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El Tapeque espera un milagro

Por falta de un espacio para desarrollar sus actividades, este particular circo apagó sus luces; el elenco lo necesita

/ 18 de septiembre de 2019 / 10:43

Este es un circo particular, nada convencional. Bueno, lo fue porque hace unos días apagó sus luces sin saber si podrá volver a encenderlas para montar un nuevo espectáculo, de esos creados y representados por niños y jóvenes con profunda vocación artística.   

Por segunda vez, en sus 10 años de vida, el Circo Educativo Social El Tapeque quedó prácticamente en la calle, sin un lugar donde armar la carpa y otros ambientes que servían de escuela/taller a niños y jóvenes que aman las artes. Esta carencia podría generar el cese definitivo de actividades.

Sucede que venció el plazo estipulado en el contrato de arrendamiento de una vivienda ubicada a pocos pasos de la av. Circunvalación, sobre la calle Colquiri, al norte de Cochabamba. “Los dueños de casa presionaron para que dejemos el lugar y ahora, como hace cuatro años, atravesamos otra vez la carencia de un espacio físico que nos permita trasladar el circo”, cuenta Edson Quezada, director de El Tapeque.

A fines de 2014, y tras seis años de permanecer en un predio gracias a un convenio con los vecinos, la dirigencia de la Organización Territorial de Base OTB Cantarrana los desalojó de un terreno de 180 metros cuadrados que hacía de área verde. Vanos fueron los esfuerzos por hacer prevalecer el acuerdo, en febrero de 2015 tuvieron que desarmar la carpa azul y buscar un sitio para volver a empezar.

Alquilaron el patio de una casa y El Tapeque volvió con más bríos seis meses después. Sin embargo, superada la pesadilla que significó el traslado, la historia se repite ahora y el elenco está en la calle, junto a la carpa y todos los enseres que hacen del centro educativo y social un lugar para aprender y desarrollar habilidades lúdicas, expresivas, físicas y mentales, entre otras.

“Tengo una profunda sensación de de-samparo”, se lamenta Wara Quezada, parte del elenco. “Los músicos, actrices, pintores, los artistas en general, no contamos con un espacio donde desarrollar nuestras actividades, incluso los profesionales. Me gradué del Conservatorio de Música, soy licenciada violinista, pero nunca tuve esa seguridad para desenvolverme como artista y el hecho de no tener un lugar estable, de que El Tapeque no tenga un lugar estable, es muy penoso”, agrega.

Wara creció en el circo, fue parte del colectivo artístico Educar es Fiesta que dio origen a El Tapeque y hace un año, después de graduarse, volvió a la carpa pero esta vez para enseñar todo lo aprendido.

El espacio nació en 1999 en las calles y las plazas de diversos barrios, sobre todo en inmediaciones del Cementerio General donde se incorporó a niños que ofrecían servicios en el camposanto como medio de vida. En 2005, bajo el denominativo de Circo a Puertas Abiertas, iniciaron talleres de teatro y circo para estudiantes de una unidad educativa y el 3 de abril de 2009, armaron la carpa, dando paso al Circo Educativo Social, donde presentaron varias obras con temáticas educativas, creadas por los niños y jóvenes parte del elenco.

Temas como la violencia, el medio ambiente y la sociedad moderna guiaron las piezas de teatro, entre ellas Qué onda, Principito, Planetodos, Amores, En tus manos, Recreo, Volver, Qué lata, Tapequeando, Atrapasueños y Viajeros. Pero no solo eso, la carpa sirvió también para eventos de relevancia como el Festival de Artes Integrales, el Festival Bertolt Brecht, el Festival Títeres, y el Festival Peter Travesí, entre otros.

La “carpa azul”, como la llaman, sirvió para el desarrollo de cuatro emprendimientos: el primero, la presentación de grupos teatrales en función de una agenda mensual. El segundo, el impulso de las artes circenses en niños y jóvenes. “Nos interesa formar; para quienes no sabían, el circo es excelente para el desarrollo psicomotriz de los niños, es un medio por excelencia que desarrolla todas las habilidades tanto lúdicas, como físicas y mentales”, dice Edson.

Incluso contaba con un café cultural llamado Malabar donde se ofrecían recitales musicales. Finalmente, la gente podía acudir a la carpa no solo a disfrutar de los espectáculos, el elenco, hacía obra social actuando para instituciones, participando en campañas educativas, incluso se celebraban cumpleaños donde los niños disfrutaban de otro tipo de actividades.

