Celebración de la espiritualidad
Un colectivo que acoge a escuelas de yoga, meditación y terapia alternativa, entre otros, fortalece sus lazos.
A este mundo solo hemos venido a hacer amigos. Por eso queremos crear lazos con personas que no necesariamente comparten nuestra visión espiritual, pero con quienes sí tenemos otro tipo de afinidades”, afirma Katyayani Devi Dasi —nombre espiritual de Marion Valcarce, de 28 años—. Esa es una de las enseñanzas que ella rescata del maestro espiritual Swami Paramadvaiti, líder de la misión Hare Krishna de la que ella es presidenta. De acuerdo con esta noción, Casa Vrindha —uno de los templos Hare Krishna en La Paz (Av. Sucre 949 esq. Yanacocha)— fue escenario de la celebración del cuarto aniversario del colectivo Espiritualidad Bolivia, el 17 de marzo.
Esta comunidad busca hermanar a los diferentes grupos relacionados con búsquedas espirituales que tienen raíces en el budismo, hinduismo y otras líneas orientales. En lugar de organizarse a partir de líneas religiosas, decidieron identificar aquello que tienen en común: las actividades que realizan y el deseo de promover una vida más consciente para todos.
Así, diversas escuelas de yoga, música mística, baile, terapias alternativas y líneas de meditación se reunieron en 2014 para participar juntas en la Larga Noche de Museos. Desde entonces organizaron también actividades para el Día Internacional del Yoga y crearon lo que denominan Jornadas de Sanación, una exposición de terapias alternativas.
Esta iniciativa comenzó cuando Gabriel Valdivia, un joven abogado paceño, comenzó a investigar sobre diferentes religiones orientales, con practicantes en la ciudad. Después de conocer varios grupos, se dio cuenta que seguían un patrón. “Desde 2010 busqué contactar a escuelas y corrientes espirituales. Todas las que encontré hablaban de unión, enseñaban sobre hermandad, pero en la práctica eso no existía”, dice Valdivia.
Después, mientras realizaba estudios sobre derecho internacional en Suiza, tuvo la oportunidad de viajar a ciudades con una gran cultura religiosa. De este contacto surgió la idea de crear algún tipo de movimiento, que le permitiera a la población conocer y explorar las diferentes corrientes místicas que existen en La Paz .
“Como budista, mi sueño era conocer alguna nación que hubiese desarrollado su cultura con relación a esta religión. En Tailandia (Bangkok) acumulé mucha inspiración. También visité Jerusalén, donde vi tanta devoción, que cuando volví a Bolivia tenía ganas de hacer cosas grandes”.
La celebración que tuvo lugar en Casa Vrindha también hizo pública la alianza entre diversas comunidades espirituales de Cochabamba y La Paz. Con esto, poco a poco se va concretando el sueño de Gabriel de generar un movimiento importante que pueda informar a la población nacional sobre el abanico de actividades espirituales que tiene a su alcance .
Durante la noche, la música, el color y el movimiento se apoderaron de la atención del público. Los anfitriones presentaron una danza clásica de India llamada Bharatanatyam, que está relacionada con el fuego y tiene raíces místicas. También hubo danzas árabes y presentaciones de música alternativa. Iris Zollinger, terapeuta que utiliza las vibraciones de los cuencos tibetanos para sanar dolencias como el insomnio, la depresión e incluso el cáncer, formó un ensamble con elementos únicos.
“Aldo Paz y yo experimentamos con las vibraciones electromagnéticas de los planetas, que la sonda Voyager (sonda espacial estadounidenses) captó y codificó en sonidos aptos para nuestro oído. Incorporamos teclados y los cuencos tibetanos. Así, estos elementos, que primero parecen dispares, de pronto se amalgaman de una manera perfecta”, explica Zollner.
Como el evento se llevó a cabo en un templo Hare Krishna, a las siete de la noche en punto, todos los devotos se dirigieron al corazón de su hogar, donde reside el altar en honor a Krishna. Mujeres, hombres y niños participaron de este ritual de purificación diario. En él se le ofrece a esta divinidad agua, tierra, fuego y aire, además de música, canto y baile, al son de instrumentos de percusión.
De las palabras o mantras (sánscrito) que se repiten constantemente, en él, “Hare Krishna, Hare, Hare”, viene el nombre comúnmente difundido de la Sociedad Internacional para la Conciencia de Krishna, Iskcon (por sus siglas en inglés), creado por Bhaktivedanta Swami en 1966.
Uno de los invitados especiales del evento fue Maharas Mahayudi (Mario Narvaez), un monje renunciante, que tiene rango de Sanniasin, es decir que está en la última etapa de su preparación. Nació en Ecuador, tiene 47 años y tomó este camino ya hace dos décadas. Mientras recuerda cuán difíciles fueron sus primeros años, ríe y admite que los placeres mundanos que los sentidos quieren disfrutar son una tentación muy fuerte.
“Cuando le dije a mi maestro que quería ser monje, me dijo: ‘Bueno, te vas a Cartagena de Indias (Colombia) y me abres un templo’. ¿Tú sabes lo que es eso?, estuve siete años en la tierra de la fiesta, las mujeres bonitas y el baile para mostrar mi disciplina y celibato”, cuenta, con una sonrisa.
Si bien aquellos que desean seguir este camino espiritual pueden casarse, Maha Yogui, como también se lo conoce, decidió que prefería dedicarse solo a servir a Krishna “así tengo menos problemas, ¿o no?”, bromea. Desde hace 10 años que viaja continuamente, ya que tiene como misión estar en un templo diferente cada tres días.
“Son las pruebas que se tienen que pasar. El objetivo de esta nueva misión es impedir que el apego —que es la forma más intensa de sufrimiento para el cuerpo en este mundo— me controle”.
Manjulali dasi —Marcela Marconi— explica que en la comunidad Hare Krishna, lo importante es que todos los seres humanos son un alma que muda de cuerpo (reencarnación). Por eso, toda la comunidad parte de una misma filosofía, pero cada maestro tiene una forma característica de enseñarla. “Es como si fuera un mismo jarrón, con una forma diferente de decoración”. Y Katyayani Devi Dasi complementa: “Para nosotros es más importante lograr que las personas se transformen en seres capaces de respetar otras formas de vida que conseguir devotos”.
Esta idea resume el objetivo de Espiritualidad Bolivia, que decidió unificar, antes que enfrentar nociones espirituales, “a veces cuando uno comienza, se vuelve fanático y pelea, pero entre Krishna, Buda y Cristo no hay problema, el conflicto lo tenemos nosotros”, sintetiza David Rocabado, budista y miembro del movimiento de Meditación Trascendental.
Con esta misma energía se organizaron los grupos espirituales en Cochabamba, que llegaron a la celebración para formalizar lazos de hermandad con La Paz. Verónica Ernst, su representante, expresa que además están comenzando a acercarse a diferentes iniciativas ecológicas. De esta forma, organizaciones heterogéneas se unen para promover una sociedad más consciente, fraterna y equilibrada.
Espiritualidad Bolivia
Esta iniciativa tiene diferentes actividades, como Jornadas de Sanación (exposición de terapias alternativas), el Día Internacional del Yoga y charlas explicativas sobre religiones y espiritualidades orientales (Mandalas). Si bien la mayor parte de sus miembros tiene una línea espiritual, también acoge a grupos de baile, música y ecologistas. Para mayor información llamar a Gabriel Valdivia al 71551067.