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La Grosería: la celebración es todos los días

Abrazados por una música apacible, Laura se acerca a la mesa con una bandeja. En ella hay dos freak shakes, cada uno con malteada, torta, crema de leche, chocolate derretido y dulces como decoración. Da miedo.

¿Es posible terminar este postre sin morir en el intento? ¿Esta crónica puede comenzar con una historia triste? A pesar de llevar el barbijo de bioseguridad, Laura Mita (35 años) refleja alegría en su mirada. Después de dejar las supermalteadas, se sienta y empieza a contar que ella y su pareja y socio, Franklin de las Muñecas, son ingenieros medioambientalistas.

Todo iba bien en la carrera de ambos hasta que, en 2016, falleció Juan Carlos Mita, el padre de Laura. Para ella fue como si el mundo se terminara, pues compartían muchas actividades, en especial el cariño por los “fierros”, es decir los automóviles y las motocicletas.

Foto: Salvador Saavedra

A partir de ese momento se dio una pausa en el área medioambiental y entró en una etapa de depresión. “Necesito que vuelvas a ser la de antes. ¿Qué quieres hacer?”, preguntó un angustiado Franklin. Entonces resurgió la otra pasión de Laura: la repostería. El horno, la harina y los demás ingredientes la retrotraen a su infancia. “Mi mamá (Susana Alanoca) siempre ha cocinado para festejar algo. Entonces, para mí, la cocina es una celebración”, cuenta Laura.

Ante esa situación, Franklin le preguntó a Laura qué le volvería a animar, ella respondió: “Quiero abrir una pastelería”. Así nació La Grosería, a finales de 2017, en un pequeño espacio de la avenida Sánchez Lima, en Sopocachi.

Foto: Salvador Saavedra

Muy pronto consiguieron el éxito, gracias a los freak shakes, una mezcla de malteada con torta, sobrecargada con crema y golosinas, con un decorado que encandila y al mismo tiempo asusta al paladar. Con el enorme vaso en la mesa, cuesta decidirse por dónde empezar. Como indica el dicho, a nadie le amarga un dulce, más aún cuando se trata de una de las especialidades de Laura. Hay que empezar por sorber la malteada, una bebida dulce y fría a la vez, que refresca y genera una sonrisa de satisfacción.

Para los emprendedores, los tiempos de crisis se transforman en oportunidades. Eso pasó con La Grosería, porque, debido a la pandemia del nuevo coronavirus, tuvieron que cerrar el local de Sopocachi.

Foto: Salvador Saavedra

Al poco tiempo, a Laura y Franklin se les presentó una oportunidad inmejorable: ocupar una casa amplia en la calle Sagárnaga, dentro de la zona turística de la urbe paceña. De esa manera, La Grosería volvió con sus dulces tentaciones en abril de 2020.

Ya sea un gore shake (malteada con galleta, muffin, crema, una minirrosquilla y jarabe), un shake it up (malteada, dulces, cupcake, crema, minirrosquilla y crema) o un the lady in red, los fuertes sabores se apoderan del paladar y se convierten en una grosería.

¿Y Franklin? Por cariño a Laura, también eligió alejarse de su trabajo medioambiental para dedicar su tiempo a La Grosería. Ahora se encarga de la administración, pero también se especializó en cervezas artesanales.

ARTE. Divertidas pinturas murales y un ambiente acogedor acompañan los freak shakes y las cervezas en La Grosería, ubicada en la calle Sagárnaga. Foto: Salvador Saavedra

“Cuando empezamos pensé que había como 15 cervecerías. Al conocer cada vez más, me di cuenta de que en Bolivia hay más de 80 marcas”. Una de las paredes del lugar está adornada con cientos de bebidas hechas a base de cebada, lúpulo y agua.

No se trata de un sabor, sino de una variedad de sabores, colores y aromas, que van desde un stout —con una intensidad de café— hasta sabores frutales, como maracuyá. Como buen conocedor de esta bebida, Franklin está atento a guiar y ayudar a elegir la cerveza ideal para cada visitante.

“Estamos felices de contar siempre con el apoyo de nuestras familias, del apoyo incondicional de nuestros amigos y de la gente con la que trabajamos”, dice Laura, con una alegría que trasciende el barbijo.

No solo se vive de postres

La Grosería tiene un menú amplio de postres y cervezas artesanales, pero no solo se vive de postres, así es que hay otras opciones, como jugos, milanesa napolitana, costilla a la barbacoa, pizzas, hamburguesas, desayunos variados y otros manjares.

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El bar de malteadas abre de martes a domingo, entre las 10.00 y 21.00. Para hacer reservas o consultas, llamar a los teléfonos 67009254 y 67005864, en el muro La Grosería, en Facebook.

CUIDADO DE EDICIÓN: ESCRITECA