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Carla Ortiz: RENACER en Bolivia

Una llamada repentina transportó a la actriz y productora Carla Ortiz a una sesión de fotos con un vestido negro con dorado. Estaba en el país por el lanzamiento de Billboard en Bolivia y no daba más del agotamiento. Igual se probó tres vestidos antes de dejarse maquillar y por 45 minutos la cámara disparó y disparó. El resultado son estas fotos donde la artista se ve esplendorosa.

“¿Por qué? Pues cuando uno está feliz, en la foto también sale la felicidad”, explica Ortiz a ESCAPE, inventándose un respiro en su apretada agenda.

La artista cochabambina de 41 años está en un momento muy especial. Además de organizar eventos con Billboard en Bolivia, también está participando del piloto de un show “por ahora secreto” en Los Ángeles y prepara el estreno de su documental La voz de Siria, que marcará su debut como directora de cine.

“Es una historia muy personal porque después de haber estado en la guerra entiendes la vida de forma muy diferente”, adelanta Ortiz sobre este trabajo.

“Creo que estoy en una etapa de renacimiento. Además, creo que tengo una capacidad increíble para reinventarme. Lo he hecho muchas veces en mi vida y poder renacer a una nueva versión de Carla después de Siria fue algo muy duro para mí. Entender lo que es la muerte, lo que es la vida, poder darte cuenta de que respirar realmente es una bendición y no lo digo poéticamente. Se nos olvida la bendición que es poder respirar”, agrega.

Era 2016 cuando la actriz y productora de Olvidadosdecidió ir por seis meses a la conflictuada zona de Siria para filmar su documental. Entre viajes como embajadora humanitaria en ese país y sus distintas ocupaciones artísticas, terminó quedándose cuatro años en las diferentes zonas de guerra de Siria.

“El cine puede convertirse en un instrumento para dar a conocer las verdades y mentiras en una guerra. Por eso el formato documental”, acota.

Para 2019 llegó a Bolivia directo a los conflictos políticos de noviembre y la eventual cuarentena rígida, la cual pasó en el país. Era su primer respiro en años y lo aprovechó para volver a conocer su patria y ayudarla en el proceso. “Me ha tocado enamorarme de vuelta de Bolivia. Me ha tocado ver la cara más bonita de mi país, y también la cara más necesitada de mi país”, afirma la cineasta.

Todavía resolviendo en su fuero interno todo lo vivido en Siria, Ortiz decidió que no podía quedarse quieta y junto a la Fundación Carla Ortiz creó el movimiento La solución eres tú. Así recaudó $us 1 millón para comprar canastas familiares y, junto a tres mil voluntarios, recorrió el territorio nacional repartiéndolas en los pueblos y provincias que los requerían.

“Bolivia me toca en el momento en que tenía las vibras de mi ser más sensibles y vulnerables y por eso tal vez la gente que me sigue en redes sociales sabe que trabajo sin descanso”, expone la actriz.

“Me toca usar la fama de mi carrera y ponerla al servicio de mi país. Entonces, estoy viviendo una etapa de las más lindas de mi vida, donde siento que Carla Ortiz puede trabajar para ella pero en función del mundo y su país”.

Foto: Miguel Ángel Quisbert

¿Qué hacer tras una reinvención?

“Cuando llegan estos momentos, una no puede atreverse a descansar, hay que seguir empujando”, recalca Ortiz. Su futuro está tan lleno de planes como su presente. Por un lado, desea seguir contribuyendo a la reactivación del sector artístico con su centro cultural, comercial y empresarial. Paseo Aranjuez, que seguirá albergando obras en sus galerías, artistas urbanos en sus pasarelas y visitantes en su terraza de restaurantes, allí en la avenida América, esquina calle Pantaleón Dalence, de su ciudad natal, Cochabamba.

Por el otro, Ortiz también está retomando un proyecto muy especial para ella: una producción sobre la revolucionaria Juana Azurduy que dejó hace cinco años para dedicarse al tema de Siria.

“Me fui cuatro años de la vida, pero estoy emocionada porque es uno de mis proyectos de vida más importantes. Será una producción épica e histórica, pero sobre todo épica, entonces estamos aún definiendo si será película o serie”, declara con la esperanza de empezar  pronto. Y, en el ínterin, estrenará un documetal sobre Corea del Norte en 2017.

“El tema de lanzarme como directora en áreas de conflicto nace de este ímpetu urgente por mi afán de poder construir puentes de comunicación entre esos mundos que no conocemos y creemos que conocemos por las noticias”, afirma. Todo esto mientras continúa con el trabajo filantrópico que le ha cambiado la perspectiva de las cosas y la ha ayudado a renacer en esta etapa de su vida.

“Va a llegar el momento de descansar”, se dice Ortiz, pero sabe que no será ahora. “En este tiempo distanciados podemos darnos cuenta de que todos queremos lo mismo: una Bolivia próspera donde nos sintamos todos hermanos y trabajemos juntos para levantarla”.