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Danny MacAskill Epecuén: Reflota un pueblo

Tras su impresionante video MacAskill’s Imaginate, Danny MacAskill ha levantado una vez más la barra en su búsqueda de ser un deportista que conquista locaciones increíbles con sus habilidades en la bicicleta. Esta vez filmó en Argentina, en Epecuén —también el nombre de su cortometraje— , una población que en 1985 sufrió una inundación y desde entonces quedó como pueblo fantasma.

La película dirigida por Dave Sowerby muestra imágenes de Danny explorando el impresionante paisaje de la ciudad bonaerense Villa Epecuén, que quedó sumergida en el agua y en el olvido en 1985. Tras 29 años, el agua bajó pero el paisaje no fue el mismo. Pablo Novac, el único residente en tiempos difíciles de Epecuén da una breve explicación de la historia de la ciudad y culmina el relato compartiendo su pensamiento: “Ya no veo el uso que este lugar tiene para nosotros”, pero MacAskill, sin embargo, tiene otras ideas.

Epecuén muestra a Danny MacAskill crear y montar impresionantes paisajes haciendo un gran número de trucos en su bicicleta de Trial, los cuales incluyen el primer Bump Front Flip del mundo (algo así como un salto mortal en bicicleta).

Acerca de este nuevo proyecto, el rider escocés comentó: “Después de Imaginate, un proyecto alucinante, pero a la vez intenso, quería volver a montar mi bici en spots callejeros increíbles que no hubieran sido explorados antes. Epecuén es un lugar que ha estado en mi mente durante un tiempo y ahora tengo la oportunidad de montar allí. Es un sueño cumplido”.

En 1985, el dique artificial que protegía al pueblo argentino de Epecuén fue destruido y lo que alguna vez fue una concurrida ciudad turística fue prácticamente borrada del mapa hasta ahora. La villa ha resucitado de las cenizas para convertirse en un destino turístico nuevamente y el escenario para la película de Danny.

Epecuén fue fundada alrededor de 1920 por un puñado de habitantes y rápidamente se expandió en tamaño gracias a la popularidad de las aguas terapéuticas del lago Epecuén. Para los años 50 tenía una población estable de 1.500 habitantes. Se decía que las aguas ricas en minerales del lago podían curar la depresión, el reumatismo, algunas enfermedades de la piel y hasta la diabetes. En su auge, el pueblo atendía a más de 20.000 turistas por año. Crecía, pero donde hay sal, alguna vez hubo agua y algunos de sus residentes creían que el agua alguna vez volvería.

En 1985, después de un período de clima húmedo, el lago había crecido, y finalmente el dique que protegía el pueblo fue rebasado. Para 1995 el pueblo estaba sumergido bajo más de diez metros de agua corrosiva y los residentes y los turistas ya se habían marchado hace rato.

La historia no termina acá. Debido a los cambios climáticos y las resultantes alteraciones en los patrones del tiempo, en 2009 las aguas comenzaron a descender y la ciudad comenzó a resurgir de las cenizas.  Lo que quedaba de la alguna vez colorida ciudad estaba ahora incrustada en una capa de sal, rodeada por las señales erosionadas del pasado. Los árboles muertos que alinean la calle le dan al lugar una sensación apocalíptica y la ciudad está disfrutando de un renovado envión turístico gracias a su ambiente fuera de este mundo.

El pueblo incluso tiene población permanente ahora… población de un habitante. Pablo Novak se mudó nuevamente a Epecuén y vive una vida solitaria entre las ruinas, andando en bicicleta con su jauría de perros fieles, y hablando con los visitantes curiosos que  llegan  a la ciudad cada vez más asiduamente.

Epecuén puede ahora jactarse de tener otro habitante, aunque no sea permanente. El potencial de esta ciudad en ruinas como un gran parque para hacer deportes extremos iba a ser descubierto tarde o temprano, y el primero en llegar es Danny MacAskill, cuya nueva película que se la puede ver por internet en el sitio www.redbull.com/epecuen le da a Epecuén un rol protagónico a la villa.