacer es ayudar a otros. Dejó de lado su formación de socióloga y no sucumbió ante las cámaras. Participó en cinco producciones, la última fue Durazno, una película ecológica que se estrenará el primer semestre de este año.

“Soy una astroterapeuta, porque a través de las cartas puedo identificar los problemas, ellas reflejan lo que pasa en el interior de cada persona que consulta”, explica.

Dentro de su formación como astroterapeuta, Fernanda se basa en la teoría psicológica del suizo Carl Young en la que la simbología representa el subconsciente; por ello, cada carta del Tarot es una representación interna del tiempo que está viviendo determinado sujeto.

“Mi madre me enseñó a leer las cartas y practiqué con mis amigas y me di cuenta de que esto cambiaba mi vida”, explica mientras sostiene las figuras del Tarot en sus manos.

Fernanda insiste en que a través de los símbolos se puede explicar lo más profundo del individuo, por eso decidió ser parte de Casa Essentia, en la calle 21 de Calacoto, un centro que ofrece terapias alternativas.

“Recibo a personas para ayudarles a identificar los bloqueos energéticos que les causan problemas emocionales o de salud”, detalla.

En la sala Mandala, del centro donde trabaja, ya hay al menos cuatro pacientes esperándola.

Prende un palo santo, ordena sus cartas, toma entre sus manos cristales energéticos para el ritual sanador como ella lo denomina, y comienza.