A inicios del siglo XX llegó el arquitecto español Miguel Tapias Pont a La Paz. Contratado por el gobierno de aquel entonces, el catalán se ocupó de remodelar el Palacio de Gobierno. Unos años más tarde se instaló en Cochabamba para colaborar con la construcción del Banco Mercantil, de Villa Albina y del Palacio Portales del Simón I. Patiño. Sumó a su tarea la primera intervención a la casona que hoy se ubica en la calle Huallparrimachi, a media cuadra de la plazuela de Cala Cala.

A más de un siglo de su construcción, la ex Casona Bickenbach, ahora Campus y Centro Cultural Cala Cala, reabrió sus puertas al público cochabambino y visitantes del país con la última restauración del lugar y una nueva exposición de decoración, diseño de interior y arquitectura.

En 1924 el arquitecto español concluyó el trabajo de estilo Mozárabe —arte desarrollado por los cristianos hispánicos que vivieron en territorio musulmán—, y el cuidado a los rasgos coloniales. En esos años

Ernesto Bickenbach, junto a su esposa Beatriz de Argandoña, sobrina de los Príncipes de Argandoña, eran dueños de la Casona. La pareja fue también propietaria del Palacio de la Glorieta en Sucre. Ambos patrimonios históricos fueron influenciados por corrientes arábicas. 

Nuevos cambios se hicieron entre 1930 y 1936 en la Quinta. “Se realizaron bordillos de cemento con armadura de fierro liso en el terreno circundante, se plantaron árboles frutales, se hicieron maceteros de ladrillo gambote y pisos de cemento”, cuenta el arquitecto cochabambino Leonardo Terán, encargado del proyecto.

En la década de los 60, Noebia Velazco fue la propietaria de la casa. La mujer “creó varias habitaciones principales con pisos de parquet, cambió los pisos de mosaico por cemento prensado, revocó con cemento los muros, balaustres y barandas. Vendió los muebles de decoración interior”, añade el arquitecto.

El espacio se volvió una casa de inquilinos. “Se alquilaba a varias familias. El lugar se convirtió en un conventillo. Para tener mayor comodidad, los arrendatarios realizaron muchas modificaciones en los espacios: añadieron muros, baños, cocinas y otras instalaciones según sus necesidades”, describe Terán. Cuando la propietaria de aquel entonces falleció, la casona quedó abandonada y el deterioro empezó a notarse. Años después, el detrimento era evidente.

Recuperación de la Casona

La Quinta fue declarada Patrimonio Cultural Edificado en 2011 por el Gobierno Municipal de Cochabamba. En 2018 el equipo de arquitectos y diseñadores inició la labor de restauración. Divididos en dos etapas, se intervinieron distintos espacios. Por un lado, se trabajó sobre “la cubierta, las galerías y el patio, la reja de la entrada principal más las bases, los pasillos de ingreso y aquellos que bordean el inmueble. Se trató la torrecilla, la entrada posterior, las gradas, los pisos, y las puertas”, señala Terán.

En un afán por rescatar el estilo de antaño y devolverle la esencia a la Casona, el equipo, durante la segunda etapa, indica el arquitecto, “retiró el parquet hasta llegar al ladrillo pastelero que se encontraba picado. Se dejaron algunas ventanas como vestigios para poder apreciar el sistema constructivo original”.

Finalizado el trabajo, cuenta el ingeniero Pablo Soto, dueño del inmueble, se decidió convertir la casona en el Campus Cala Cala, “un centro de administración cultural dedicado al apoyo artístico y a la educación universitaria”. En 2019 fue declarado Patrimonio Histórico, Cultural y Arquitectónico del Estado.

Para inaugurar la refacción al Campus, en marzo debía lanzarse la exposición Estilo & Espacios, una combinación de diseño interior, arquitectura, arte contemporáneo y decoración. Sin embargo, y a causa de la situación sanitaria provocada por el nuevo coronavirus, la propuesta tuvo que postergar su realización.

El 22 de octubre el Centro Cultural Cala Cala, losresponsables de este espacio en sus diferentes competencias —Pablo Soto, Leonardo Terán, Biserka Vranicic y Cecilia Bayá— reabrieron las puertas del lugar. La exhibición, que estará disponible hasta el 22 de diciembre, es “la mayor muestra de fusión arquitectural patrimonial, arte contemporáneo, alto diseño y decoración de los últimos tiempos”, explica Vranicic, productora de Estilo & Espacios.

Las visitas, que se hacen de 15.00 a 19.00 con previa reservación para poder seguir las normas de bioseguridad, tienen a su disposición una muestra de arte contemporáneo preparada por la curadora Cecilia Bayá. Obras de artistas de todo el país como Gastón Ugalde, Juan Bustillos, Ramiro Cucaracha (Ramiro de la Vega), Beatriz Fernández, Ángeles Fabbri, Erika Ewel, Ruperto Salvatierra, Israel Beltrán, Orlando Alandia y Marcela Mérida, entre otros, son parte de la exhibición.

Exponentes del diseño interior se ocuparon de decorar las salas de la Casona. Expositores como Baby Pareja, Lucía Decker, Marcelo Antezana, Alejandro Fuentes y Denisse Rocabado, entre otros, lucen sus creaciones.

Estilo & Espacios configura un ambiente moderno que contrasta con la arquitectura del lugar, fusionando así historias de antaño que las paredes guardan con las nuevas propuestas que la ex Casona Bickenbach se dispone a  recibir.