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Artesanos ‘tropiezan’ con cuatro obstáculos para su reactivación

Los costos elevados y la falta de la materia prima, la ausencia de inyección de capital, los pocos mercados y ferias en el país para promocionar sus productos y la inactividad de las festividades sociales son algunos de los obstáculos y dificultades que debe atravesar el sector artesanal de la urbe alteña para su reactivación.

El secretario General del Consejo Central de Federaciones y Asociaciones de Artesanos (Cocedal) El Alto, Héctor Delgado, informó a EXTRA que en esta etapa de posconfinamiento muchos de los artesanos tropezaron con dichas dificultades que causaron que el sector se reactive de a poco.

La falta y los costos elevados de la materia prima, que se requiere para elaborar sus productos, es uno de los problemas principales que dificulta el reinicio de sus actividades para las unidades productivas.

En el caso de los trabajadores en madera y metal mecánica, el dirigente señaló que deben adquirir el insumo a un precio elevado. “Las empresas importadoras de fierros han hecho subir el costo al triple y cuatriple del que era. Lamentablemente en Bolivia no se produce fierro y los compañeros de metal mecánica están comprando a un precio alto”.

En segundo lugar, no hay una “inyección de capital” en los diferentes rubros. “Los artesanos tuvieron que gastar sus ahorros e, incluso, vender sus máquinas y herramientas a causa de la cuarentena”.

Asimismo, indicó que antes de la pandemia se podía vender hasta diez muebles a la semana, hoy en la etapa de posconfinamiento sólo se vende entre uno y dos muebles.

“La venta bajó mucho en esta gestión. La gente ya no nos compra, no tenemos un ingreso seguro, no todos podemos recuperarnos con rapidez, aunque ya no hay tantas restricciones, aún la población no cuenta con dinero para adquirir otras cosas, habrá que tener paciencia no más”, expresó.

En tercer lugar, la falta de mercados y ferias para promocionar sus productos son otros factores que afectan al sector, por lo que requieren del apoyo de las autoridades, tanto nacionales como municipales.

“Es importante que haya una vitrina comercial, para que la población pueda ver el trabajo de los artesanos. Ahora muchos prefieren los productos chinos porque son más económicos, pero nuestro trabajo es garantizado, les va a durar muchos años, además de que están ayudando a los pequeños emprendedores del país”.

Cuarto, la inactividad de las festividades sociales hasta la fecha no permite la reactivación total de los bordadores, orfebrería, fotógrafos, costura y hasta los zapateros, quienes fueron afectados hasta el punto de dejar sus talleres para sobrevivir.

“Son sectores que aún no se pueden levantar por el efecto de la pandemia, no hay fiestas y esto también a afectado al rubro de cotillones, los que hacen piñatas y disfraces, esos sectores todavía están postergados no hay trabajo para ellos, muchos han cerrado sus tiendas”.

Rosmeri Chávez del sector de los bordadores expresó que aún no pueden reactivarse porque no se autorizaron las actividades festivas ni las escolares, ya que requerían los trajes folklóricos para las horas cívicas que se realizan durante el año.

“Estamos como enterrados bajo la tierra, lo que se quiere es una reactivación económica y laboral porque hemos perdido nuestro capital por completo, nos afectó en el alma toda esta situación, esperamos que para el año estemos mejor y que el Gobierno nos dé el apoyo que estamos buscando”.

Además, detalló que varios bordadores cerraron sus talleres y pasaron a realizar barbijos, trajes de bioseguridad y otros tuvieron que cambiar por completo de rubro para subsistir y mantener a sus familias.

Desde la Dirección de Desarrollo Productivo Artesanal de la Alcaldía de El Alto se realizó una capacitación de las nuevas tecnologías, con el objetivo de promocionar y comercializar a través del Internet, las redes sociales, como el Facebook, YouTube y Twitter, entre otras.

Pero, el dirigente de Cocedal, Héctor Delgado, dijo que es un aporte para el sector, pero no es una solución para el mercado alteño porque la venta de sus productos debe hacerse de manera directa y personal.

“El aspecto virtual no está adecuado a nuestra realidad, hoy en día el mercado que tenemos es directo, uno expone su producto, el cliente ve y compra, de manera virtual no se tiene la misma capacidad para vender. Todavía hay que trabajar en este aspecto de forma progresiva para que los compradores se adecuen y nosotros aprendamos a manejemos bien los paquetes”.

Con el estado de emergencia sanitaria pararon todas las actividades culturales, folklóricas y de turismo, por lo que los artesanos no lograron vender sus productos y perdieron el capital de trabajo. Hoy con la etapa de posconfinamiento diferentes sectores se reactivan con dificultades y de apoco.

“Esperamos que haya políticas de apoyo a los artesanos y que la población comience a consumir lo nuestro, ya que no solo se lleva un objeto a casa, sino que crea fuentes de empleo, que ayudan a muchas familias a salir a delante”.