El domingo, después de cinco meses, retornó la feria de la 16 de Julio en la urbe alteña luego de haberse desarrollado por varias semanas los días martes durante la etapa de la cuarentena dinámica.
La actividad comercial en este sector quedó paralizada desde el 22 de marzo, desde entonces pasaron 24 domingos en que los gremiales, de las más de 120 asociaciones que tiene la Feria 16 de Julio, no puedan instalar sus puestos de venta.
Pero, su actividad se mantuvo los días jueves y luego se habilitó el martes, pero con horarios restringidos a causa de la emergencia sanitaria, lo que provocó la poca concurrencia de la gente, puestos sin instalar, incremento de ambulantes y disminución en las ventas.
El máximo dirigente de los trabajadores gremiales de El Alto, Rodolfo Mancilla, señaló que al menos el 65 por ciento de toda la gente, entre compradores y turistas, que llegaban hasta esta gigantesca feria dejó de asistir.
“Bajo mucho las ventas y aumento el número de ambulantes en todo lado, la gente ya no compra ropa u otros objetos, tampoco compran comida por temor al virus, pero si adquieren los productos de la canasta familiar, carne, verduras, eso si sale. Será difícil recuperar la economía en el sector del comercio minorista, estamos a nuestra suerte”, dijo.
Según el dirigente, los sectores más afectados en la Feria 16 de Julio fueron «aquellos que hacían compostura de polleras, los que fletaban trajes folclóricos, los que vendían muebles, ropa o calzados cambiaron de actividad y comenzaron a vender productos de primera necesidad», señaló.
El secretario ejecutivo del Consejo Central de Federaciones y Asociaciones de Artesanos (Cocedal) de El Alto, Salustio Alcón, señaló que algunos de sus afiliados carpinteros que venden en la 16 de Julio contaron que por necesidad tuvieron que rematar algunos de sus muebles para llevar el alimento a casa.
«Antes ellos tenian pedidos, clientes para comprar sus muebles, ahora no, ya no tienen dinero, tampoco capital, no hay venta, la gente ahora solo compra alimentos y medicamentos», dijo.
Otros comerciantes de esta feria tratan de reinventarse para generar recursos económicos y hoy en día confeccionan barbijos y trajes de bioseguridad que se encuentran de todo precio y en diferentes modelos. Sin embargo los ingresos de varios comerciantes bajo a más del 50 por ciento ante la poca venta de sus productos.
Con las nuevas medidas de restricción en la etapa de posconfinamiento ahora se espera reactivar el movimiento económico en esta urbe.
De acuerdo con la Alcaldía alteña, las labores comerciales se reactivarán los sábados y domingos, desde las 5.00 hasta las 16.00 previo retiro desde las tres de la tarde, para tener el tiempo de recoger sus productos y de lunes a viernes el sector podrá trabajar de 5.00 a 20.00 como dispone el decreto supremo.
En cuanto a las medidas de bioseguridad el dirigente Rodolfo Mancilla, señaló que se mantiene el uso de barbijo, desinfectantes para el manejo de monedas y billetes, lavado de manos con agua y jabón y distanciamiento social, no solo en la Feria de la 16 de Julio, sino también en otras que se desarrollan y del cual tienen conocimiento los comerciantes.
Recomendó a los ciudadanos que acuden a las ferias, ya sea de lunes a viernes o los fines de semana, no llevar a los niños, no ir en familia y cumplir con las medidas de bioseguridad para evitar la propagación de la pandemia.
“Un problema que vimos es que a la feria va el papá, la mamá, la abuela, los hijos y hasta los nietos para comprar dos pesos de zanahoria, por favor pedimos que no acudan de esta manera a las ferias”, dijo.