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Una despedida al grito de ‘Chávez vive… la lucha sigue’

Con el corazón en un puño por haber perdido al presidente Hugo Chávez, miles de sus seguidores tomaron ayer las calles de Caracas en un emotivo y prolongado cortejo fúnebre en el que al grito “Chávez vive, la lucha sigue” se negaban a creer en la muerte de su revolución bolivariana.

Como no podía ser de otra forma, un auténtica marea de masas, calificada como “marea roja” despidió al “Presidente del pueblo” por el centro de la capital en su recorrido de más de seis horas, mientras los ríos rojos de gente no podían dejar de llorar desconsoladamente su muerte.

“El luto y el duelo es algo que siente cada persona, yo vengo con un corazón en la mano”, expresaba entre lágrimas y abrazado a su esposa Alfredo Bozo, un ingeniero civil de 45 años. “Creo que no podría vivir el resto de mi vida si no acompañaba al Presidente, por lo menos, en este último paseo, que físicamente pues su cuerpo ya yace en un ataúd”, dijo.

Desde primera hora de la mañana, miles de chavistas se concentraron en las inmediaciones del Hospital Militar de Caracas para acompañar al Mandatario hasta la Academia Militar, donde desde ayer y hasta mañana se instalará su capilla ardiente.  “Ay, mi Chávez…¡mi Chávez!”, lloraba Rosa Valera, una jubilada de 69 años, al ver pasar el féretro del Mandatario, coronado con flores y una gran bandera venezolana.

Escoltado por miembros del Gobierno y de la Guardia de Honor Presidencial y, en su tramo final, también por el presidente boliviano, Evo Morales, el coche fúnebre avanzaba lentamente entre una sentida marea roja que le mandaba besos, le prometía fidelidad y le lanzaba cariñosamente recuerdos.

De hecho, al terminar el recorrido, el ataúd del Presidente estaba ya copado de camisetas, flores, fotografías y otros objetos conformando un curioso compendio de muestras de cariño. “Te amaré por siempre, mi padre”, se leía en uno de los improvisados carteles que lucía una joven, que observaba con ojos llorosos.

Las lágrimas de sus incondicionales se fundían con las de los miembros del Gobierno, de la Guardia de Honor y de los efectivos del fuerte dispositivo policial dispuesto para la ocasión.  “¡Estamos con ustedes!”, gritaban los chavistas cada vez que divisaban a algún ministro o alto dirigente político.

  “Vamos a seguir con la lucha. Los revolucionarios somos afortunados por haber tenido ese líder, pero ahora tenemos que unirnos y movilizarnos”, decía Lenin Sevilla, un administrador de 35 años. Cerca de él, Rosa Valera, una jubilada caraqueña, acompañada por amigas que ni siquiera tenían energías para poder hablar, aseguraba estar “muy conmovida, muy triste y pidiéndole a Dios que lo tenga en el sitio donde tiene que quedar”.

Y es que muchos en la concentración hablaban de la muerte física de Chávez, mas no de la espiritual.  “Chávez somos todos”, “Chávez vive, la lucha sigue” o incluso un “Chávez, al panteón” fueron algunos de los lemas y reclamos que se escucharon en la concentración.

“No creo que exista una persona de la magnitud de Chávez como político, como ser humano, con un corazón de verdad”, señalaba Alejandro Reyes, un jubilado de 68 años.  El duelo general contrastaba con la habitual música llanera, las fanfarrias y canciones de batalla que no dejaron de sonar en una jornada triste para el chavismo.

No todo fue pena y llanto por la partida del líder del chavismo; en otros puntos de la capital, como en el opositor barrio de Chacao, algunos venezolanos destacaron no obstante cómo el Mandatario contribuyó a partir a la sociedad en dos, con su discurso polarizador, agresivo con sus adversarios.

“Odio y división fue lo único que él sembró”, dijo a la AFP José Mendoza, un programador informático de 28 años. “Lo que hizo Chávez no tiene palabra: arruinó Venezuela”, afirmó Giuseppe Leone, de 78 años.

Una jornada de llanto y orgullo

Himno

Durante el cortejo, el himno de Venezuela sonó con la voz grabada de Hugo Chávez y fue entonado con emoción por todos los presentes, al unísono, en medio de lágrimas.

Símbolos

Un caballo blanco sin jinete, símbolo de la ausencia del Presidente, fue parte de la caravana, al igual que un militar uniformado de gala portaba entre sus manos una espada.

Elección

La Academia Militar fue elegida para las exequias, porque Chávez la consideraba su segundo hogar y cuna de su vocación política, que en 1992 le llevó a una fracasada intentona golpista y siete años después a la presidencia de Venezuela.

Proponen sepultar a Chávez en el Panteón

Los actos fúnebres arrancaron ayer con el retumbar de los cañones cada hora en todos los destacamentos y embarcaciones militares, desde que en la mañana fueron disparadas 21 salvas en memoria del comandante en jefe, cargo castrense reservado al Jefe del Estado.

“No se harán toques (militares) fúnebres” y, a cambio, a Chávez, que antes de ocupar la presidencia llegó a teniente coronel en el Ejército, “se le rendirán honores con los toques militares que en vida lo llenaban de fortaleza y le incentivaban el espíritu por la patria”, anunció el ministro de Defensa, almirante Diego Molero.

El diputado y exalcalde caraqueño Freddy Bernal propuso hoy que por la “altura política” y “consagración a la patria” debe ser sepultado en el Panteón Nacional, en el centro de Caracas, donde se encuentra la tumba del Libertador Simón Bolívar y otros próceres nacionales.

Apoyo. La posibilidad fue secundada por el Ministro de Defensa, quien coincidió con Bernal en que su concreción constituiría una excepción a lo que permite la Constitución. La Carta Magna establece que la posibilidad de tal honor está reservada a “venezolanos y venezolanas ilustres que hayan prestado servicios eminentes a la República después de transcurridos 25 años de su fallecimiento”.

Al comentar la situación en el país, el comandante del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), general Wilmer Barrientos, confirmó que “hay paz en todo el territorio nacional” e indicó que “no se ha reportado ningún hecho de violencia”.