‘Los cazadores del arca perdida’: 40 años del mito de Indiana Jones
El 12 de junio de 1981 se estrenó Raiders of the Lost Ark, historia que daría vida a Henry Walton Jones Jr., profesor universitario, arqueólogo y aventurero
CINE
El recorrido a la gloria que realizó Indiana Jones está lleno de anécdotas y datos interesantes. En 1973 Georges Lucas trabajaba sobre Las aventuras de Indiana Smith, la inspiración surgió de los viejos seriales de 1930 y 1940. Poco después de crear bocetos y escribir algo se reunió con Philip Kaufman, quien introdujo el Arca de la Alianza como parte central de la historia. Todo esto quedó congelado cuando Kaufman fue contratado por Clint Eastwood y Lucas se dedicó a su otro gran proyecto: Star Wars.
En 1977, tras el éxito de Star Wars, Lucas viajó a Maui de vacaciones. En la isla se encontró con su amigo Steven Spielberg, allí ambos directores hablaron sobre sus futuros proyectos cuando Spielberg mencionó que estaba en busca de dirigir la próxima película de James Bond y Lucas le dijo que tenía un personaje mejor: Indiana Smith. El director de Close Encounters of the Third Kind (Encuentros cercanos del tercer tipo) quedó fascinado con la historia, aunque el nombre de Smith no le gustaba y sugirió que el personaje se apellidase Jones.
Un año después Lucas comenzó con el desarrollo Raiders of the Lost Ark (Los cazadores del Arca perdida). Para ello contrató al guionista Lawrence Kasdan y al productor Frank Marshall. En el desarrollo del guion hubo reuniones maratónicas entre Lucas, Kasdan y Spielberg para articular la trama, surgiendo ideas como Jones perseguido por una roca enorme que se inspiró en el cómic The Seven Cities of Cibola, de Carl Barks. Lucas introdujo el tema de un submarino, el mono haciendo el saludo nazi y el encuentro de Marion e Indiana en Nepal.
Tras seis meses de reuniones e intercambios de ideas se concluyó el guion, luego de trabajar en cinco borradores. Algunos de los aportes de Kasdan —como la persecución en el interior de una mina o el escape de Shanghai en un avión— fueron eliminados, aunque se habló de usarlos en una posible secuela. Para las características del personaje de Indiana Jones, Lucas quería que fuera una especie de playboy, para Spielberg y Kasdan debería ser un profesor de arqueología y aventurero que viajaba por el mundo, pues estos detalles enriquecían la trama y daban mayor complejidad a la historia. Se pensó también en darle un elemento negativo como el ser alcohólico, pero luego se desechó del todo. El dibujante Jim Steranko, responsable de personajes como Nick Fury, fue el encargado de elaborar ilustraciones que servirían para determinar la vestimenta y personalidad de Indiana Jones.
Buscar un estudio que produjera la película también fue una aventura para Lucas, pues varias productoras rechazaron el guion por el alto costo que implicaba, se habían calculado unos 20 millones de dólares de presupuesto. A los ejecutivos tampoco les gustaba el acuerdo de Lucas que quitaba el habitual control de los números a las compañías, es decir que él controlaría los derechos de las secuelas. Los ejecutivos tampoco veían con buenos ojos que Spielberg fuera el director, pues su anterior trabajo 1941 fue un fracaso de taquilla.
Finalmente, Paramount Pictures decidió financiar la película, tras un acuerdo novedoso para la época: Lucas y Spielberg se quedaban con los derechos de merchandising, con gran parte de las ganancias por el alquiler de videos y por la realización de cinco películas.
En busca de Indiana
Con el dinero asegurado, el siguiente paso fue buscar al actor que encarnaría a Indiana Jones. Desde un comienzo Spielberg pretendía que Harrison Ford interpretara al héroe, pero Lucas no quería que Ford se transformara en un actor fetiche, como le sucedió a la dupla Martin Scorsese y Robert De Niro. Lucas decidió que el intérprete de Indiana Jones debería ser alguien poco conocido, para lo cual se audicionó a Tim Matheson, Peter Coyote, John Shea y Tom Selleck. La producción se decidió por Selleck, quien rechazó el papel porque consideró que trabajar como protagónico en la serie de Tv Magnum, P.I. sería más importante para su carrera que ser un arqueólogo aventurero.
