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Cuando no se necesita a un periodista: la inteligencia artificial crece en las redacciones

La inteligencia artificial (IA) nos recomienda, según nuestros gustos, películas en Netflix o música en Spotify, identifica los mensajes SPAM que llegan a los correos electrónicos, personaliza nuestras redes sociales, nos responde inmediatamente en los chat de servicio al cliente cuando buscamos información de algunas empresas o puede darnos la mejor ruta para evitar el congestionamiento vehicular.

El campo de la IA es amplio; desde ayudar en la medicina con un software para detectar cáncer de mama y pulmón mediante análisis radiográficos o escribir artículos periodísticos, sin necesitar de que lo haga un periodista.

No hay magia detrás de la inteligencia artificial: lo que existe son datos, miles de datos y órdenes de los humanos. Se puede enseñar al sistema de IA (el aprendizaje automático, Machine Learning), pero también puede aprender por sí misma (Deep Learning). Y antes de entrar a los robots periodistas, no necesariamente como los vimos en las películas, nos quedamos con los datos. Ahí entra el Big Data. 

Es el “volumen y tipo de datos provenientes de la interacción con dispositivos interconectados como celulares, GPS, relojes inteligentes, computadoras todo aquello que es capaz de producir información y enviar electrónicamente a otra parte”, describe el investigador Walter Sosa Escudero en su libro Big Data.

Medios de comunicación

Los medios de comunicación, por el momento los más grandes en el mundo, apuestan por el procesamiento automatizado del lenguaje; en palabras más sencillas: son más las notas periodísticas elaboradas por inteligencia artificial, elaboradas por robots.

No es extraño leer noticias deportivas, financieras, el pronóstico del tiempo o análisis de los datos del COVID-19 en diarios donde ningún periodista participó de la redacción.

“Gracias a la generación de lenguaje natural, la IA es capaz de redactar todos los partidos de una jornada normal en cualquier liga en apenas segundos. Esto libera al periodista de tareas repetitivas, lo que le permite centrarse en lo verdaderamente importante: el análisis de la realidad. Además, el artículo generado por la inteligencia artificial puede suponer un borrador que el periodista puede enriquecer con sus conocimientos”, menciona a ESCAPES ofía Sánchez González, PR y Marketing de Narrativa, la startup española que interpreta datos estadísticos y elabora noticias de forma automática con su sistema Gabriele.

Este sistema envía algunas notas para Infobae (medio de comunicación argentino), el Heraldo (medio español), Ansa (Agencia italiana de noticias), Rtve (radiotelevisión española), y diferentes medios deportivos como Encancha (medio de comunicación chileno), entre otros.

“Cada cliente requiere un tipo de contenido, por lo que nuestro sistema de IA (Gabriele) lo personaliza según las necesidades de cada medio. El proceso de configuración comienza con un corpus de ejemplos del propio medio, es decir, utilizamos textos generados por ellos para que nuestro sistema de inteligencia artificial aprenda y pueda reproducirlos de la manera más fiel posible. Por último, realizamos un análisis avanzado de estos datos utilizando algoritmos de Machine Learning y Deep Learning”, dice Sánchez.

En los medios de comunicación son dos las áreas más utilizadas por IA. Uno: “Para aumentar la capacidad de generación de informes”. Aquí se revisan grandes volúmenes de documentos con aprendizaje automático, se detectan eventos de noticias de última hora en las redes sociales y extraen datos de COVID-19 de sitios web gubernamentales y oficiales.

Dos: “Para reducir los costos variables”. La segunda área importante en la que se utiliza la IA en el periodismo incluye herramientas que automatizan el proceso de transcripción —la palabra que a la mayoría de los periodistas nos espanta, “desgrabar” (transcribir). Para aquellos que no están relacionados; imagínese una entrevista de una hora, bueno esa hora de conversación debe ser convertida en texto, palabra por palabra—, automatizan también el etiquetado de imágenes, videos y generación de historias, según un análisis de la Fundación Knight sobre cómo la IA impacta en el periodismo.

