El papirri: 43 años de canciones
EL PAPIRRI
CH’ENKO TOTAL
Sinceramente se me puso difícil este año, incluyendo el retorno al escenario. El 23 de abril mi esposa tuvo un problema de salud tan serio que la muerte pasó rozando. A partir de allí empezaron las suspensiones de los conciertos, no quiero contarlos porque me viene el bajón. Cuando quise retornar en agosto vía Café Efímera, apareció Mr. Herpes Zoster a tomar mis territorios. Hoy, a dos meses de ser invadido, sigue Zoster manteniendo algunas trincheras en mi espalda, trato de no darle pelota, es una especie de Guantánamo que ninguneo. Hace unos días empecé a ensayar, toqué la guitarra luego de casi cinco meses, fue como cantar sobre ruinas de guerra. Canto y lloro a la vez. Nunca me pasó. Recién cumplí 62 años y ando lagrimeando y moqueando como wawita de pecho, una vergüenza. La emoción de volver a cantar y tocar me rebalsa. El asunto es que el próximo sábado 8 y domingo 9 de octubre vuelvo a dar conciertos en el mayor escenario de nuestro país, el Teatro Alberto Saavedra Pérez de La Paz, mi ciudad.
Decidí iniciar el concierto yo solito con mi guitarra, estrenaré tres canciones así en pelado, no me puedo poner nervioso pues Zoster saca sus agujas. La primera canción está dedicada a mi compañera Carolina, extrañamente suena un son atrás, describe semejante evento con marco medio salsero, me es difícil cantarla sin lagrimear: debo lograrlo. La segunda canción me atacó en súbito el año pasado en mi programa de tele Ch’utis, mi amigo el cineasta Mauricio Durán era el entrevistado. Un día antes había visto un documental de Durán que es desgarrador, investiga los pasos de su hermano asesinado por un milico en el servicio militar. Aquel día en el programa de tele apareció solita la canción El Murucullu, una cueca compuesta en 1987 y que nunca la había cantado en público. Es el misterio de las canciones. Me acordé todita la letra de este Muru, sarnita conquistador, linda cuequita es. La tercera canción tiene en el texto forma de décima, se llama Décima vez, es un ejercicio artístico académico nacido de las clases que dictaba en la Maestría de Producción Musical de la UPEA.
Yo mismo me complico la vida iniciando así este concierto, no es por masoco, es como tirarse un balde de agua helada y salir a la cancha, con esa sensación de vértigo de verte solito en un proscenio enorme, el ingreso al tablado con la gente y su murmullo de abejitas, solo-solito, como la primera vez, hace 43 años en mi estreno como compositor. Porque como guitarrista son 55 años que toco. Hay colegas que no sé cómo definen sus inicios y celebraciones, hay uno que festeja 60 años de carrera y no toca hace 20, hay otro que dice 40 años de carrera artística y tiene 50 años de edad, medio chacota el asunto. Yo decidí marcar la fecha de partida desde que presenté en público una primera canción mía, nada menos que en un concurso batiéndome en duelo en 1979 con los mejores cantautores de la época.
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Luego de estas tres canciones cantaremos composiciones del último CD 60A, que presentamos el año pasado. Haciendo un paréntesis bailaremos cantando el Pepino Pandillero en homenaje a los 474 años de la fundación de La Paz. En esta primera parte ya estarán en escena Heber Peredo y sus magníficos teclados; mi percusionista y amigo leal Vico Guzmán; en Amartelo aparece el bajista Raúl Flores, que acaba de llegar de gira por Europa; el talentoso Mauricio Segalez me hará el aguante con su voz y guitarrita; surgirá Diana Azero siempre segura e inteligente; el charango de Ariel Choque brotará en el caporal bilingüe Camote bailado por el Ballet Folklórico La Paz (Bafopaz), cerrando la parte con la cumbia posmoderna Ch’utis.
La segunda parte será iniciada con la presencia del tenor Mauricio Clavijo, una novedad en mis conciertos. Cantaremos Sacudite y Alasita, apareciendo seguidamente en escena el gran Bladi Morales (Efecto Mandarina, Vinilo 54), uno de los mejores bajistas de la actualidad. Bladi se inició profesionalmente conmigo hace unos 21 años, será un reencuentro muy lindo. Luego llegará el turno de David Portillo, que le da un aurea especial a la escena. El concierto acabará con jóvenes y niños, lindo final de esperanzas con Los Bolitas y el Papirri’s Kid. Es que no podré estar en los 500 años de La Paz, mi ciudad, serán pues estos jóvenes y niños quienes interpretarán mis canciones en mi ausencia. Esito sería. Vayan, pues. Con tanta suspensión ya no se sabe cuándo nos encontraremos de vuelta. La venta de entradas está disponible en Superticket, de manera digital, ingresando a la web de la empresa. También puede reservar con Iris al celular 705- 43667. ¡Ahhh! Bien le cascaremos estará como bis. ¡Ahh! Estará a la venta el DVD El Papirri Sinfónico que salió en agosto. ¡Ahh! Manden nuevas metafísicas populares ¡Ahhh… chís! Me resfrié de nuevo…
(*) El papirri: personaje de la Pérez, también es Manuel Monroy Chazarreta