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Certificación, una apuesta por el turismo

Ante la crisis, el aval internacional de protocolos de bioseguridad es la opción para atraer a turistas extranjeros de vuelta a Bolivia

/ 8 de agosto de 2021 / 19:22

Lo primero que se hace cuando se decide viajar es soñar despierto con la locación, con el mejor hotel, con las fotos e historias que al volver serán una forma amigable de presumir un escape de la rutina para conocer otras tierras. Después hay que ponerse realistas. Cuánto costará, qué debería empacar, cuántos días puedo ir y, por supuesto, investigar el destino deseado. Cuál es el mejor hotel, qué opciones pueden hacer sentir al viajero más seguro en tierras foráneas.

Sin embargo, a todas estas interrogantes hoy se suma una que resulta muy importante: ¿se trata de un lugar seguro para evitar el contagio de coronavirus?

“El COVID-19 ha cambiado el mundo”, afirma Darío Lora, gerente comercial del Hotel Luna Salada en el salar de Uyuni, un establecimiento que en marzo de 2020 tuvo que parar sus actividades hasta finales de ese mismo año, cuando volvió a operar, pero solo con turistas nacionales.

Antes del coronavirus, el municipio de Uyuni estaba lleno el año redondo de europeos, estadounidenses y asiáticos que se congregaban en las diferentes temporadas, generando recursos para los hoteles, las empresas operadoras de turismo y los comerciantes del lugar.

“Ahora ves a Uyuni un poco vacío y sin mucho movimiento”, declara Lora. Este administrador de empresas de 35 años reconoce que el turista nacional ayuda a mitigar la crisis, pero los ingresos que éstos generan no se pueden comparar con las épocas en que Uyuni, ubicado en el departamento de Potosí, recibía tres vuelos diarios de cada aerolínea.

No solo ya ni hay vuelos: muchos restaurantes han cerrado, algunos hoteles están en situación crítica y guías de turismo han tenido que cambiar de rubro.

Algo parecido sucedía en el municipio de Toro Toro, ubicado en la provincia Charcas, en el extremo norte del departamento de Potosí, a 140 km de la ciudad de Cochabamba. Toro Toro es un pueblo que vive de su actividad turística por su alto efecto multiplicador en la economía, que involucra a muchos sectores. Así lo explica Gonzalo Mérida Coímbra, coordinador en el municipio del Centro de Investigación y Servicios en Turismo (Cistur) de la Universidad Católica Boliviana (UCB) “San Pablo”, quienes realizan investigaciones en este destino.

Mérida lo deja claro. En 2019, el beneficio promedio del turismo a la economía local era de alrededor de Bs 26.800. En 2020 eso se redujo a 5.200, debido a la cuarentena rígida, primero, y al miedo al contagio del turista internacional, después.

Pero, entonces, los torotoreños se organizaron e hicieron algo que les permitió dar un salto importante a la reactivación: fueron certificados a nivel internacional como el primer destino bioseguro y sostenible de Bolivia.    

LA GRÁFICA

DETALLES. El grato y lujoso ambiente de Luna Salada no basta para atraer turistas, solo una certificación internacional logra vencer susceptibilidades

TURISMO. Municipios como Toro Toro dependen del efecto multiplicador que tiene el turismo en la economía local y fueron muy golpeados por el COVID-19

La certificación internacional para el turismo en relación a las medidas de bioseguridad es una relativamente nueva exigencia del turismo internacional.

Actualmente, cuando los turistas de Alemania, Japón y otros países comienzan a soñar con viajar, una de las primeras cosas que observan es si el hotel o destino al que quieren llegar cumple con la normativa de gestión de riesgo en bioseguridad.

Es decir, si es que hay algo que certifica que tienen y cumplen con rigurosos protocolos internacionales de bioseguridad. En Bolivia, la encargada de esta certificación es International Dynamic Advisors (Intedya), especializada en gestión de riesgos y cumplimiento normativo en varios rubros, incluyendo el turismo.

Linett Salinas Cossio es directora asociada internacional en Intedya Bolivia. Su organización realiza auditorías para otorgar estas certificaciones, pero también ayuda en la formación de las empresas para mejorar el modo en que trabajan para poder otorgar estas garantías a los clientes internacionales.

