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Rodolfo Alarcón se viste de hip hop

Unos entran y salen de la universidad; otros se queman bajo el sol en la Plaza del Bicentenario. Él va a buen paso al dentista. Se ve cómodo y va a un solo color. ¿Por qué? “Te voy a vender mi charque como si fuera vendedor de ropa”. Producto en promoción: el hip hop viene en paquete. “Si escucho rock no me voy a vestir como un rapero”. Rodolfo Alarcón (37 años) teje los hilos entre moda y música con coherencia. La del mercadeo, sugiere, como la pauta sobre la que juegan, por ejemplo, un campeón mundial de rap freestyle, el diseño de la camiseta que viste, sus accesorios y zapatillas, sus letras, su fraseo y también el video a través del que, aquí en Bolivia, otro freestyler devora todo esto que ve.

En su día a día como productor y mánager de eventos de hip hop en La Paz —batallas de gallos (rap) o de danza urbana, conciertos, talleres y competencias internacionales—, Rodolfo está seguro de una cosa: “la moda llega a través de algo”. Para él, que además es bailarín, la música es el medio fundamental, con las tendencias de estilo hip hop que adoptó la alta moda y con las marcas de ropa de algunos artistas, como P. Diddy, Kanye West o Rihanna. “Ves algo que te gusta y quieres usarlo también. Buscamos al artista y, a través de él, nos hacemos una identidad con la ropa”, frasea. Y estas tendencias han cambiado: “antes usar un pantalón ancho significaba ser rapero. Ahora no, los pantalones son de corte más angosto”.

Metido de cabeza en la movida local, Rodolfo sabe lo que implica construir un estilo de vestir. Conociendo a gente en sus viajes al exterior y aprovechando los caminos más despejados para las compras por internet, se animó a traer ropa. Los tipos de prendas y los accesorios son importantes, pero hay otro aspecto sobre el que pone el ojo: la tendencia del brand (marca). “Hay competencias de hip hop en el mundo que son auspiciadas por marcas, de bebidas energizantes por ejemplo, que a su vez promocionan alguna marca de ropa”. Y la cadena no termina ahí.

“Te recomiendo ver Sneakerheadz, una serie de documentales en Netflix que muestra cómo la adicción es un negocio en Estados Unidos”. Específicamente, la adicción a las zapatillas, exhibidas en sendas colecciones de atletas y raperos. Rodolfo confiesa, bien entusiasmado, que en el estilo con el que pasa por el Monoblock de la UMSA, las zapatillas son su ítem favorito. No podría ser de otra manera para quien cuenta 30 pares en su ropero.