Icono del sitio La Razón

Adultos mayores encontraron un refugio en Casa Amandita

La mayoría de los adultos mayores viven una serie de dificultades económicas que afectan su calidad de vida y su autonomía, algunos están solos o fueron abandonados a su suerte por sus familias.

En la ciudad de La Paz hombres y mujeres que están en la tercera edad encontraron en Casa Amandita un refugio para pasar una “vejez linda” en sus últimos días. Tal es el caso de Bruno, de 79 años, quien con una sonrisa en el rostro y muy entusiasmado, sentado en compañía de sus compañeros en una de las mesas del comedor, contó a EXTRA que visita el lugar desde hace tres años.

“Yo soy agrónomo jubilado, trabajé en asistencia técnica en los municipios, pero ya no nos contratan”, indicó a tiempo de resaltar que la vejez es el tope de la vida y que hay que disfrutarla “como se pueda”.

Martha es otra de las beneficiarias del programa, aún mantiene la moda de antaño, una red sostiene sus cabellos de plata ondulados y tiene anteojos con vidrios de “fondo de botella”, a causa de la dioptría alta que distorsiona la imagen de sus ojos, pero que no ocultan su brillo cuando recuerda a sus padres a quienes amó.

“Me quedé sola con mis papás y dediqué mi vida a cuidarlos, nunca me casé ni tampoco tuve hijos. Ellos murieron hace muchos años, aún los recuerdo como si fuera ayer, pero aquí conozco a algunos amigos y hablamos, bailamos, la paso bien, la gente es amable”, dijo mientras recibía un vaso de plátano con yogur, la merienda de media mañana que fue preparada por uno de los voluntarios de Casa Amandita.

El coronavirus demostró ser inclemente con las personas de la tercera edad del mundo y Bolivia no fue la excepción. Ambos beneficiarios lamentaron la partida de algunos de sus amigos, creyeron que al terminar el confinamiento volverían a estar juntos, pero la pandemia no lo permitió.

Fernando Paxi, administrador de este centro de acogimiento alimentario, informó que hasta antes de la pandemia contaban con la presencia de 182 adultos mayores. Pero, en la actualidad 152 volvieron a las instalaciones.

Durante la cuarentena, 20 personas de la tercera edad fallecieron por el virus o por enfermedades de base. “Tenemos en listas a más de 150 adultos mayores que vienen a desayunar todos los días, y están divididos en dos grupos”, señaló tras informar que hay un pequeño número que aún no salió de sus casas por temor a ser infectado. “Lo que hacemos en el caso de ellos, es llevarles el desayuno a sus hogares o al lugar donde se encuentran”.

Casa Amandita tiene el objetivo de ofrecer un servicio integral gratuito a todas las personas de la tercera edad en situación de vulnerabilidad o aquellos que deseen ser parte de una segunda familia.

Tiene sus instalaciones en el Centro Comercial Camacho de la ciudad de La Paz. “De lunes a sábado los adultos mayores pueden pasar un buen momento en compañía de sus pares. Se les ofrece un desayuno balanceado, también hay acompañamiento en distintas áreas como en psicología, trabajo social, medicina y asesoramiento legal”, explicó Paxi.

Este es un proyecto en respuesta a la responsabilidad social de la empresa DYA srl. El mismo se creó inspirado en la señora Amanda de Yaffar, quien tuvo como sueño poder ayudar a sus pares brindándoles una mejor vejez.