Algunos medios de comunicación y empresas tienen sus propios sistemas de IA, estos sistemas tienen nombre como; Heliograf (que utiliza el Washington Post), Syllabs (Le Monde), Quakebot (Los Angeles Times), Quill (Forbes) y Cyborg, el sistema utilizado por Bloomberg, compañía de asesoría financiera, para automatizar miles de artículos sobre los resultados financieros de empresas cada trimestre.

“La labor de un periodista es fundamental y no va a cambiar. Lo que varía es el modo en el que ejerce su profesión, un modelo que combina tecnología e investigación para lograr mejores resultados. El periodista será más inteligente gracias a la inteligencia artificial y podrá utilizar herramientas que ya existen para analizar patrones y extraer información. Así, su labor tendrá más impacto”, dice Sánchez.

New York Times

El gigantesco medio estadounidense con 7,5 millones de suscriptores, el medio con más suscriptores en el mundo, también se subió a la IA. Por ejemplo, El New York Times, con el apoyo de Google Cloud, está digitalizando su inmensa colección de fotos.

“Durante más de 100 años, el New York Times archivó aproximadamente siete millones de fotos antiguas en un lugar llamado la Morgue dentro de sus oficinas en Times Square en Nueva York. Muchas de las fotos se han almacenado en carpetas y no se han visto en años”, explicó Sam Greenfield, director técnico de Google, a través de un blog. Uno de los primeros pasos es digitalizar las fotos, pero para que el material fotográfico sea más accesible y útil es conocer el contenido de las imágenes. ¿En qué año fue tomada?, ¿dónde?, ¿quiénes salen en las fotos? Ahí entra la API de Cloud Visión, una herramienta de Google que permite analizar una gran cantidad de imágenes y extraer información valiosa para comprender su contenido.

Y éste, es solo un ejemplo del uso que da el New York Times a la IA. Seguro sus innovaciones deben ser diversas y grandes, como los recursos que tiene.

Funes

Aunque a un ritmo menor que en los países desarrollados, los medios de Latinoamérica poco a poco se van sumando a optar por alguna forma de automatización en sus procesos. “La inteligencia artificial es una herramienta de acompañamiento y no de sustitución, por lo que la automatización no acabará con los puestos de trabajo para los periodistas: facilitará sus tareas”, menciona Sánchez.

Funes —como el nombre del extraño personaje de Jorge Luis Borges, ese joven con memoria prodigiosa capaz de recordar cada uno de los detalles insignificantes— es un algoritmo creado por una iniciativa peruana para luchar contra la corrupción. La herramienta analiza miles de datos recopilados por Ojo Público, un medio de comunicación peruano, en contrataciones públicas del Estado e “identifica relaciones políticas y financieras a través de un modelo algorítmico que muestra escenarios de riesgo de corrupción”.

Otro ejemplo de inteligencia artificial fue potenciado por Verificado, un medio mexicano, que incorporó a su redacción a Pinpoint, una herramienta de investigación que ayuda a explorar y analizar grandes colecciones de documentos, esta herramienta es gratuita y cualquier periodista puede utilizarla. Admite archivos PDF, imágenes, correos electrónicos, archivos de audio y la mejor parte es que los convierte en texto ¡adiós “desgrabar”!, identifica organizaciones, personas y tiene 115 GB de almacenamiento para cada cuenta.

“La automatización es el futuro en muchos campos, no solo en el periodismo. La pandemia ha acelerado la transformación digital de muchas empresas, que se han dado cuenta de que la automatización supone una ayuda fundamental para crecer: los empleados pueden dedicarse a tareas de valor añadido sin perder el tiempo en trabajos repetitivos”, asegura Sánchez.

Y antes que la tecnología nos gane, mejor vamos migrando a otro tipo de periodismo menos mecánico.

FOTOS: ACOOL_STUDIO,UPKLYAK, RAPIXEL.COM, FULLVECTOR Y STARLINE (FREEPIK)