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‘Evo debe ser el candidato’

Aunque dice que al Gobierno le preocupa concentrar su tiempo en gestión durante los próximos dos años y cinco meses, Álvaro García Linera considera que, para las elecciones presidenciales de 2014, no hay mejor candidato que Evo Morales. “Debe ser Evo”, afirma.
Asegura que la repostulación del Presidente del Estado es constitucional, en contradicción con la oposición.

— En Sucre proclamaron a Morales como candidato presidencial.

— Falta  mucho, especialmente para nosotros como gobernantes; tenemos dos años y cinco meses por delante y tenemos mucha gestión que hacer.

En nuestra mente está completar esta gran transformación de la arquitectura productiva de nuestro país. Eso estamos haciendo en San Buenaventura, Uyuni  con el litio, plantas separadoras y GTL en Tarija, urea en Cochabamba, planta separadora proyecto Rositas y, ojalá, lo más pronto posible retomemos Mutún. Con esa infraestructura productiva se modificará la cualidad industrial de nuestro país.  En medio de ello, las carreteras, los derechos labores, los bonos para los más necesitados, la ampliación del derecho a la igualdad. Pero la estructura ósea de la sociedad la estamos modificando de una manera irreversible con esta visión integral productiva, la principal preocupación.

Tenemos demasiadas tareas para (pensar en) comenzar la carrera electoral, aunque los compañeros han dado una gran señal de postular a nuestro presidente Evo como candidato. Es la decisión de nuestro partido, pero como Gobierno estamos en la carrera de la industrialización y la modificación de la matriz productiva.

— Esa carrera sufre fisuras, como los casos de corrupción en YPFB.

— Sí, y lamentamos mucho, pero la lección es que hace diez años a un corrupto se lo sacaba de un ministerio y se lo llevaba al Parlamento para que tenga inmunidad.  Aquí tenemos un ministerio que está con lupa persiguiendo a los corruptos y si alguno logra zafarse de esa persecución, para que no haya esa corrupción, al grupo se lo detiene y se lo lleva a la cárcel. Ésa es la gran diferencia del gobierno de Evo respecto de cualquier  otro; aquí no hay impunidad, no se protege a nadie, ni nadie puede decir “yo soy del partido o tengo un contacto”; del cuello lo llevamos al corrupto.

El Presidente y el Vicepresidente sólo le tienen fidelidad a la Patria, por encima de la familia sanguínea, de compadrazgo, de partido o de sindicato. Si algún compañero tiene problemas de corrupción, lo vamos a llevar en persona al juez y a la cárcel.

— Sin embargo, no hay muchos en la cárcel.

— Hay nomás.

— Más alcaldes que funcionarios de alto rango.

— Los alcaldes de Bolivia manejan fácilmente el 30% de la inversión pública del país, estamos hablando de aproximadamente 1.500 millones de dólares. Hace  seis años la inversión pública era 600 millones de dólares; hoy, sólo los alcaldes manejan el doble. Algunos invierten, y los felicitamos; otros no gastan, ésa es nuestra queja, y otros gastan muy mal.

La autonomía está avanzando de una manera que no se quiere valorar; detrás de cada alcalde, de cada municipio, hay mucho dinero, pero hay que aprender el buen manejo de los recursos propios. No es raro que también tengamos problemas en las alcaldías, y si en el Gobierno nacional hay algún problema, nosotros lo denunciamos, como pasó con el  Viceministro de Telecomunicaciones (Jorge Estrella) en 2006, a los dos meses de estar gobernando; también quedó fuera el compañero Santos (Ramírez).

A estos compañeritos de YPFB (les decimos) “a defenderse a la cárcel”. Y pedimos a la población, empresarios y contratistas que denuncien si alguna vez algún funcionario público viene a chantajearles y a pedirles plata; vengan al Palacio de Gobierno a decirnos quién es, para que tomemos las medidas que sean necesarias.

— ¿Considera que están creciendo las fuerzas opositoras?

— Siempre es bueno que haya oposición, tener una contraparte; pero lo que vemos hasta hoy es que hay oposición de figuras, personas, pero no de proyecto estatal.  En el caso del MSM (Movimiento Sin Miedo), es una copia mal escrita de la Constitución y es lo que ha hecho y ha escrito el MAS; no hay ningún aporte. Es una fotocopia en blanco y negro.

