Icono del sitio La Razón

Fiebre por Luis Miguel

Las luces del escenario comenzaban a disminuir, mientras los últimos acordes de Amarte es un placer —una de las grandes canciones románticas de Luis Miguel— terminaban de difuminarse en el ambiente, cuando un sollozo ahogado, que venía del público, sorprendió al cantante paceño Ismael Cabrera. Si bien él, que tiene 26 años, empezó a escuchar al Sol de México hace poco —gracias a la serie televisiva sobre su vida, producida por la plataforma Netflix y el canal Telemundo— para muchos otros, de generaciones mayores, es parte esencial de la banda sonora de sus vidas.     

De la misma forma en que “Luismi” introdujo boleros clásicos a los oídos y los gustos de miles de jóvenes en la década de 1990, el programa despertó la curiosidad de muchos por un cantante que había sido un grande, pero cuya popularidad descendió desde principios de los 2000. Ahora, músicos bolivianos como Ismael y Harold Barrón se suman a la fiebre por escucharlo, con especiales y homenajes que rescatan sus mejores canciones. 

La faceta de Harold como admirador e intérprete de la música del cantante mexicano, nacido en Puerto Rico, es completamente diferente a su imagen como vocalista de la banda de pop paceña Mbox. La primera se relaciona con la elegancia y el romance, mientras que la segunda es juvenil y divertida.

“Es una dimensión opuesta, que sin embargo siempre ha estado presente. Me gusta mucho la música que habla de amor y la he cantado por varios años”, narra.

Es por eso que ya hace cinco años decidió rendirle homenaje al artista, con un concierto con el que no quedó satisfecho en cuanto a la producción. Con el boom que generó Luis Miguel, la serie —que se estrenó hace ya un año y cuya segunda temporada está confirmada— decidió volver a presentar el espectáculo, el sábado 11 de mayo en Cambrinus Antique Piano Bar (C. 1 de Auquisamaña 7, zona Sur). “Tuve una muy buena recepción y tendremos más fechas en septiembre.

Es un gran cantante con un talento innato, explotado por su padre. Me parece que durante años mantuvo una carrera pulcra y que ahora se está dedicando a vivir. Lo interesante es que ha mejorado técnicamente y se nota que supo manejar el desgaste que cantar por tanto tiempo genera”, expone el cantante paceño.

Ismael se dedicó durante muchos años a la producción musical, así que cuando la idea de hacer un espectáculo con las canciones del astro latino se concretó, ya tenía un equipo consolidado para hacerlo. “Nunca le había prestado atención, no conocía su música. Pero cuando al fin lo hice, descubrí piezas que no puedo dejar de cantar. La calidad de la producción que tiene su carrera es sorprendente”, detalla el músico que estrenó su homenaje a Luis Miguel en abril y lo repondrá el 23 y 24 de mayo en el Teatro Nuna (21 de Calacoto 8509, parada del PumaKatari).

Interpretar la música de este ícono latino sin caer en la imitación es un reto que requiere que ambos artistas nacionales salgan de su zona de comodidad. Harold se dedicó a estudiar los conciertos en vivo y a transformar su estilo inspirado en la elegancia de Luis Miguel.

“Si bien vocalmente tengo una propuesta diferente a los recursos que él utiliza, algo que he tomado de sus actuaciones es su energía, la pasión y la fuerza con la que despierta al público”, comenta Ismael.

Gracias a las piezas de compositores como Armando Manzanero y Juan Carlos Calderón, los recitales que recuerdan los clásicos de Luis Miguel se llenan de nostalgia, pero también de una suerte de magia capaz de conmover incluso a los profesionales del medio: “Es inusual ver a los músicos emocionarse hasta las lágrimas, pero cuando lo vi, supe que estas composiciones tienen una fuerza indescriptible con palabras”, narra Ismael.