Cuatrocientos años de Venezuela en una calle de La Guaira
Imagen: Marco Fernández y Roberto Guzmán
Un grupo de artistas representa la historia de Venezuela. La actriz Helianta Cruz posa con la bandera.
Imagen: Marco Fernández y Roberto Guzmán
El primer vuelo de BoA a tierras venezolanas permitió conocer el Casco Histórico de La Guaira, un lugar con muchas historias por contar
Venezuela celebra Navidad desde octubre. Ya sea en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía Simón Bolívar o en las calles del estado La Guaira, los incontables focos y adornos recuerdan el nacimiento de Jesús. Es, tal vez, lo primero que impresiona a los bolivianos que formaron parte del primer vuelo de Boliviana de Aviación (BoA) a aquel país sudamericano.
Sebastián Michel, embajador de Bolivia en Venezuela, recuerda que, a finales del siglo XX, los vuelos entre los territorios boliviano y venezolano eran constantes —a través de la extinta Lloyd Aéreo Boliviano (LAB)—, pues Caracas era la ciudad desde donde se hacían conexiones hacia todo el mundo.
Después de varias décadas de ausencia, era necesario volver a conectar ambos países por la vía aérea. Ronald Casso, gerente general de BoA, afirma que la aerolínea nacional tiene vuelos a Sao Paulo (Brasil) y Buenos Aires (Argentina), “y es ideal que ese flujo lo complementemos con otros mercados como Caracas”. Pero ese no es el único objetivo.
Como parte de los acuerdos entre ambos Estados, 14 jóvenes bolivianos —de diferentes regiones— fueron becados para estudiar Medicina Integral Comunitaria en la Escuela Latinoamericana de Medicina Dr. Salvador Allende (ELAM), en la capital venezolana.
Para Emerson Nina es una experiencia única. Primero, porque es la primera vez que se aleja de su natal Caranavi y, segundo, porque estudiará durante seis años y medio en la universidad. “Siento un poquito de miedo porque mi familia está un poco lejos; pero, una vez que termine la carrera, quiero volver al lugar donde nací, como médico, para trabajar y ayudar a la gente que necesita”, afirma el joven de 21 años, quien, apoyado en la ventana del avión, mira el horizonte con una mezcla de tristeza y mucho de esperanza.
El vuelo de algo más de cuatro horas entre Santa Cruz de la Sierra y La Guaira es una invitación para quedarse a ver el inmenso mar de bosques amazónicos, que tienen inacabables ríos que parecen serpientes gigantes que se abren paso entre la vegetación, hasta llegar al mar Caribe, que forma parte del océano Atlántico.
Nada más llegar al aeropuerto venezolano, lo primero que llama la atención son los focos y adornos navideños de finales de octubre, algo que se repite en las calles del territorio venezolano.
Esta región es por demás interesante desde el ámbito histórico, pues fue un puerto apetecido por piratas neerlandeses e ingleses, por lo que la Corona española fortificó los ingresos marítimos, algo que se nota por algunos cañones antiguos que actualmente forman parte de los ornamentos citadinos.
En las faldas de los cerros Colorado y Caído, la delegación boliviana se detiene en el Casco Histórico de La Guaira, que era el eje del comercio entre Europa y América, y que en la época republicana se transformó en un bastión para repeler las invasiones extranjeras.
“En el Himno a Venezuela dice: ‘Seguid el ejemplo que Caracas dio’. La gente aquí dice: ‘El grito que La Guaira dio’, porque pensamos que la independencia comenzó aquí”, asevera Helianta Cruz, una reconocida actriz de teatro y de televisión.
Recordada por haber participado en telenovelas como Inés Duarte, secretaria, y Cara Sucia, entre otros, ahora lleva un vestido de la época colonial y no deja de sostener la bandera venezolana. “Yo represento a Venezuela en esta ruta histórica, en la que estamos representando 400 años de historia, porque nosotros aquí, en La Guaira, dimos el primer grito de libertad, de independencia y de soberanía”, recalca la actriz.
Tiene razón. El 28 de febrero de 1761, José María España y Manuel Gual fueron protagonistas de un movimiento de emancipación contra la Corona española, que luego se irradió hasta Caracas. En esta movilización también se destacó Josefa Joaquina Sánchez —esposa de España—, quien diseñó, de manera clandestina, una bandera de liberación. Al conocer esta parte de la historia de La Guaira es irrefrenable relacionar a Josefa Joaquina con Helianta.
