50 años de la saga ‘El planeta de los Simios’
Guionistas y productores lograron crear un filme fuerte y atrayente que maravilló a la sociedad de finales de 1960, pero el producto al mismo tiempo resultó muy profundo desde el punto de vista social.

Hace 50 años la teoría de la evolución a través de la selección natural de Darwin se hizo más que evidente con El planeta de los simios (Franklin J. Schaffner, 1968), película de ciencia ficción que marcó un hito al igual que lo hiciera 2001 Odisea espacial de Stanley Kubrick. El filme ofrecía una mirada dura y crítica a nuestra sociedad, la del ser humano, inteligente pero también (auto)destructivo. Era un mundo en el que los primates volvían a hacerse con el control del planeta Tierra y los humanos, relegados a meros salvajes que ni podían hablar. Así quedó presente en el imaginario colectivo de la historia del cine la imagen de Charlton Heston pidiendo perdón por toda la humanidad ante los restos de la Estatua de la Libertad hundida en una playa abandonada.
Los estudios Fox tuvieron reticencias para invertir los $us 6 millones que costó, pero pronto se rentabilizaron. Recaudó casi seis veces más, 33,4 millones, solo en EEUU y Canadá. El éxito motivó a hacer una franquicia de cuatro secuelas (entre 1970 y 1973), una serie de Tv en 1974 (con 14 episodios) y otra de animación Regreso al planeta de los simios de 24 episodios (1975).
En 1966, Rod Serling, creador de La dimensión desconocida, desarrolló un primer guion, basándose en la novela La planéte des singes, del francés Pierre Boulle. Éste fue descartado porque implicaba una gran inversión. Michael Wilson fue el encargado de reescribir el guion de Serling y, a petición de Schaffner, mostraba la sociedad de los simios más primitiva para reducir costos.
La cinta cuenta la historia de George Taylor (Charlton Heston), un astronauta que, junto a su tripulación, viaja en una nave espacial que se estrella en un “planeta desconocido” gobernado por una raza de simios desarrollados que ha esclavizado a los humanos. Cuando el doctor Zaius, líder de los simios, descubre que Taylor puede hablar, toma la decisión de aniquilarlo.
Guionistas y productores lograron crear un filme fuerte y atrayente que maravilló a la sociedad de finales de 1960, pero el producto al mismo tiempo resultó muy profundo desde el punto de vista social.
Si bien la novela de Boulle maneja elementos de crítica social, la película refleja conductas sociales fanáticas y prácticas dictatoriales, donde la vigencia de las castas está presente con gorilas agresivos militares armados, los orangutanes líderes políticos con un secreto en custodia y los chimpancés, cuyo rol es el de científicos e idealistas que simbolizan el pacifismo y un espíritu investigador propenso a tender puentes de encuentro y vida compartida.
Charlton Heston encarnó al macho alfa del Cinemascope, que lucía torso, maneras, gestos y discursos de la supremacía blanca, de la virilidad y del coraje potente expresados antes en películas como El cid campeador, Ben-Hur, Los diez mandamientos, Cuando ruge la marabunta, Horizontes de grandeza y 55 días en Pekín.
La cinta además repasa hechos como la crisis de los misiles de Cuba, la Guerra de Vietnam y la Guerra Fría que se reflejan con más fuerza en las secuelas. Según la experta en comunicación científica Amy C. Chambers, el filme de Schaffner constituye un documento histórico de los valores y tensiones de EEUU en los turbulentos años 60.
Fue nominada al Oscar en las categorías de mejor banda sonora y vestuario. No ganó, pero recibió un premio honorífico por la calidad del maquillaje. John Chambers, el hombre que creó las orejas del Sr. Spock de Star Trek, fue el mago en este rubro. Se destinó el 17% de los $us 6 millones del presupuesto para el maquillaje. “Nuestro concepto original consistía en modificar arrugas simiescas para que no parecieran demasiado grotescas y nos distrajeran de la historia. Tuvimos que revisar si el tiro de la cámara era bueno o no para el maquillaje y hubo muy pocos errores, porque yo estaba en los sets diariamente”, contó a la revista Cinefantastique en 1972.
Su trabajo fue muy adelantado para la época, incluso el autor de la novela se pronunció un poco en contra de la película, pues creía que iba a ser un producto poco serio e infantil, pero no previó que estaría a cargo de Chambers, quien sería condecorado con una medalla al mérito por la CIA por su trabajo en el diseño de trajes para la evasión de Irán en 1980.
La banda sonora compuesta por un joven Jerry Goldsmith ofrece un juego de disonancias, reverberaciones y percusión en una apoteosis que acompaña la historia y el accionar y sentir de los personajes.
Las cuatro secuelas y las dos series televisivas, si bien fueron de buena factura, iban en detrimento con respecto a la primera. Eso sí, argumentalmente, tenían un ciclo y lo cerraron de buena manera.
Y es que los remakes no siempre enriquecen: en 2001 Tim Burton dirigió una nueva versión con una relectura de la novela bajo su óptica. Los puntos de mayor diferencia con la cinta original son: la movilidad de los simios; la ausencia de los personajes principales de la película (Zira, Cornelius, el Dr. Zaius y Taylor) y en la nueva entrega los humanos sí pueden hablar. Como curiosidad cabe señalar que Charlton Heston intervino brevemente, encarnando a Zaius, un viejo simio, el agonizante padre del General Thade (Tim Roth). Si bien la cinta recaudó mucho dinero fue duramente criticada, considerada como uno de los peores remakes del cine.
Esta década llegó la nueva trilogía —que en realidad es un reboot, reinicio— de la franquicia. El planeta de los simios (R)Evolución de Rupert Wyatt (2011), El planeta de los simios: Confrontación (2014) y El planeta de los simios: La guerra (2017) de Matt Reeves; la historia se desarrolla en la Tierra y es César el protagonista principal.
Para los críticos, la última trilogía ha concluido satisfactoriamente, gracias a un fino arco argumental y al buen trato de los personajes, que le ha permitido ganarse un lugar entre los fans y seguidores de la saga. Estas nuevas películas pueden ser la gasolina que prolongue la fiebre de El planeta de los simios por varias décadas más, ya que sus distintas historias parecen contar el camino que aún sigue la humanidad sin pensar que el planeta conquistado por los simios está a la vuelta de la esquina.