Ch’akatao
Imagen: el papirri
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CH’ENKO TOTAL
Se acabao, ch’akatao. No queda ni un ejemplar de El Papirri: 40 años de canciones, un hermoso libro aniversario que se hizo realidad gracias a que ganamos el Fondo Excelencia Artística de la Cooperación Suiza en Bolivia en 2019. ¿Quiénes ganamos? El Papirri, el Manuel y el equipo técnico del libro, al frente de la diseñadora Laurita Mercado y del compositor Manuel Rocha, ambos artistas cochabambinos. El Manu transcribió 40 canciones del que suscribe al pentagrama, en melodía y cifra armónica. Con Laurita trabajamos mucho el cuidado de los textos, fotos, ilustraciones, trabajamos nueve meses en este bello libro, me siento orgulloso de ese texto que se acabao. No hay. Ch’akatao. Recuerdo aquel acto en el Ministerio de Educación en septiembre de 2019 cuando la jefa de la Cooperación Suiza en Bolivia regaló a las Normales de Música 500 libros. Esa sensación de que hay haaartos libros es hermosa, regalábamos de 50 en 50, todo un acto de generosidad que ojalá sea valorado por los estudiantes de las Escuelas Superiores de Música, exnormales. Luego la cooperación concedió permiso para que el suscrito saque una segunda edición y así ganar pues alguito, yo y el Papirri, porque el fondo aquel se fue en pagar al equipo técnico y la imprenta. Esta segunda edición se acabao. Ch’akatao. Uno dice al inicio: ¡Qué belleza, ya no hay libros! Pero pasa el tiempo y ves que los necesitas, que llegó un colega famoso, internacionalmente desconocido como yo y deseas obsequiarle un libro, o regalarle a alguna autoridad que te recibe por pena o a algún médico para que sea un poco más misericordioso, entonces compruebas que es una huevada no tener libros, te arrepientes de haber vendido tan barato y de haber regalado tantos libros a tantos giles que ni siquiera los han hojeado, por la necesidad de vender pues, señora, nosotros también vivimos al día, vivimos del día, morimos de noche y resucitamos.
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Ch’akatao
Se acabao, ch’akatao. El libro Crónicas del Papirri Volumen I no hay cawallero, digo con aquel gesto de poner focos. Aquel librito que me alegró el alma, que me hizo dar un ataque de risa cuando sale bestseller de la FIL La Paz 2008, y este mi primo Enrique que decía, jodiendo: “Che, tu librito le ha ganado en ventas al mío, ¡a mí!, que soy un escritor consagrado, qué falta de respetooo…” Este librito es así, mucho humor tiene, viajes, jodas y el asombro hermoso de descubrir que podía escribir más allá de las estrofas de una canción: no había sido tan gil de abril ese Papirri, decían los ociólogos. Las Crónicas Volumen I salieron en supuestos 500 ejemplares vía editorial La Hoguera, se vendió rápido y fluido, en la época yo tocaba mucho y los vendía, de pronto en la FIL Santa Cruz de septiembre no había ni uno más, entonces empecé a joder a la editorial: “Ya pues saquen nueva edición, saquen pues jóvenes, ya puej”. Pasó un año y naranjas, pasó otro año y tampoco, yo no entiendo hasta ahora por qué. El asunto es que recién en 2010 la editorial Plural se animó a sacar una nueva edición y luego en 2013 una edición más, y en Ecuador la editorial alternativa J y G sacó una edición de imprenta digital que desapareció rapidito. El libro, no la imprenta. No hay, shempre. Ch’akatao, joven. Ni a La Hoguera, ni a Plural, ni a J y G les interesa sacar una nueva edición de Crónicas I.
Se acabao, ch’akatao, el libro Crónicas del Papirri Volumen 2 que sacó en 2012 la editorial El Cuervo, del chapaco conquistador Fernandito Barrientos, parece ser que se animó a hacer mil libros de una y se fueron vendiendo como gotera. Aquel, el de la tapa del Papirri con la camiseta del Tigre en una tabla de salvación, aquel de la crónica La Hilariashon que le gusta mucho a mi amigo el actor Sergio Caballero, aquel el del escrito Los Coaquira que le gusta mucho a mi cuate literato Jimmy Iturri. Se acabao, se ha cavao, su tumba. Ya no hay más discos 60A, y no es que se acaben los CD, se acaban los impresos que tenían un cuadernillo de 10 hojas full color tamaño carta, raro en un disco, con su sobre de carta verde, verde como la esperanza en plena cuarentena, con el diseño de Laurita que lo hizo de taquito, aquel disco de Ch’utis, de Mamita Cantila, del caporal bilingüe Camote. Asimismo, ch’akatao el CD Cara Conocida, ya era hora, aquel del cuadernillo diseñado por mi amigo querido Rolito Costa en 2002, en la tapa la hermosa caricatura del maestro Ricardo Pérez Alcalá, aquel disco con el maestro Litto Nebbia en teclados, con el bajo de otro maestro, César Franov (ex Spinetta Jade), aquel de Morenada nada, de Zamba para Anita, de Pa ques decir, aquel disco binacional grabado en Argentina por Litto Nebbia y su trío y en Bolivia por el Panchi de Atajo en Bobalización, con el Álvaro Montenegro en la canción Al Che, entre otros grandes cuates musicales. Se acabao, ch’akatao, el CD Helado Propicio, ya no hay casero, ni va a haber, se terminó aquel cuadernillo con el Heladero, aquel con la Diawadacapotaquitonada, aquel de Migración y Ego, aquel disco de 2009 que alguna vez existió, y que ahora está en la nube, dónde será eso, ese CD que corea que hay que tomar partido, el de la vida y el del singani. Y yo ahora escribiendo esto con saudade, porque se acabao, caserito, ch’akatao el formato CD con cuadernillos a full color, se acabao, ch’akatao el público aquel que compraba y leía las letras y olía el CD al sacarlo del celofán. Se acabao, ch’akatao, la manera urgida y valiente de sobrevivir vendiendo libros y discos en físico… Y en qué cosa sino pues …
— O qué te voy a regalar en Navidad: ¿Un link?
*Ch’akatao, paceñismo, del aymara chhaqhatawa, perdido, acabado. Fuente: mi amigo el Dr. Esteban Ticona.
(*) El papirri: personaje de la Pérez, también es Manuel Monroy Chazarreta