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‘Inside’ de Bo Burnham: gracioso, rarísimo y rabioso

En Bolivia la palabra “chistoso” tiene diferentes significados. A veces la decimos para hablar de algo que nos hace reír; otras cuando algo nos parece raro; y, otras más, cuando algo nos da rabia. Inside (2021), el especial para Netflix del músico y comediante Bo Burnham es, precisamente, eso: algo muy, pero muy chistoso.

Burnham —Hamilton, Massachusetts (EEUU), 21 de agosto de 1990— saltó al estrellato en 2006 como youtuber con videos donde cantaba canciones que se burlaban del mundo digital y de los esfuerzos de las corporaciones por ser parte de la cultura juvenil. Aquello lo llevó a tener tres especiales de comedia stand up, antes de anunciar su retiro del género en 2016.

Grande fue la sorpresa de sus fanáticos cuando en 2021 Netflix anunció que el 30 de mayo se estrenaría un nuevo especial de este treintañero estadounidense con nuevas canciones de su autoría que también serían liberadas, el 10 de junio, en plataformas como Apple Music y Spotify.

En Inside (Adentro), vemos cómo Burnham decide salir de su retiro y se encierra en un cuarto, dispuesto a no salir hasta haber filmado, él solo, un especial. Lo seguiremos durante todo el proceso, viendo canciones de espectacular cinematografía, llenas de colores y dinamismo, contrastadas por breves momentos en que toma un estilo más de documental, con menos luz, muchos sonidos de ambiente, en una especie de detrás de cámaras.

Inside es muchas cosas a la vez. Una crónica de un encierro; una reflexión sobre el mundo digital; un crítico mea culpa de un hombre blanco; una descripción crudísima de la depresión; un musical sobre un comediante que quiere mejorar el mundo en tiempos de crisis; la crisis de un artista que extraña los aplausos; un análisis del arte como una expresión de la clase económicamente dominante que mantiene abajo a la contracultura…

Pero, ante todo, es chistoso —en el sentido boliviano—, porque son lecturas que revelan la gravedad de la actualidad, son temas que solemos rehuir y que aquí predominan en forma de canciones pegajosas y hasta graciosas, en un sentido más clásico, sin jamás dejar de ser críticas.

Tal vez es por eso que la recepción de este especial ha sido de unánime aclamación. La crítica especializada y los fanáticos acérrimos se declaran maravillados y muchos, entre ambos grupos, no dudan en llamar genio al músico y comediante por haber creado algo que el ensayista cinematográfico Thomas Flight nombró como “horror-comedia” por los temas sociales y existenciales que tan crudamente expresa Burnham en sus “alegres” canciones.

Cada visionado le da más capas a este especial de 87 minutos de duración. Y si algo unifica todas estas capas temáticas es su creativa cinematografía, todas las formas que se da Burnham de moverse, usar luces y filmarse en un cuarto de tal forma que resulte visualmente espectacular, atrapante y “chistoso”.

Burnham y sus títeres hechos de medias . Foto: Netflix

Inside se beneficia del deseo que Burnham ha tenido en estos 14 años como comediante de “retar los modos en que se hace y se filma stand up”, además de su experiencia como director del altamente recomendable filme Eighth grade (2018). Gracias a todo eso sabe qué es lo que visualmente nos llama de los videos y fotografías en las redes sociales y se presenta impecable con esa estética, pero diciendo cosas muy oscuras, seguro de que puedes decir lo que sea, siempre y cuando haya lucecitas y alegría que mitiguen el golpe.

En Inside, todo eso está al servicio de crear una carta de odio al capitalismo, pero sin dejar de ser un artista que quiere seguir actuando en los escenarios, por muy superfluos que éstos se hayan tornado gracias a las corporaciones, los mismos artistas y hasta el público.

No contento con eso, a la vez Burnham logra retratar algo que muchos hemos sentido en 2020: qué se siente estar encerrado. Y también, con sus líricos y sus imágenes vamos viendo que no solo hablamos del encierro en un cuarto, sino dentro de nuestras ideas y nuestras emociones.

Todo esto se ve en temas como Welcome to the Internet (Bienvenido al internet), White woman’s Instragram (Perfil de Instagram de una mujer blanca) o Sexting,  donde Burnham es de los pocos que se atreve a cuestionar nuestra obsesión con el internet y el escaso interés por el rol central en nuestras vidas que le hemos dado a las corporaciones. El comediante incluso ataca de frente la superflua importancia que solemos dar a las luchas sociales. Y todo lo muestra en términos que nos permitan presentir lo encerrados que estamos en nuestros teléfonos.

Otros temas como How the world works (Cómo funciona el mundo), Jeffrey Bezos y Comedy (Comedia) tocan temáticas como el privilegio blanco heterosexual y la glorificación a los ricos. Con esa misma intensidad, canciones como 30, Look who’s inside again (Mira quien está adentro otra vez), Shit (Mierda) y Goodbye (Adiós) abordan la salud mental de quienes viven alguna especie de depresión o angustia por un encierro físico o mental.

Foto: Netflix

Lo cierto es que se podrían emplear páginas y páginas desmenuzando los significados e interpretaciones de este especial. Algo así como los más de 14.000 usuarios que lo hacen cada día en el grupo de Facebook Bo Burnham Fanbase Group, o los más de 50 youtubers que siguen sacando video ensayos de análisis a los muchos detalles y críticas que lanza Burnham en Inside, la gran mayoría sintiendo que todavía pueden decir más y prometiendo hacer otros videos complementarios.

Y eso es porque este especial toca algo dentro de quienes lo miran. Burnham tiene algo que decir y eso es fascinante en una época donde el entretenimiento “ligero y comercial” gana cada vez más terreno en un mundo post-COVID.

Con todo, Inside es algo muy sencillo de ver, pero no tanto de digerir, o comprender.  Quizás no es algo que todo el mundo aprecie, pero es una obra que tiene tanto valor en diferentes dimensiones que merece ser vista, analizada y reflexionada.

Bo es un artista que lo calcula todo, cuyo arte está lleno de sinceridad y vulnerabilidad, que nos enfrenta a los problemas del mundo, pues no está dispuesto a distraernos de ellos, sino que quiere que pensemos formas de mejorar las cosas, o al menos ponernos en un posición diferente a la que suele ser nuestro encierro.

Con toda esa complejidad, toda esa tristeza, todas esas críticas, todo el trabajo visual, Inside es un producto muy “chistoso” que puede ser visto varias veces, siempre con mucho para ofrecer.