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10 años con la naturaleza

Sentado en la rama de un árbol, sus extremidades y cola largas rodean su pelaje oscuro, mientras su mirada hacia lo lejos parece reflexiva. Así es la fotografía de un mono araña (Ateles chamek) tomada por Chelsea Jolly-Strudwick, que recibió más votos en las redes sociales para el

Concurso Nacional de Fotografía de Especies Bolivianas en Peligro de Extinción, que el martes 4 de septiembre entregó reconocimientos a los ganadores de la octava versión.

Claudia Cárdenas, directora ejecutiva de la Fundación Viva, recuerda que este certamen tuvo su génesis hace 10 años, cuando los miembros de la organización decidieron utilizar las tarjetas prepago de la telefónica del mismo nombre para mostrar fotos de especies bolivianas que están en peligro de extinción, porque al tener “un medio de expresión como las tarjetas, era un desperdicio no aprovecharlo para poner imágenes lindas”.

Natural. Rolly Alberto Arauco ganó en una categoría con la imagen de un loro pinero (Amazona tucumana).

En ese tiempo, “todo el mundo hablaba del riesgo que corrían los osos panda o el rinoceronte negro y se pensaba que en Bolivia no pasaba eso”, recuerda la directora ejecutiva. Por ello, en el intento por enseñar a la población la fauna que corre el riesgo de desaparecer, la Fundación Viva buscó imágenes tomadas por bolivianos, pero al no encontrarlas tuvo que recurrir a producción hecha por extranjeros.

Ese fue el impulso para que en 2011 se convocara a la primera versión del Concurso Nacional de Especies en Peligro de Extinción, con el mensaje de que no se puede amar lo que no se conoce. La convocatoria tuvo éxito, ya que fueron presentadas 120 fotografías, entre las que sobresalieron las del cóndor andino (Vultur gryphus lynnaeus), el suri o avestruz andino (Rhea pennata) y el quirquincho (Chaetophractus nationi).

Hogar. Una vista del Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Kaa Iya del Gran Chaco, de María Carmen Mateu.

Desde ese año, los organizadores eligen las categorías de competencia de acuerdo con el Libro Rojo de la fauna silvestre de vertebrados de Bolivia —publicado por el Ministerio de Medio Ambiente y Agua—, que muestra los principales factores que ponen en peligro a las especies de vertebrados, su categorización de amenaza y recomendaciones para su protección y conservación.

En esta octava versión, los ganadores fueron René Andrés Salamanca, en la categoría Lagartija del Chacaltaya (Liolaemus forsteri); Carmelo Calderón Coelho en las categorías Marimono o mono araña (Ateles chamek) y Delfín de río o bufeo (Inia boliviensis); Rolly Alberto Arauco en la categoría Loro pinero (Amazona tucumana); María Carmen Mateu en la categoría Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Kaa Iya del Gran Chaco, y Chelsea Jolly-Strudwick por la fotografía que obtuvo más votos en las redes sociales. “Ha tenido tanto impacto el concurso de fotografía, que ahora no somos solo un referente latinoamericano, sino que la iniciativa ha llegado a Conservación Internacional”, una ONG medioambiental cuyo fin es proteger la naturaleza como fuente de alimentos, agua dulce, medios de subsistencia y un clima estable.

Leyenda. Un bufeo o delfín de agua dulce (Inia boliviensis), en la imagen de Carmelo Calderón Coelho.

Además de hacer tomar conciencia de la fragilidad de la naturaleza, se ha conseguido también el apoyo de gobiernos municipales en la protección de especies como el mono araña y la paraba azul, y ayudar a que, en 2012, el Estado declare al bufeo Patrimonio Natural de Bolivia. Por esas razones, los más de 60 millones de tarjetas que han circulado en estos 10 años no son solo un premio a la producción fotográfica, sino