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Las personas de la tercera edad tienen de ‘apoyo’ a dos carpinteros

“Se regala bastones nuevos de Mara para personas de la tercera edad de escasos recursos”, es el mensaje que lleva el letrero colgado en la carpintería de Don Cruz Vargas. Esta es una iniciativa de su hijo, Rubén Vargas, quien tras observar en las calles a algunos adultos mayores utilizando ramas de árboles como instrumento de apoyo decidió solidarizarse con todos ellos.

“Gracias a Dios tenemos un trabajo y algunas veces nos sobra un poco de dinero. Un día al caminar hacia mi casa, vi a varios ancianitos que tenían los bastones parchados, colados con cinta aislante y de algunos estaban doblados”, comentó. “Nosotros somos carpinteros y qué mejor forma de ayudarlos que con nuestra labor”, destacó Vargas sujetando un ejemplar.

El hombre de buen ‘corazón’ resaltó que muchas de estas personas son abandonadas por sus familiares o que viven en situación de calle. “Son dejados a su suerte. Empiezan a peregrinar sin dinero, ni para comer tienen y mucho menos para comprar un bastón”, dijo.

Don Cruz destacó la solidaridad de su hijo y contó que en el rubro de carpintería lleva más de 30 años, desde muy pequeño siempre le llamó la atención el trabajo manual. En ese sentido Rubén expresó que la carpintería es lo que le apasiona hacer; sin embargo, también se desempeña en otra labor que es ser profesor de educación física en un colegio.

El carpintero aseguró que hasta la fecha ocho personas  de la tercera edad fueron beneficiadas con estos trabajos. “Vinieron más hombres que mujeres”, manifestó su papá.

Para la elaboración de estos instrumentos utilizan madera Mara, por su dura consistencia y durabilidad. “Pienso que si vas a regalar algo, tiene que ser bien hecho, hasta algunas veces tiene que ser mejor que lo que vendes”, resaltó sonriente.

Asimismo, lamentó que muchos de los adultos mayores que pasan por el taller a preguntar por el anuncio, son abuelos que pueden solventar sus comodidades. “Quieren obligarme a que les venda los bastones, pero les digo que son regalos para los más necesitados, algunos entienden y se van pero otros se enojan”, afirmó.

Agradeció a Dios por el trabajo que les da el alimento para su familia, también aconsejó a la gente a pensar en el prójimo. “Es bueno apartar un porcentaje de lo que ganamos para el otro y darlo de todo corazón. No hay mejor gratitud ver a la otra persona feliz y contenta cuando le entregas algo que lo haces de corazón”, sostuvo.