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Cuando no se necesita a un periodista: la inteligencia artificial crece en las redacciones

La IA permite que se optimice el tiempo haciendo las tareas morosas y que se acceda a los datos de forma efectiva para su análisis

/ 20 de septiembre de 2021 / 09:50

La inteligencia artificial (IA) nos recomienda, según nuestros gustos, películas en Netflix o música en Spotify, identifica los mensajes SPAM que llegan a los correos electrónicos, personaliza nuestras redes sociales, nos responde inmediatamente en los chat de servicio al cliente cuando buscamos información de algunas empresas o puede darnos la mejor ruta para evitar el congestionamiento vehicular.

El campo de la IA es amplio; desde ayudar en la medicina con un software para detectar cáncer de mama y pulmón mediante análisis radiográficos o escribir artículos periodísticos, sin necesitar de que lo haga un periodista.

No hay magia detrás de la inteligencia artificial: lo que existe son datos, miles de datos y órdenes de los humanos. Se puede enseñar al sistema de IA (el aprendizaje automático, Machine Learning), pero también puede aprender por sí misma (Deep Learning). Y antes de entrar a los robots periodistas, no necesariamente como los vimos en las películas, nos quedamos con los datos. Ahí entra el Big Data. 

Es el “volumen y tipo de datos provenientes de la interacción con dispositivos interconectados como celulares, GPS, relojes inteligentes, computadoras todo aquello que es capaz de producir información y enviar electrónicamente a otra parte”, describe el investigador Walter Sosa Escudero en su libro Big Data.

Medios de comunicación

Los medios de comunicación, por el momento los más grandes en el mundo, apuestan por el procesamiento automatizado del lenguaje; en palabras más sencillas: son más las notas periodísticas elaboradas por inteligencia artificial, elaboradas por robots.

No es extraño leer noticias deportivas, financieras, el pronóstico del tiempo o análisis de los datos del COVID-19 en diarios donde ningún periodista participó de la redacción.

“Gracias a la generación de lenguaje natural, la IA es capaz de redactar todos los partidos de una jornada normal en cualquier liga en apenas segundos. Esto libera al periodista de tareas repetitivas, lo que le permite centrarse en lo verdaderamente importante: el análisis de la realidad. Además, el artículo generado por la inteligencia artificial puede suponer un borrador que el periodista puede enriquecer con sus conocimientos”, menciona a ESCAPES ofía Sánchez González, PR y Marketing de Narrativa, la startup española que interpreta datos estadísticos y elabora noticias de forma automática con su sistema Gabriele.

Este sistema envía algunas notas para Infobae (medio de comunicación argentino), el Heraldo (medio español), Ansa (Agencia italiana de noticias), Rtve (radiotelevisión española), y diferentes medios deportivos como Encancha (medio de comunicación chileno), entre otros.

“Cada cliente requiere un tipo de contenido, por lo que nuestro sistema de IA (Gabriele) lo personaliza según las necesidades de cada medio. El proceso de configuración comienza con un corpus de ejemplos del propio medio, es decir, utilizamos textos generados por ellos para que nuestro sistema de inteligencia artificial aprenda y pueda reproducirlos de la manera más fiel posible. Por último, realizamos un análisis avanzado de estos datos utilizando algoritmos de Machine Learning y Deep Learning”, dice Sánchez.

En los medios de comunicación son dos las áreas más utilizadas por IA. Uno: “Para aumentar la capacidad de generación de informes”. Aquí se revisan grandes volúmenes de documentos con aprendizaje automático, se detectan eventos de noticias de última hora en las redes sociales y extraen datos de COVID-19 de sitios web gubernamentales y oficiales.

Dos: “Para reducir los costos variables”. La segunda área importante en la que se utiliza la IA en el periodismo incluye herramientas que automatizan el proceso de transcripción —la palabra que a la mayoría de los periodistas nos espanta, “desgrabar” (transcribir). Para aquellos que no están relacionados; imagínese una entrevista de una hora, bueno esa hora de conversación debe ser convertida en texto, palabra por palabra—, automatizan también el etiquetado de imágenes, videos y generación de historias, según un análisis de la Fundación Knight sobre cómo la IA impacta en el periodismo.

Algunos medios de comunicación y empresas tienen sus propios sistemas de IA, estos sistemas tienen nombre como; Heliograf (que utiliza el Washington Post), Syllabs (Le Monde), Quakebot (Los Angeles Times), Quill (Forbes) y Cyborg, el sistema utilizado por Bloomberg, compañía de asesoría financiera, para automatizar miles de artículos sobre los resultados financieros de empresas cada trimestre.

“La labor de un periodista es fundamental y no va a cambiar. Lo que varía es el modo en el que ejerce su profesión, un modelo que combina tecnología e investigación para lograr mejores resultados. El periodista será más inteligente gracias a la inteligencia artificial y podrá utilizar herramientas que ya existen para analizar patrones y extraer información. Así, su labor tendrá más impacto”, dice Sánchez.

New York Times

El gigantesco medio estadounidense con 7,5 millones de suscriptores, el medio con más suscriptores en el mundo, también se subió a la IA. Por ejemplo, El New York Times, con el apoyo de Google Cloud, está digitalizando su inmensa colección de fotos.

