Icono del sitio La Razón

Víctor López Aguilar, antropólogo Itinerante

En 2001, Víctor López Aguilar tenía 60 años y esperaba nervioso escuchar su nombre para subir a la palestra en un congreso de Antropología en Perú. Ese año aún estaba terminando el bachillerato, pero ya había asistido a clases de esa carrera como oyente.

Cuando lo llamaron a la palestra, prendió la grabadora que llevaba en la mano y subió al ritmo de moseñadas, tarkeadas y pinkillos. “Hermanos del Perú, soy estudiante de Antropología y esta es la música que se toca en Jallu Pacha, en Bolivia” .

De niño solo pudo estudiar hasta 6° de primaria en una escuelita que solía estar en los predios que ahora son parte del Club Petrolero, en San Miguel. Después de asistir al cuartel tuvo muchos empleos: fue albañil, pintor, fabril, jardinero, canaletero y también taxista.

Ya en 1996, siendo presidente de la Asociación de Conjuntos Folklóricos de Cota Cota, asistió a la Reunión Anual de Etnología (RAE) por invitación del  Musef (Museo Nacional de Etnografía y Folklore). “Ahí hablaban de cultura, de antropología… yo no sabía qué era, pero estaba desesperado por aprender”.

Dos años después presentó una ponencia que trataba sobre el calendario folklórico de algunas provincias y siguió presentando sus investigaciones, sin saber que sus temas trataban de filosofía andina, como averiguaría más tarde.

Su deseo de aprender fue tan fuerte que comenzó a averiguar cómo inscribirse en la universidad. Empezó a estudiar por las noches para salir bachiller y en sus últimos meses decidió acercarse a la UMSA. “Antes de terminar, sabiendo un poco sobre este tema, fui donde el señor director de Antropología, Freddy Michel, le dije que no quería quedarme así nomás, que había presentado varios temas en la RAE y que quería pasar clases como oyente.” Fue admitido y antes de que terminara ese año, Víctor estaba disertando en Perú, difundiendo sus investigaciones.   

Ahora, ya con 75 años cumplidos, es licenciado y tiene varios diplomados. Sus principales objetivos son dar a conocer su investigación sobre el calendario agrícola andino, en específico sobre el Awti Pacha o época seca, e incentivar a los jóvenes y no tan jóvenes a que sigan estudiando. Para esto ha emprendido una campaña a pie por la ciudad: organiza charlas en su propia casa y en diferentes colegios.

Ilustración: FRank arbelo