Valeria Gorena, otra miembro del elenco, describe todo lo que representa la carpa no solo como un lugar de trabajo, sino como un espacio creativo y recreativo donde abundaban las buenas vibras. “Es más que eso, es mi segundo hogar. En ella desarrollamos varias actividades para compartir lo que uno sabe, los niños aprendían en talleres por edades, desde los tres años hacían teatro, circo, manualidades”.

El aviso de desalojo los obligó a suspender la agenda y los talleres, que dada su característica eran de gran ayuda física, emocional e intelectual para los asistentes. “Los niños llaman, preguntan cuándo retomaremos actividades y no tenemos nada para decirles, no sabemos si habrá más”.

Para Valeria, que conoció el circo como estudiante, hace 14 años, el buscar otro sitio y no hallarlo, el no tener dónde enseñar lo que sabe a los niños, “es triste, teníamos planes, proyectos que se suspendieron porque no sabemos cuánto tiempo tardaremos en encontrar un lugar. Esto ya lo hemos pasado, es difícil, te preocupa y te tensiona”.

Ella aprendió mucho de las actividades lúdicas de El Tapeque, que la ayudaron a desarrollar varias capacidades ocultas. “Ahora soy más abierta, era una niña muy tímida, me ayudó a hablar con las personas, a hacer más amigos, a conocer gente que al final se convirtió en mi familia”, contó.

Wara cuenta que todos se movilizaron en busca de ayuda para ubicar un predio donde permanecer. “Pasaron años sirviendo a la comunidad y cuando suceden cosas como ésta, te preguntas quién nos apoya, con quién tengo que hablar para que El Tapeque sea considerado un patrimonio cultural, estamos desamparados”, dice.

Hay frustración en los jóvenes que enseñan diversas artes en este centro que una vez más tuvo que guardar todo en un depósito a la espera de ayuda. “La inclusión del arte en el desarrollo de una persona es muy vital; el circo, el teatro, la música, la danza son la verdadera revolución educativa, permiten un desempeño diferente de los niños, se estimula el aprendizaje como vía de cambio permanente”, explica Wara.

El circo apagó las luces y despidió al público. Para retomar actividades requiere de un espacio físico de mínimo 500 metros cuadrados, lo ideal serían 1.000, dice Edson, porque además de la carpa debe existir una antesala, un sitio de espera para el público, otro de recreación para los niños, un área para ofrecer alimentos, camerinos, espacios para el calentamiento de los artistas, baños. “No se trata únicamente de un lote y ya, sino de un recinto adecuado”, detalla.

La esperanza llegó pero duró poco. El alcalde suplente, Iván Tellería, pidió oficializar el pedido de un sitio para el circo y él haría las gestiones para otorgar uno, buscando la forma de sellar un acuerdo por al menos 10 años y así no ser desalojados por otra autoridad, considerando el tipo de trabajo que hacen en El Tapeque y que requiere de un tiempo prolongado de formación, pero aún no hay respuesta a la misiva enviada.

Para Edson, esta primera experiencia de educar a los niños en artes es única y requiere del apoyo del Estado.

“Alguna vez pensamos en comprar un terreno pero los espacios culturales no generan los recursos suficientes para ello; en ese sentido acudimos a las autoridades pero no para pedirles un favor, yo pienso que el favor lo hicimos nosotros en estos 10 años, bregando a pulmón para generar nuestros propios recursos a fin de sobrevivir y mantener el proyecto para servir a la comunidad. Es tiempo de que la municipalidad vuelque su mirada y diga, mínimamente, aquí está el espacio”, afirma.

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Sin cementerios ni crematorios, 40 cuerpos de fallecidos están a la deriva en Cochabamba

Las funerarias advirtieron con llevar los restos humanos a la puerta de la casa de las autoridades, como medida de presión ante la carencia de espacios y hornos.

/ 2 de julio de 2020 / 09:18

Las funerarias de Cochabamba se declararon en emergencia debido a que desde el 25 de junio no pueden cremar ni enterrar cadáveres debido al colapso del horno crematorio del Cementerio General, la carencia de un espacio para sepultarlos en el lugar y la negativa de otros camposantos a recibir los cuerpos con sospechas de COVID-19. Hay 40 cuerpos a la deriva.