“Durante más de 100 años, el New York Times archivó aproximadamente siete millones de fotos antiguas en un lugar llamado la Morgue dentro de sus oficinas en Times Square en Nueva York. Muchas de las fotos se han almacenado en carpetas y no se han visto en años”, explicó Sam Greenfield, director técnico de Google, a través de un blog. Uno de los primeros pasos es digitalizar las fotos, pero para que el material fotográfico sea más accesible y útil es conocer el contenido de las imágenes. ¿En qué año fue tomada?, ¿dónde?, ¿quiénes salen en las fotos? Ahí entra la API de Cloud Visión, una herramienta de Google que permite analizar una gran cantidad de imágenes y extraer información valiosa para comprender su contenido.

Y éste, es solo un ejemplo del uso que da el New York Times a la IA. Seguro sus innovaciones deben ser diversas y grandes, como los recursos que tiene.

Funes

Aunque a un ritmo menor que en los países desarrollados, los medios de Latinoamérica poco a poco se van sumando a optar por alguna forma de automatización en sus procesos. “La inteligencia artificial es una herramienta de acompañamiento y no de sustitución, por lo que la automatización no acabará con los puestos de trabajo para los periodistas: facilitará sus tareas”, menciona Sánchez.

Funes —como el nombre del extraño personaje de Jorge Luis Borges, ese joven con memoria prodigiosa capaz de recordar cada uno de los detalles insignificantes— es un algoritmo creado por una iniciativa peruana para luchar contra la corrupción. La herramienta analiza miles de datos recopilados por Ojo Público, un medio de comunicación peruano, en contrataciones públicas del Estado e “identifica relaciones políticas y financieras a través de un modelo algorítmico que muestra escenarios de riesgo de corrupción”.

Otro ejemplo de inteligencia artificial fue potenciado por Verificado, un medio mexicano, que incorporó a su redacción a Pinpoint, una herramienta de investigación que ayuda a explorar y analizar grandes colecciones de documentos, esta herramienta es gratuita y cualquier periodista puede utilizarla. Admite archivos PDF, imágenes, correos electrónicos, archivos de audio y la mejor parte es que los convierte en texto ¡adiós “desgrabar”!, identifica organizaciones, personas y tiene 115 GB de almacenamiento para cada cuenta.

“La automatización es el futuro en muchos campos, no solo en el periodismo. La pandemia ha acelerado la transformación digital de muchas empresas, que se han dado cuenta de que la automatización supone una ayuda fundamental para crecer: los empleados pueden dedicarse a tareas de valor añadido sin perder el tiempo en trabajos repetitivos”, asegura Sánchez.

Y antes que la tecnología nos gane, mejor vamos migrando a otro tipo de periodismo menos mecánico.

FOTOS: ACOOL_STUDIO,UPKLYAK, RAPIXEL.COM, FULLVECTOR Y STARLINE (FREEPIK)

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Por una cultura que traspasa paredes; el CCP en Santa Cruz

La comunidad indígena urbana Vallecito II vivió jornadas de arte con la llegada de las actividades del Centro de la Cultura Plurinacional

/ 14 de febrero de 2022 / 20:55

Es vecino del centro histórico cruceño y sus instalaciones cobijan de forma permanente el legado del maestro Marcelo Callaú; el escultor que navegó por maderas y torsos. Protege la biblioteca personal de Isaac Sandoval Rodríguez; hoy una biblioteca pública con 15.000 títulos. Expone en sus salas itinerantes cuadros en óleo que recuerdan tradiciones, pero la cultura escapa de sus paredes, va más allá en el CCP o Centro de la Cultura Plurinacional de Santa Cruz. 

“Hay que encontrar otros caminos para llegar a la gente. Ese viejo modelo de museo o archivo ya no funciona. Los centros culturales en todo el mundo están cambiando, se están redefiniendo para acercarse a más personas”, menciona a ESCAPE Edson Hurtado, director del Centro de la Cultura Plurinacional de Santa Cruz.

GESTOR. Edson Hurtado dirige el Centro de la Cultura Plurinacional de Santa Cruz

Democratizar la cultura —estar al alcance de todos— es un concepto que aún busca la mejor vía para potenciar y acceder a la cultura de acá y la de allá. Son varios los caminos elegidos; visitar comunidades y municipios con propuestas interculturales, recibir a los artistas locales en las salas antes ocupadas únicamente por artistas de renombre, o también realizar intervenciones y actividades en las calles. Esto permite llegar a aquellos que no tienen la posibilidad de visitar, en el caso de CCP, un espacio ubicado en la calle René Moreno, a tres cuadras de la plaza principal 24 de Septiembre.

“Estamos profundizando nuestras itinerancias; una actividad que traspasa las cuatro paredes del centro y donde compartimos la producción artística que tenemos con otros lugares y que permite además reunirse con la producción artística del lugar. De esa manera generamos un diálogo y tendemos puentes con los artistas y gestores culturales para que también puedan exponer en estas salas. Este año tenemos programadas itinerancias CCP Tunante en Cochabamba, Tarija, Guayaramerín, Buenavista, El Torno y Vallegrande”, menciona Hurtado. Santa Cruz vive hace unos años un despegue cultural con mayor cantidad de jóvenes involucrados en artes escénicas, pinturas, esculturas: “No solo es desarrollo económico, sino también desarrollo cultural. Y tenemos una misión importante: descentralizar la cultura en Santa Cruz, y la única manera de hacerlo es salir de la zona de confort”.

COMUNIDAD. Así quedó un mural que se pintó en Vallecito II de Santa Cruz, con la llegada de artistas y la participación de la gente.

