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TRECE COSAS que no sabías del club The Strongest (y nunca te habías atrevido a preguntar)

Uno: los dos primeros legionarios.Los dos primeros futbolistas en jugar en el extranjero fueron stronguistas. El primero fue Eduardo Chato Reyes Ortiz, que compitió en Chile e Inglaterra (en Tradesman F.C. y en Trinity Rangers F.C.). Don Eduardo tuvo el privilegio de ser el autor del primer gol anotado en el estadio Hernando Siles, en enero de 1930. El segundo “player” en demostrar su fútbol allende nuestras fronteras fue miembro del cuerpo diplomático boliviano. Su nombre, Humberto Montes; su destino, Bogotá; su equipo, el Gun Club/Sport Colombia. Montes jugaba de “centre forward” —delantero centro— y lo fue todo en The Strongest: hincha, goleador, presidente (en cinco ocasiones) y director técnico. Fue bajo la presidencia de don Humberto que el club —en mayo de 1922— pasó de llamarse The Strongest Football Club (F.C.) a simplemente The Strongest. El arquitecto Aguilar sostiene en su libro póstumo que esa medida fue antiestatutaria, pues la decisión se tomó en una reunión ordinaria y no en una asamblea general de socios. A esta condición de Tigre de exportación hay que sumar al tercer y cuarto boliviano que jugaron para clubes extranjeros: los también stronguistas Vicente Arraya (Atlanta de Buenos Aires) y Alberto Achá (club mexicano San Sebastián del Oro).

Dos: el primer grito de guerra en aymara fue en la Capital.El mítico “Huarikasaya, kalatakaya” fue idea de un periodista. Su nombre, Francisco Villarejos; su chapa, Pancho. Don Francisco era el presidente de la Asociación de Periodistas de La Paz y un insigne aymarista en una década, los años 30, donde el indigenismo hacía furor en las clases intelectuales del país con pintores como Cecilio Guzmán de Rojas y David Crespo Gastelú, entre otros. La primera ciudad que escuchó el grito no fue La Paz sino Sucre. Fue un 25 de mayo de 1931 con motivo de la visita stronguista a la Capital por sus fiestas, donde se disputó un cuadrangular para asentar la hermandad con el club gualdinegro sucrense, el mítico Junín. En esa década y la posterior, 30 y 40, los jugadores al mando de su capitán Gerardo El IndioPeláez —nacido en Chayapampa y “centre half” del equipo y la selección— acostumbraban a hablar en aymara en la cancha.

Tres: el arquero de la valla invicta era pianista. Don José Bascón ha pasado a la historia del fútbol boliviano por ser el primer/último “goalkeeper” en ganar un campeonato sin encajar un solo gol. Fue en 1930, un año inolvidable. Bascón acostumbraba a tocar el piano en el Hotel Torino junto a su orquesta. Lo hacía hasta que la hora —las dos de la tarde— indicaba la marcha hacia Miraflores. Con las manos delicadas de pianista, don José atajaba toda pelota que llegaba por sus alrededores.

Cuatro: la primera hinchada organizada de Bolivia.Su nombre, la Murga Stronguista. El motivo, alentar a los jugadores en los primeros clásicos contra el club Bolívar. Cuando se iba a jugar el “match” número 10 entre ambos rivales (marzo de 1931, el primero fue en 1927 y acabó cero a cero), los hinchas gualdinegros se agruparon para disfrazarse de oro y negro con una “S” gigante alrededor de una murga con instrumentos de verdad y otros de cartón. La Murga no solo animaba sino que arrancaba sonrisas y simpatías en su caminata por el centro de la ciudad hacia el Gran Stadium La Paz.

Cinco: el stadium gualdinegro de Tembladerani. En 1945 el gobierno donó dos extensos terrenos en Tembladerani para los dos clubes más importantes de la urbe. En Bolivia, por aquel entonces solo el decano, Oruro Royal, contaba con cancha propia. Uno de los barones del estaño, Víctor Manuel Aramayo, hincha stronguista y a la sazón presidente honorario del club, donó 100.000 bolivianos y el estadio gualdinegro en “territorio comanche” se hizo realidad. Tres años después, un turbión que bajó desde Pasankeri y El Alto borró del mapa el stadium atigrado de Tembladerani. La Alcaldía, a modo de compensación, ofreció al club otros terrenos en Alto Obrajes que al final fueron canjeados por otros en Achumani. El sueño de la cancha propia iba a hacerse realidad 40 años después, en 1986 en la zona Sur de la ciudad.

