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El balcón de los vientos

Desde tiempos remotos, los aymaras subían a la cima de los cerros para llevar a cabo rituales y dejar ofrendas a los dioses tutelares. Una de esas deidades era Wayra Tata (Señor del Viento), al que pedían protección durante sus viajes largos. Sensaciones similares se viven en Tata Café Pizza Bar, un local que ofrece gastronomía exquisita, cócteles con una historia diferente y, sobre todo, un balcón desde donde se siente la omnipresencia de la urbe paceña.

Son los últimos minutos de la tarde. Desde el mirador Killi Killi se puede observar cómo el horizonte adquiere tonalidades doradas y rojizas al oeste, donde termina La Paz y empieza El Alto. Al otro lado, la aproximación de la noche hace que se enciendan las luminarias y que los cerros sean los últimos testigos del final de la jornada. “Tenemos el mejor paisaje de la ciudad”, asegura Pedro Moscoso, bartender y copropietario de Tata Café Pizza Bar, ubicado en San Juan Mirador, metros abajo de Killi Killi.

La idea de iniciar un emprendimiento de estas características surgió hace tres años, cuando el maestro pizzero Carlos Terán tuvo la idea abrir un restaurante especializado en pastas. Con el apoyo de Pedro, juntos organizaron encuentros privados, hasta que el año pasado decidieron establecerse en un negocio fijo en la sede de gobierno.

Carlos es experto en preparación de pizzas y Pedro es diestro en la elaboración de cócteles, así es que solo faltaba un espacio donde funcionara el nuevo negocio. Vecino de San Juan Mirador, en una caminata, Pedro halló una construcción de madera y vidrios, que parece estar suspendida.

El dueño de casa es el historiador y arquitecto Iván Aguilar, quien construyó aquella infraestructura con la idea de iniciar un negocio. “Yo puedo abrir un lugar donde se haga pizza y un bar donde atendamos a turistas y gente de aquí”.     Solo hemos puesto la barra, lo demás está hecho por don Iván”, destaca Pedro.

Cuando el cielo azul se hace más oscuro y los últimos rayos solares se esconden detrás de los cerros, desde el Killi Killi observa Tata, una terraza privilegiada en un lugar escondido, difícil de llegar por los trabajos de estabilización en la avenida La Bandera. Protegidos de la fuerza de Wayra Tata, el espacio es pequeño pero acogedor, con unos ventanales que dejan ver la ciudad: el Illimani, el estadio Hernando Siles, edificios, calles, avenidas… También es menester salir a la terraza para disfrutar del paisaje y un poco del viento.

Carlos —que está detrás del mostrador— prepara la masa para elaborar una pizza. Puede ser la típica Margarita, Fugazzeta o una Calabresa, hecha con estilo italiano. En ese momento, con el aroma que inunda el local, es inevitable sentir ansias de probar al menos un bocado. “Nuestra pizza es más delgada, esponjosa, más ligera, más fácil de comer”, afirma. Todavía caliente y servida en una bandeja de madera, en cada mordisco pareciera que el queso se derrite en el paladar.

La grata experiencia continúa con los cócteles hechos por Pedro, cada uno con un origen diferente. Por ejemplo está La Firma del Diablo —una combinación de Vodka 1825, jarabe de confite carnavalero, jugo de naranja y canela—, que representa un paso de la diablada en la que hileras de diablos forman una estrella de cinco puntas. La leyenda que cuenta Pedro es deliciosa; el cóctel, también, con leves toques amargos, un dulzor que intensifica los sabores y el gusto a pueblo a través de tierra de sésamo que besa el vaso.

“Queremos darle esa personalidad, que sea bien nuestro, místico. Sin llegar a lo gourmet, mostrar una personalidad fuerte”, explica Carlos. Suspendida en la calle Modesta Sanjinés Nº 1373, la construcción de madera es un observatorio de la urbe paceña, que protege de las inclemencias de la naturaleza sin dejar de percibirlas, iluminada a lo lejos por miles de luces que animan la noche, y con sabores y aromas de la bohemia paceña.

Un local escondido de La Paz

El local de pizzas, cócteles y café se encuentra en la calle Modesta Sanjinés Nº 1373, en la zona San Juan Mirador. Para llegar se puede tomar cualquier transporte público que lleve a Killi Killi (Villa Pabón). Para más consultas y reservas, llamar a los teléfonos 7055925 y 70513922, o escribir a “Tata Café Pizza Bar” en Facebook.