El trabajo salió del centro histórico cruceño y aterrizó en la comunidad indígena urbana Vallecito II, ubicada en la zona Norte en el kilómetro 9 y medio. “En ese barrio viven principalmente migrantes indígenas de tierras bajas, quienes realizan artesanías, tejidos, comidas típicas y tienen sus productos culturales”. En el barrio hay vecinos guarayos, guaraníes, chiquitanos, yuracarés y mojeños. 

Cerca de 30 niños pintaron el suelo con colores llamativos, unos arcos de fútbol mientras otros pintaron flores y ayudaron con la intervención del parque. Otros miraron con asombro los murales que pintaron los artistas plásticos Jhoana Mayta, Miguel Vargas y Marcelo Arroyo en algunas paredes de las casas con motivos tradicionales de las distintas naciones de tierras bajas.

“Por un lado, hemos apoyado para que el barrio sea más amigable, un barrio más reconocible, pero además la intervención apoya al circuito y cadena económica del lugar, y nos permite acercar la gestión cultural a otros espacios”. El objetivo con estas intervenciones es dinamizar el barrio mostrando sus productos culturales identificados a través de mapeos.

De Vallecito II a Tarija, o de Guayaramerín a las salas del CCP que rendirán homenajes a Ciro Paz, Roberto Valcárcel, Gladys Moreno y Rubén Poma —el conductor de televisión que mostró toda Bolivia en la época de los años 70 y 80— son lugares vivos de cultura. 

Los museos continuarán guardando los tesoros de la humanidad, transformándose en lugares de fácil acceso para todos. Y la cultura continuará traspasando sus paredes.

FOTOS: ANDREA HINOJOSA Y PABLO MANSILLA

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La identidad de Cohoni

Ubicado en las faldas del IIlimani, el pueblo ofrece arte colonial y variedad de frutas y verduras

Por Claudia Fernández V.

/ 7 de febrero de 2022 / 17:19

Tiene la ubicación estratégica de un pórtico geográfico. Mira desde las alturas las fértiles riberas del río La Paz. A su espalda está el imponente Illimani, cuyos humedales garantizan el riego de sus múltiples pisos ecológicos incrustados en sus laderas; a 65 kilómetros de la ciudad de La Paz, con accesos al altiplano y valles cochabambinos, Cohoni, desde hace siglos, es una zona de paso y hogar temporal de tiwanacotas, incas, jesuitas y hacendados españoles; todos dejaron su huella en la comunidad donde hoy viven más de 1.000 cohoneños.

Asentamientos tiwanacotas e incas

Cohoni es una comunidad del municipio paceño de Palca; en el lugar se realizaron excavaciones y análisis de restos arqueológicos, líticos y óseos que permitieron determinar asentamientos durante los periodos Horizonte Medio (600-1100 d.C.), Intermedio Tardío (1100-1470 d.C,) y Horizonte Tardío o Inca (1470-1532 d.C.).

Al principio la región fue una zona de paso para los tiwanacotas que se trasladaban del altiplano hacia los valles cochabambinos; en el lugar realizaban ceremonias y rituales por la cercanía al nevado Illimani; posteriormente, y a consecuencia del colapso que sufrió Tiwanaku, hubo un progresivo arribo de personas a la región, quienes optaban por una vida permanente en Cohoni.

“Durante la prospección intensiva —estudio realizado en 2002—,  28 sitios fueron registrados para el Periodo Intermedio Tardío en todo el valle: 11 en la zona montañosa, 13 en la zona de terrazas, 3 en las quebradas laterales y 1 en zona de pastos. Todos los sitios registrados presentaron evidencias de ocupación Tiwanaku previa, reflejando así la continuación de un patrón de asentamiento preexistente durante este periodo”, describió María Soledad Fernández, arqueóloga e investigadora, en La ocupación inka en valle de Cohoni, La Paz.

Los estudios reflejan también asentamientos durante el Periodo Inca (14701532 d.C.) y caminos prehispánicos: “Este tipo de rasgo arquitectónico es muy propio del Periodo Inca y se caracteriza por una elaborada construcción, sendero empedrado con andesita, canales de desagüe, y se encuentra al noroeste del pueblo y es una de las vías más transitadas en la actualidad. En los trechos más amplios el camino presenta 2,5 metros de ancho; mientras que en los sectores más angostos su medida fluctúa entre 1-1.20 metros”, describió Fernández.

Actualmente solo quedan rastros de un tupido sistema de terrazas agrícolas y caminos prehispánicos por la ampliación de la frontera agrícola, acequias y falta de mantenimiento.

Arte en la Iglesia de San Bartolomé

Aún se conserva una serie de 10 cuadros pintados por Leonardo Flores (16501710), artista paceño y uno de los propulsores del barroco mestizo que dejó sus obras más relevantes realizadas en el siglo XVII en las iglesias de Santiago Apóstol de Achocalla, San Bartolomé de Cohoni y Santiago de Collana en el departamento de La Paz.

La iglesia de San Bartolomé, construida por misiones jesuitas e intervenida en los años 60, es uno de los principales atractivos turísticos de Cohoni. Guarda retablos de los siglos XVI y XVII. Mantiene la huella de la época colonial.

