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Caminata por las aguas de Guirapukuti

El Circuito Acuático Guirapukuti es singular: solo se lleva a cabo una vez al año y permite descubrir una parte muy poco visitada del territorio. Caminata, natación y escalada son unos cuantos retos que ofrece esta excursión por las aguas del Chaco cruceño.

Limber Vargas Álvarez, gerente de Nex – Naturaleza Extrema, organiza esta ruta en septiembre, por el aniversario cívico de Santa Cruz. Conoció este sitio gracias a Hugo Salas Montaño, docente de Ingeniería Geológica que nació en Charagua. “Teníamos afinidad porque a ambos nos gusta el campo y sabía que yo viajaba de manera frecuente. Entonces, me pidió que organice una exploración”, relata Limber. En 2007,  20 personas llevaron a cabo la primera expedición por el territorio charagüeño.

Gracias a los estudios geológicos de Salas y el conocimiento de la región, Nex abrió la ruta turística en 2009, que empieza en el Cuarto Anillo y Doble Vía La Guardia, desde donde se realiza un viaje de seis horas por carretera hasta Charagua, para visitar el museo del Regimiento Boquerón 11 de Infantería. “Ahí nos cuentan un poco de la Guerra del Chaco, vemos alguna vestimenta y armas, que se han convertido en reliquias”, comenta Limber, ingeniero ambiental que los fines se semana trabaja de guía por varias regiones del territorio boliviano.

La comitiva extiende una bandera boliviana y otra cruceña antes de partir a la incursión.

Al final de la tarde se inicia el recorrido a la quebrada de Guirapukuti, aunque antes se debe acampar en la cima de uno de los cerros de Charagua, ubicada a 1.700 msnm, donde, si se tiene suerte, se puede observar el vuelo de algún cóndor, mientras que al fondo se encuentra la serranía donde está ubicada la cascada.

Con el buen clima como aliado, al día siguiente solo se debe llevar una mochila pequeña y un chaleco salvavidas, debido a que el recorrido es agotador pero, sin lugar a dudas, inigualable.

“El camino es accesible, son cinco kilómetros aproximadamente, hasta donde está la falda del cañón”. Ahí empieza la otra aventura, que combina habilidad y ganas de disfrutar la naturaleza del Chaco.

Luego de caminar por el curso de un río tranquilo, los aventureros llegan a una quebrada, por donde la única manera de pasar es nadando algo más de 100 metros, luego de lo cual aguarda una caminata de 50 metros por un riachuelo que refresca, aunque hace más pesado el camino.

Poco antes de arribar a Guirapukuti se debe escalar al menos 25 metros.

El callejón lleva a otras pozas profundas, las que se deben pasar braceando y con la ayuda de los chalecos salvavidas. “Hay una parte donde no se puede nadar ni caminar. Es un espacio angosto y de al menos 10 metros de largo, por eso hay que sostenerse entre las paredes de roca con los pies y la espalda”.

Falta poco para llegar al objetivo, pero antes aguarda una escalada de al menos 25 metros. No hay tiempo para abrazos, ya que al subir a la cima uno se da cuenta de que falta un trecho de camino, hasta arribar a la cascada de Guirapukuti, de al menos 60 metros de altura, que está resguardada por otra poza. “Hemos hecho inmersiones hasta 20 metros y no encontramos el fondo”, afirma Limber.

Esta ruta se lleva a cabo una sola vez al año, por el aniversario cruceño. “Te voy a ser sincero, no lo promocionamos demasiado para no desgastar el lugar, para que se siga viendo interesante. Es por eso que la gente que no se anotó este año sabe que tiene que esperar 12 meses para visitar este lugar”, agrega Limber, quien abre la posibilidad de que haya otra incursión en noviembre, aprovechando que en ese tiempo las aguas no son tan frías.

 En este trayecto no se puede nadar ni caminar.

El deseo del geólogo Salas se ha hecho realidad, ya que cada vez más gente espera expectante la llegada de septiembre, no solo por el aniversario cívico de Santa Cruz, sino sobre todo porque existe la oportunidad de llevar a cabo una aventura de caminata, nado y escalada por Guirapukuti, el lugar escondido del Chaco boliviano.