Una luz para México
El Visual Art Week mexicano combinó arte y tecnología en los principales espacios públicos de la urbe.

El Palacio de Bellas Artes, en el centro de la Ciudad de México, es uno de los puntos más emblemáticos de la capital. Cada día pasan por ahí 160.000 personas. Desde el martes 3 de febrero y hasta el domingo 8, la explanada del edificio de mármol blanco tuvo algo más que sus jardines. El artista colombiano Daniel Iregui intervino el sitio con su pieza Control No Control, dos pantallas que interactúan con las personas que pasan frente a ellas.
La de Iregui fue una de las seis piezas que llenó el espacio público del Distrito Federal durante el Festival Visual Art Week (VAW), que fusionó arte, tecnología y espacio público. Es el primer festival de este tipo que se celebró en aquel país y Andrés Oddone, subdirector de VAW, espera que no sea el último. La idea nació porque su director, Pablo Britos, creyó que el DF, capital y sede de los poderes federales de los Estados Unidos Mexicanos, tenía puntos similares con otras ciudades del mundo y que se podría ocupar la calle con motivos artísticos, además de que “el país genera en los artistas cierto misterio, cuenta el subdirector.
Elegir seis sedes emblemáticas en una ciudad de 1.495 kilómetros cuadrados, fue una tarea ardua. “Se barajaron más lugares y más artistas; se terminó eligiendo pensando en la relación entre obras y espacios”, explica Oddone. Una maceta con LEDS elaborada por Visual System para la glorieta de la palma, sobre el paseo de la Reforma —la avenida más importante de la ciudad—; la proyección de trabajos audiovisuales de 18 artistas nacionales e internacionales en el Hemiciclo a Juárez; y otras tres instalaciones interactivas en el atrio de San Francisco, la plaza Río de Janeiro y el Museo Jumex fueron las otras piezas que acompañaron a la intervención de la explanada de Bellas Artes. Por la naturaleza del festival, la Organización de las Naciones Unidas decidió integrar al VAW como parte de las actividades oficiales por el Año Internacional de la Luz y de las Tecnologías basadas en la luz, que tiene por uno de sus objetivos “dar a conocer la profunda relación que existe entre la luz, el arte y la cultura, así como fortalecer el papel de las tecnologías ópticas en la preservación del patrimonio cultural”, según el portal de la institución.
El futuro del festival naciente, asesorado por los directivos de Mapping Festival en Suiza, depende del impacto que hayan generado los seis días en la Ciudad de México. “Hay muchas ideas, nos gustaría movernos a otras ciudades e intentar producir más obra local y lograr que VAW se transforme en una plataforma de contactos entre artistas”, menciona Oddone
Además de las instalaciones, el VAW organizó talleres gratuitos y conferencias con los 23 creadores de las piezas en el Centro Cultural de España en México. Una de las obras más visitadas y comentadas fue Submergence, una instalación de 8.000 puntos de luz que los visitantes pudieron alterar al introducirse dentro de ella.
Arte e innovación
Arte, tecnología y espacio público son los tres axiomas de Visual Art Week. Se trata de un festival interdisciplinario, incluyente y vanguardista, que se propone difundir a una nueva generación de artistas audiovisuales nacionales e internacionales. Creatividad, innovación, apertura y luz, son los elementos complementarios que terminan por dotar a VAW con una identidad única.
VAW forma parte del calendario oficial de actividades de la ONU y UNESCO dentro del marco de los festejos de “El Año de la Luz y las Tecnologías Basadas en Ella”. Es y será el único festival de su tipo que se concentrará en espacios públicos, gratuitos y abiertos.
Este festival es un ambiente ideal de interacción entre artistas internacionales, locales y el público general, propiciando el intercambio creativo entre mentes jóvenes que marcarán el paso de lo que será el arte en un futuro cercano o que tal vez ya lo es.