Tarántulas bolivianas a la venta en internet
Se sabe que hay 30 especies de estos arácnidos en Bolivia y nueve endémicas. Son víctimas de los traficantes y es necesario un estudio para protegerlas
Ninguna se salva. Dos portales web con asiento en Estados Unidos ofrecen a la venta de manera ilegal cuatro tipos de tarántulas bolivianas, dos de ellas son endémicas. Bajo el rótulo: “¡Posea la mascota más genial del mundo!”, el mercado internacional trafica con estos animales.
En Bolivia solo existe un relevamiento preliminar que indica que hay 30 especies de tarántulas, de las cuales nueve son endémicas. Se trabaja en un proyecto de gestión y protección de estos invertebrados, mientras que en la Dirección General de Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente se pide más coordinación con Pofoma para combatir el tráfico ilegal.
Las páginas www.mymonsters.co.za y www.fearnottarantulas.co.za son los espacios donde se ofertan las arañas bolivianas. “Como ha ocurrido con las mariposas y los escarabajos, estos dos sitios trafican con las tarántulas. Ellas son hermosas y si bien algunas tienen veneno, generalmente son muy dóciles y por eso las capturan fácilmente para venderlas”, denuncia el entomólogo Fernando Guerra, autor de ese relevamiento preliminar.
El reconocido científico, que además es uno de los pocos biólogos que conoce sobre las tarántulas en Bolivia, tiene una teoría sobre cómo los traficantes llegan al país y luego se dedican a la recolección de estos octópodos. “Algunos turistas que arriban a Rurrenabaque (Beni), que en realidad se camuflan como tales, llegan específicamente para recolectarlas o comprarlas de algunos comunarios”.
En www.fearnottarantulas.com se oferta a la Habiotremus albipes, endémica de Bolivia en $us 210; a la Cyriocosmus perezmilesi, que también es endémica y se vende en $us 75 y a algunas de menor tamaño a $us 45. Además aparecen la Acanthoscurria chacoana y la Pamphobeteus antinous, que si bien también hay en países vecinos, fueron colectadas en Bolivia.
Si eso sucede con la primera página, en www.mymonsters.co.za se lee en inglés sobre las ofertas: This product is currently out of stock and unavailable, es decir, “los productos están agotados”.
Desde la DGB, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, Luigi Guisada, de la unidad de monitoreo, admite tras estas pistas que estamos ante un caso de tráfico internacional. “Si las páginas están en inglés estamos hablando de un mercado internacional, que puede ser una red mucho más compleja”, admite el experto.
Al escribir “tráfico de tarántulas” en Google, se puede encontrar una docena de links relacionados con los siguientes títulos: “Encuentran un criadero con más de 400 tarántulas venenosas en España”, “Incautan en Colombia 23 tarántulas que iban al comercio ilegal”, “La nueva tarántula azul que puede haber destapado el tráfico de arácnidos” y “Tarántulas, monos y cangrejos: ninguno se salva del tráfico de animales”, entre otros.
El biólogo Guerra expone que la belleza de estos arácnidos, su docilidad, su capacidad de vivir desde 10 hasta 20 años y su exoticidad son las características por las que los traficantes las escogen para comercializarlas en el mundo.
A través de estas páginas, los traficantes promocionan las tarántulas bolivianas. “Habiotremus albipes (tarántula de pierna blanca de Bolivia) una hermosa especie de gran altitud de las montañas de los Andes en Bolivia. ¡Primera vez disponible!”, reseña el portal www.mymonsters.co.za. El animal mide 15 centímetros.
El mismo sitio vende la tarántula boliviana Cyriocosmus perezmilesi: “Tarántula enana de belleza boliviana. El paquete completo incluye todo: hábitat con sustrato y follaje, garantía de 30 días y un suministro de dos semanas de comederos”. Este invertebrado es oriundo de Beni y puede medir más de 15 centímetros. La tercera especie, Acanthoscurria chacoana, que puede medir hasta 18 centímetros, es rápida, dócil, audaz y puede vivir hasta 20 años. “Terrario de cuatro veces el tamaño de la araña, sustrato con un refugio y un plato de agua”. La especie no es endémica y se la puede encontrar en Argentina y Paraguay.
La cuarta tarántula en oferta es la Pamphobeteus antinous, puede medir de 18 a 22 centímetros. “Excavador terrestre/ oportunista del nuevo mundo, crecimiento rápido. Es tranquilo, pero asustadizo”.
La Antinous es víctima de los delincuentes por su belleza. En la página www.fearnottarantulas.co.za se la conoce como la tarántula “pierna azul boliviana”.
“La Antinous es muy linda y por eso la cazan, porque algunos machos tienen patas azules”, ratifica el biólogo Guerra. La especie puede ser hallada en La Paz, Beni y Santa Cruz, pero también habita en los bosques de Brasil y Perú.
Ante la evidencia de que existe un mercado internacional de tarántulas bolivianas traficadas, Guisada, de la DGB, apunta a la falta de coordinación con la Policía Forestal de Medio Ambiente (Pofoma).
“Lamentablemente no hay comunicación entre Pofoma La Paz y las autoridades. No ha existido comunicación, no hemos recibido reportes de recepción de estos animales o de otros operativos de decomiso. No es frecuente que Pofoma nos informe de las acciones que toma ni de los casos que tienen en decomiso”.
El coronel Javier Olaguibel, director departamental de Pofoma, indica que “es mentira que no se coordine las acciones con las autoridades”. Al respecto, el investigador policial revela que el año pasado recibieron una tarántula que después fue enviada al refugio Senda Verde en Coroico. Según la autoridad, “el arácnido fue entregado voluntariamente” por un ciudadano que la tenía en su poder.
“Nosotros siempre estamos revisando redes sociales y varios portales, pero no tenemos nada sobre ese tráfico que usted indica”, sostuvo el coronel Olaguibel a La Razón, que desconoce estas dos páginas que trafican con las arañas bolivianas.
La fauna y la flora están protegidas por la Constitución Política del Estado, pero además por la Ley 1333 de Medio Ambiente. La primera norma en su artículo 381 declara que son “patrimonio natural las especies nativas de origen animal y vegetal. El Estado establecerá las medidas necesarias para su conservación, aprovechamiento y desarrollo”.
Añade que para su protección, el Estado “establecerá un sistema de registro que salvaguarde su existencia, así como la propiedad intelectual en favor del Estado o de los sujetos sociales locales que la reclamen. Para todos aquellos recursos no registrados, el Estado establecerá los procedimientos para su protección mediante la ley”. Es justamente lo que falta en el caso de las tarántulas en Bolivia.
En tanto, la Ley 1333 en su artículo 106 indica que los delitos ambientales serán sancionados por el Código Penal, que en su artículo 223 puntualiza: “El que destruyere, deteriorare, substrajere o exportare un bien perteneciente al dominio público, una fuente de riqueza, monumentos u objetos del patrimonio arqueológico, histórico o artístico nacional, incurrirá en privación de libertad de uno a seis años”.
Pese a ello, el tráfico ilegal internacional de tarántulas, mariposas y escarabajos florece. “Bolivia, por ser el corazón de Sudamérica y por tener todos los pisos ecológicos, tiene al menos unas 30 especies de tarántulas, de las que unas nueve son endémicas. Debemos tener un documento para su protección, por eso es importante saber con precisión cuántas son y cómo están”, recomienda Guerra.