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Zongo atesora cuatro especies que se creían extintas

Zongo guardó por décadas un secreto y es que alberga en sus bosques nubosos especies que se creían extintas, como la rana Ojos de Diablo, que era conocida por el avistamiento de un único individuo hace más de 20 años. La mariposa Satírida Euptychoides Fida es otra y fue redescubierta en Bolivia después de 98 años y se sabe que vive solo en Zongo. La Stromanthe Angustifolia, una planta del sotobosque, de la familia de las marantaceas o plantas de la oración, no se encuentra en ningún otro lugar del planeta y fue redescubierta después de 125 años.  La Alzatea verticillataes un pequeño árbol florido del cual se conoce un único registro en Bolivia y fue redescubierto después de 127 años. Estas especies redescubiertas se suman a 20 nuevas halladas durante una expedición científica.

La expedición fue codirigida por Trond Larsen, director del Programa de Evaluación Rápida (RAP) de Conservación Internacional y por Claudia Cortez, responsable de Conservación y Manejo de la Fauna Silvestre del Bioparque Municipal Vesty Pakos del Gobierno Municipal de La Paz. El RAP de Zongo desplegó un equipo de científicos nacionales e internacionales expertos en diferentes disciplinas. Además participó la comunidad de Huaylipaya, localidad Chawi Grande.

“Este descubrimiento tiene un valor grande. El trabajo se hizo con la comunidad porque muchas veces la gente está susceptible, piensa que se va a restringir su trabajo en la tierra. Se han reencontrado especies que pensábamos que eran extintas porque partes de sus entornos, donde se las conocieron, fueron alterados”, explicó el biólogo Steffen Reichle, quien participó de este trabajo en 2017 y halló a la rana llamada Ojos de Diablo. “No está extinta, tiene una forma de vida más subterránea en las raíces del bambú y tiene un canto muy suave. La hemos encontrado y sabemos que aún existe. Además es muy linda, una rana negra con ojos rojos”, detalla el biólogo.

Reichle aclara que “de nada nos sirve describir nuevas especies al ritmo que estamos perdiendo bosques y hábitat, porque perdemos tanto las nuevas como viejas especies. Nuestro deber es asegurar la sobrevivencia de estas especies, más aún cuando se trata de especies que se pueden encontrar solo en nuestro país”.

Especies resurgen en Zongo 

Una mantis camuflada. Fotos: T. Larsen, S. Reichle y F. Guerra

Una nueva especie de mariposa (Pseudeuptychia). Fotos: T. Larsen, S. Reichle y F. Guerra

Reptiles. Fotos: T. Larsen, S. Reichle y F. Guerra

Reptiles. Fotos: T. Larsen, S. Reichle y F. Guerra

Una oruga. Fotos: T. Larsen, S. Reichle y F. Guerra

Un escarabajo de Zongo. Fotos: T. Larsen, S. Reichle y F. Guerra

Los descubrimientos son el resultado de 14 días de trabajo de campo que se realizaron por el terreno accidentado, los bosques nubosos y las cascadas de Zongo, un macrodistrito rural de La Paz.

“El notable redescubrimiento de especies que alguna vez se consideraron extintas, especialmente tan cerca de la ciudad de La Paz, nos muestra cómo el desarrollo sostenible que abarca la conservación de la naturaleza puede asegurar la protección a largo plazo de la biodiversidad, como también de los beneficios que los ecosistemas proporcionan a la gente. Esta zona se ha convertido en un refugio seguro para anfibios, reptiles, mariposas y plantas que no hallaron ningún otro lugar de la tierra”, señaló Larsen.

Zongo tiene un amplio gradiente altitudinal, que va desde los 600 a 5.200 msnm, cubriendo una gran variedad de pisos de altura y formaciones vegetales de montaña, principalmente bosques de neblina. Aunque es conocido por la oferta de importantes servicios ecosistémicos para la producción de energía hidroeléctrica y por contribuir con las cuencas de recolección de agua para las ciudades de La Paz y El Alto, muy poco se ha conocido acerca de su biodiversidad y casi ninguna exploración científica se ha llevado a cabo en la región, por el acceso y pendientes.

“Cuando se altera el equilibrio de un sistema no solo afecta a los animales, sino también al ser humano. Los remanentes naturales y bosque hay que mantenerlos de la mejor forma posible para tener agua. Por ejemplo, la piel de una rana contiene tóxicos para defenderse contra bacterias y hongos. Muchos de esos tóxicos son usados en medicinas tanto naturales como más elaboradas. Hay que buscar el equilibrio del medio ambiente”, dijo Reichle.

Aunque hay algunas amenazas que causaron cambios evidentes en alrededor del 10 % de los bosques de Zongo, éstos se encuentran en buenas condiciones y ofrecen varios servicios ecosistémicos como: almacenamiento de carbono, regulación del ciclo hidrológico, provisión de hábitat para la biodiversidad, protección de la erosión de los suelos y brindan varios recursos a la población humana. También son importantes por su papel en la precipitación orográfica y la interceptación de niebla que agrega cientos de milímetros de agua al año al ecosistema y a su cuenca.

“Muchos municipios tienen problemas de agua y hemos visto sequías tremendas. Mucha gente lo entiende solo cuando se llega a la escasez y el problema es irreversible. Si talamos bosques de montaña, que son importantes para el sistema hídrico, vamos a tener un impacto fuerte”.

Estos hallazgos apoyarán con información científica la planificación de un desarrollo sostenible para el área rural del municipio de La Paz, donde Zongo ocupa un 78%.

El gobierno municipal utilizará esta información para asegurar la conservación de los ecosistemas naturales, a la vez que se continuará aprovechando responsablemente los recursos hídricos de los que dependen los habitantes de La Paz y El Alto para su provisión de agua para energía eléctrica.