Los restos se encuentran en viviendas particulares, sin que las autoridades de Salud se interesen por ellos, que implican un eventual grave foco de infección.

“Los cuerpos se están quedando en domicilios porque no hay donde enterrar ni cremar, estamos en emergencia sanitaria prácticamente porque no tenemos donde dejar los cuerpos, hay más de 40 en domicilios”, informó Juan Carlos Orellana, presidente de la Asociación de Funerarias de Cochabamba (Afumec).

En la capital existen al menos 100 funerarias que no pueden concluir su trabajo porque el crematorio del Cementerio General solo puede incinerar cuatro cuerpos por día. Orellana, contó que hace seis días no puede acceder al horno. “Tengo tres personas y no me inscriben hasta ahora, me dijeron que el lunes podrían atenderme. Imagínese cuánto tiempo debe pasar en su casa”, dijo.

El panorama es el mismo en otras funerarias que, “embalan” cadáveres y ataúdes pero tienen que dejarlos en las casas, encerrados en algún cuarto, con la posibilidad de generar un foco de infección para la familia.

No solo pasa esto con quienes fallecen en sus hogares, también con los que mueren en hospitales, ya sea por sospecha de COVID-19 u otra enfermedad. “Les están exigiendo que se los lleven del lugar cuando ellos deberían tener un depósito”, denunció Orellana.

El problema afecta no solo a estos establecimientos y a las familias que tienen que convivir con sus muertos, también hay susceptibilidad en los vecinos que amenazaron con desalojarlos por temor a ser infectados.

Cementerio General

El miércoles, familiares de fallecidos y dueños de funerarias acudieron al Cementerio General para pedir la habilitación de espacios para entierros ante la falta de nichos y el colapso del horno.

“Necesitamos espacio señor, tenemos difuntos; estamos con toda la documentación y queremos espacio”, indicó una de las propietarias de funeraria al subalcalde de la Comuna Adela Zamudio, Andrés Palacios, que se encontraba en el lugar.

“No queremos cremación ni nicho gratis, queremos los espacios y que nos den a costo real”, pidió otra persona. “Estamos con cuerpos en domicilio, son más de 40. Hablé con el administrador, que nos permita el entierro”, clamó.

Palacios informó que existen 136 nichos y también que trabajan en la excavación de fosas. “Se están habilitando estos espacios de manera urgente porque el paso del COVID-19 se acelera”, reclamó, aunque no dio fecha para la recepción de cuerpos ni cuántos espacios habilitarían.

Orellana explicó que no pueden llevar los cuerpos a otros cementerios. El campo santo de Valle Hermoso, al sur de la ciudad, fue cerrado por los vecinos que no permiten entierros; lo mismo pasa en otros sitios pertenecientes a otros municipios donde existen mausoleos familiares. Pero “si falleció en este municipio, no dejan hacer el traslado; tenemos varios casos”, indicó.

En los cementerios privados que existen en los municipios de Colcapirhua y Sacaba no se dan abasto; los que consiguieron un sitio deben aguardar hasta el viernes para el entierro.

Emergencia

Ante la emergencia, los propietarios de las funerarias advirtieron con llevar los cuerpos hasta la casa de las autoridades municipales y departamentales debido a la falta de atención.

“Nadie dice nada, ni el Defensor del Pueblo, nadie. Las OTB (organizaciones territoriales de base) se organizan para botar a la gente con los cuerpos; están dando ultimátum para que salgan del barrio y ya que las autoridades no hacen, si esto continúa, vamos a llevar los cuerpos a sus casas. A ver si es lindo, agradable, sentir esa sensación; uno se estremece”, advirtió Orellana.

Hasta la noche del miércoles, Cochabamba sumó 104 nuevos casos de coronavirus; totaliza 3.744 desde el inicio de la emergencia sanitaria. Los fallecidos alcanzan a 221, según reportes del Ministerio de Salud.

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Por colapso en crematorio y cementerios se acumulan 60 cadáveres en hospitales

Dada la situación, se modificó el protocolo y los cuerpos de fallecidos por COVID-19 ya pueden ser enterrados en nichos de Cochabamba.

/ 30 de junio de 2020 / 22:20

El director del Servicio Departamental de Salud (Sedes), Yercin Mamani, informó este martes que existen al menos 60 cadáveres —entre positivos al COVID-19 y fallecidos por otras complicaciones— que aún están en depósitos de hospitales, porque en los camposantos no existe lugar y en el crematorio del Cementerio General persiste el colapso.