“Cuando Luna de Sal estaba en proceso de certificarse, ya tenía demandas de cadenas internacionales como Marriot International o agencias de turismo grandes que piden formularios y ese tipo de requisitos, pues el estándar internacional es exigente”, asevera Salinas.

El proceso de certificación toma 12 meses en que se realizan de tres a cinco auditorías —una de ellas debe ser sorpresa—, en las cuales los evaluados tendrán que demostrar que sus programas y protocolos de bioseguridad están a la altura de las exigencias nacionales e internacionales. 

“Te capacitan desde cómo recibes al huésped hasta el check out, todo el proceso. Se debe tener mucho cuidado en cómo mantener las distintas áreas, cómo desinfectar, cuál es el correcto uso de los desinfectantes”, enlista Lora en Uyuni.

Los precios de la certificación dependen del tamaño de la operación y oscilan entre $us 500 y 5.000, con $us 2.000 a 3.000 como costo promedio para operaciones como Luna Salada, cuyos precios, sin contar paquetes y promociones, pueden estar entre Bs 400 y Bs 1.000, incluyendo hospedaje, tours e incluso transporte.

“Vale cada centavo esta carta de representación en el exterior”, asegura Lora. El certificado debe ser renovado cada año, lo cual significa una inversión importante, pero el gerente comercial de Luna Salada sabe que esto dará resultados en 2022.

Más complejo es el caso de Toro Toro. Mientras que un hotel depende de su gerencia para tomar la decisión de certificarse, en el municipio se tuvo que coordinar entre 10 instituciones, en una industria turística que involucra a más de 250 personas y que beneficia indirectamente a alrededor de 2.250 familias.

“Sea un mercado, un centro de comercio, un hotel, este sitio cuenta con las medidas de bioseguridad necesarias para recibir visitantes, pues hubo un muy resaltable enfoque de trabajo por la unión, la interacción y la decisión de todas las instituciones de integrarse en este proceso”, analiza Mérida de Cistur, entidad que lleva 12 años trabajando con Toro Toro como centro de investigación académica.

“No ha sido fácil acostumbrarse con el barbijo y todo eso, pero uno quiere cuidar tanto su salud como la de las personas que nos visitan. Obtener la certificación es un gran logro que se ha obtenido gracias a cada uno de nosotros”, acota Casilda Choque, miembro de la oficina de guías, certificada por Intedya.

Más allá de todo eso, Salinas  tiene la urgencia de hacerle entender a las empresas bolivianas que el cliente internacional es susceptible y se desanima cuando no encuentra estas certificaciones oficiales. “Sí, es un poco difícil pagar el monto, pero tú sabes que el mundo está cambiando. El coronavirus se va a poder controlar, pero igual vamos a vivir un poco más con esto y Dios quiera que no sea bastante tiempo. Pero mientras tanto, esta inversión nos dará frutos a la larga”, asevera Lora, con la fe puesta en que las actividades del Hotel Luna Salada van a reactivarse. Le hace eco Mérida, quien rescata que todo este proceso de certificación también generó importantes acercamientos comunitarios que crearon nuevos liderazgos en Toro Toro y hasta ayudó a despolitizar el entendimiento del COVID-19 en el municipio.

Mientras Salinas establece acuerdos con entidades como la Cámara Hotelera de La Paz para que se logren certificaciones con precios que resulten más accesibles para todos, espera que casos exitosos como el de Toro Toro inspiren a otros  a contactarse con Intedya, escribiendo al [email protected], o llamando al 76530044. “El objetivo es 2022”, apunta Lora, quizás soñando con turistas de todo el mundo que ya estén planificando en pasar unas vacaciones en Bolivia.

FOTOS: HOTEL LUNA SALADA, LA RAZÓN

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Épica vuelve con otra megaproducción: dos óperas legendarias en una sola velada

Épica hace una nueva apuesta en Bolivia después de haber producido y presentado mega producciones como la ópera 'Carmen' de Bizet y el exitoso musical 'Moulin Rouge'.

Un ensayo para la puesta en escena de las óperas “Cavallería Rusticana” e “I Pagliacci”.

Por Adrián Paredes

/ 20 de octubre de 2023 / 12:36

Dos óperas en una sola presentación es la propuesta de Épica Producción Artística que este 27, 28 y 29 de octubre presentan, en la ciudad de La Paz, Cavallería rusticana, un clásico del legendario compositor Pietro Mascagni, así como la famosa I Pagliacci, de Ruggero Leoncavallo, óperas cortas que, por tradición, se presentan juntas desde el siglo XX y son conocidas como “las mellizas de oro”.  

