El Alto vuelve a una práctica milenaria en la Feria del Trueque
En esta feria, el dinero no tiene valor. La población intercambia productos por alimentos, ropa y objetos varios. Además, no hay sindicatos y cuotas.
A diferencia de la mayoría de las ferias en el país, aquí no hay asociaciones, afiliados y cuotas, ya que todas las personas interesadas en permutar un artículo están invitadas.
Sentada —sobre un trozo de cartón para paliar el frío de las gradas de cemento macizo de la plaza Cóndor— de El Alto, Rosmery espera, desde hace una hora, que llegue alguna persona interesada en una de sus mantas para intercambiarla por alimentos secos.
Con un sombrero azul de ala ancha para mitigar los fuertes rayos del sol, mira cómo llegan muchos jóvenes y padres, acompañados de sus hijos y cargados de bolsas, con artículos y, en algunos casos, alimentos, para intercambiarlos en la Feria del Trueque.
¿Cómo es el Trueque en El Alto?
El trueque, la forma más primitiva de comercio, es una práctica que consiste en dar una cosa, producto o servicio y recibir otro a cambio. “Aquí el dinero no tiene valor”, indicó Rosmery, al ser consultada sobre el costo de una manta.
Y es que en esta feria alternativa no hay ninguna restricción para nadie, excepto una, que el pago debe ser sí o sí en especie.
“Las señoras se molestan cuando les preguntas a cómo está lo que trajo, la pregunta correcta es por qué intercambia y recién hacen caso”, contó Lucía, una joven madre que acude a la Feria del Trueque con su bebé.
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La tradición milenaria atrae a cientos de personas que acuden desde las 12.00 hasta las 17.00 a la plaza Cóndor en busca de algún artículo de su interés.
“Tengo ropa para niños pequeños, algunos juguetes y objetos varios, que cambio preferentemente por alimentos, puede ser media arroba de arroz o azúcar, pero igual estoy buscando mochila para mi hijita”, contó Carla Choque.
Características
La Feria del Trueque —a diferencia de la mayoría de las ferias de El Alto, sino todas— no tiene personas afiliadas, un sindicato ni un representante, que realiza cobros por el espacio o toma la asistencia.
“Nosotros traemos cosas que tenemos de más en la casa, yo traje algunos cachivaches, como cables, circuitos, herramientas y tuercas, pero vi que algunas señoras traen ropas nuevas, los jóvenes ofrecen libros que ya utilizaron, parlantes, audífonos”, dijo Leoncio Ponce.
Otra característica interesante de esta feria es que está envuelta en un sincretismo, ya que aunque la práctica del trueque es milenaria.
La convocatoria se realizará a través de la tecnología.
Las personas interesadas en acudir deben ingresar al TikTok o Facebook con el nombre Feria del Trueque para conocer dónde y qué día habrá la feria.
“No solo estamos en la plaza Cóndor, igual visitamos el Complejo o Satélite, depende en las redes sociales nos convocan y nosotras vamos”, comentó otra de las personas que participa en estas ferias.
Para ser parte, solo se debe tener algún producto excedente que pueda canjear.
“Tengo varias mantas porque antes bailaba en fraternidades, así que tengo diferentes diseños y colores, que ofrezco a las cholitas, ya que están bien conservaditas y pueden servir para una fiesta o de diario”, contó Rosmery.
Ella logró permutar algunas a cambio de aceite, utensilios de cocina o sombreros, entre otros.
La población alteña invita a conocer su feria.