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Deleite a la hora del té

Ya sea con cuñapé y huminta, con marraqueta y palta o yerba mate, pan y queso, la hora del té es una tradición en Bolivia que se impone en todas las regiones. Para momentos especiales, donde amerita darle un toque de esplendor a esta costumbre cotidiana,  Mezzo Bistró —restaurante del Hotel Casa Grande Suites (Av. Ballivián 1000, Esq. 17 de Calacoto)— creó su tarde de Té Buffet.  

Risas, conversaciones y las conocidas estrofas de Feliz cumpleaños —cantadas por un grupo de alegres mujeres, en una de las mesas— reciben a los comensales que llegan al hotel todos los jueves en busca de lo prometido: postres, masitas y sandwiches con los que deleitarse. Muchos de los clientes son tan asiduos que sus nombres son conocidos entre los meseros y meseras, que se esfuerzan en hacerlos sentir cómodos y bienvenidos. Si bien la mayoría son mujeres —que celebran reuniones de amigas, cumpleaños, pasanakus o baby showers— también hay varones que eligen este espacio para encontrarse entre amigos y tomar un té de lujo.

De 16.00 a 19.00 la mesa del buffet no deja de llenarse con comida que parece ordenada desde la más suave, a la más contundente. Primero están los postres: “los hacemos pequeños, como si fueran un aperitivo, para que las personas no se llenen y sigan disfrutando de lo que creamos para ellos”, comenta Fabiola Mourraille, jefa de alimentos y bebidas del hotel.

En esta ocasión, son crème brûlée y mousse de chocolate. Luego están las masas dulces, que van desde buñuelos, merengues, cheesecakes, waffles y galletas.

Estas dan lugar, luego, a masas saladas como pizzas, cuñapés y sándwiches: “Cuando llegan nuestros comensales asiduos van directo a la mesa y buscan aquello que más les gusta y cuando no lo ven, nos los piden. Por eso tenemos productos que no pueden faltar, como los nacionales, los dulces con masa de hoja y los galletones. Éstos se acompañan con té, café y diferentes jugos hervidos y de fruta natural”.

El costo del buffet es de Bs 68 y se debe hacer reserva un día antes. “Nuestro equipo trabaja buscando ser detallista, porque los clientes lo notan. Por eso también damos mucha importancia a la decoración y a la temática, marcada por las fechas importantes”, detalla la encargada.

Si bien la versión de julio— que conmemoraba la efeméride paceña y estuvo llena de mini sándwiches de chola y otros platillos tradicionales— fue una versión memorable, la favorita de Mourraille es, sin dudarlo, el buffet que prepararon para el Día del Niño. Ahora se preparan para Halloween y Navidad. “La época de fin de año es maravillosa y con nuestro trabajo aportamos a que haya aún más magia”.