Traducida como Caballerosidad rústica, ésta es una de las óperas más populares de todos los tiempos con su trama de amor, traición y muerte; lo mismo que “Payasos”, obra inspirada por la obra de Mascagni y que narra la historia de un esposo celoso. Ambas son las máximas representantes de la tradición verista italiana.

Épica Producción Artística hace una nueva apuesta en Bolivia después de haber producido y presentado mega producciones como la ópera Carmen, de Bizet, y el exitoso musical Moulin Rouge. Ambas presentaciones tuvieron tan buena recepción del público que ahora el deseo de la casa productora es el de poner en escena dos de las óperas más populares y queridas de la historia, en una sola presentación de dos actos que empezará a las 19:00, con las puertas cerrándose a las 19.30.

Para esta puesta en escena, Épica eligió las tablas del Teatro Municipal “Alberto Saavedra Pérez”, donde se desplegará cerca de 100 personas entre solistas, coralistas y 33 músicos orquesta, además de un gran equipo de producción en general, todos comprometidos para lograr que las tres veladas abiertas al público sean experiencias inolvidables. 

Puede leer: Ana Vargas presenta ‘Inefable’, una colección de obras que capturan la esencia de la memoria

Las entradas estarán a la venta tanto en el Megacenter (Av. Rafael Pabón, Irpavi), así como en el portal web TodoTix. Hasta el 15 de octubre habrá un descuento de preventa (Galería: Bs 50; Anfiteatro: Bs 70; Platea: Bs 100; Palco: Bs 120), pero desde el 16 de octubre se cobrarán los precios regulares (Galería: Bs 50; Anfiteatro: Bs 80; Platea: Bs 120; Palco: Bs 140).

Para más información acerca de esta presentación, solo tiene que llamar o escribir al 62086663, al 70621222 o al 69777799. También puede escribir a las redes sociales de Épica Producción Artística.    

Estrellas

El primer éxito de la casa productora, la famosa ópera Carmen, volteó taquilla en su estreno, a tal punto que, tiempo después, tuvo que volver a ser puesta en escena con más funciones para cubrir la demanda. Desde entonces que saben que el público boliviano no solo quiere más ópera, la necesita. 

Los ensayos

Para ello se han rodeado de un equipo estelar tanto en el escenario como detrás. “Tenemos a algunos de los solistas más impresionantes del país. Estoy hablando de Giovanna Montaño, Marco Antonio Callisaya, José Luis Duarte y Diego Sarmiento, estos dos últimos cantaron recientemente junto a Plácido Domingo”, cuenta Adriana Antequera, una de las productoras del show, así como parte Épica Producción Artística.

“Y detrás del escenario contamos con un equipo de arte dirigido por la experta Janne Cerrogrande (utilera y productora de arte en cine por muchos años), a la vestuarista Ángela Vattuone, a Renan Callecusi en dirección coral, Giovanno Salas y Sasha Salaverry en la dirección escénica y Pedro Carrillo en la dirección general”, complementa Antequera.

El objetivo de Épica Producción Artística es ayudar a la gente, en estos tiempos tan demandantes, a recordar que la belleza del canto y cómo el amor por la música y el arte “nos da aquellas respuestas que no podemos poner en palabras, nos da un sentido profundo, nos hace mejores”.

*Colaboración para La Razón

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De Bolivia a México: Spider-Man genera largas filas en los cines

Los fanáticos del héroe de Marvel quieren su boleto para ver el filme este 16 de diciembre.

/ 30 de noviembre de 2021 / 11:29

Faltan 15 días para el que pinta como el estreno pipoquero del año, pero eso no impidió que los paceños hicieran fila ayer para conseguir su entrada para Spider-Man: Sin camino a casa en predios del Multicine y Megacenter. Pero también en el resto del mundo.

Alrededor de las 17.00 del domingo 28 de noviembre ya había una multitud considerable a lo largo de la avenida Arce. Varias personas, con banquitos plegables y armando carpas podían verse asentándose en la vía pública. Todos compartiendo el objetivo de obtener entradas para la nueva entrega del Universo Cinematográfico de Marvel (UCM).

