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Vocación agroforestal en plena Amazonía

Si hay algo que Pando tiene para ofrecer es territorio y esta fortaleza se convierte en amenaza ante el crecimiento descontrolado de sus zonas urbanas porque provoca deforestación, contaminación de ríos y vertientes, y afecta el hábitat natural de miles de especies de la flora y fauna amazónica.

Esa oportunidad que ofrece la selva y sus ríos es la que resaltan la alcaldesa de Cobija, Ana Lucía Reis; el coordinador institucional, Abraham Cuéllar, y la jefa del Plan Regulador de la Dirección de Ordenamiento Territorial y Catastro del municipio, Leina Lavadenz. Estas autoridades sugieren recuperar la vocación agroforestal del departamento para impulsar la explotación sostenible de madera, el cultivo de castaña y la extracción de goma, además del cultivo de frutas y verduras para la alimentación de los pandinos; sin descuidar la ganadería y la pesca. 

Esas actividades son consideradas centrales al momento de definir la vocación económica; los principales argumentos son las características del suelo y el clima de la región, que facilitan la fertilidad de la tierra.

Con el desarrollo agroforestal se diversificaría la economía pandina y se corregiría algunas distorsiones del comercio. Cuéllar asegura que esta última actividad ha permitido constituir grupos muy poderosos que ejercen monopolio en la Zona Franca y que pese al gran movimiento económico no beneficia considerablemente al municipio, menos a la población.

Lo que sugiere el Coordinador Institucional es aprovechar la Zona Franca para desarrollar la agroindustria y dar valor agregado a la riqueza forestal, sin descuidar la reforestación. Y va más allá, toma como ejemplo dos cooperativas que se conformaron en la región para beneficiar la castaña, las que compraban el fruto a quien la cosechaba y luego de exportarla, a un mayor precio, repartían el 50% de las utilidades a los productores primarios, sin embargo, una quebró y la otra trata de mantener el modelo solidario pese a las dificultades.  Otro beneficio que traería el desarrollo agroforestal es ayudar a la seguridad alimentaria porque gran parte de los alimentos que se consumen en Cobija llegan de otras regiones y ante los precios atractivos hay quienes rescatan verduras, frutas y otros vegetales del Perú. En Pando solo se produce yuca, algo de lechuga, zanahoria, plátano y piña para el consumo propio, y la intención es ampliar y variar esos cultivos, algo que se empezó a hacer en algunas comunidades.

El impulso de la migración

En los últimos años Pando ha sido el principal receptor de migrantes en el país, su población se ha duplicado.  En 2001 tenía 52.525 habitantes y el Censo de Población 2012 fijó esa cifra en 110.436, creció en algo más del doble,

Según la alcaldesa de Cobija, Ana Lucía Reis, la migración es importante para el desarrollo. “Pando es como la tierra prometida para quienes vienen en busca de un futuro; en ese camino del desarrollo debemos alcanzar equilibrios para no afectar la Amazonía, que es el pulmón del mundo”, reflexiona.

Tanto la autoridad edil como la población consultada por La Razón en Cobija señalan que hubo una salida de pandinos después de los sucesos del 11 de septiembre de 2008, pero casi de inmediato llegaron contingentes de personas, especialmente del altiplano, paceños en su mayoría. Es así que en las calles de Cobija se ve bastantes polleras, trenzas y otras características propias del occidente.

Otra señal es la educación; el director distrital de Educación, Dorian Espejo, asegura que la migración incrementó la matriculación en Cobija, donde hay 17.000 alumnos en colegios fiscales. Asegura que el fenómeno mejoró la calidad de la enseñanza. 

El turismo todavía  no ha sido explorado

Un eje que aún no ha sido abordado en Pando, principalmente en Cobija, es el del turismo y la alcaldesa de la capital, Ana Lucía Reis, quiere impulsarlo para dejar de depender del comercio, de la extracción de castaña y de los empleos en los diferentes niveles del Estado.

“Lo que queremos es mostrar a Bolivia y al mundo lo que es Cobija. Como primer paso hemos realizado la ExpoCobija para impulsar el turismo. La cultura amazónica es muy variada y tiene muchas expresiones como la música, la danza, la gastronomía y la artesanía. Todo eso lo ofrecemos en un escenario natural envidiable”, detalla la autoridad edil.

Cobija logró construir lugares importantes que pueden ser atractivos para el visitante como el Parque Urbano Central La Piñata, el Campo Ferial o la Universidad Amazónica, en esos lugares resalta su identidad indígena, especialmente tacana, con murales y alegorías, sin embargo, también comparten manifestaciones culturales que llevan los migrantes como las fiestas patronales y las entradas folklóricas.

“Acogemos las festividades de otras regiones, pero queremos valorizar nuestras manifestaciones para que no haya una imposición. Hace años había influencia de cultura brasileña, ahora de otras regiones del país, de lo que se trata es de convivir sin perder lo que nos hace diferentes”, asegura Reis.

La directora de Ordenamiento Territorial del Municipio, Leina Lavadenz, también sugiere no perder tradiciones pandinas como la pesca y la gastronomía ni destruir el patrimonio cobijeño que llevó años constituir. La arquitecta reclama por las casas de principios del siglo XX y las pasarelas que cruzaban la plaza.