Seis: miles de cartas al Chaco. Durante la Guerra del Chaco, el Tigre organizó innumerab l e s actividades de apoyo a los soldados stronguistas de las cañadas y los fortines. Una de ellas fue la “Correspondencia del Soldado”. Bajo la dirección del dirigente Manuel Benito Sagárnaga —uno de los primeros directores del Conservatorio Nacional de Música—, el club mandó miles de misivas desde La Paz, no solo a las posiciones de combate sino a la propia capital paraguaya donde había prisioneros gualdinegros, como los capturados al inicio de la guerra en Fortín Boquerón. Todas las cartas llevaban el sello del club The Strongest. La “Correspondencia del Soldado” nació en febrero de 1933, cinco meses antes de la fundación de Radio Illimani, otro nexo de unión entre las ciudades/pueblos y el lejano campo de batalla. A los familiares que no contaban con papel, esquelas del club, certificados y solicitudes al Estado Mayor, el club se los proporcionaba de manera gratuita.

Siete: del Tonguito al Chupa. El club siempre ha contado con hinchas apasionados, desde sus inicios hasta la actualidad. Varios de ellos se destacaron como “hinchas número uno”. El primero fue Tonguito (década del 10 y del 20 del siglo pasado) seguido por José Negro Fernández (vestía en los años 40 chompa amarilla y negra a cuadros y alentaba con megáfono: falleció el 18 de mayo de 1970) y RocotoMárquez hasta llegar a Humberto ChinoRiveros y su sobrino, el inolvidable Raúl ChupaRiveros.

Ocho: las vicuñas del arriero David Guardia. Pasada la Guerra del Chaco, The Strongest arrancó con una tradición que iba a perdurar durante décadas: la entrada al “field” con una vicuña, considerada un símbolo de buen augurio. Durante más de 20 años, las vicuñas eran adornadas por la tienda “Bueno, bonito y barato” de don Gastón Velasco. Su más popular arriero fue don David Guardia, que tenía cuatro vicuñas siempre a disposición del gualdinegro.

Nueve: la chapa de Tigre fue inventada por un rival. ¿Por qué al club The Strongest le dicen Tigre? Por nuestros colores. Pero, ¿quién fue el primero en llamarlo así? Fue don Max de la Vega, el histórico fundador/presidente de la Asociación de Fútbol de La Paz, allá por 1914. De la Vega fue el máximo impulsor del primer clásico rival del gualdinegro: Nimbles Sport Association. Con motivo del aniversario XXXIII en 1941, don Max tomó la palabra en los festejos del 8 de abril de aquel año y dijo: “¡Yo les llamo Tigres! porque lleváis en la piel los colores máximos del club, que en las sombras densas han recibido el beso del sol para que con sus rayos luminosos puedan hacer de la penumbra el emblema gualdinegro. ¡Yo les llamo Tigres! porque en los campos de la lid, vuestra garra y tesón me recuerdan al tigre feroz. ¡Yo les llamo Tigres! porque cuando el score os es adverso, lucháis, cual tigre herido, para reconquistar el laurel”. Cuando Nimbles desapareció, don Max pasó a ser hincha y formar parte de la dirigencia stronguista. Murió en Cochabamba el 21 de julio de 1967.

Diez: el otro accidente. Viloco está en el corazón de todos los stronguistas pero en la década anterior a aquel accidente aéreo fatal, los años 50, el club también perdió a jugadores por un trágico accidente al regresar de Cochabamba en un automóvil Mercury. Ocurrió en enero de 1953 y fallecieron arrollados por un tren tres “players”: Ezequiel Calderón, Alberto El CholoRamírez y el paraguayo Eusebio Martínez. El arquero Raúl Reynoso, el kinesiólogo Alberto Molina, el chofer Gerardo Maida, un amigo del grupo Luis Ramírez y el pequeño de 10 años Eloy Stemberg salvaron la vida, pudiéndose escapar de las vías del ferrocarril donde el auto había quedado trancado. Los tres atigrados fueron velados en el estadio Hernando Siles y enterrados en el Cementerio General de La Paz.