“Estoy aquí desde las 18.30 (del 28 de noviembre)”, dice Felipe Ocampo de 23 años. Su espera ha dado frutos pues a las 13.00 del 29 de noviembre estaba a tres turnos de poder comprar su entrada para el filme protagonizado por Tom Holland, Benedict Cumberbatch y Zendaya.

A Bs 42 cada entrada, el flujo de venta es fuerte. No solo presencialmente, también online, pues desde el lunes 29, a las 00.01, se habilitó la compra virtual de las entradas para las sucursales de Multicine y Cine Center a nivel nacional.

Efectivamente “se colgó el sistema, pero eso es por el tráfico de gente intentando ingresar al mismo tiempo. Que se haya caído es normal porque el sistema solo permite una cantidad establecida de personas comprando”, explicó Mayron Terán Siles, encargado de marketing de Multicine. “Todos, hasta el gerente, están trabajando en boletería, porque estamos tratando de agilizar (la venta)”, añadió.

Tanto las filas como los colapsos en las páginas de compra virtual no son fenómenos exclusivos de La Paz, Cochabamba, Tarija y El Alto. En Chile, Argentina, Perú, Estados Unidos, México y casi todo el continente americano, los fanáticos entraron en frenesí para obtener su boleto para el filme 27 del UCM.

“Me gusta Spidey porque es el héroe que siempre se levanta”, dijo Romina Barrientos de 19 años, mientras hacía cola para entrar al Multicine. Una fila que al mediodía de ayer se extendía hasta casi la plaza Isabel la Católica. Sus palabras hacen eco de muchos fanáticos, ya sea eufóricos o frustrados, que se valieron de las redes para expresarse.

ACLAMANDO A SPIDEY

Memes, hashtags, lives y muchos TikToks desde las filas, los fanáticos del superhéroe de Marvel Comics no midieron palabras para aclamar a su héroe, así como para desear en voz alta que, además de Tom Holland, actual actor tras la máscara del arácnido, la película incluya la aparición de dos anteriores encarnaciones de Peter Parker: Tobey Maguire, quien hizo de Spidey del 2002 al 2007, y Andrew Garfield, del 2012 al 2014.

“Si no están (Maguire y Garfield), grave va ser al salir, la gente se va a enojar”, dijo Rodrigo Nina de 20 años, parado en la fila, a media cuadra del Multicine, con una carpa plegada bajo el brazo izquierdo.

“La idea es habilitar más funciones, todo está en función a la demanda, pero no podemos prometer nada porque primero necesitamos el okey de la distribuidora de la película”, aclaró Terán sobre las ventas en Bolivia. Con las filas creciendo en lugar de decrecer, no es raro que estas medidas hayan tenido que ser acatadas.

Mientras tanto, en el mundo, especialmente en Estados Unidos, las salas de cine están agradeciendo la llegada del superhéroe a sus pantallas sin que, al mismo tiempo, esté disponible en el stream de Disney Plus.

“Este entusiasmo comunitario por ver a Spider Man en las salas son la señal de un futuro brillante”, dijo en una conferencia de prensa Shawn Robbins, analista en jefe del sitio especializado BoxOffice.com.

Con la crisis que trajo el COVID-19, los cines también se vieron al borde la quiebra. En muchos casos, Spider-Man será la diferencia entre caer o no caer para las salas de cine del continente.

Todo eso, sin olvidar, que, tanto en América como en Europa y Asia, el rebrote del COVID-19 es cada vez más real, así como el temor a nuevas y peligrosas variantes del coronavirus como la sudafricana Ómicron.

¿Podrá llegar el arácnido a nuestras salas de cine antes que esta variante de nombre ominoso? “Nos vamos a cuidar harto”, opinó Claudia Sarmiento en la fila del Multicine. “Vamos a venir con doble barbijo y harto alcohol. La cosa es ver a Spidey”.

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Marsia Taha: la búsqueda de los sabores y colores de Bolivia

Esta paceña de corazón se ganó el Latin America’s Rising Star Female Chef, o sea que es la más brillante promesa en el mundo culinario del continente latinoamericano.

/ 30 de noviembre de 2021 / 11:17

“No he nacido en La Paz, pero soy de La Paz”, aseveró la búlgara Marsia Taha, jefa de cocina en el restaurante Gustu. Hace unas semanas que se ganó el título Latin America’s Rising Star Female Chef, la más brillante promesa en el mundo culinario del continente.