“Hay cuadros con temas del Antiguo y Nuevo Testamento, cinco se refieren a pasajes de la vida del Rey David, un cuadro de Esther ante el Rey Asuero, uno de Judith y Holofernes, uno sobre la Cena del rico Epulón y el pobre Lázaro, el Juicio Final y la Conversión de San Pablo”, describió María Isabel Álvarez Plata, investigadora y restauradora de bienes patrimoniales.

“Entendemos entonces que Cohoni presenta dos características únicas en Latinoamérica: la representación de un tema del Antiguo Testamento en una serie tan completa de la vida de David y además, la incorporación de símbolos propios de los indígenas incas que ocupaban la región”, identificó Álvarez.

La iglesia ubicada en la plaza principal celebra cada 24 de agosto la festividad en honor al patrono San Bartolomé; hay misa y procesión de la imagen del santo por las calles principales. Luego los pobladores realizan una entrada autóctona y finaliza con la interpretación de grupos musicales. Es la fiesta más importante del pueblo.

ARTE. Los cuadros del pintor Leonardo Flores (1650-1710) están resguardados en el templo de Cohoni, bajo estricta vigilancia comunal

Verduras, flores y hortalizas

Cohoni tiene diferentes pisos ecológicos que van desde los 2.500 metros sobre el nivel del mar hasta los 4.800. Esta diversidad y vertientes permiten la producción de verduras, frutas y flores; brócoli, lechugas, duraznos, papas, choclos, acelgas. Productos que son principalmente vendidos en la ciudad de La Paz.

“De las 4.069 hectáreas de superficie total del municipio de Palca, 2.743 son dedicadas al sector agrícola. Las familias de los Distritos de Cohoni y Quilihuaya tienen la mayor superficie de entre todos los habitantes, con un promedio de 2,5 hectáreas por familia”, revelaron datos del Plan de Contingencia Alimentaria (2020).

Su extensión abarca nevados, cabecera de valle y trópico. Estas características y la disponibilidad de agua para riego representan una ventaja comercial frente a otros productores de la región metropolitana.

Además de la producción agrícola, la comunidad tiene actividad minera. En la región opera la cooperativa minera Cerro Negro, que extrae principalmente wólfram.

Accesibilidad a Cohoni

La vía más utilizada para llegar a Cohoni por el transporte público y camiones de productos es la carretera La Paz-Mecapaca, que cruza Mallasa, El Palomar y Huaricana; la carretera está asfaltada hasta Tawapalca, desde ese lugar hasta Cohoni los caminos son de ripio y en pendiente.

“La subida a Cohoni está fea, tardamos cuatro horas en llegar a la ciudad de La Paz, y cuando llueve no salen las movilidades, ya no hay paso”, comentó Teo Condori, cohoneño.

La otra alternativa, aún más larga, es la carretera La Paz-Palca, que sale por la zona de Chasquipampa, atraviesa Palca y toma el tramo Lacayani-Quilihuaya. El ingreso a Cohoni todavía no está asfaltado.

IGLESIA. En la plaza principal se halla el templo de San Bartolomé, que resguarda arte colonial

Conserva una planta en extinción

En Cohoni todavía hay algunos bosques de Polylepis, también conocidos como bosques queñua, ecosistemas únicos en la región andina. Se trata de una especie endémica de Bolivia, distribuida en los Valles Secos Interandinos. Se encuentran bosques a lo largo de la Cordillera Oriental, en los ríos La Paz y Luribay y en los yungas de Inquisivi y Quime. En Cochabamba, solamente se han registrado en Cotacajes. Estos bosques constituyen el hábitat de varias especies de plantas.

La queñua se caracteriza por un tronco cubierto por una corteza que se desprende en delgadas láminas pardo-rojizas. En algunas comunidades los árboles se dejan a manera de cercos alrededor de los cultivos, el tronco es usado como leña para hornos y cocinas domésticas. Además, tiene propiedades medicinales para frenar la fiebre y aliviar el dolor de estómago. Y como uso veterinario, “las hojas sirven para curar el mal de ojo de las ovejas”.

Cohoni recibe a algunos escaladores que desean coronar el Illimani y ver los cuadros de Leonardo Flores. Acoge también a aquellos curiosos que quieren saber por qué tiwanacotas, incas, religiosos, extranjeros llegaron a esa región que forjó su propia identidad.

FOTOS: CLAUDIA FERNÁNDEZ V.

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El Hip-Hop va más allá de cantar, es una lucha activa desde el arte

Luego de que Abraham Bojórquez plantara la semilla del género en El Alto, éste no ha dejado de sumar nuevas temáticas

/ 4 de octubre de 2021 / 08:19

El hip hop es desahogo, es convertir un reclamo social en canto; un instrumento de lucha de los jóvenes como Abraham Bojórquez, el legendario vocalista de la banda hiphopera Ukamau y ké. Sus letras contestatarias, rebeldes a gran velocidad son parte del legado del rapero boliviano. Y aún con las diferencias marcadas por una nueva década, la idea de decir las verdades, de expresar, continúa vigente dando espacio a una vertiente hiphopera con enfoque de género en El Alto.

Era 2003, año de la “guerra del gas”, cuando el hip hop se catapultó en la ciudad de El Alto, decenas de jóvenes comenzaron a reunirse en la radio Wayna Tambo, en la zona de Villa Dolores, para debatir sobre política, resistir y compartir música con contenido social. Luis Fernando Choque, hoy conocido como Fado Flow, fue uno de los jóvenes  —en ese momento colegial— que quedó impactado por el movimiento hiphopero alteño que se gestaba.

