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Feria Man, superhéroe de la comida qhochala

Bonachón, de buen diente y siempre dispuesto a informar sobre la variedad de productos que se ofrecen en las ferias gastronómicas que se presentan en cada rincón del valle. Así es Feria Man, el súperhéroe qhochala que ayuda a la gente a comer muy bien y a conocer el área rural de Cochabamba.

Nació un 17 de noviembre de 2017. Era un tipo musculoso, vestía de traje y corbata, similar a los superhéroes del cine y el cómic, pero como comía mucho, de pronto tomó la figura del típico qhochala: aquel que “vive para comer”, como reza el dicho.

Un superhéroe como Feria Man, “no puede ser flaco y musculoso toda la vida, después de tanta comida. Entonces buscamos que tenga pancita y modifiqué su figura, creando un personaje agradable a la vista”, recuerda Iván Camacho, el periodista de radio que le dio vida a este personaje tan requerido los fines de semana.

Iván se dedica desde hace varios años a la cobertura de eventos culturales, con énfasis en aquellos que muestran la tradición y costumbres de los pueblos del valle, donde la comida y la bebida tradicional son primordiales. Siempre anotaba cada actividad y la difundía por la radio los viernes, bajo el denominativo de Semana familiar en Cochabamba, así como en su cuenta de Facebook. “Después pensé en hacer una lista, porque los temas surgían los martes, a veces los jueves o viernes y buscar las notas resultaba algo tedioso”. El esfuerzo valió la pena. Las publicaciones y difusión llamaron la atención: “ahí está el chico de las ferias”, “llegó, mister feria”, le decían y no faltó alguien que lo bautizara como “Feria Man”.

Con un enterizo color naranja, una capa azul y calzados deportivos llega a todos los rincones del departamento. El logotipo del traje, además de tener las iniciales del paladín, cuenta con las herramientas precisas para asistir a las ferias: un juego de cubiertos que serán usados si el caso lo amerita, pues el qhochalo degusta mejor de las delicias culinarias si come con la mano.

Este personaje difunde las actividades feriales en su página de Facebook, donde la gente siempre agradece la información proporcionada. “También tiene su grupo de WhatsApp, donde están autoridades, periodistas y algunos ciudadanos. Poco a poco ingresa a otras plataformas en redes sociales”, dice Iván. En su lista detalla la actividad, el día, la hora y el lugar. Si se puede, dará indicaciones sobre cómo llegar al sitio y de dónde se puede tomar transporte público.

El trabajo minucioso es seguido por gente que quiere una opción diferente para pasar el fin de semana. “Nos sorprenden incluso personas que escriben desde el exterior para contarnos cómo era esa feria, el plato, los recuerdos que les traen de su niñez, las comilonas en familia. Esto es más grande de lo pensado”.

Feria Man está muy contento porque la información que difunde es acogida y requerida. Si bien la replican canales de televisión y medios impresos con el permiso del autor, no faltan otros que “plagian” su trabajo descaradamente y que publican la preciada lista, pero omitiendo la fuente. “Existen impresos que copian tal cual publico la agenda, pero le colocan otro nombre, no respetan la autoría”, manifiesta con desencanto. Es que recopilar la información, ordenarla por días y horas no es fácil. “Buscar las ferias gastronómicas supone tiempo. Me ocupo de eso desde el miércoles y busco en las páginas web de los municipios, así como en las redes sociales”.

Iván hace este trabajo cada semana y los viernes, a mediodía y por la noche, difunde las actividades en los programas radiales que dirige y, adicionalmente, comparte la información en las redes sociales. “Esto me llena de mucha satisfacción”, asegura, pues no solo informa, también constata que las actividades sugeridas se realicen y es ahí donde la gente le cuenta cómo es que llegó al sitio y se enteró de la feria.

“Los domingos me voy con un distintivo de Feria Man”, dice sonriente. El periodista deja su indumentaria habitual y se lanza con el logo del superhéroe estampado en su polera naranja en busca de los p’ampaku, chicharrones, chorizos tarateños, pichones en Cliza, el api con pastel y buñuelo de Sipe Sipe… prueba de todo. “Esta también es una forma de promover lugares turísticos y comunidades alejadas; esto se convierte en algo positivo para estas regiones”.

Además de la agenda, Iván se toma tiempo para diseñar los gráficos en que Feria Man, en una especie de cómic, conversa con invitados y pide a la gente sugerir dónde puede llevarlos. Para no hacer aburrida la agenda, hay pequeñas historias y todo lo que el periodista consigue recolectar.

No existe fin de semana sin feria, salvo en febrero. Cuando Iván no encontró qué anunciar detectó que en la primera semana o en la segunda, ningún municipio agenda actividades. Es que los carnavales en el valle, ganan espacio en esos días y se requiere de ese tiempo para prepararlas.

Entonces, el “Escuadrón saludable”, de la mano de “Brocolín”, aprovechó para tomar el departamento y hacer que la gente coma saludable en casa. Los demás fines de semana, cuentan con muestras de los platos típicos de la región, mientras que algunos municipios exponen lo mejor de su producción frutícola, como la uva de Sipe Sipe, las chirimoyas de Independencia o los duraznos de San Benito. Tampoco puede faltar el néctar del valle: la chicha, que se hace con variedades de maíz, helado de canela o panal, según la región, para convertirse en garapiña o aloja.

En  enero, parte de febrero, agosto y septiembre, abundan las ferias, según Iván. Según la recopilación hay un promedio de entre  ocho y 10 ferias en el departamento, organizadas en diversos municipios. En meses como julio, las ferias llegan a tres.

El héroe ya es requerido por otros departamentos, que quieren difundir sus actividades culturales. Ya quieren a Feria Man en Potosí. Por eso Iván pensó en crear más personajes para ayudar a difundir actividades benéficas como kermeses solidarias y otras más que recojan recetas. “Serán un niño y una niña”, adelanta, listo para que el paladín de la cocina traiga más novedades sobre la rica y abundante gastronomía valluna.