Como parte del Latin America’s 50 Best Restaurants 2021: Pasado y Futuro, un evento mundial patrocinado por S.Pellegrino & Acqua Panna, Taha, de 32 años, recibe este premio con mucho orgullo pues no solo ayuda al restaurante donde trabaja, sino que posiciona en el mapa gastronómico mundial a la cocina y comida boliviana.

“Es un premio personal, pero al final, cuando ves los resultados de todo y la visibilidad que da, este es un triunfo a nivel país, porque la gente pone su ojo en Bolivia y su gastronomía. Así que cualquier premio que ganemos, sea individual o como restaurante, en realidad es un premio del que tenemos que estar orgullosos todos en el país, pues es para todos”, dijo a La Razón.

“Ella ha contribuido a levantar el perfil de la cocina boliviana a través del restaurante y también con su proyecto de investigación. Ahora, como chef de Gustu, restaurante que ha transformado con ingredientes poco conocidos que muestran lo mejor de Bolivia, está marcando el camino para los jóvenes chefs y ayudando a colocar a su país en el mapa de la gastronomía”, detalla la página web del certamen.

Además del Gustu, restaurante que hoy está en el puesto 36 del ranking de los 100 mejores restaurantes del subcontinente, esta chef fundó en 2018 el proyecto multidisciplinario Sabores Silvestres, con el que explora y recorre Bolivia junto a chefs, biólogos, etnobotánicos, agrónomos y científicos que buscan investigar, comprender y preservar los productos y el patrimonio alimentario boliviano en regiones remotas de la Amazonía, los Andes y el Altiplano, siempre visitando y comprendiendo la cultura culinaria de comunidades rurales.

“Es algo demasiado grande y ambicioso. Cada vez que viajamos nos damos cuenta de lo mucho que nos falta y lo poco que sabemos. Es un proyecto que queremos continuar, dar más impulso. Viajando cuatro años seguidos no hemos podido cubrir ni el 5% del país”.

Para Taha es apasionante que haya tanto por descubrir y redescubrir en la gastronomía boliviana. No solo las técnicas postcoloniales, que son las que la gran mayoría conocemos, sino también las prehispánicas, que en muchos casos los centros urbanos han olvidado.

“Aprovecho este foco que se está poniendo al restaurante y a mí como cocinera para ayudar a encontrar financiación al proyecto” que en este momento no cuenta con patrocinio nacional o internacional.

Mientras tanto, Taha planea seguir en Gustu, hilo conductor de su trabajo en Sabores Silvestres, donde puede mostrar el resumen de todo lo que va descubriendo de los colores y sabores de Bolivia.

“El restaurante me ha dado esa filosofía de trabajar con productos 100% boliviano, poder concentrarnos mucho más en lo que es el producto de origen, producto nativo que a lo mejor no se encuentran en mercados, sino en comunidades”, dijo. “En un país como Bolivia, tan diverso biológicamente, creo que es importante seguir investigando y seguir redescubriendo estas técnicas ancestrales que todas estas culturas milenarias nos heredan”.

Sin embargo, esta lectura sobre sus galardones y trabajo es solo el comienzo. El verdadero impacto es ir a visitar el restaurante Gustu, ubicado en la calle 10 de Calacoto #300, donde por Bs 140 se puede acceder a un menú de degustación de tres platos.

“No somos experimentales con los sabores, porque queremos que la gente disfrute y no tenga miedo de probar. Lo nuevo está en los sabores de los ingredientes que utilizamos”, afirmó.

Los interesados también pueden ir a conocer las cocinas, donde Marsia Taha mostrará cómo una promesa de la gastronomía maneja su cocina.

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Daniel Piazzolla: ‘Creo que estamos en nuestro mejor momento’

Una entrevista con el líder y baterista de la agrupación argentina Escalandrum.

/ 30 de noviembre de 2021 / 11:10

Liderados por el nieto de Astor Piazzolla, la agrupación Escalandrum llega a La Paz este 1 de diciembre en una presentación que se realizará en el Teatro Illimani del Campo Ferial Chuquiago Marka. La Razón habló con Daniel Piazzolla, baterista y nieto del astro argentino.