Once: el primer Cóndor de los Andes. El club gualdinegro fue la primera institución deportiva en recibir el Cóndor de los Andes. Fue con motivo de los 50 años del club en 1958, en sus Bodas de Oro. El presidente de Bolivia, doctor Hernán Siles Suazo, fue el encargado de colocar la distinción. En aquel año, el Tigre también recibió el “Cordón de Oro”, el máximo galardón de la Federación Boliviana de Fútbol a cargo de su presidente, coronel Luis Saavedra Camacho.

Doce: el presidente vasco que abogó por Bolívar. Uno de los más grandes patriarcas atigrados fue el vasco José Luis de Aranguren y Núñez. Nacido en Bilbao el 5 de octubre de 1904, llegó a Bolivia en 1943 como experto en peritaje mercantil. De ideología franquista — fue militante de la Falange— se desempeñó como cónsul de España en nuestro país durante 20 años (1953-72). También colaboró por sus creencias católicas con el periódico El Diario y Radio Fides. El Vasco, como era conocido en La Paz, fue durante 30 años dirigente stronguista y presidió el club durante cuatro mandatos diferentes: 1947-50, 1952-56, 1958-59 en las Bodas de Oro y 1964-65. Precisamente aquel año, 1964, The Strongest salió campeón y descendió su rival, club Bolívar. En una entrevista publicada en el periódico Última Hora a finales de aquel año, Aranguren se opuso al descenso celeste a la B. “Sus argumentos rayaron dentro de una caballerosidad sin par, digna de todo stronguista, cosa no vista hasta los tiempos que corren. Con una propuesta imaginativa, Aranguren pidió que no haya descensos para que suba el campeón de la segunda división y al año, 1965, desciendan dos equipos”, dice don doceIván Aguilar en su libro. El Vascotambién fue el (decimotercer) presidente de la Federación Boliviana de Fútbol (1969). “La figura de José Luis de Aranguren refleja el amor puro y verdadero de un no paceño hacia el pueblo paceño. Se transformó el Vascoen uno de los stronguistas más memorables, cubierto hoy por el polvo del olvido”, añade don Iván Aguilar Murguía, también de ascendencia vasca. Tuvo dos hijos de su primer matrimonio de nombres José María y Alfredo; en su segundo matrimonio tuvo cuatro hijas de nombres Regina, Pilar, Begoña y Milagros; y cuatro hijos en su tercer matrimonio, de nombres José Luis, Ana María, Juan Carlos y Amparo. Don José Luis falleció en La Paz el 13 de abril de 1972.

Y trece: la primera mujer en formar parte de una dirigencia deportiva fue la stronguista Hortensia Taboada.Fue secretaria de actas en 1941 bajo la presidencia del periodista Gustavo Otero.

El libro Rugido centenario: Historia de The Strongest Football Clubde Iván Aguilar Murguía tiene un costo de 250 bolivianos (tapa dura) y 180 bolivianos (tapa normal). Se puede adquirir en la Biblioteca del Fútbol de Iván Aguilar, ubicada en la calle Indaburo y Junín 1089, a una cuadra de la plaza Murillo, o en el Edificio 4660, entre la calle cero y uno del barrio de Obrajes, sobre la avenida Ormachea.

LA GRÁFICA

El monumental libro delhistoriador/arquitecto Iván Aguilar. Foto: Libro “Rugido Centenario” de Iván Aguilar.

AUTOR. El historiador y arquitecto Iván Aguilar Murguía es el autor del libro ‘Rugido centenario: Historia de The Strongest Football Club’. El texto tiene 570 páginas. Foto: Libro “Rugido Centenario” de Iván Aguilar.

Foto: Libro “Rugido Centenario” de Iván Aguilar.

Foto: Libro “Rugido Centenario” de Iván Aguilar.

La vicuña, presente en la entrega del Cóndor de los Andes (1958). Foto: Libro “Rugido Centenario” de Iván Aguilar.

José Bascón, el pianista arquero. Foto: Libro “Rugido Centenario” de Iván Aguilar.

El equipo en 1913. Foto: Libro “Rugido Centenario” de Iván Aguilar.