“En esa época escuchaba a Ukamau, Renzone, Invisible, el Choclito, al Insano Bolivia. A varios cumpas que nos decían vengan a la radio vamos a charlar, traigan ideas, traigan música. Yo llevé un cassette con una de nuestras composiciones, lo habíamos grabado con un micrófono de karaoke, y conseguimos unos bits, de los pocos que habían, en la feria 16 de Julio a 50 bolivianos”, menciona Fado Flow, activista y uno de los fundadores del dúo rapero Alto Lima Rima, nombre en honor a la zona donde vive.

Durante años el programa radial El rincón callejerofue la sede informal de los hiphoperos. El programa organizaba debates, actividades y difundía información y material cultural. “Desde el inicio buscamos alimentar a los jóvenes con la conciencia política y social. Además, mostramos la historia de Bolivia para entendernos mejor”, dice Fado Flow.

MUJERES. Pandora MC. (izq.) y la rapera Yoss

Durante ese tiempo surgieron canciones como Hermanos de sangre, nos juntaremos, de Ukamau y ké, que habla de los hechos violentos de octubre de 2003 e incluye algunas frases de Gonzalo Sánchez de Lozada, sonido ambiente de enfrentamientos en las calles, disparos de armas y helicópteros, e inspiró otros más como Octubre negro, de Rapsistencia.

“Abraham Bojórquez era un engranaje, un símbolo de resistencia”. La inesperada muerte de Bojórquez, el líder del movimiento del hip hop en El Alto, quien también cantaba en aymara, en 2009 marcó otra etapa en el movimiento cultural y desconcertó a varios colectivos alteños que de a poco dejaron de frecuentar los debates en la zona Villa Dolores. Estos encuentros comenzaron a darse en espacios más dispersos. “En esa época, si queríamos reunirnos teníamos que hacer panfletos, fotocopiarlos y llevarlos a las ferias, a los colegios. Hoy están conectados a internet, ahí encuentras todo tipo de material”, comenta Fado.

Luego de 18 años del estallido hiphopero alteño, el movimiento cultural que no necesita dominar las técnicas tradicionales del canto y que engloba distintas manifestaciones (DJ, Break-dance, grafiti y MC o persona que interpreta el género musical conocido como rap), continúa activo y visibilizando problemáticas nacionales, locales y personales.

“Las generaciones van cambiando. No es la misma de 2004, la de 2010 o la generación de 2021, pero el concepto básicamente no cambió; el hip hop brinda a los jóvenes herramientas de expresión artística cultural para que ellos puedan desahogarse, informarse, autocultivarse y colectivizar”, añade Fado.

Afiche del Colectivo Rapsistencia

Entre los años 2020 y 2021, principalmente durante la cuarentena y como una de las pocas buenas actividades que trajo, permitió que los hiphoperos se rearticulen a través de redes sociales. Arrancaron con las emisiones de programas por Facebook (La palabra del hip hop, Desde el ojo de las calles y Cultura hip hop Bolivia, entre otros). Y la grabación de nuevos temas como El Alto de pie, de Fado Flow que destaca a una “ciudad con tenacidad, multicultural y aguerrida”.

Hay lucha latente en su gente despierta, consciente, tiembla un presidente reprimen con muertes y el pueblo se hace más fuerte (Fado Flow)

“Estábamos todos encerrados en nuestras casas, y a raíz de que cerraron también el Ministerio de Culturas, comenzamos a rearticularnos con algunos cumpas, y con los pioneros del hip hop que tenían más tiempo”, comenta Fado. Como parte del impulso que llegaba, Rapsistencia Bolivia, un colectivo de raperos y raperas, retomó sus debates, producciones y formación de nuevos artistas.

Integrantes del Colectivo Rapsistencia Bolivia

“Los raperos conscientes siguen escribiendo sobre nuestra memoria histórica. O sea, componen para que el pueblo conozca su historia, y así no repita los mismos errores”, comenta Silvana Lipa, conocida como Pandora Mc, coordinadora de Rapsistencia Bolivia. Ella llegó con la idea de potenciar el rap que denuncia la violación de los derechos de las mujeres, de la comunidad LGBT. De dar mayor apoyo a la voz de las hiphoperas y reivindicar el quinto elemento del hip hop o conocimiento sobre su historia y objetivos.

“El arte nace desde la necesidad de dar a conocer la realidad. Y mis letras, por ejemplo, denuncian la violencia que sufren las mujeres y a la misma vez propongo luchar juntas, porque somos todas en contra de un sistema que nos oprime”, comenta Pandora.

La idea encontró respaldo; modificar las líricas que incitan a la violencia o al consumo de alcohol o drogas, y también aquellas que vulneran los derechos humanos, pero sin perder la potencia de las palabras y la expresión de ideas.

Una sesión de micrófono abierto en El Alto

“La iniciativa de Hip hop sin violencianació por la necesidad de darle la vuelta a la realidad. Vemos que más hombres acceden al arte, hay más raperos, DJ o grafiteros y menos mujeres. Entonces queremos que existan más raperas en la ciudad y con ese enfoque realizamos cursos de formación artística para las compañeras que vamos encontrando en el camino”. Pandora fue víctima de violencia y mediante el rap “sacó” todo el peso que guardaba. Ser mujer y hiphopera “no es nada fácil”, son varios los prejuicios que recaen sobre ellas, desde críticas hacia el estilo de ropa que usan o dudas sobre la habilidad de improvisar y la velocidad de rapear que tienen.

