Adrián Wisper Céspedes nunca había visto un tifón, tampoco ninguno de los miembros de su equipo, Infamous Gaming. Así que decidieron darse un descanso y salieron a jugar bajo la lluvia. Por unos minutos, desapareció en los jóvenes —el mayor tiene 21 años— la presión, el cansancio y los nervios de estar a punto de participar en The International, el torneo de Dota 2 más importante del mundo.
Dota 2 es un juego de video en línea —denominado también como eSports— que se organiza como una arena de batalla para múltiples jugadores; mientras The International, que se realizó del 20 al 25 de agosto, es el evento que congrega a los mejores equipos de jugadores profesionales, que este año recibieron 33 millones de dólares en premios, 15 de ellos, para el ganador.
Wisper nació en Cochabamba y comenzó a practicar este juego cuando tenía 13 años junto con uno de sus primos. El café internet de su barrio estaba lleno de apasionados que le fueron enseñando trucos y estrategias. Con el tiempo uno de ellos, Ronald Meneses, lo animó a participar en sus primeros campeonatos nacionales. “En cada nuevo lugar al que me mudaba buscaba un internet y había gente jugando. Hacía amigos rápidamente y podíamos compartir lo que conocíamos de Dota 2. Gracias a ellos fui mejorando”.
Con el tiempo y la práctica comenzó a estar entre los mejores jugadores inscritos en el ranking individual de Estados Unidos. Cuando estuvo entre los seis primeros lugares, llamó la atención de diferentes equipos de Perú.
“Me ayudó mucho la edad, tenía 16 años y a las instituciones de eSports les interesa apoyar a jugadores jóvenes”, comenta, ahora que cumplió 17.
El entrar en los circuitos peruanos de Dota 2 hizo que su carrera diera un salto enorme. Comenzó ganando torneos nacionales y pronto se vio participando en diferentes competiciones internacionales en Europa, en países como Ucrania, Croacia y Suecia.
“Dedicarle tanto tiempo a los videojuegos está mal visto en Bolivia, se ve como una adicción. Mis padres al principio también estaban preocupados por la cantidad de tiempo que le dedicaba. Pero cuando aparecieron los torneos internacionales, entendieron que era una gran oportunidad”.
Entre la gloria y el abismo, perder la batalla que los habilitaba para competir contra los tres mejores equipos de The International dejó una impresión muy grande en el equipo Infamous Gaming, que estaba compuesto por K1 Héctor Antonio Rodríguez, Chris Luck Jean Pierre González, Scofield Elvis de la Cruz Peña y Stinger Steven Vargas, además de Wisper. “Fue como si un apagón lo cubriera todo, como si de golpe la luz que venía guiándonos desapareciera”.
Sin embargo, con el paso de los días, Wisper vio en las redes sociales — que trató de dejar de lado durante el torneo para no distraerse— todo el apoyo y el orgullo de miles de fanáticos que siguieron su participación. “Demostramos que en Latinoamérica hay jugadores talentosos. Nos falta experiencia, pero ya hemos abierto el camino”.
Además de la dicha de conocer a personas que admira, de poder enfrentarse a ellos, aprender —y de ganar una suma considerable de dinero, con la que planea darle mayor comodidad a su familia— llegar hasta el campeonato en China significó consolidar su carrera como jugador profesional. Ahora, además de participar como invitado en eventos como la final de la Liga Viva eSports, que se realizó el domingo 15 de septiembre, debe terminar el colegio. Luego seguirá entrenando, para que su héroe virtual pueda inspirar a todos aquellos que esperan crearse un lugar en el mundo virtual de Dota 2.