Ven complicado denunciar o renegociar el Tratado de 1904
Ley. Para analistas, la denuncia no prosperará y es impensable renegociar con Piñera
La Constitución da plazo hasta diciembre de este año para renegociar o denunciar los tratados internacionales contrarios a la misma. Es el caso del Tratado de 1904. Expertos ven un escenario complicado, tanto si se denuncia como si se trata de renegociar este documento.
En 1879, ese país invadió territorio nacional e inició la Guerra del Pacífico, por la que arrebató a Bolivia su salida soberana al mar. En 1904 ambos países firmaron el Tratado de Paz que fijó los límites tras el conflicto bélico; el Gobierno afirma que el documento fue impuesto por Chile.
Hace un mes, el vicepresidente Álvaro García Linera explicó que el documento debe adecuarse a la nueva Constitución Política del Estado, pues en criterio de la autoridad, mientras el Tratado cierra al país el paso soberano al Pacífico, la Carta Magna lo reivindica.
Para analistas en temas internacionales, el caso se ha tornado complejo. Por un lado, renegociar implica voluntad de Chile, lo que a la fecha no existe; y, por otro, la denuncia tiende a no prosperar. La experta en Derecho Internacional, Karen Longaric, afirma que para renegociar un tratado bilateral o multilateral se requiere, imprescindiblemente, conformidad de los Estados que son parte del tratado.
“Una salida soberana al Pacífico no implica, precisamente, renegociar el tratado de 1904, se podría suscribir un tratado complementario a éste, si la salida se da por el norte de Arica (…). En este momento, no es aconsejable promover más acercamientos con Chile; el gobierno de Sebastián Piñera ha mostrado mucha hostilidad con Bolivia y ninguna disposición al diálogo. Habrá que esperar otro escenario político en Chile”, señaló.
Sobre una probable denuncia (renunciar, negar el Tratado), sentenció que “no es procedente la denuncia de tratados sobre límites territoriales, ni siquiera en cumplimiento de disposiciones constitucionales de reciente aprobación”.
La denuncia del Tratado no prosperará sólo porque se lo haya declarado inconstitucional en la nueva Carta Magna. “El derecho internacional señala que ningún Estado podrá ampararse en su derecho interno para justificar el incumplimiento de una norma internacional”, explicó.
El Pacto de Bogotá (1948) abre la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia de La Haya para dirimir conflictos entre Estados; sin embargo, al tenor del artículo VI, esa Corte estaría inhibida de conocer asuntos derivados del Tratado de 1904, explicó Longaric.
No obstante, esta semana, la Asamblea sancionó una ley para levantar la reserva sobre ese artículo, medida que allana el camino para iniciar la demanda marítima, al margen del tratado en cuestión.
En tanto, el diplomático Ramiro Prudencio Lizón aseguró que “no es importante” revisar ni denunciar el tratado. “El tratado nos favorece porque Chile ya usufructúa Antofagasta, el territorio que nos ganó en la guerra; todo lo demás es de libre tránsito para los bolivianos, por eso el tratado no debe tocarse”.
Asimismo, mencionó la Convención de Viena de 1969, de la ONU, que establece que los tratados que fijan fronteras no pueden ser denunciados ni revisados, sino por acuerdo de partes. “Eso a Bolivia le conviene, porque es el país más débil de Sudamérica y la defensa de nuestras fronteras son los tratados hechos con países vecinos”.
Para el excanciller, Javier Murillo, desconocer el Tratado de 1904 implicaría que Bolivia retroceda en el tiempo y deba regirse al Pacto de Tregua de 1884, que en su criterio afectaría el libre tránsito a ese país y dejaría “sin fronteras” a los dos Estados. “Desde proponer la renegociación hasta que Chile acepte hay una distancia muy grande”, dijo.
En esa línea, el diplomático Andrés Guzmán opta por la denuncia, aunque teme una situación ‘confrontacional’. “Si denunciamos, nos retrotraemos al Pacto de Tregua de 1884; ese pacto establece condiciones comerciales muy duras, con un régimen aduanero que asfixiaba económicamente a Bolivia. Además, se abren las posibilidades de que se reanuden las hostilidades en cualquier momento, porque el Tratado de 1904 es un Tratado de Paz”.
Hablan de un canje territorial
Dato
Prudencio dijo que en 1975, Chile ofreció a Bolivia un corredor al norte de Arica a cambio de un canje territorial. “Eso solucionaría el problema”,dice.
Bolivia intentó renegociar en dos ocasiones
El excanciller Javier Murillo recordó que Bolivia trató de renegociar en dos ocasiones el Tratado de 1904; sin embargo, en ninguna de esas gestiones logró su objetivo; explicó que Chile siempre objetó la demanda argumentando que fue un acuerdo voluntario y puso condiciones que no podían ser aceptadas por autoridades bolivianas. “Por la vía multilateral, en la Liga de las Naciones de 1920, realizada en Ginebra, Bolivia solicitó la revisión del tratado, pero la liga dio un fallo desfavorable”, señaló.
El 22 de septiembre, de ese año, la instancia internacional falló en contra de Bolivia sosteniendo, primero, “que la demanda boliviana tal como ha sido presentada es inadmisible” y, segundo, “que la Asamblea de la Sociedad de las Naciones no puede por sí misma modificar ningún tratado”.
Murillo indicó que el segundo momento se registró en 1923, cuando Bolivia acreditó en Santiago de Chile la misión a Ricardo Jaimes Freyre, quién propuso de nuevo la revisión del documento bilateral.
“Durante esa gestión, Chile respondió que podía arreglar el tema del enclaustramiento bajo dos condiciones: a través de un nuevo pacto que no signifique revisar el Tratado de 1904 y que la solución a ser planteada no pretenda dividir en dos el territorio Chileno”, explicó Murillo. El excanciller agregó que luego, en 1962, se rompió relaciones con Chile por el desvío del río Lauca, por lo que no hubo más acercamientos para tratar una posible revisión o modificación del pacto limítrofe.