Ya basta de tanto lenguaje androcentrista ya basta de tanta exclusión de tanta discriminación (Pandora Mc)

“En los 2000 había pocas mujeres; de 10 cumpas solo una era mujer, y a veces no rapeaba, solo acompañaba. Hoy hay chicas que hacen freestyle (rapear de forma improvisada), organizan eventos, escriben sus letras. Pero todavía el hip hop es un movimiento predominantemente masculino”, comenta Flow.

Santa Mala, Safira Mc, Hela, Natural poesía, Canto a la resistencia, Noisy Mc, Niña Doble C, Lu Sudakas Clan, Imilla Mc, Voces de rap, son algunas raperas bolivianas.

“Hay un fenómeno con las mujeres que entran al rap; están un rato en escena, pero con el tiempo van dejando de lado la música. Y eso también hay que ir saldando, hay que ver qué pasa con las hermanas. Creo que también es la presión social que sufren”, comenta Fado.

Para las raperas son importantes las problemáticas sociales, políticas, económicas y culturales del país, aunque a veces estos temas quedan opacados por la necesidad de abrirse espacio en una sociedad que reconocen como patriarcal y misógina. “El hip hop va más allá de un género musical, de muchos que hay, es el único estilo de música que te puede decir las verdades en la cara”, comenta Jhoselin Roque, compositora y hiphopera de 23 años. Ella es conocida como Yoss, comenzó escribiendo sobre amor y desamor, hoy relata las experiencias que vive.

El rapero Fado Flow

“No agarro el micrófono y digo qué tipos de violencia hay o lo que deben hacer los jóvenes o por qué los hombres son así. Lo que quiero es expresarme, hacerme escuchar”, explica Jhoselin.

El hip hop me cambió la vida Pues sí… me sacó de la rutina A la que estaba acostumbrada  y no lo veía El rap se convirtió  en mi única compañía (Yoss)

El hip hop va más allá de cantar y no está dirigido exclusivamente a hombres, es para todas aquellas personas que quieran desahogarse y transmitir una demanda social.

“Este proyecto es para que los jóvenes tengan conciencia de que a través del arte, de la música y del rap, podemos liberar nuestras tensiones. A veces no podemos contar nuestras frustraciones, nuestros planes a futuro, ni siquiera podemos hablar de nuestras parejas con nuestros padres por falta de confianza. Lo podemos hacer a través del hip hop”, menciona Fado Flow.

FOTOS: RAPSISTENCIA BOLIVIA, YOSS

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María José: la discapacidad múltiple no frena la creatividad María José: la discapacidad múltiple no frena la creatividad

María José Viscarra es una artista de 27 años de edad que retrata sus estados de ánimo a través de la acuarela y el acrílico

/ 27 de septiembre de 2021 / 09:28

Su mano izquierda es la encargada de realizar los trazos sobre el lienzo; esa línea continua que pintó con naturalidad costó varias hojas y lágrimas. “Esta soy yo, con mi silla de ruedas y mi delantal de pintura. En ese momento estaba triste”, dice María José Viscarra al mostrar su primer autorretrato. La nueva artista tiene una paleta amplia de temas, aunque encontró una leve inclinación por reflejar su estado de ánimo a través de sus cuadros.

La acuarela y el acrílico son los materiales que más utiliza, y su mayor referente es Frida Kahlo; las obras de la artista mexicana la inspiran. Pintar le ayuda a olvidar el dolor de su cadera, que se intensificó hace dos meses por la subluxación o displasia congénita con principios de artrosis que tiene, pintar le ayuda a expresar las palabras que no puede mencionar y le permite seguir mirando hacia adelante: desea que sus pinturas lleguen más allá de La Paz.

Ser profesional en artes plásticas y visuales requiere disciplina y pasión, y en el caso de María José, de 27 años, también implicó subir tres pisos para llegar a sus clases de pintura durante cuatro años. Su madre, algunas veces con ayuda de un voluntario, levantaba la silla de ruedas grada por grada.

“Cuando entré a la universidad sentí miedo, todo era confuso, y no sabía pintar. Lo más difícil era ver cómo algunas personas me hacían a un lado”, comenta María José, pero como en sus cuadros y en la vida hay una diversidad de colores, algunos más oscuros y otros más claros. Un buen amigo como Miguel, unos profesores como Freddy Escobar, Martina Noriega, Paddy Viscarra, Fernando Montes y Mario Conde lograron aliviar el peso que sentía por dejar las brochas.

Ser una nueva artista exige también creatividad, alto nivel de destrezas, reflexión crítica y un lenguaje plástico que comunique. Todo eso aprendió en la Academia Nacional de Bellas Artes Hernando Siles, lo aprendió a través de su traductora, Claudia Agramont.

Interpretar las palabras de los profesores en Lengua de Señas necesitaba algo más que técnica. Claudia repitió las veces que fue necesario para que María José capture los detalles de las clases y la esencia de los artistas que iba descubriendo. Además del dominio de la Lengua de Señas, la complicidad entre madre e hija fue una fuerza que la impulsó para continuar estudiando.

María José, aparte del problema en su cadera, tiene discapacidad auditiva. Padece de hipoacusia bilateral severa. La artista es una de las 91.287 personas con discapacidad registradas a escala nacional en el Sistema de Información del Registro Único de Personas con Discapacidad (SIPRUNPCD) hasta 2020. La discapacidad física-motora constituye el 38%, la intelectual el 29%, la múltiple el 15%, la discapacidad auditiva el 10%, la mental el 4% y la sensorial el 4%.

