Arturo Reque Meruvia: un artista aventurero entre dos guerras
Imagen: Láminas Kemer y archivo familia Reque Meruvia
Arturo Reque Meruvia en una fotografía en Europa.
Imagen: Láminas Kemer y archivo familia Reque Meruvia
El investigador y artista Reynaldo J. González presenta la obra del artista cochabambino (1906-1969)
Con una producción artística desarrollada a través de casi medio siglo, Arturo Reque Meruvia (1906-1969) es una de las figuras más importantes y fascinantes del arte nacional. En Bolivia se conservan sus obras elaboradas en las trincheras de la Guerra del Chaco (1932-1935) y algunas de las pinturas que realizó en sus breves estadías en el país, pero la mayor parte de su legado se encuentra repartido en Europa: Más de 200 ilustraciones de la guerra civil española (1936-1939), una cantidad indeterminada de lienzos indigenistas y expresionistas, además de al menos cinco murales de grandes dimensiones en iglesias de España e Inglaterra.
Reque Meruvia nació el 11 de febrero de 1906 en Cochabamba. Según su hijo, Arturo Reque Cereijo, manifestó tempranamente su vocación artística retratando a los campesinos quechuas de los valles, acaso bajo la influencia del indigenismo emergente en las primeras décadas del siglo pasado. La calidad de su obra de este tiempo evidencia que probablemente hubo recibido formación en alguna de las academias privadas instaladas en la Llajta, tal vez la de Avelino Nogales (1870-1948), la más prestigiosa de la época.
En 1927, junto a otros cuatro jóvenes —Eduardo Santa Cruz, Jorge Arrieta, Juan Borda y Ruperto Braun— fue protagonista de un raid ciclista que partiendo de Cochabamba y La Paz tuvo como meta final la ciudad de Buenos Aires, Argentina. Una aventura tan extraordinaria encarada únicamente sobre bicicletas Remington concitó la atención de los periódicos y del gobierno boliviano, que patrocinó a los jóvenes con indumentaria militar e incluso con armamento para recorrer seguramente los 3.600 kilómetros de caminos de piedra y tierra del suroeste boliviano y del norte argentino. La odisea de 55 días con numerosas noches a la intemperie fue coronada con recibimientos oficiales en Buenos Aires que quedaron registrados en la prensa local.

Este viaje seguramente incidió en que Reque Meruvia se decidiese a continuar sus estudios en la Escuela de Artes Decorativas de la capital argentina, a la que ingresó un año después. En este periodo entró en contacto con las obras del indigenismo argentino y del costumbrismo español, pero también con corrientes modernas del arte que todavía habían tenido escasa incidencia en Bolivia (expresionismo, abstraccionismo, etc.)
A inicios de la década de 1930 se trasladó a Madrid, donde ingresó a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, meca formativa para los artistas latinoamericanos de la época donde, unos años antes, habían estudiado los bolivianos Cecilio Guzmán de Rojas (1990-1950) y Jenaro Ibañes (1903-1983). Tras especializarse en grabado en 1931 realizó una exposición de sus estampas en el Circulo de Bellas Artes de la capital española, a la que siguieron muestras en París y Buenos Aires.
En este tiempo Reque Meruvia también consiguió trabajar para la Editorial Hermanos Calleja, una de las más importantes y tradicionales de España, ilustrando varios libros de historia, novelas y cuentos a ser identificados dentro de un catálogo de más de 3.000 títulos y la obra de varias decenas de renombrados dibujantes europeos.

De la Guerra del Chaco a la guerra civil española
Al poco tiempo, Reque Meruvia fue convocado por el gobierno boliviano a presentarse al frente de batalla de la Guerra del Chaco (1832-1935). Su misión, como la de varios otros artistas, consistía en registrar imágenes del conflicto en dibujos y pinturas destinados a ser difundidos por el Ministerio de Propaganda. Además de su indudable valor artístico, las obras del cochabambino destacan por su naturalismo y su carácter documental, características que hicieron que ocho de ellas fuesen seleccionadas por el periódico inglés “The Ilustrated London News” para mostrar al mundo el enfrentamiento entre Paraguay y Bolivia en una lámina titulada: Tha Chaco War: Impresssions of an artist who served in it, publicada el 30 de julio de 1934.
En 1934 Reque Meruvia retornó a la Madre Patria donde se casó con la española Pilar Cereijo. En esta época continuó con su producción artística, realizando varias exposiciones y alternando su residencia entre Madrid y París. Ilustró además libros de autores bolivianos como la novela El valle del sol (1935) de Diómedes de Pereyra y el libro de ensayos Itinerario espiritual de Bolivia (Barcelona, 1936) de José Eduardo Guerra.
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Acaso por su experiencia en el Chaco, en este periodo fue contratado por la revista española Fotos y por agencias periodísticas europeas para realizar ilustraciones de la guerra civil española desatada en julio de 1936. Hasta el final del conflicto en 1939, el boliviano realizó centenares de dibujos al carboncillo, acuarelas, óleos y grabados que firmó con el pseudónimo de “Kemer”. 184 de estas obras, originalmente difundidas en periódicos y revistas, se conservan en el Archivo General Militar de Ávila, en España, y fueron expuestas y reeditadas en 2010 bajo el nombre de Láminas Kemer.

Son trabajos elaborados desde la perspectiva del bando republicano leal al Gobierno. Muestran episodios concretos del conflicto identificados con anotaciones de lugar, fecha y suceso. Es material elaborado in situ por un testigo directo —un corresponsal de guerra— que se difunde por medios oficiales en España y Europa en un tiempo en el que las ilustraciones suelen ofrecer mayor claridad y detallismo que las fotografías impresas en prensa.
En la mayor parte de estas obras se muestran escenas de gran dramatismo en paisajes urbanos destruidos por los enfrentamientos así como escenas de la vida cotidiana de los combatientes republicanos. También se encuentran imágenes negativas del bando sublevado mostrando, por ejemplo, los ataques cometidos contra la Iglesia Católica y la profanación de lugares sagrados.
Entre las obras del Archivo Kemer resultan interesantes, además, algunas vistas de la ciudad de Guernica destruida por bombarderos alemanes e italianos, un tema que años más tarde se erigiría como el símbolo de los horrores de la Guerra en el siglo XX en los pinceles de Picasso.
Durante esa época, Reque Meruvia trabajó además como ilustrador en el periódico estatal “La Ametralladora. Semanario de los soldados” firmando dibujos y caricaturas humorísticas como «A. Roque Meruvie” o “Kemer”. Son sátiras humorísticas más bien simples elaboradas para el público militar seguidor del Generalísimo Francisco Franco, a quien, luego de ir y venir entre Bolivia y España en las siguientes décadas, dedicará un gran mural al cual nos referiremos en una segunda parte de este trabajo.
Texto: Reynaldo J. González
Fotos: Láminas Kemer (archivo general militar de ávila). archivo familia Reque Meruvia (capturas de pantalla de documental de arturo reque cereijo).