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Una familia rescata gatos desde hace 18 años, ahora acoge a 37

En las paredes y techos de las casas alejadas y céntricas de La Paz es común ver a gatos en situación de calle, aunque pocos notan su presencia, esto por su comportamiento, ya que la mayoría permanece oculta durante el día o están escondida por miedo al maltrato.

Iván Huallpara, junto a su esposa, ayudan a estos animales sin hogar desde hace 18 años.En la actualidad, destinan una parte desus ingresos a la alimentación y a los cuidados médicos de 37 gatos y siete perros. Lamentablemente, la economía de la pareja fue golpeada por la pandemia de coronavirus y por la falta de empleo.

Es por eso que recurren al noble corazón de la población de la “ciudad de los cielos”, para que cada uno de estos animales, que fueron abandonados, puedan seguir con su alimentación, tratamiento y un techo.

El hombre de 60 años realiza trabajos artesanales y, además, se dedicaba a la cerrajería y carpintería, oficios que le cubrían su sustento económico para mantener a su familia.

Historia. Un día, mientras ofrecía sus productos artesanales, observó a un gato en mal estado cerca de un contenedor de basura. El felino logró escapar de su dueño que lo maltrataba, pues el animal tenía golpes en el cuerpo y estaba enfermo, recordó Huallpara, a tiempo de resaltar que fue una de las primeras veces que salvó a un felino callejero.

“Como vendo en la calle, me cansé de ver tantos perritos y gatitos botados, a veces les regalaba pan o les daba agüita, pero luego decidimos con mi esposa llevarlos a la casa. Hay felinos maltratados y sucios”.

Asimismo, resaltó que durante los 18 años sus oficios le fueron suficientes para atender a los animales, pero ahora se vio en la necesidad de pedir apoyo. “Al mes los gatos comen 90 kilos de galletas, y los perritos otros 90 kilos de menudencia, y como no tenemos empleo es difícil comprarles”.

Estos gatos y perros que dependen de esta pareja junto a su único hijo, de 26 años, jamás se separaron de ellos. “Nosotros vivimos en alquiler y los llevamos a todo lado con nosotros. Vivíamos en Oruro, los llevamos ahí, ahora estamos en La Paz y seguirán con nosotros”.

Cada uno de estos animales responde a sus respectivos nombres y están en un buen estado, la mayoría son adultos.

Los maullidos hacen reconocer que más de un gato vive en ese lugar. Todos obedecen a Iván, hasta los tres felinos recién rescatados que fueron abandonados por una familia con problemas de alcohol.

Huallpara dijo que es más difícil conseguir un hogar para un gato viejo que para un cachorrito, por eso los cuidan. “Vivimos en Achachicala, esperamos encontrar otro lugar, ya que nuestro contrato vence en noviembre. Los animalitos que rescatamos son muy tranquilos y cariñosos”, expresó.