Del total de personas registradas, 77.051 tienen el carnet de discapacidad, según el SIPRUNPCD. “Pies para qué los necesito, si tengo pinturas para viajar”, parafrasea María José a la reconocida Frida Kahlo, quien también pintó desde una silla de ruedas. A la frase de la joven boliviana también se incluye pinturas que expresan lo que las palabras no pueden.

Su cuadro favorito refleja a Claudia, su madre, con un rostro dividido a la mitad. En el lado izquierdo hay una mirada dulce en tonos claros y en el lado derecho hay una mirada estricta de color rojo.  También son especiales otros dos cuadros de acuarela pintados hace un par de años; Libertad y Fuerza, así los bautizó.

La tenacidad de la familia Viscarra Agramont se percibe cuando habla de la operación que necesita la cadera de María José y que no puede realizarse en Bolivia, según les explicaron los médicos. Mientras los padres de la artista continúan investigando sobre la cirugía, la familia solo desea que el dolor sea disminuido.

“Voy a seguir adelante, voy a seguir pintando”, dice María José en la Semana Internacional de los Sordos, fecha que se conmemoró por primera vez en septiembre de 1958 en Italia y “desde entonces se ha convertido en un movimiento global que promueve y crea conciencia sobre las cuestiones que las personas sordas enfrentan en su vida cotidiana”.

María José es un ejemplo de perseverancia; donde la discapacidad múltiple se convierte en creatividad y trazos llenos de luchas diarias. Su arte puede viajar sin dificultades a los lugares que desea y sus cuadros hablan por ella.

Fotos: Claudia Fernández

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‘Las personas no binarias existimos en Bolivia’

No se identifican con el esquema masculino/ femenino y luchan por ser visibles y tener respeto en la sociedad

/ 12 de septiembre de 2021 / 18:05

Cómo prefieres que te llame: ella, él, elle? “Estoy posicionando elle, pero no me hago problema si utilizas cualquiera de los tres pronombres”. Esta es la primera pregunta a Yam Medrano tras empezar la entrevista. Yam es una persona que se identifica como no binaria. 

“Nosotros estamos tan acostumbrados a suponer la identidad de otra persona… Por ejemplo, yo te veo con el cabello largo y uñas pintadas, y creo que eres una mujer/ella, pero ¿qué tal si tú no eres ella? Preguntar con qué pronombre te identificas es un principio de respeto, no saben lo feliz que se sienten muchas compañeras, compañeros y compañeres cuando hacen el esfuerzo de respetar su pronombre”, asegura Yam mientras acomoda una polera con el escudo de Bolivia y los colores de la bandera de la comunidad LGTB y la bandera no binaria.

Durante estos meses el término “no binario” se menciona con mayor frecuencia, y no necesariamente porque artistas como Demi Lovato, Elliot Page o Sara Ramírez revelaron que se identifican como no binarios, sino que hay un debate sobre el concepto e importancia de la identidad que rompe con la binariedad de género entre hombre y mujer. Se trata de un tema que desata discusiones inclusive dentro de la misma comunidad LGTB.

“Nosotros cuando nos autodenominamos personas no binarias pasamos por un proceso. En mi caso fueron tres. Al entrar en un sistema binario, como te dicen que solo hay hombre y mujer, yo me autodefinía como lesbiana, pero como mujer tenía que cumplir con ciertos cánones. Luego transmuté y entré en una crisis, sentía que era un chico trans, lo reivindiqué, y como chico tenía que utilizar ropa varonil, ser más musculoso o tenía que cambiar de voz. Yo no encajaba cuando me decían solo ella o cuando me llamaban solo él. Empecé a indagar y me encontré con el tema de las personas no binarias, personas que han sido invisibilizadas por mucho tiempo. Y no es una moda, como critican algunos”, afirma Yam.

En Bolivia no hay cifras sobre la cantidad de personas que se identifican como no binarias. Una de las primeras diferenciaciones que mencionan se refiere al concepto de sexo, masculino y femenino,  como descripción de los órganos sexuales, mientras que la identidad se entiende como una construcción social.

“No hay una forma en realidad de ser no binaria, no hay una forma estética porque otra vez estaríamos encasillados. Por ejemplo, muchas compañeras, compañeres que se sienten no binarios adoptan ‘elle’. Todo depende de con cuál te sientas cómo de y cómo  quieras reflejarte ante la sociedad o ante tu entorno”, comenta Yam.

(De izq. a der.) Yam Medrano, de la colectiva La Pesada Subversiva, en Santa Cruz; Shadé Mamani es parte de Wiñay Wara D.S.G. (El Alto) y Lily Honorio, integrante de la Red No Binarie Latinoamericana

Más que la apariencia

Además de la enebefobia o rechazo a las personas no binarias, otro de los conflictos que éstas enfrentan es que son confundidas con personas andróginas, aquellas cuya apariencia tiene rasgos que no corresponden a los de su sexo biológicos.

“La androginia es más estética, muy de tu cuerpo, del físico y tus rasgos corporales. La no binariedad es como tú te sientes, cómo está tu interior y qué es lo que quieres expresar hacia afuera”, menciona Shadé Mamani, integrante del Colectivo Wiñay Wara D.S.G. y coordinadora general de la escuela TODES, un espacio habilitado para la educación de nuevos jóvenes líderes LGTB en la zona Ballivián en la ciudad de El Alto. En el lugar todavía se puede leer escrito en la pizarra “tipos de violencia”: son los títulos de la clase anterior.

