En el Laredo
Imagen: El Papirri
El papirri en el Laredo
Imagen: El Papirri
CH’ENKO TOTAL
En el mes de julio visité el Instituto de Educación Integral y Formación Artística “Eduardo Laredo”, un gran proyecto educativo creado por el arq. Franklin Anaya Arce en 1961. Me recibió con gran amabilidad el actual director, nieto del fundador. El lic. Franklin Anaya Giorgis, el gran Kilin, me instruyó indicando que el Instituto aplica la educación integral con una simbiosis de la enseñanza por doble vía, por un lado en las mañanas se llevan las asignaturas de humanidades y en la tarde las asignaturas de las artes, impartidas a niños seleccionados por sus aptitudes desde tercero de primaria. En las artes tienes la posibilidad de escoger las especialidades de teatro, música y danzas, es un centro educativo diferente, los estudiantes pasan cerca de 10 horas al día estudiando las asignaturas, este año el Laredo tiene 460 estudiantes en primaria y secundaria.
Cuando fui, los chicos estaban en vacación de invierno, sin embargo el gran Kilin estaba en su despacho ordenando miles de papeles. “Te voy a mostrar el teatro”, me dijo, y fuimos caminando por el patio en una tardecita cochabambina plácida. Ingresando al Teatro pude constatar un escenario bien puesto, con parrilla de luces, 270 butacas bien mantenidas, caminamos con ese placer de respirar el arte en un teatro vacío. Detrás del teatro, el Kilin me mostró el piano Steinway & Sons Model A que adquirió la institución en 2019, un majestuoso piano muy bien cuidado por alumnos y docentes. El Laredo tiene mi edad, 62 años, me hubiera encantado estudiar en esta institución que tiene un plantel de docentes de alto nivel, tanto en lo humanístico como en lo artístico. Además, egresas del colegio con un título en técnico medio y eso ayuda un montón. En 2021 el presidente del Estado Plurinacional, Luis Arce Catacora, entregó la Resolución 06/2021 del Parlamento Andino, que declara a esa entidad como Patrimonio Cultural y Educativo de la Región Andina. “Esto es muy significativo por el relacionamiento internacional del instituto”, me dijo el Kilin orgulloso.
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El papirri: 43 años de canciones
Entonces decidí preguntarle si podía dar un concierto en el teatro. “Haz tu solicitud, Papirri”; “sería para octubre”, le dije, nos abrazamos y despedimos. Salí contento de la visita, más aún considerando que el Teatro Achá estaba cerrado casi tres años y recién hace unos días abrió sus puertas. Entonces en agosto llegó sorpresivamente Mr. Herpes Zoster y puso en duda todo, sin embargo, con paciencia y salivita lo fuimos superando, siendo que el viernes 21 de octubre entraba al escenario del Teatro del Instituto Laredo. Tuve la suerte de que la productora cochabambina Toc, que dirige Raquelita Rocha, se interesara en producir el evento denominado El Papirri: 43 años de canciones. Todo sería más fácil si yo contara con el mismo staff de músicos del concierto 43 años de canciones, realizado en el Teatro Municipal de La Paz el 8 y 9 de octubre, pero no… había que montar el show todo de nuevo, con músicos de la Llajta, pues no teníamos auspicio alguno para transportar a los músicos paceños hasta Cochabamba. El problema se volvió oportunidad cuando empecé a ensayar con los músicos cochalas Mauricio Cardona en batería, Inti Medina en bajo y contrabajo, Fabiana Fiorilo en voz; Juan Ernesto Saavedra en la guitarra eléctrica, Arpad Debreszeni en violín; Sebastián Loredo en trompeta, ¡todos ellos exlaredistas!, músicos con estudios superiores en sus especialidades y sobre todo grandes hermanos del arte. A los laredistas se sumaron la voz hermosa del cantautor Chelo Arias y el piano de Karlos de la Torre, el Teatro estuvo casi lleno con la sorpresa especial del Papirri’s Kid versión cochabambina, hermosos niños que Raquelita hizo ensayar en la canción Qué Tal Metal. El sonido estuvo muy bien manejado por Manu Rocha. Mil gracias a todos estos amigos cochalas, gracias Kilin por el Teatro, gracias productora Toc por el gran esfuerzo que incluyó danza con el Ballet de Edson Ontiveros en el caporal bilingüe Camote. Un bello concierto. Los músicos de gran nivel. El público bastante exigente. Las piezas más aplaudidas fueron las obras instrumentales Achocalla y Zamba Geisha, pude verificar esto gracias al video producido con una cámara por Al Tadic, otro gran artista cochabambino que me regaló las imágenes con una generosidad muy pocas veces vista. Fue muy lindo estar en el Laredo aquel 21 de octubre en la tarde, en la prueba de sonido y ver en los patios a niños y jóvenes estudiando sus partituras, ensayando sus obras de teatro, bailando coreografías, formándose con alegría y entusiasmo. Mil gracias Instituto Laredo de Cochabamba.
(*) El papirri: personaje de la Pérez, también es Manuel Monroy Chazarreta