— Después de 100 años, ¿qué impacto mantiene la música de Piazzolla a nivel mundial?
— Siento que la música de Astor Piazzolla tiene un impacto tremendo. Por ejemplo, el año 2019, fue el compositor más tocado del planeta. Más que los Beatles, más que cualquier compositor de música clásica. Así que está muy vigente en todo mundo. Viajo bastante y doy fe de que lo va ser por un buen tiempo más.

— ¿Cómo nace la banda?
— Escalandrum nace en Buenos Aires. Éramos un grupo de amigos que nos juntábamos en un bar a tomar algo después de los conciertos que cada uno daba con diferentes grupos, algunos relacionados al jazz, al pop, al rock. Y la verdad es que tenemos mucha afinidad musical y se me ocurre armar un grupo por esta afinidad musical.

Así que arrancamos como un grupo de latín jazz, con la prioridad de hacer música propia, pero a partir del 2001 comenzamos a más jazz con sonidos argentinos hasta el 2010 que grabamos Piazzolla plays Piazzolla, que era un disco entero con música de Astor Piazzolla. Con ese disco nos va muy bien, ganamos el Gardel de Oro, además nos nominaron para el Latin Grammy, grabamos otro disco de música original en Abbey Road y este año sacamos nuestro disco llamado Cien, por el centésimo aniversario de Astor Piazzolla.

— ¿Cómo ha sido cargar con la responsabilidad de perpetuar el legado de tu abuelo?
— La palabra cargar viene de peso y la verdad que fue una linda responsabilidad. A mí me motiva el ser un Piazzolla y tener que representarlo. Así que es un placer enorme poder hacer la música de mi abuelo de manera diferente con un grupo que no tiene bandoneón, no tiene violín, sino nuestra propia formación sin faltarle el respeto a la obra del maestro.

— ¿Qué prepara Escalandrum para el futuro?
— Para el año que viene los proyectos son muy variados. Haremos un nuevo disco de música original, música que ya venimos tocando en los clubes de jazz de Buenos Aires. Y, seguramente, durante el año que viene estaremos tocando (en vivo) esta música todas las semanas.

— Ya estuvieron en Bolivia, ¿qué nos pueden contar de esa experiencia?
— La primera experiencia en Bolivia fue increíble y mágica. Me acuerdo que había una masterclass de batería que estuvo hermosa y luego el concierto que fue muy emotivo, la gente muy prendida. Y creo que ahora va a estar mucho mejor por ese ida y vuelta con el público.

— ¿Qué temas escucharemos este 1 de diciembre?
— Tocaremos el disco Cien, nuestro nuevo álbum que se puede escuchar en plataformas digitales. Hay de todo. Una versión de Adiós Nonino increíble y muchos temas como Primavera Porteña y Milonga en Re . Y, bueno, encontrarán un grupo que toca hace 22 años juntos y hace 11 que tocan Piazzolla, así que estamos muy afilados, no dejamos de ensayar todas las semanas y que creo que estamos en nuestro mejor momento.

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Afiches sonoros ¿Cómo suena una pandemia?

El radialista Roberto Condori creó un proyecto audiovisual que reflexiona sobre las otras pandemias que el COVID-19 puso en evidencia

/ 29 de noviembre de 2021 / 15:27

Cómo suena el mercado Lanza? ¿Qué sonidos lo diferencian de otros centros de abasto? Esa es la pregunta que se hace alguien que está trabajando un paisaje sonoro mientras graba y recopila una combinación de sonidos que, al escucharlos, buscan hacer pensar en la identidad que tiene este espacio tan conocido de la urbe paceña.

“En el Lanza el ruido es diferente porque es un espacio cerrado, con ecos y acústica diferente a la del, por ejemplo, mercado Rodríguez”, señala Roberto Condori Carita, comunicador social nacido en La Paz, quien después de la pandemia de COVID19 quiso hacer preguntas más complejas a la hora de crear estos paisajes sonoros. Fue así que nació el proyecto Afiches sonoros: un virus, diferentes pandemias. 

“La Garita tiene un sonido a la mañana, otro al mediodía y otro a la noche. Los sonidos de un lugar se van transformando con las actividades”, explica.

Si un paisaje sonoro presenta sonidos característicos de algún lugar, entonces un afiche sonoro es “un proyecto audiovisual que retrata gráfica y sonoramente” alguna idea o concepto. En el caso del proyecto de Condori son varias reflexiones sobre “las otras pandemias” que el coronavirus ha revelado.