“Yo en algún momento me he sentido más conectada con mi lado masculino. Hace seis, siete años pasaba por la calle y me decían ‘joven’, hasta que escuchaban mi voz, porque yo no la fingía, y hace como unos tres años empecé a conectarme más con mi lado femenino”, dice Shadé, quien se identifica como lesbiana y no binaria.

“¿Cómo referirse a una persona no binaria?”, fue la pregunta de un usuario a la Real Academia de la Lengua Española (RAE) a través de Twitter. La respuesta de la RAE no dejó dudas, ni espacios para interpretaciones: “Le recomendamos que pregunte a dicha persona cómo desea ser tratada”.

“Yo tengo otro nombre en mi cédula de identidad con el cual no me identifico, y para que respeten el pronombre que me identifica me costó lágrimas, me costó la familia. Tenés que pelearte para poder ser libre”, relata Yam, que es integrante de La Pesada Subversiva, una colectiva transfeminista y de disidencia sexual de Bolivia, un espacio de “convergencia para las inadaptadas” de intervención callejera con sede en Santa Cruz.

Una perspectiva política

—¿Cómo prefieres que te llame: ella, él, elle?

—Bueno, hoy mis pronombres son ella y elle, no tengo ningún problema con cualquiera, lo importante es que preguntes. Algunas veces sin preguntar me dicen “la señorita” y no me siento cómoda.

Es Lily Honorio, tiene 24 años, se autoidentifica desde hace cuatro años como persona no binaria. Hoy luce cabellos largos, zapatillas deportivas, lleva en el cuello una pañoleta verde —símbolo a favor de la despenalización del aborto— y pertenece a la Red No Binarie Latinoamericana.

“Desde mi perspectiva política, yo me identifico como no binaria porque no me siento cómode con los dos géneros que la sociedad nos impone desde que nacemos, con los estereotipos. Si eres hombre no lloras, te vistes de azul y juegas con autitos; si eres mujer, todo lo contrario: eres débil, tienes que atender a tu esposo y vistes de rosa. No me quiero identificar como mujer, pero tampoco me quiero identificar como hombre, entonces ahí es donde trasciende esa no binariedad dentro de mí y si quiero también puedo fluir”.

Una de las formas de protesta y visibilización de las personas no binarias es el uso del lenguaje inclusivo, aquel que incorpora “x”, “@”, o la terminación “-e”. Aunque la RAE no incorporó estas modificaciones en el lenguaje alegando que “se basa en un esquema binario, sustentado en las categorías biológicas de sexo masculino/femenino. La forma “elle” y las terminaciones en “-e” en voces con flexión “-o/-a” son recursos facticios promovidos en ciertos ámbitos para referirse a quienes no se identifican con ninguno de los géneros del par binario, pero su uso no está generalizado ni asentado”.

Mientras, la cuenta oficial de Larousse Latinoamérica identifica que el lenguaje es también una herramienta política que “comunica sus necesidades por medio de ésta, siendo una de las principales el reconocimiento, la visibilidad”.

“Si deciden utilizar algún morfema de género neutro, nosotros les recomendamos preferir la vocal  ‘-e’, por sobre la ‘x’ y el ‘@’. La razón de esto es que, a diferencia de las otras dos posibilidades, la ‘-e’ sí que puede leerse y pronunciarse, mientras que la ‘x’ y el ‘@’ no. Si la razón de todo es incluir, utilizar la ‘x’ y el ‘@’, siendo marcas de género que no pueden realizarse en el habla, excluyen a las personas que no pueden leer. Así que gana la ‘-e’ por ser la más incluyente”, explica la cuenta de Larousse Latam.

“El lenguaje inclusivo es una forma de resistencia. Yo creo que para que realmente la gente se dé cuenta de que hay otras, otros y otres. La sociedad hace al lenguaje y no al revés”, apunta Shadé.

El debate sigue centrado en tratar de aclarar si es necesario utilizar un morfema neutro para ser más inclusivo o si el masculino se mantendrá para referirse a todos. “Yo entiendo muchísimo cuando dicen que es difícil acostumbrarse al lenguaje inclusivo, hasta para nosotros ha sido difícil. Nos dicen que estamos locos, que nos estamos inventando otro género, pero se trata de respetar a las diversidades porque también en Bolivia existen las personas no binarias”, asegura Lily.

El 21 de julio de 2021, Argentina se convirtió en el primer país en Latinoamérica que reconoció en sus documentos de identidad (DNI) a las personas que no se identifican con las categorías femenino o masculino, y permite que usen en cambio la opción “X”, reconociendo el derecho a la identidad de género como una “vivencia interna y subjetiva que no depende ni de las características biológicas, ni de las categorías impuestas de hombre y mujer”. 

“En Bolivia falta mucho para llegar al reconocimiento de los derechos de las personas no binarias. En Argentina, hace más de 10 años aprobaron el matrimonio entre personas del mismo sexo —o Uruguay y Brasil—. Acá en nuestro país ni siquiera se reconoce el ejercicio de los derechos de las personas trans, hay que ir avanzando a paso seguro”, asegura Shadé.

Fotos: La Pesada Subversiva y Claudia Fernández

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