“Hay discriminación, estigma social, y muchos cementerios no aceptan personas que murieron con COVID-19”, dijo Mamani. Explicó que en los últimos días surgieron problemas en los cementerios, donde negaron un sitio para el entierro de fallecidos por coronavirus. Por otra parte, en el Cementerio General de la capital, el lunes se cumplió un paro de 24 horas que impidió la cremación.

Sedes pide cementerio COVID

Ante el conflicto, se modificó el protocolo para la disposición final de cadáveres COVID-19. Ya no es necesario enterrarlos en fosas, se puede proceder con el entierro en nichos, dijo Mamamni. “Se asignó un área para depósito final de cadáveres que no es suficiente, son 180 espacios. Estamos pidiendo al gobierno central la habilitación de un cementerio COVID, esperamos respuesta hasta este fin de semana”.

A este problema, se suma la demora en la entrega de resultados de pruebas para confirmar o descartar la infección con el virus en personas que fallecieron en Emergencia de algún hospital, en viviendas o vías públicas.

“Hay personas que están esperando el resultado para ver la disposición final de cadáveres, pero el protocolo de atención indica que debe hacerse la disposición de caso de sospechoso, como si fuera confirmado, en las 24 horas posteriores al deceso; es decir, debería ser colocado en bolsa impermeable y enterrado o cremado al día siguiente”, dijo.

Cementerio desconoce

En el Cementerio General del municipio de Cochabamba no conocen la nueva disposición y aguardan una instrucción por escrito para el entierro en nicho. En tanto, Andrés Palacios, subalcalde de la comuna Adela Zamudio, informó que se superó el conflicto registrado la pasada jornada, cuando los trabajadores declararon un paro de 24 horas exigiendo pruebas COVIDE-19, ante el deceso de uno de sus compañeros con síntomas de la mortal enfermedad.

“Inspeccionamos y determinamos que hubo un error técnico en el horno y por eso solo podíamos cremar dos, hoy se reanudan las cremaciones y se atendrán cuatro solicitudes por día. También se atienden entierros, dispusimos un jardín”, dijo.

Sobre las pruebas COVID, Mamani detalló que pasadas las seis horas del fallecimiento, “no se sugiere tomar muestras, porque la carga viral disminuye y, probablemente el resultado dará falso negativo”. Además, puntualizó que el Sedes se encarga de los fallecidos en hospitales pero no de aquellos que murieron en su casa. Esta es tuición del Instituto de Investigación Forense (IDIF). En el caso de las personas que murieron en vías será la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) la encargada del recojo.

Funerarias imposibilitadas

No todos los que murieron en hospitales y viviendas presentaron complicaciones por coronavirus, algunos tenían otras enfermedades que, al no ser atendidas en hospitales, provocaron el deceso, pero no fueron enterrados porque las funerarias no pueden operar debido a la cuarentena rígida.

Venancio Campos, vicepresidente de la Asociación de Funerarias, explicó que la cantidad de muertes sobrepasa su capacidad de atención, “Nuestras empresas no abastecen, estamos trabajando hasta las 03.00 (de la mañana) y no tenemos horno para cremar, no hay dónde enterrar y ponemos en riesgo a las familias que están cinco, seis, ocho días con el cuerpo en sus viviendas”, dijo.

A este conflicto se suman los controles, militares y policías no los dejan circular y tampoco pueden cargar gasolina para los vehículos fúnebres.

Las denuncias fueron confirmadas por algunas familias que claman ayuda para enterrar a sus seres queridos. Es el caso de María Rojas. Su padre falleció el sábado, en su vivienda, por un paro cardiorespiratorio pero no puede enterrarlo. Logró obtener el certificado forense, pero “la funeraria me dice que no puede pasar los controles, dónde lo voy a llevar, los vecinos me reclaman, pero qué puedo hacer”, contó.

El cuerpo está embolsado y en un cajón, al interior de un cuarto que mantienen cerrado, hasta lograr un sitio en el cementerio y la atención de alguna funeraria que usualmente se encarga de todos los trámites para el entierro.