Desde hace más de un año, más de 50 actores, músicos y artesanos protagonizan una representación histórica de 400 años de historia de Venezuela, en especial de La Guaira, en la calle Bolívar, que retrotrae a las épocas coloniales, con casas de zaguanes amplios que dan paso a patios empedrados, balcones relucientes y paredes que tienen colores intensos, sin olvidar que hay también iluminación que recuerda que faltan dos meses para Navidad.
De repente, el bongó, la tambora, la charrasca, el cuatro y las maracas se apoderan de la calle con un contagioso ritmo de parranda. “Viva Venezuela, mi patria querida; quién la libertó, mi hermano fue Simón Bolívar”, cantan no sólo los músicos, sino también los actores y la gente que visita este lugar. Incluso los bolivianos.
Es la antesala para un repaso histórico venezolano, que continúa con la actriz y cantante Juana Castillo, quien personifica a una negra esclava de hacienda que, en su canto, incita a la rebelión del yugo español.
“Mostramos 400 años de historia de La Guaira, con la idea de que vengan turistas internos y externos”, dice Juana con una voz dulce y suave, que se transmuta en intensa y fuerte cuando le toca relatar pasajes históricos de su país.
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La calle adoquinada se transforma en una correa que transporta a los visitantes a una representación de los caribes, pobladores originarios de esta parte del país; a la conspiración independentista de José María España y Manuel Gual; el encuentro entre José María Vargas —patriota y luego presidente de Venezuela— y Simón Bolívar; la declaración de independencia, del 19 de abril de 1810, y un espectáculo artístico de pintura.
En un par de horas, 400 años de Venezuela transcurren por una calle colonial, con zaguanes, balcones y rejas, con Juana Castillo que actúa como una esclava y Helianta Cruz que representa a Venezuela, con una Venezuela de gente muy amable, de playas imborrables en la memoria y con una promesa, para el visitante, de retornar para seguir conociendo los rincones del país de Bolívar.
Con charango en cielos venezolanos
El primer vuelo tenía que ser especial. Cuando el Boeing 737-800 de BoA sobrevuela el océano verde de Amazonia, la artista boliviana Luciel Izumi desenfunda su charango y comienza a interpretar un huayño, un caporal y termina con la infaltable Viva mi patria Bolivia. “Es la primera vez que hacemos un show así, saltando como caporales, de un lado a otro. Ha sido algo muy hermoso”, confiesa Luciel, ya en tierra venezolana.
Ronald Casso, gerente general de BoA, afirma que la nueva ruta aérea entre Bolivia y Venezuela generará mayor movimiento de exportaciones e importaciones entre ambos países, además de generar recursos a la empresa estatal.
“Empezamos el desafío comercial para hacer que esta ruta sea rentable y salga un buen servicio hacia ambas poblaciones, pero nos interesa hacer conectividad hacia otras ciudades y otros países de Sudamérica”, añade.
El objetivo —según el ejecutivo de BoA— es convertir el Aeropuerto Internacional de Viru Viru, en Santa Cruz de la Sierra, en un hub desde donde haya vuelos no sólo a Caracas (Venezuela) sino también a La Habana (Cuba), Lima (Perú), Sao Paulo (Brasil), Buenos Aires (Argentina).
A ello se deben sumar los vuelos a Madrid (España) y Miami (Estados Unidos), además de su próxima salida a Asunción (Paraguay), sin olvidar que se esperan los permisos correspondientes para llegar a Santiago de Chile y Bogotá (Colombia).
Según la Cámara de Exportadores, Logística y Promoción de Inversiones de Santa Cruz (CADEX), tener llegada directa a Venezuela abre posibilidades para incrementar las exportaciones con soya, productos cárnicos y aceite, sin olvidar la quinua, chía y castaña.
El viceministro de Turismo, Íver Tórrez, dice que 2019 fue el mejor año de ingresos económicos en el ámbito turístico, pero que con la pandemia del coronavirus y los conflictos sociales los índices bajaron. Por ello espera que estas conexiones permitan mejorar los resultados.
En cuanto al intercambio cultural, Luciel es un ejemplo de ello cuando, en el Casco Histórico de La Guaira, saca otra vez su charango para interpretar Viva Venezuela, mi patria querida, junto con músicos y actores venezolanos.
Texto: Marco Fernández
Fotos: Marco Fernández y Roberto Guzmán