Icono del sitio La Razón

Compromiso con el Tata

Willy Gonzales y Carmen Huanca —los prestes mayores 2019 del Señor Jesús del Gran Poder— están muy ocupados. Las llamadas vienen y van. Algunas son de su trabajo, que no tienen que descuidar, pero las que les ocupa más tiempo son de las actividades religiosas, debido a que están a punto de terminar su gestión. Tal vez por eso, cuando recuerdan todo lo que han pasado durante su gestión, no pueden evitar sentir cierta tristeza, después de un año de haber estado tan cerca de su querido Tata.

“Cuando éramos jóvenes no nos gustaba la morenada”. Sentado en el sofá de su casa, acompañado por videos musicales de morenadas que salen de su televisión de pantalla plana, Willy rememora que en la universidad bailó antawara y que junto a Carmen formaron parte de los caporales. Por entonces —confiesa— no se les pasaba por la cabeza que iban a ser pasantes y, mucho menos, prestes mayores.

Su vida cambió cuando bailaron en una fraternidad de morenos para la fiesta del Señor de la Santa Cruz de Colquepata, en Copacabana, pues desde ese momento les gustó la danza folklórica. Su unión indisoluble con la fiesta del Gran Poder comenzó en 2002, al formar parte de la Morenada Juventud San Pedro Residentes de Achacachi, los Catedráticos. Después se establecieron en la Fraternidad Morenada Poderosa Illimani de La Paz, donde tomaron la responsabilidad de ser pasantes en 2016. “Gracias a la morenada hemos conocido muchísima gente. Se hace mucha amistad. Más que compadres y amigos se forma una familia, porque están presentes cuando más los necesitas”.

Hay que confirmar a las agrupaciones musicales, la comida y bebida para la fiesta, la lista de invitados, las actividades relacionadas con el santuario, además de las reuniones de trabajo. Por ello, Carmen continúa hablando por su celular, mientras que su esposo apaga su aparato telefónico para repetir lo que le comentaron los exprestes: “El Tata se busca a sus prestes”. Los prestes 2018 —Álex Choque y Silvia Alconz— no encontraron ningún problema para designar a Willy y Carmen como sus recibientes. Días antes de la entrada folklórica del año pasado, acompañados por el rector del santuario, Marcelo Ramírez, los esposos Gonzales Huanca fueron presentados a las 74 fraternidades folklóricas como los prestes mayores 2019 del Señor Jesús del Gran Poder.

Esta designación les mostró la parte más espiritual y de solidaridad de esta festividad, ya que, entre sus primeras labores, debían limpiar y cambiar la vestimenta de la efigie del Gran Poder. “Ver semejante imagen, tocarla y tener el limpiarla me daba mucho miedo. Es una bendición tenerla tan cerca”, afirma Willy.

Su acercamiento con las actividades del santuario se hace mucho más estrecho, en especial a fin de año, porque además de recibir a Todos los Santos el 2 de noviembre, participan en la entrega de regalos a niños de escasos recursos durante la Navidad. No obstante, lo que más les unió con la religión y como familia fue la olla del pobre, que consiste en preparar al menos 70 platos de comida para familias de escasos recursos. “Hay gente que come y después vuelve otra vez. En la iglesia ya les conocen, saben que se trata de personas que necesitan más porque tienen que alimentar a una madre o un familiar que no puede llegar hasta ahí”, cuenta el preste mayor de este año.

“Cuando fuimos pasantes de la morenada Illimani, nuestra responsabilidad estaba con los componentes. En este caso, nuestro compromiso ha sido más espiritual, con la iglesia y con la gente que nos necesita”, agrega Carmen, quien por unos minutos relega sus compromisos para dar testimonio del significado de ser preste.

Además de las labores sociales, la preste mayor destaca que su esposo y Brandon (su hijo de 16 años) se han unido más. “Ha surgido algo en común mucho más grande porque antes de ir a la iglesia vamos a comprar juntos las flores y tenemos que ir a servir la olla común. Para cada actividad nos alistamos los tres”.

Ha pasado un año desde que sus compadres los nombraron prestes mayores, desde que acompañaron en las actividades religiosas del templo y desde que se unieron como familia en la labor social.

En sus últimos días como protectores del Gran Poder, el jueves 6 cambiaron la túnica blanca del Tata por su traje de 2018, mañana iniciarán las novenas, mientras que el jueves 13 entregarán la nueva vestimenta, hecha con hilos de oro.

El domingo 23, después de la misa, se llevará a cabo una procesión con la imagen de Tata por calles de Chijini y en la tarde será la recepción social. El lunes 24 se realizará el recojo de los prestes mayores 2020 (Antonio Riveros y Teodocia Ugarte) y, desde ese momento, Willy y Carmen pertenecerán al grupo de exprestes.

“En tus calles está escrita la historia de tu grandeza. El Gran Poder es mi folklore, mágica fiesta andina. Es la ciudad del cielo, brujas, aguayos y cebras, es mi La Paz diferente, moderna antigua y surgente. Es mi ciudad del cielo, fuerza, bravura y coraje. Es de La Paz su gente, noble, sencilla y valiente”. Willy muestra con orgullo uno de sus últimos regalos para el Tata, una canción grabada por el grupo Semilla.

“Ha valido la pena porque nos ha unido muchísimo más como familia, con nuestros hermanos y cuñados, y con las amistades que nos han acompañado en las actividades”, asevera Carmen.

“Ahora entiendo a mi comadre, porque lloró en el momento de entregarme el santo. Ahora estoy sintiendo lo mismo”, confiesa Willy. Por todo ello tienen mucha fe en el Señor Jesús de Gran Poder, a quien agradecen por las bendiciones recibidas.