Entre las historias también está la de Sergio Salazar, un ciudadano que denunció a través de redes sociales que su tío falleció el domingo y que hasta ahora no pueden enterrarlo porque el Sedes le dice que la FELCC debe realizar el levantamiento de cadáver para entregar el certificado forense y éstos le indican que debe llamar al Sedes.

El cadáver está en la casa, su tía está mal, con sospecha de COVID-19 y nadie le ayuda. “Por favor, que vengan, que nos ayuden, hagan su trabajo, solo eso les pido. Mis papás también están con sospecha y nadie nos viene a ayudar”, denunció.

Las cifras oficiales hasta ayer lunes 29 de junio detallan 184 fallecidos en el departamento de Cochabamba desde que se identificó la pandemia en Bolivia. En las últimas 24 horas se registraron 19 decesos.

(30/06/2020)

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EMSA suspende recojo de basura en Cochabamba por bloqueos en K’ara K’ara

Los “autoconvocados” vistieron con polleras a dos dirigentes el lunes; agredieron a funcionarios de la empresa y un dirigente, amenazó con echar agua caliente a brigadistas que hacen el rastrillaje de casos de COVID-19.

/ 30 de junio de 2020 / 21:22

La Empresa Municipal de Servicios de Aseo (EMSA) suspendió el recojo de basura en Cochabamba este martes, luego que un grupo de vecinos cerró las vías de ingreso al relleno sanitario de K’ara K’ara. Los manifestantes denominados “autoconvocados” exigen la liberación de tres dirigentes acusados de terrorismo y rechazan la cuarentena rígida.

“Es imposible continuar con el recojo de basura, porque hemos sufrido el bloqueo del relleno sanitario y de las rutas alternativas que se usaban para ingresar, por lo tanto, suspendimos el servicio hoy”, informó el gerente de la firma Cristhian Cuellar.

Desde el 23 de junio, un grupo de vecinos instaló bloqueos en la avenida Petrolera, a la altura del kilómetro 5, exigiendo la liberación de Osvaldo G.A., Remy C.F. y Lucy E.V., aprehendidos, trasladados a la ciudad de La Paz y sometidos a audiencia cautelar. Los varones fueron imputados por atentado a la salud pública por los bloqueos de mayo pasado y la mujer por terrorismo.

Hasta esta hora, los denominados “auto convocados” cerraron el paso de la vía antigua, que conecta a Cochabamba con Santa Cruz y Sucre.

El lunes 29 de junio, ante la falta de atención a sus demandas, obligaron a dos dirigentes del sector a vestirse con polleras porque no apoyaron la medida ni convocaron a masificarla.

Durante estos siete días, los funcionarios de EMSA lograron llegar al relleno sanitario por vías alternas, pero el sábado, un conductor y un camión portacontenedor fueron retenidos.

El lunes, “nos lanzaron piedras cuando ingresábamos con un camión compactador y una volqueta. Ahora están aguardando el ingreso para retener a los camiones”, denunció Cuellar.

La suspensión del servicio deja en viviendas y vías al menos 550 toneladas de basura que genera este municipio a diario.

Ante la emergencia, Edgar Gainza, presidente del Concejo Municipal de Cochabamba, pidió al Ejecutivo edil instaurar procesos contra los bloqueadores por el delito de “atentado a la salud pública”.

“Este es un tema reiterativo. Más allá de las connotaciones de un pedido, que puede ser legitimo o no, se está haciendo daño a la población con el cierre del ingreso a K’ara K’ara y es momento de ponerle un alto a esta situación”, argumentó.

Los bloqueadores, además de la liberación de sus dirigentes, rechazan a la cuarentena rígida que entró en vigor el lunes para evitar la expansión del COVID-19.

Este martes, advirtieron con no dejar ingresar más carros de EMSA al vertedero.

“Tenemos comisiones en distintos lados para no dejarles entrar y además, rechazamos a las brigadas de salud que harán rastrillajes, que vengan a tocar nuestras puertas y les vamos a echar con agua caliente”, declaró uno de los representantes, quien no se identificó para evitar que le sigan acciones penales.

Aseguró que prefieren “morir en las calle, con coronavirus”. “No estaremos encerrados en nuestras casas, queremos trabajar y vamos a seguir aquí, día y noche, aguantando, bloqueando”, recalcó.

(30/06/2020)

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Delegación defensorial condena agresión a policías y ediles en Punata

La agresión surgió ante el descontento de comerciantes por la cuarentena rígida que se implementó esta jornada.

