Los perros rescatistas, esperanza de vida en Turquía y Siria
Varios países enviaron equipos de rescate canino. Su labor es buscar personas atrapadas entre los escombros.
El bombero rastrea a los cuerpos junto a un can.
Imagen: AFP/Cruz Roja mexicana
Un ladrido es la primera señal cuando encuentran a un ser humano. De esa manera alertan a sus cuidadores, además rascan el suelo para mostrar dónde puede estar atrapado alguien. Desde que los perros rescatistas de México comenzaron su trabajo en Turquía y Siria, ayudaron a rescatar a varias personas con vida.
Los guías de estos canes dicen que su misión es “salvar vidas”. Los perros también pueden detectar cuerpos para recuperarlos.
Todos esperan que, gracias al rápido despliegue de los rescatistas, se pueda salvar la mayor cantidad de personas atrapadas antes de que sea demasiado tarde.
En estos momentos de emergencia en, Tuquía y Siria las muestras de agradecimiento de los familiares de los rescatados con los peludos no se deja esperar, como se puede ven en la fotografía.
Como agradecimiento por buscar y ayudar a encontrar a sus familiares entre los escombros, una mujer acaricia a Orly, uno de los perros de la Cruz Roja Mexicana. Esta es la muestra más clara de la importancia que tienen los peludos en el delicado trabajo de búsqueda entre los escombros.
México no es el único país que envió perros para ayudar en los esfuerzos de rescate de Turquía y Siria. El Reino Unido, EEUU, Croacia, la República Checa, Alemania, Grecia, Libia y Polonia han desplegado sus propios equipos de rescate canino y adiestradores.
Los perros son particularmente útiles en áreas donde la maquinaria podría desalojar escombros, amenazando la vida de quienes aún están atrapados debajo.
Los canes están entrenados para olfatear a los sobrevivientes y los cuerpos y señalar el lugar donde están, según un comunicado de la Cruz Roja Mexicana.
Pero queda clara la importancia del excelente equipo de caninos de México reconocido por sus increíbles habilidades cuando ocurre un desastre de la magnitud del ocurrido en Turquía y Siria, porque este país también es propenso a sufrir terremotos.
Uno de íconos del trabajo de los rescatistas es sin lugar a dudas Frida, una labrador retriever amarilla, reconocida en todo el mundo porque en sus operaciones en varias naciones, ayudó a salvar más de 50 vidas.
Después de retirarse con honores, Frida murió el año pasado. Sin embargo, ahora sus amigos de cuatro patas continúan con la noble misión de buscar y salvar vidas.
Cuando los canes y sus guías inician su trabajo de búsqueda entre los escombros es necesario que todo esté en silencio para tener éxito. Los canes recorren olfateando por todos los espacios donde les es posible introducirse, obedeciendo órdenes de sus guías que les iluminan el camino con una linterna.
Afuera, el silencio impera y los equipos de rescate y los familiares de quienes se cree están bajo los escombros están atentos a escuchar el ladrido del peludo que es la señal de que encontró algo. Fue así como Balam, el perro de la Cruz Roja, y su guía Édgar Martínez, lograron rescatar con vida a una de las víctimas del terremoto que ocurrió en la frontera entre Turquía y Siria.