Samuel Doria Medina es un proyecto  político de privatizar empresas del Estado; no lo dice abiertamente, tiene que esconder; es un opositor avergonzante, ni siquiera se anima a defender lo que es o lo que representó: la privatización y el robo de lo público para entregar a los privados.

El neoliberalismo avergonzante no es un proyecto político.
Y en el caso de Rubén Costas, tampoco hay proyecto político, sino denuncia y quejas, palabras fuertes; no hay ideas.

Hoy en Bolivia no hay un proyecto de Estado, de sociedad, de economía, que presente un movimiento socialista, y lo que se habla de alternativo son retazos, copias sedimentadas y parciales de lo que como movimiento social y Gobierno hemos diseñado con nuestra gestión.

— ¿Por qué fue MSM aliado del MAS? 

— El MSM tuvo una gestión municipal local importante respecto a lo que hicieron otras gestiones, eso fue lo que nos atrajo: su avance en gestión para una ciudad que necesitaba una mejora sustancial. El MSM tiene más entrada en sectores medios, aunque ahora va a intentar capitalizar a los sectores abandonados de ADN y del MIR. Se puede ver en su composición que la gente que lo apoya es más de clase media-alta, y al enfrentarse al gobierno de Evo, y por su composición social de clase, está claro que el MSM se presenta como proyecto que va a intentar sacar a los indígenas del Palacio de Gobierno. Por su origen, su composición social clasista, es un intento restaurador de las viejas oligarquías políticas nacionales.

—  ¿Podrá conseguir algo en 2014?

— Todos tienen derecho y van a esforzarse por conseguir algo. Lo que se puede decir, independientemente de cuánto lograrán, es que en términos alternativos no le ofrecen nada al país, como la Constitución que hemos construido junto con los movimientos sociales. Podrán aparecer como proyectos personales, pero no de carácter estatal. Ésa es la gran diferencia que tiene ahora la oposición; no se presenta al país como un proyecto estatal, sino como portadora de algún tipo de ambición personal.

— ¿Evo Morales va a ser el candidato?

— Debe ser el candidato; el partido lo ha planteado así. Concentra el ímpetu histórico de la época que vivimos, de la emergencia de lo indígena-popular. Es una persona con un vínculo directo e inigualable con todos los movimientos sociales; no hay otra persona que tenga eso, es un hombre muy carismático.

En segundo lugar, representa en sí mismo, en su persona y hablar, la presencia de lo indígena en el Estado y al mando del Estado. Y, en tercer lugar, es un estadista; se ha construido así, es un hombre de Estado que en la cabeza está diseñando la arquitectura del Estado. Eso no se adquiere en la universidad, en la lucha sindical; se adquiere como una suma excepcional de experiencias y aprendizajes que tiene.

En 2005 era un Evo que representaba la emergencia de lo indígena-popular; hoy es la visión del estadista, un visionario del Estado boliviano para el siglo XXI.

Piensa desde temas tan pequeñitos, como una escuela en un lugar, la vertebración carretera, las grandes megaobras de la infraestructura productiva o la distribución geográfica de la distribución de riqueza. La sensibilidad para lo social concentra, desde mi punto de vista, esas virtudes.

— Hay diversas interpretaciones de la Constitución respecto de la postulación o no de Morales en 2014.

— La Constitución establece que se cumplirá dos periodos, uno puede ser reelecto por un segundo periodo. Nosotros hemos sido elegidos con la nueva Constitución en 2009; estamos en el primer periodo y el Presidente puede postularse para un segundo periodo. El periodo anterior era de cinco años y a nosotros nos cortaron el mandato a cuatro.

—  ¿Y eso no es un periodo?

— Ya no es un periodo, ya no cuenta como periodo. Por lo tanto, esa clausulita de las disposiciones transitorias (de la Constitución) no se aplica a la gestión 2006-2010 porque no se completó el periodo.

—  Así, la oposición se siente tomada del pelo.

— No, porque aquí lo importante es que si hay algún candidato de la oposición que solamente tiene un proyecto personal, que quiere y se siente con la capacidad de ganar al Presidente, que lo ganen. ¿Por qué le tienen miedo de medir en las urnas el liderazgo de Evo? Que el pueblo decida. ¿Por qué colocar restricciones? La Constitución habilita eso, no hay engaño a nadie; la Constitución habilita dos periodos. Si creen que no debería estar el presidente Evo, que vayan a las elecciones y demuestren que (éste) no tiene o tiene tanto respaldo.

Al fin y al cabo, el pueblo nos va a hablar adversa o favorablemente a través del voto.