/ 30 de junio de 2020 / 20:35

La Delegación de la Defensoría del Pueblo en Cochabamba condenó este martes la agresión de comerciantes contra de policías y guardias municipales que realizaban controles en Punata, municipio que retornó a la cuarentena rígida debido al incremento de casos de COVID-19.

Según un boletín de prensa institucional, el delegado defensorial Nelson Cox, instó a toda la dirigencia de mercados, centros de abastecimiento y asociaciones de comerciantes a que sus reclamos o peticiones sean respetuosos de los derechos, de la institucionalidad de los gobiernos municipales y, principalmente, del manejo regulatorio de la cuarentena rígida en los municipios a raíz de la pandemia.

“El manejo de la cuarentena rígida en muchos municipios de Bolivia reviste riesgos cuando no se difunden adecuadamente los criterios técnicos analizados, esto ocasiona que la población desconozca los alcances de estas regulaciones municipales para afrontar la pandemia”, matizó sin embargo, el representante.

La mañana de este martes, al menos 400 comerciantes atacaron a guardias municipales y policías que controlaban el cumplimiento de la cuarentena rígida, implementada esta jornada. El Concejo dio luz verde a la medida el sábado y la norma fue promulgada al final de la tarde del lunes, por lo que no alcanzó a ser socializada.

Lo ocurrido en Punata. Video: RRSS

Los feriantes apedrearon y golpearon a los funcionarios públicos, dejando como saldo tres policías heridos y daños en vehículos y propiedad municipal.

Cox informó que ya coordinó con la alcaldesa de Punata, Clary Mabel Montaño, las acciones destinadas a precautelar el edificio edil con el refuerzo de un contingente policial en la zona, a fin de lograr la pacificación.

Del mismo modo, le pidió generar mejores canales de comunicación con la dirigencia gremial, respecto a la norma habría originado el conflicto.

(30/06/2020)

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Comerciantes rompen la cuarentena y apedrean a policías y municipales en Punata

Tres policías heridos y dos vehículos patrulleros sufrieron la rotura de sus vidrios. La Intendencia fue asaltada por un grupo de manifestantes. Alcaldesa admite que no se socializó la ordenanza que dispone la cuarentena rígida a partir de este 30 de junio.

/ 30 de junio de 2020 / 18:48

Al menos 400 comerciantes que participan de la feria de Punata, en Cochabamba, arremetieron contra policías y funcionarios ediles que controlaban el cumplimiento de la cuarentena rígida, declarada en la región ante el incremento de casos de COVID-19.

“Unas 400 personas se reunieron en desacato a esa ordenanza municipal y comenzaron a lanzar piedras y objetos contundentes contra el personal policial. Hubo tres heridos y rompieron vidrios de dos vehículos”, informó el coronel Franz Sellis, comandante Departamental de la Policía.

El incidente comenzó cerca de las 07.00 de este martes, cuando la fuerza pública y los guardias ediles trataban de impedir que los vendedores de asienten en vías públicas de la zona norte, donde se instala todos los martes la feria, que congrega a productores del valle alto.

Los vendedores se organizaron para evitar que los funcionarios ediles y policías decomisen sus productos.
Un grupo se instaló en la plaza principal de Punata y lanzó contra el edificio edil piedras, verduras y otros objetos; tras el asedio lograron ingresar y ocasionar destrozos en instalaciones de la Intendencia y el Salón Rojo de la Alcaldía.

La protesta en Punata. Video: RRSS

Otro despejó las vías de ingreso a Punata, que fueron cerradas con promontorios de tierra, y, finalmente, un tercer grupo instaló los puestos en la zona ferial en medio de gritos y alejando a los contingentes ediles y policiales a punta de pedradas.

Según los manifestantes, nadie les informó que no podían comercializar sus productos debido a la cuarentena rígida que entró en vigor este martes 30 de junio.

La ordenanza fue aprobada el sábado por el Concejo Municipal de Punata y fue promulgada al final de la tarde del lunes, “porque tardaron en remitirla al Ejecutivo”, explicó la alcaldesa Clary Mabel Montaño.
No hubo tiempo de socializar las restricciones, admitió. También dijo que convocará a reuniones para explicar las nuevas disposiciones a todos los sectores.

Tras la arremetida, los feriantes lograron instalar sus puestos y desarrollar sus actividades con normalidad.

(30/06/2020)

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