Tras la escucha, el comunicador social ha identificado varias, pero para su proyecto retrató ocho: el sensacionalismo, la precariedad laboral, la contaminación ambiental, la violencia machista, el racismo, el miedo, la contaminación acústica y el hambre.

 Para hacer sus afiches no solo se valió de una imagen, sino que la combinó con paisajes sonoros, con efectos de sonido, con testimonios en primera persona y con clips de audio de videos que ayudan a darle una identidad a cada una de estas problemáticas. La meta final de Condori es “sensibilizar a la gente que visite estos afiches de manera virtual”.

“Es artístico y político al mismo tiempo. El proyecto no trata de registrar un sonido y pasarlo. Pero tampoco es una ficción; se trata de una narrativa sonora, de una reconstrucción e intervención de paisajes sonoros a partir de un mensaje y una visión crítica”, aclara Condori.

Escuchar más profundo

Con una grabadora Zoom H6 y el aval del Fondo Concursable Municipal de Promoción al Desarrollo, Salvaguarda y Difusión de las Culturas y las Artes (FocuArt) del año que corre —mismo que no ha sido pagado y no lo será hasta 2022—, Condori recorrió La Paz con un oído entrenado en más de 10 años de trabajo en las radios Deseo y Líder—con varios reconocimientos para Nación Marica, programa que realizaba con Édgar Soliz—, pensando en la mejor manera de representar estas reflexiones. “Hay aparatos más avanzados, pero este me ha servido mucho para este proyecto en el que hay que ser muy preciso y fino con el sonido”.

Para el afiche sobre el sensacionalismo, por ejemplo, pensó en cómo “todas las mañanas nos llegaban los reportes de contagio con cuántos infectados y muertos en todos los canales. Eso también es parte del paisaje sonoro de ese momento. Yo agarré esos sonidos y los he comparado con la narración de un partido de fútbol”.

“Son cortes mediados por el silencio, donde escuchas reportes mientras un equipo mete un gol y como que esto se va convulsionando. Al final viene siendo lo mismo. Los medios de comunicación han jugado un papel importante en la pandemia. Pero las personas no eran personas, eran números. Era una competencia: ¿qué departamento tenía más contagios?”.

O los vendedores ambulantes, cuya “realidad laboral siempre ha sido precaria” y que en la pandemia se vieron obligados a dejar de vender dulces u otros productos para comercializar barbijos, atomizadores y alcohol en gel. La opinión pública calificó este hecho como una “reinvención” cuando nada más cambió lo que vendían, no su situación. “En muchos casos no ha sido reinventarse, sino el miedo al hambre. Los afiches que hice tienen pautas que ayudan a que la gente reflexione para no romantizar el tema de la reinvención cuando en realidad es más que nada un tema de sobrevivencia”.

Pero la señal más grande de que hay más pandemias que el de coronavirus fue el río Choqueyapu, que tras pasar un buen tiempo sin recibir la contaminación de los paceños, tenía las aguas más claras.

Condori hizo este proyecto con un micrófono Zoom H6

Así que ahora el gran reto para sus afiches, estrenados entre el 3 y el 11 de noviembre en Spotify y YouTube —buscarlos como Afiches sonoros: un virus, diferentes pandemias—, es generar ese tipo de reflexiones. Su mayor obstáculo: el hecho de que, en Bolivia, y en el mundo también, la sociedad refuerza más los estímulos visuales que los auditivos.

“No tenemos una cultura de escucha muy avanzada. Pensamos a La Paz en imágenes, pero no pensamos a la ciudad en sonido. Y el paisaje sonoro te traslada a otro momento de reflexión, te hace atento a una escucha más profunda. Los sonidos pueden confundirnos, pueden parecernos simples, pero igual los vas anexando a tu memoria y experiencia”, explica el radialista y cronista que ganó el Premio Periodista Sin Riesgo 2018, entre otros premios, quien se adentra en territorios nuevos para su profesión.

“Nos hemos dado cuenta de muchas cosas, pero también tenemos que darnos cuenta de que somos los causantes de estas pandemias. Entonces es una reflexión que quisiera que la gente pueda cuestionarse”, dice. “Sé que pasará con el tiempo. Espero que sea así”, añade.

Fotos: Roberto Condori

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