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La casa del MO3 boliviano

Una corbata de gato sujeta a una camisa púrpura, un mandil azul y una mirada serena de cantinero son las características del Moe boliviano. “El trato familiar y amistoso es una de nuestras metas”, comenta Luis Sierra, dueño de MO3 Taberna Pub Santa Cruz, un local nocturno inspirado en la serie televisiva Los Simpson. Por ello, el cantinero boliviano se jacta de conocer a la “mayoría” de sus clientes.

La idea nació justamente en medio de su familia. En mayo de 2015, el paceño de nacimiento que migró a Santa Cruz concluía sus estudios universitarios. Era una noche común en casa con su esposa Eliana Macías. En su mente giraban ideas para su proyecto de grado de la carrera de Marketing y Publicidad y al cambiar de canal de la televisión, cerca de las 21.30 —recuerda Sierra— vio a uno de los cantineros más queridos de la televisión mundial, Moe Szyslak. “Quizá es la (taberna) más conocida del mundo. Nos miramos con mi esposa y eso fue todo. Teníamos la idea en la cabeza”, recuerda sobre el inicio de su negocio y de su transformación en el Moe boliviano.

Luego, se vino lo más complicado, poner en marcha el negocio. “El dinero que invertimos quizá no fue mucho, comparado con otros locales que invierten grandes cifras. Nosotros contábamos con unos ahorros, más un dinero que nos prestó mi cuñada, pero para nosotros era mucho. Nos jugamos el todo por el todo”.

Sierra y su esposa construyeron algunos de los muebles, pintaron el lugar y lo decoraron para darle similitud al de la caricatura. “Mi hermana y nuestros sobrinos nos ayudaban cuando podían, también dos de mis mejores amigos”. Después de un mes, el lugar se encontraba listo. Así, el 25 junio de 2015 el local abrió sus puertas.

Después de tres años de su apertura, las paredes del local acumularon más cuadros y adornos de la serie estadounidense. “Muchas de las piezas fueron regalos de clientes. La gente que nos visita nos dice: ‘Quiero dejarles esto, lo compré en tal o cual viaje’. Así obtuvimos varias de las cosas que están aquí”, comenta Macías.

Ya después del trienio, los clientes son regulares y conocidos, como Humberto Vásquez, quien aprecia que el lugar es pequeño, su espíritu acogedor y los detalles para los fanáticos de Los Simpson. “Yo siempre pido mi tarro de cerveza fría”, dice y añade entre carcajadas: “Si no cerrara, nunca me iría”, citando al célebre cliente estrella de la Taberna de Moe, Barney Gumble.

Vásquez destaca además la “buena atención; los juegos de mesa; los sombreros o pelucas, que se usan cuando se arma la fiesta; las promociones y la música”.

La característica musical de la casa es el rock, ya sea clásico, alternativo, hard rock, metal, latino u otros. Entre las bandas que se han presentado en el escenario de Moe están The Vintage, Máquina, Revolver, Black Ases y otras, que interpretan tributos con canciones que se escuchaban allá por las décadas de 1980, 1990 y 2000.

“Cada día tiene algo especial”, añade orgulloso. Los miércoles son de karaoke rock, los jueves de promos (ofertas) y juegos de mesa; los viernes y sábados de música en vivo. “El rock de todos los tiempos revienta en esos días y con eso apoyamos a nuestras bandas locales”.

Una característica principal de la Taberna de Moe en la televisión es la máquina del amor. “Tiene fallas como en la serie”, ríe Sierra: “Es otro regalo de uno de los clientes. No podía faltar en nuestro pub”.

Otra cosa que no puede faltar en la taberna es la Llamarada Moe, que es una bebida que se enciende con fuego. “La llamarada está hecha de todas las sobras de tragos y una pisca de jarabe para la tos para dar sabor”, dice con una sonrisa y en seguida devela la receta: “Lleva kahlúa, amarula y tequila, tienen que probarla”.

El personal que trabaja en el local son seis personas. “Son nuestros sobrinos y algunos jóvenes que ya adoptamos como parte de la familia, varios rotan en los horarios de acuerdo con sus posibilidades, porque estudian. Todos somos fanáticos de Los Simpson y fanáticos de la buena atención a nuestros amigos-clientes”. El Moe boliviano espera a sus clientes en la calle Independencia, entre las avenidas Mercado y Monseñor Salvatierra, 479. Abre sus puertas de miércoles a sábado, desde las 20.00 hasta las 03.00.