Tres semanas antes de comenzar el rodaje, todavía no había quién dé vida al personaje de Jones. Spielberg volvió a sugerir el nombre de Ford ante los productores Frank Marshall y Kathleen Kennedy; éstos se decidieron por Ford luego de ver su actuación como Han Solo en El Imperio contraataca. Su coestelar fue seleccionada después de barajar nombres como Debra Winger, Amy Irving y Sean Young. La producción escogió a Karen Allen, actriz poco conocida que después de la audición daba el perfil de la heroína clásica, para asumir el papel de Marion Ravenwood.
El rodaje de la película comenzó el 23 de junio de 1980 en Francia, con las secuencias del submarino. Para ello se alquiló el U-Boot del equipo de producción de Das Boot. Para la recreación del Pozo de las Almas, donde caen Indiana y Marion, la producción tuvo que conseguir 10.000 serpientes, de las cuales las cobras eran peligrosas por su veneno. Las otras locaciones fueron Túnez, Inglaterra y California.
El plan original era producir una película de serie B que mezclara aventuras, fascismo y misticismo, pero a medida que avanzó la producción se convirtió en algo de mayor envergadura. El propio Spielberg afirmó “Nunca hicimos más de 30 tomas durante el rodaje; normalmente eran cuatro. Así que fue una película silenciosa, en la que filmamos solo lo que necesitábamos, sin desperdicios”. Al finalizar el rodaje el material duraba 180 minutos, motivo por el cual Michael Kahn fue el encargado de realizar el montaje y reducir el tiempo.
La banda sonora fue encargada al compositor John Williams, quien compondría la conocida Raider’s March, que de ahí en más simbolizaría a Indiana Jones frente a las diferentes audiencias. Williams gracias a esta producción sería nuevamente nominado para un premio Oscar.
Cuando se estrenó el filme, casi un año después de comenzar el rodaje, recaudó $us 8.305.823 en su primer fin de semana de proyección en Estados Unidos, convirtiéndose en un éxito de taquilla, lo que aseguraría la realización de tres secuelas y en la actualidad se graba la quinta entrega.
Además de las películas en la década de los años 90 se estrenó la serie de Tv Las aventuras del joven Indiana Jones que narraba sus primeras aventuras, a esto le siguió una serie de novelas y cómics que expandió su universo de aventuras.
El mundo de los videojuegos fue también un lugar para la incursión del personaje, Atari fue la primera en crear un juego que se basa en la película. Con el transcurso de los años, diferentes empresas como Amstrad CPC, Commodore 64, MSX, ZX Spectrum y la Nintendo NES realizaron sus propias versiones de juegos de las siguientes películas. La más reconocida es la Lego Indiana Jones 2: The Adventure Continues para múltiples plataformas, entre las cuales se incluyen Microsoft Windows, Nintendo DS, PlayStation 3, Wii y Xbox 360.
Emblema de la cultura popular
Kenner además sacó una línea de figuras de acción similares a Star Wars, con un éxito relativo. En 1995 Micro Machines diseñó una línea de 10 juguetes coleccionables de los vehículos que aparecen en las películas. Actualmente, empresas como Lego o Funko tienen la licencia para reproducir al personaje.
Indiana Jones actualmente es reconocido en la cultura popular como uno de los héroes de acción más popular en los Estados Unidos y gran parte del mundo. En 1998, el American Film Institute incluyó a Raiders of the Lost Ark en su lista “AFI’s 100 años… 100 películas”, considerándola, en ese tiempo, como una de las diez mejores películas de suspense de la historia, e Indiana Jones fue catalogado como el segundo héroe más emotivo de todos los tiempos. En 2003 el American Film Institute catalogó a Indiana Jones como el segundo “Mejor héroe del cine”.
Han pasado 40 años y varias generaciones han disfrutado de las películas del más popular arqueólogo del planeta, no es difícil empezar a hablar sobre arqueología y mencionar a Indiana Jones, viendo en nuestra mente el rostro de Harrison Ford, quien a sus 78 años ha vuelto a ponerse el sombrero y a coger el látigo: esto demuestra que habrá Indiana Jones para rato.